Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

martes, 6 de marzo de 2012

VIAJE FRUSTRADO A YUMBILLA, TOMACOCHA Y SORPRESA FINAL...

             Hoy ha amanecido un buen día para salir de viaje. Vamos a Yumbilla Amado y yo, y se han sumado Márdelis y Christopher, a los que ya conocéis de Gocta.

         Desayuno con Antonio porque Amado y Helder están celebrando, y procuro darme prisilla para preparar la mochila y no olvidar nada. Después de tener todo preparado, me quedo esperando a Amado y no viene... al final llega a eso de las 9:00, con lo que ya vamos tarde. Desayuna, se prepara y salimos con el Toyota a por Márdelis y su hijo, y al final, cuando queremos salir son casi las 9:30 de la mañana.

Solo el camino ya es hacer turismo... 
Esto es un huayco... aunque bien pequeñito.
         No pasa nada... tenemos todo el día por delante, pero para llegar a Cuispes, donde tenemos que dejar el coche para seguir andando, hacen falta dos horas de viaje. Cuando llegamos son las 12:00, porque hemos parado bastante tiempo antes de llegar porque hay un corte en la carretera. Hay unos señores y señoras trabajando duro en la apertura de una zanja para colocar un tubo de saneamiento que cruza el camino. Tenemos que parar una media hora y cuando nos cansamos de esperar, vamos a ver qué hacen. Nos quedamos un rato mirando a una chica y una señora que están cargando carretillas de arena para llevarlas a la zanja para tapar el tubo de PVC. Nos hacemos amigos de ellos y les damos unos caramelos mientras les echamos una mano en los trabajos... Unos llenando la carretilla y otros llevándola a la zanja... El barro está por todas partes porque no deja de llover. Es de ese barro que se va pegando en la suela y que, en lugar de despegarse, se sigue acumulando más y más hasta hacerte tener una suela de barro de varios centímetros... incomodísima. Pues bien, la rueda de la carretilla también acumula barro y más barro, y cada vez es más complicado hacerla rodar. Yo he llevado algunos carros de arena a la zanja y me ha costado tela, así que, desde ese momento, me quedo admirado de la chica joven que lleva la carretilla como si fuera el carro de la compra.


Esto es espíritu de trabajo... aquí la igualdad es así...
Ayudando un poco...
Amado cargando...
Y Mardeli acarreando la carga...
La sopa de trigo. Es la primera vez que como trigo en sopa.
                Cuando se acaba de tapar la zanja continuamos a Cuispes, donde preguntamos por Irma, que será la que nos de la comida para llevar. Al final la localizamos y nos dice que no tiene nada preparado para llevar, pero tiene menú del día. De primero una cosa extraña que todavía no había probado: sopa de trigo. De segundo arroz con un par de rodajas de tomate y pepino y un filete de ternera. Aquí, al contrario que en España, la carne barata es la de ternera, ya que hay muchas más que chanchos (cerdos), siendo ésta carne más cara.

Mi amiga Cristal...
         Lo mejor de todo es que por primera vez, y como algo totalmente inaudito, Irma no sólo tiene cerveza, sino que la tiene... ¡¡en una nevera!!... ¡¡casi doy palmas con las orejas!!... Va a ser la tercera vez que pruebe la cerveza en Perú, y las dos anteriores caliente. Ya había perdido toda ilusión por beber una cerveza fría... y mira por donde, aquí la hay. No puedo más que tener un recuerdo para con mi amiga Carmen Gordillo, jeje.

         En cualquier caso, es curioso ver cómo un menú de primero y segundo, con cerveza de 750 cl incluida cuesta 4,00 soles. Parece increíble y hasta irrisorio hacer la conversión a euros... ¡¡1,20 €!!. Con esto, aparte de con otras cosas, entiendo lo que vemos muchas veces en televisión acerca de que muchas personas sobreviven con poco menos de 1,00 € al día. Son muchas las veces que lo escuchamos pero, o no nos lo acabamos de creer, o no le prestamos atención. Este menú, en españa rondaría los 10,00 €.

Ya no me quito el poncho...
         Nos ponemos en camino, preparamos las cosas y por fin me pongo el poncho... incluso llego a estrenarlo. Cuando salimos hacia Yumbilla por una calle embarrada mientras no para de llover, nos damos cuenta de que el barro se pega y resbala, pero cuando más cuenta nos damos es cuando empezamos a subir la pendiente y no somos capaces. Parece como si tuviéramos puestos patines. Seguro que si seguimos terminamos cayéndonos alguno, además de lo lenta y torpe que resultará la subida así. Nos cansaríamos mucho y tardaríamos más, y como encima tenemos que estar de regreso antes de las siete para que Amado celebre misa, no las tenemos todas con nosotros y decidimos dar la vuelta... otra vez será. Tampoco podemos arriesgarnos a subir y luego no poder bajar, o hacernos daño...

         Entre la salida y el regreso pasan poco más de cinco minutos, y la gente en las calles que se quedaba asombrada de los valientes que iban a subir a Yumbilla a pesar de la lluvia, no pueden más que sonreir (por no partirse en dos de la risa) cuando nos ven regresar...  

         Volvemos a casa de Irma y nos pone un café. Decidimos aprovechar el viaje y visitar la laguna de Tomacocha, que es una laguna enorme que se puede navegar por poco dinero. Se tarda una media hora más en llegar, así que vamos bien de tiempo si queremos hacer el cambio de planes.

         Salimos y en una media hora más estamos en Tomacocha, un pueblo algo grandecito en el que se aprecian algunas construcciones de ladrillo, algo raro por estos lares. Tomacocha está en la provincia de Bongará, así que hemos salido del término municipal de Chachapoyas.

La laguna nada más llegar... esto desde lejos, desde cerca es impresionante...
El lago Tomacocha
      Llegamos a la laguna y es enorme... Hay una canoa larguísima que lleva a los trabajadores de un lugar a otro, porque de no ser por la canoa, tienen una caminata de tres horas para bordear la laguna. Aprovechamos para subir con él porque va a por pasajeros al otro extremo, y por 4 soles nos da el paseo. Es un paseo precioso, por las tranquilas aguas del lago, aunque de pronto se pone a llover. No pasa nada, porque no todos los días uno navega bajo la lluvia. Cuando apaga el motor de la canoa, la calma es asombrosa, y dan ganas de echarse boca arriba, si no fuera porque llueve, y contemplar el cielo... seguro que uno se piensa que está flotando entre nubes. Recogemos a varios pasajeros que vienen del trabajo en la otra orilla. Aquí todos tienen ensayada ya la coreografía y saben que cuando se acerca la canoa la tienen que frenar desde la orilla para no encallar. Luego saben que tienen que empujar laguna adentro para que el piloto pueda girar, así que el último en subir, empuja la canoa.


El paseo en canoa. Se puso a llover, lo que hizo el paseo aún más emocionante.
En el tiempo de cría... se veían los polluelos entre los juncos
         Pasamos por una zona de juncos en la que hay miles de garzas que tienen los polluelos en los nidos. Unas se asustan y salen a volar, y otras se quedan mirando desafiantes como diciendo: “¡... qué!, si tú me miras yo te miro...”

         Y un buen rato después, regresamos al muelle para desembarcar. Nos subimos al Toyota y salimos hacia Chacha. En el camino, le digo a Amado que me gustaría presentarle a un español llamado Carlos Sainz, porque seguro que le podría dar algún consejo (Amado a Carlos...). 


            Algunas fotos del viaje en barca:


Le daba miedo, pero para la foto posó como un valiente...
Los pasajeros que íbamos recogiendo para cruzar el lago
Bonita vista desde la canoa
          La amiga Márdelis se mareó en las curvas a la venida hacia Yumbilla, y me acordé de que mi amiga Nina me dio unas “biodraminas” por si me mareaba en el autobús durante las 24 horas que tarda de Lima a Chacha. Todavía no he usado ninguna, pero como las llevo se las ofrezco, aunque quedaba poco para llegar y mejor aguantarse, no sea que luego la subida la fuera a hacer medio dormida.

         Cuando regresamos, se tomó media pastilla, ya que sabía que Amado tenía prisa por llegar y le esperaba un camino tortuoso. Ya viniendo a Yumbilla nos sorprendió con un trompo en mitad de la carretera por entrar pasado en una curva mojada... se nos pusieron de corbata, aunque el amigo Amado lo controló rápido... No quiero ni pensar que habría pasado de venir un camión de frente en ese momento...

         Al final regresamos sin contratiempos a Chacha. Llegamos justo a tiempo para que Amado vaya pitando a misa. Yo ni siquiera me cambio y vengo de barro hasta las orejas. Los fieles de Chacha me van a conocer como “el puerco español”, que si se pone esas galas para ir a misa, cómo serán las de diario....

         Terminada la misa nos vamos al Obispado a cenar, pero Juanita no está y no tenemos qué llevarnos a la boca, así que nos vamos al 505, igual que la otra vez que faltó. Pedimos una pizza y una brocheta de pollo, y sólo es cuestión de tiempo que venga el padre Antonio buscando el alimento fácil..., y en efecto, no se hace esperar más de 15 minutos. Incluso se sienta en una silla aparte porque no se ha dado cuenta de que ya estamos ahí los improvisados “Rodríguez” que no saben hacer la “o” con un canuto si les falta la valiosa Juanita. No se complica... su pedido es el siguiente: “... lo mismo que estos...”.

         De regreso al Obispado, estoy contando los minutos para conectarme a internet y ver cómo ha ido el día en Almendralejo, en el primer desayuno solidario que el Centro Juvenil, capitaneado por Sonia. Leo el correo y tengo unos mensajes de ella que me hacen poco menos que llorar... ha sido un éxito rotundo. Pero mi sorpresa es mayúscula cuando veo las fotos, un recorte de prensa y hasta un podcast de Radio Comarca de Barros... ¡¡incluso han hecho publicidad!!... me comenta que han ido muchísimas personas y que prácticamente no daban abasto. Lo cierto es que me ha emocionado bastante, sobre todo ver las fotos y leer el desarrollo de la merienda.

         Le he dicho a Sonia que aunque hubieran recaudado un millón de euros, para mí no tendría tanto valor como lo que han hecho. Gracias a todos se puede seguir poniendo alguna sonrisa en la cara de estos niños... y padres...

         En fin, que no tengo palabras para agradecer toda la colaboración de los organizadores, de las hermanas y de los colaboradores... es una inyección de moral saber que uno no está solo, porque mis hermanos almendralejenses no sólo oran por mí, sino que también laboran para que este proyecto continúe.

         Y con este espléndida noticia acaba el día de hoy, que no podía ser más completo. Al final se torcieron los planes turísticos, pero el Señor siempre nos sorprende con un giro que hace que el día no sólo haya merecido la pena, sino que haya sido el mejor de los que llevo en Perú... y todo gracias a unas pocas personas que se han tomado el proyecto como propio y a los que no les ha importado dejar otras cosas para ayudar en esta bonita tarea... nada más evangélico.

         Como la palabra “gracias” se queda corta para expresar lo que siento, prefiero deciros: “¡¡buen trabajo!!”

Hasta mañana... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario