Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

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Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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lunes, 22 de julio de 2013

Capítulo 22. Epílogo.

Y después de la recta final, de acabarse lo que se daba, llegó el momento que tarde o temprano tendría que llegar... las despedidas y el viaje. Hacía tiempo que no lloraba, ni siquiera sé cuánto... pero lloré. No lo hice cuando me separé de de los niños de Granada, ni cuando me fui del Obispado, ni cuando me despedí de los amigos en el Chacha-Rock... lo hice cuando sentí que no podía dejar de hacerlo y no pude evitarlo.

         Después del trabajo realizado, el balance es más que positivo. Ya en el capítulo anterior os contaba los éxitos obtenidos en la misión de Granada. El hecho de haber concluido con éxito los trabajos que se marcaron es más que satisfactorio. La experiencia con los niños ha vuelto a ser magnífica, ya que han disfrutado de mi presencia, de los regalos y las películas, y además han reciibido los sacramentos. Y para colmo, he conocido a un plantel de personas con las que he compartido trabajo, ocio y hasta vida. No quiero acabar este capítulo sin hablar de ciertas personas que, alguna que otra vez, han aparecido en el diario del peregrino.

         Empecemos por Fernando, biólogo toledano que ha estado conmigo en Granada por muchas ocasiones. Ha hecho su trabajo con tesón, viajando más que el baúl de la Piquer, andando, en combi, en moto... Ha hecho entrevistas a medio Perú acerca de su proyecto de plantas medicinales. No le importaba dejar de salir una noche porque al día siguiente había que hacer una visita, como levantarse a las cinco de la mañana para ir a ver a un alcalde. Lo mismo le pica un insecto y se le hincha la mano, que se cae de la moto y se levanta como si nada para seguir...vamos, un todo terreno.  Y si en su trabajo ha sido diligente, como amigo ha sido un crack. Hemos compartido momentos buenos y momentos buenísimos, en los viajes por aquellos infernales caminos por los que hasta las vacas tropiezan, en los que incluso nos caímos de la moto, bajo una lluvia que siempre nos recibía al llegar a todos los sitios. Con él ha sido todo distinto, pues tener a un español que entienda el sentido del humor absurdo, las ironías españolas y los dobles sentidos de las frases, ha sido como un alivio. Generalmente hay que tener cuidado con la ironía y el humor absurdo en un país donde la gente se toma las cosas demasiado literalmente o sin sentido del humor, así que tenerlo cerca ha sido como estar más cerca de España. Su trabajo lo ha hecho bien, y aún le queda, pero su compañía ha sido mejor. Espero que le vaya bien en el periplo peruano y que regrese con un éxito rotundo en su proyecto. Sé que así será...


        
        Después tenemos a Carmencita, mi hermosa Carmencita, tanto por dentro como por fuera. Ella es la mano que siempre está tendida para ayudarte en lo que sea, así como la persona con la que nunca te falta un tema de conversación. Ha lidiado con lo mejor y lo peor de esta misión, y ha tenido que luchar contra muchos inconvenientes de algún que otro cooperante que le ha dado guerra. Ha sido un privilegio porder compartir con ella esta misión, y las salidas con ella han sido distintas porque contagia su buena energía desde lejos. Será difícil acostumbrarse de nuevo a no verla pasar por la plaza, camino a la municipalidad, y que pare a saludar y a reir y hacer reir. Diligente, cumplidora y trabajadora, no pierde ocasión de disfrutar de los mejores momentos chachapoyanos, lo que le ha costado que la tilden de la reina de las fiestas... Ha sido como el azúcar en la manzanilla, sin ella no habría sido igual. Y además nos ha puesto en contacto con Lola, nuestra mamá Lola, que nos ha recordado los sabores de España con sus tortillas y sus croquetas, tanto en días de fútbol como en otros cualesquiera... el caso era tener una excusa para invitarnos.


         Como olvidar a mi hermana Laura, aquella con la que congenié tan bién, hasta el punto de descubrir que los dos cumplimos años el mismo día, con lo que ya no somos hermanos, sino que además, somos gemelos. Los abrazos que nos dábamos pasaban de ser normales, y a veces pensaba que podían hasta dar celos, a unos o a otras... pero los demás sabían que esos abrazos eran distintos. La cordura y la alegría han sido como un equilibrio constante en ella. Cumplidora con su trabajo y sus tareas, una vez terminadas era la nota discordante que hacía que el grupo tuviese la chispa que tenía. Era la rebelde, la que te suelta una frase que te hace partirte de risa... la que maneja la ironía como nadie. Luego pasaba de psicóloga a paciente para volver a ser psicóloga de todos... Era la mamá a ratos, y la hija desobediente más tarde... Alegre, chistosa y salerosa como buena sevillana, pasaba por el tour a echar un cigarro y ya nadie quería que se fuera. Ha sido un buen apoyo para todos, especialmente para mí... Y ha sido valiente al tomar una decisión que será la mejor experiencia de su vida, aunque tenga algo de miedo ahora...


         Y por último (aunque hay algunas personas más), Christelle... No sé muy bien qué decir de ella que no le haya dicho ya. Tampoco sé muy bien cómo hablar de ella sin dejar muy claro lo que ya todos sabéis. Es una de las personas que más admiración me han producido aquí, o mejor dicho, la que más... En valentía no le gana nadie, pues no conozco a nadie que haya recorrido más kilómetros por el mundo en compañía de una mochila, durmiendo donde se pudiese, comiendo lo que pudiese... Creo que solo le falta visitar la Antártida para completar sus viajes por el mundo. En generosidad tampoco le gana nadie, pues da su tiempo a quien lo necesita, bien sea un empresario del turismo al que le hace falta, bien sean unas artesanas de levanto para un proyecto hermoso. En belleza no le gana nadie, ni por dentro ni por fuera, pues si es guapa físicamente, lo es más por dentro... su proyecto es genial, y no necesita grandes cosas para vivir, sino lo justo... creo que es franciscana, aunque ella no lo sepa. En bondad es un número uno, si biien tiene un carácter marcado. Su futuro está encaminado a vivir y ayudar a vivir, y su ilusión es reunir un día a todos los amigos que hizo por el mundo en un proyecto de voluntariado (sé que algún día esto ocurrirá). Y en preparación, conozco a pocas personas que tengan más que ella... sus viajes le han dado más experiencia que la universidad, y ahora habla francés, inglés y español con tanta soltura que hasta yo mismo pensé que tenía acento andaluz la primera vez que la escuché, a pesar de haber aprendido a hablar español en Madrid. Lo mismo trabaja de camarera, que de guía turístico o te hace artesanía de todo tipo... pensaba que solo le faltaría saber cocinar, pero me sorprendió cuando cocinó la cena en Huaylla Belén... ¿qué más se puede pedir?... yo me conformaría con la mitad, y la tengo entera...


       Ha sido un gran equipo humano, de esos que hacen que cualquier misión vaya sobre ruedas. No porque hayamos trabajado juntos, sino porque en los momentos en los que cada uno se desliga de sus obligaciones, hacen que el conjunto esté ilusionado y cargue las pilas para comenzar de nuevo el lunes próximo... no es lo mismo tener este apoyo que no tenerlo... y aquí os presento al equipo franco-español completo:


        Y por lo demás, no quiero hacer mención de el resto de cooperantes. No por nada, pues estoy seguro de que han tratado de hacer las cosas lo mejor posible, si bien no siempre salen como uno quiere. La experiencia me dice que antes de volver a enviar a cooperantes extranjeros habrá que hacer una selección, pues los problemas personales no deben afectar nunca a la misión. En cualquier caso, agradezco el esfuerzo hecho, aunque no haya servido de mucho. Lo importante es participar y ellos participaron, intentaron hacerlo bien, que es lo que importa.

         Aquí tenemos el ejemplo de que la misión no se debe hacer por motivos personales, ni para misionarnos a nosotros ni mucho menos por vivir una aventura, sino que toda misión humanitaria que no se haga desinteresadamente y con el único fin de ayudar a los más necesitados, termina convirtiéndose en una pesada carga que no somos capaces de aguantar. Está bien dividir el tiempo entre trabajo y ocio, pero pensar que un trabajo de cooperación debe ser solo disfrutar sin sufrir, es un error. Esto debería ser un ejemplo para todos los que están pensando que venir aquí o a otros lugares es una experiencia que hay que vivir por lo emocionante que es. Luego, cuando se pasan el día bajo la lluvia, en soledad, con frío, sin poder ducharse o comer, se dan cuenta de que ya no les importa tanto ayudar, sino que prefieren abandonar el barco a la mínima... El amor sin dolor es amor, pero distinto... El mayor ejemplo de esto lo tenemos en Jesucristo, que nos amó hasta el extremo y dio su vida por nosotros. Y si queremos seguir su ejemplo, más vale que aceptemos el sufrimiento en lugar de intentar que el mundo gire a nuestro alrededor... y es mejor actuar como un verdadero cristiano (aunque no lo seas) que juzgar constantemente a los demás diciendo que sus comportamientos no son cristianos. En la misión hay que ver primero la viga en el ojo propio que la paja en el ajeno... Es un consejo que doy a estos y a otros cooperantes que piensan que un día deben tener una experiencia vacacional-vocacional de ayuda al necesitado. Sin vocación no hay vacación... tenedlo claro.

         Y la misión peregrina acabó con éxito, material y personal... este año ha sido especial no solo por el trabajo, sino por la gente que conicí. La ventaja es que la mayoría son españoles, así que nos veremos por España y recordaremos los viejos tiempos. Por otra parte, me traigo algo más que un éxito... y eso que no lo buscaba. Y esto es lo mejor de la misión, una misión que me ha devuelto la ilusión...


         Gracias por estar ahí, por vuestra compañía... gracias a los que me habéis escrito y, sobre todo, a LAS que me habéis entendido y apoyado... y nos vemos en España.


         Hasta pronto!!

viernes, 19 de julio de 2013

Capítulo 21. Se acabó lo que se daba...

Cuando subía a Granada por última vez iba pensando, igual que el año pasado, que echaría estos viajes en moto por unos paisajes increíbles. La subida al Alto Imaza es toda una aventura, tan sufrida como preciosa... lo echaré de menos, sobre todo mis paradas en el “punto de inflexión” a divisar el valle donde se encuentra Molinopampa.

Y llegué a Granada a eso de las tres de la tarde. Ya había almorzado algo en Chacha porque sabía que se me haría tarde. Y cuando llegué, me llevé de nuevo una grata sorpresa... contaba las personas que estaban trabajando y llegué hasta 56... no daba crédito, y todo esto sin bajarme todavía de la moto.

Horacio y los responsables de la municipalidad habían convocado al pueblo y habían quedado todos en que los últimos días del peregrino tenían que ser una sorpresa para él, y lo fue...

Había un hombre con una chancadora de piedra, un volquetito que traía piedra para chancar. Las mujeres estaban acarreando las piedras a mano y limpiando todos los alrededores de la Iglesia. Los niños también cooperaban... y los hombres estaban en varios frentes, unos chancando, otros rompiendo las piedras más grandes con martillo para que entrasen en la máquina, otros en la zanja, otros haciendo hormigón, otros dentro de la Iglesia echando el piso de dentro... vamos, un equipo organizado, por primera vez. Igual que el año pasado, el final se puede decir que es satisfactorio.

El balance, a pesar de los contratiempos, es bastante bueno. Se ha hecho todo esto:

- Construcción de todos los contrafuertes laterales, seis en total.
- Demolición del tejado de sacristía, ejecución de estructura de madera y techado   de nuevo con teja andina.
- Ejecución de soportes para tejado de puerta lateral, muros para los soportes y bancas para sentarse.
- Pintado del fondo del retablo mayor, lucido de cemento.
- Excavación, replanteos, encofrado y hormigonado de la zanja protectora contra el agua en el lateral de arriba y en el frente de la Iglesia.
- Se ha construido la torre hasta la altura del tejado, dejando protegido el muro que     corría peligro de derrumbe.
- Se ha hormigonado el suelo de la sacristía.
- Se ha hormigonado el suelo del baptisterio y se ha colocado la pila bautismal.
- Se ha construído un muro auxiliar de apoyo en sacristía junto a la puerta para proteger un muro en mal estado.
- Se ha hormigonado el suelo de la Iglesia.
- Se ha hecho la exacavación completa de la zanja de desagüe y protección de la Iglesia.
- Se ha limpiado todo el escombro resultante de la ejecución de la obra, dejando una Iglesia limpia por los cuatro costados.

Y todo esto teniendo en cuenta los contratiempos meteorológicos y orográficos, que han dificultado sobremanera los trabajos, habiendo estado sin material muchas veces por estas causas, aparte de los problemas humanos ya conocidos.

Como ves, el balance es satisfactorio, si bien se podría haber hecho más, pero no se le pueden pedir peras al olmo, aunque yo no hacía más que pedirle peras, manzanas y plátanos...

Aparte de esto, están los trabajos en Olleros, que también han avanzado bastante, aunque tarde por culpa de los transportes. Ahí se ha hecho lo siguiente:

-          Se ha picado la totalidad de la fachada de la Iglesia.
-          Se ha vaciado toda la junta de tierra para rellenarla de cemento.
-          Se han demolido los muros del tejado lateral y los del baptisterio derrumbado.
-          Se ha comenzado a levantar los muros de nuevo.
-         Se comienza también el tarrajeo, o el llagueado de juntas con cemento para dejar la piedra vista.

Y aquí se deja el dinero sobrante para pagar la mano de obra cualificada que ha habido que contratar en Quinjalca, dos oficiales a los que asisten los aldeanos. Se deja también el material: 100 sacos de cemento y 30 metros cúbicos de arena.

         Con esto podrán terminar por completo el frente de la fachada, si bien no lo veré terminado y tendré que esperar a que Juan de Dios suba y me mande las fotos.

         Y así quedan los trabajos y los trabajadores, ¿hasta el año que viene?... Dios quiera...

         Y cómo no, hacer mención de los niños, los que más tristes se han quedado... más incluso que yo. Las últimas peliculas han sido “Peter Pan” y “El Principito”, y ambas les gustaron muchísimo. Los últimos retalos por este año y las despedidas... y cuando les dije que me tenía que ir se oyó un “ooooohh” que casi me parte el alma, o mejor dicho, que me la partió... pero así son las cosas, y les expliqué que no les digo adiós, sino hata luego, que es distinto... bien me podría aplicar yo mismo estas palabras cuando tenga que despedirme de la gente de Chacha...

         Pasaron los días y llegó el viernes, día en que regresaba a Chacha. Como ellos pensaban que me quedaría hasta la tarde, les fastidié la fiesta de despedida, así que quedé con ellos en que volvería a subir el miércoles próximo y así podría pasar por el colegio y despedirme, y de paso, vería terminado (o eso espero) el suelo de la Iglesia, y vosotros también. Y así quedamos, y me voy a Chacha...

         En Chacha me esperaría una semana de trabajo haciendo los informes para la municipalidad y para la ONG, donde hay que explicar todo lo hecho, los logros conseguidos, míos y del resto de cooperantes... y también tendría que tener la reunión con los alcaldes para el proyecto del asfaltado del camino Molinopampa-Jumbilla. Me iba con la ilusión de que todos los alcaldes asistirían a la reunión, o eso esperaba, ya que sería la úlitma oportunidad.

         Y después de almorzar a las 13:00 en el Obispado, me dirigí a la municipalidad, sin prisas, ya que sé que aquí no es puntual ni el reloj... y me fui a tomar un café con Carmencita al Chacha. Una hora más tarde hago acto de presencia y, efectivamente, solo está el alcalde de Quinjalca. Tenemos que esperar media hora más para dar comienzo a la reunión, a la que asisten los alcaldes de Olleros, Granada, Quinjalca, Goncha, Molinopampa y Chiliquín. Falta el de Jumbilla, pero se puede decir que es todo un éxito de asistecia, si bien no están acostumbrados a este tipo de reuniones y todos están con la lengua fuera, los ojos cerrados e incluso se escucha algún ronquido... póbrecitos los alcaldes!!!... trabajan tanto que es normal que se duerman en mi reunion... pero no pasa nada, porque un golpe fuerte en la mesa hace que se espabilen y rápido les explico el proyecto antes de que vuelvan a su siesta... y lo firman, y se van... y yo me quedo contento por ello.

         Cada uno se lleva las hojas para la recogida de firmas en sus respectivas localidades y espero que las traigan el miércoles, día límite si quieren que presente el proyecto firmado en el Gobierno Regional el jueves. Ya os anticipo que no lo presentará porque no me traerán los papeles de las firmas... cuento con ello. Por eso le he dejado el encargo a Diógenes para que él haga que se ingrese cuando esté el último papel recogido... ya veremos qué pasa. Mi trabajo está hecho, ahora falta el de ellos... y después, esperar la respuesta de Arista y cia.

         Y así acaba la semana última en Granada, un éxito en cuanto al trabajo, pero un éxito mayor en cuanto a la asistencia de los alcaldes, dormidos, pero asistiendo y firmando, que es lo que importa.

         Y me preparo ya para la última semana de recogida, despedidas, equipajes, compra de billetes, etc... y tristeza, mucha tristeza.


         Ya os lo contaré...

martes, 9 de julio de 2013

Capitulo 20. Días tristes...

Desde el capítulo 19 han pasado solo dos cosas, pero ambas son muy tristes, especialmente la última, de la que me he enterado esta mañana.

Desde el año pasado le tengo mucho aprecio a una persona en especial en Granada, pues es un chico muy voluntario al que conocí el primer día que subí en taxi el año pasado, ya que le recogimos en Molinopampa. Hablamos de camino hacia arriba y se alegró mucho por mi llegada. Se comprometió a ayudarme todo cuanto pudiese y, efectivamente, así lo hizo.

Tanto fue así que colaboró mucho y jamás pidió dinero, al contrario de otros muchos. Valía para subir piedra, para poner teja, para cortar leña, para cargar carretillas... para todo. Ayudó el año pasado y también este. Tenía un niño pequeño al que yo le guardaba siempre los regalitos cuando no podía ir al cine...

Pues bien, como te habrás dado cuenta, hablo en pasado. Anoche murió inexplicablemente. Nadie sabe por qué, si bien la semana pasada le ví en el cine con el niño y parecía un cadáver andante. Estaba pálido y cuando vino a saludarme no podía casi mantenerse en pie. Le costaba dar incluso la mano y su voz parecía la de un niño pequeño. Allí mismo hablé con Toni y Lenin para decirles que debería ir a Chacha para visitar al médico. Sin embargo, esta gente siempre piensa que esas cosas se pasan, y decían que tendría infección.

Él mismo lo dijo, que ya se le pasaría, pero no se le pasó y murió anoche de vete a saber qué. Así son las cosas por acá...

Le tenía tanto aprecio que incluso en la página de facebook de OFRA, la foto del perfil son sus manos. Le recucerdo coqueando y trabajando... incluso hace un par de semanas estaba, motosierra en mano, cortando madera para el tejado de la sacristía.

Así es la vida, un día estás a pleno rendimiento y otro día estás muerto... y luego nos pasamos el tiempo pensando en el futuro, y lo que es peor, preocupándonos por él. Hoy no puedo subir a Granada porque es el sepelio, vendrán a Chacha y no se trabajará. Mañana subiré pues...

Ya que me quedo, he aprovechado para encargar una misa en su memoria, que será esta tarde en la catedral de Chacha a las siete de la tarde. Es lo menos que puedo hacer por él, o mejor dicho, lo máximo que puedo hacer.

En fin, esta noticia me ha dejado un poco impactado por volver a experimentar lo frágil que es la vida, lo mucho que nos aferramos a ella a veces y lo preocupado que solemos estar en cosas superficiales mientras otras fundamentales pasan de largo... pero especialmente por el aprecio que tenía a Horacio Gomez Angulo, un trabajador de los buenos que arrimó el hombro como el primero en la construcción de la Iglesia de Granada, y por lo tanto, en la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra. Su último trabajo fue echar el suelo del baptisterio, y me alegra saber que gracias a él se pudieron bautizar muchas personas. Dios sabrá recompensárselo...

Y después de esta noticia, os cuento la otra, también triste aunque no tanto...

Como sabéis, el lunes había reunión de todos los alcaldes de todas las municipalidades implicadas en el proyecto del arreglo del camino Molinopampa-Jumbilla. La reunión era en la municipalidad de Chacha a las 14:00 horas, así que preparé toda la documentación que cada alcalde se llevaría, así como los papeles para las recogidas de firmas en cada distrito y sus anexos... pues bien, el encargado de coordinar a todos los alcaldes y avisarles del día y de la hora era Toni, el alcalde de Granada. Sin embargo, ni coordinó ni avisó ni se presentó él tampoco...

El único que sabía por mí la noticia era el alcalde de Olleros, que envió a Melanio, su teniente de alcalde por estar él en Lima. Y fue el único asistente a la reunión... Esto me entristeció mucho porque si un alcalde se compromete a una cosa tan importante y luego no hace ni una triste llamada para reunir a sus colegas, es que poco le importa el arreglo del camino... Lo peor de todo es que él estaba en la muncipalidad por la mañana, pues le vi y nos saludamos... y quedamos para la reunión de más tarde y me dijo que todo estaba coordinado... pero no era verdad.

Así se le quitan a uno las ganas de todo... ayudar a quien no desea ayuda es difícil, sin embargo hay muchas municipalidades más que esperan esta ayuda y no por eso voy a desistir, así que le encargué el trabajo de coordinación a Melanio y Raúl, de la municipalidad de Olleros. Bien sé que ellos lo harán bien, o al menos lo harán... y la próxima reunión está marcada para el próximo viernes a la misma hora. Cuento con que irán todos los alcaldes, pues los de Olleros me han demostrado siempre que tienen interés en hacer las cosas, y las hacen bien.

También sé que es probable que Toni no vaya tampoco a esta reunión, pero con que venga el resto me conformo... No pueden quedarse tantas personas sin la oportunidad de mejorar un poco su vida por esto. En lugar de tirar la toalla buscaré otros apoyos... y así hasta lograr registrar el proyecto firmado por todos en el Gobierno Regional. Ese es el objetivo final y estoy dispuesto a conseguirlo como sea, especialmente después de haber visto fracasar el intento de envío del contenedor...

Y así están las cosas hoy día... yo sigo en Chacha, Horacio nos ha dejado y la reunión con los alcaldes ha sido un rotundo fracaso... ¿se puede pedir más?... Al mal tiempo, buena cara... Ahora me acuerdo de lo que os decía ayer referente a la fe.

Y así acaba este triste capítulo de hoy... esperando que el próximo sea algo más positivo... eso espero.

Coqueando... cómo le gustaba...
Sus manos trabajadoras las elegí para el perfil de OFRA en facebook.
Y esta foto se la eché y me pidió que se la diese en papel de recuerdo. La imprimí, se me olvidó dársela la semana pasada y todavía la tengo... pero ya no se la daré.


Descanse en paz.

Hasta el próximo capítulo...

lunes, 8 de julio de 2013

Capítulo 19. Preparativos finales en Granada.

           Durante la semana de fiestas en Granada, yo me quedé en Chacha para avanzar dos proyectos, el de la electrificación de la Iglesia de La Jalca Grande, que terminé, y el del asfaltado del camino que va desde Molinopampa hasta Jumbilla. Este último proyecto me llevó más tiempo, pero ya está terminado y solo queda presentarlo ante el Gobierno Regional de Amazonas.

         Pues bien, en la penúltima semana en Granada convoqué a todos los alcaldes que estarían dispuestos a apoyar en este proyecto por ser los usuarios de este camino que a menudo es intransitable. Estaban contentos cuando vieron que mi iniciativa podría servir para pedir una apertura de un expediente de obra pública para el asfaltado del camino. Al menos alguien se preocupa por intentarlo, y ellos están dispuestos a apoyarme.

         Los alcaldes de los pueblos que se beneficiarían de esta mejora del camino son los de Granada, Olleros, Quinjalca, Goncha (todos ellos con sus correspondientes anexos), Chiliquín, Molinopampa y Jumbilla. De estos pueblos, los dos últimos son los más grandes y los que necesito tener como aliados. Además, Jumbilla pertenece a la provincia de Bongará, mientras que el resto pertenece a Chachapoyas, con lo que el proyecto uniría dos regiones y creo que esto dará será positivo, ya que el presidente regional estará apoyando a dos provincias de la región.

         Además, actualmente, los habitantes de Jumbilla tienen que tomar la carretera de Pedro Ruiz para ir a Chachapoyas, mientras que de estar este camino asfaltado, ahorrarían más de una hora si fueran por Molinopampa. Creo que todo está bien enfocado y explicado para que el presidente regional nos de el visto bueno, aunque hablando de política y de dinero nunca hay nada claro, sobre todo teniendo la experiencia negativa del incumplimiento de su palabra el año pasado para el pago del contenedor que enviamos. El caso es que las cosas hay que intentarlas... si se logran, bien, y si no, al menos no será por no haberlo intentado.

         Ya es un éxito reunir a tanto alcalde, ahora habrá que ver si se logra tener una reunión con todos. En principio hemos quedado hoy lunes, a las 14:00 horas en el salón de actos de la municipalidad, que Diógenes me ha cedido. La verdad es que estoy más nervioso por la asistencia de los alcaldes que por la reunión en sí, pues todo lo que hay que decir lo tengo claro.

         El proyecto es necesario, bonito y novedoso. Necesario porque estos pueblos sufren un aislamiento por culpa del estado del camino, si es que se le puede llamar así. Es bonito porque implicará el trabajo de muchos comumeros de distintas localidades para lograr conseguir un objetivo común que beneficie a todos, Y es novedoso porque el sistema que he elegido para hacer más viable el proyecto es la cooperación entre gobierno y ciudadano. Ya que un asfaltado de 42 kilómetros resulta caro, especialmente para un gobierno que no dispone de muchos recursos, se me ocurrió que la parte del trabajo que es mano de obra sea aporte voluntario de los vecinos del Alto Imaza, reduciendo los costes de la obra en casi la mitad del presupuesto total.

         El Gobierno regional pondrá material y maquinaria, los pueblos que componen el Alto Imaza pondrán la mano de obra, y OFRA-ONG San Francisco podrá un técnico (o sea, yo) para dirigir los trabajos, coordinar las tareas y hacer las mediciones y todos los trámites necesarios para la realización de la obra.

         Así el Gobierno se ahorrará un director de obras y todo el personal laboral, con lo que sería tonto si dejase escapar la oportunidad de realizar un proyecto que beneficiaría a más de 30.000 personas de la región (es decir, 30.000 votos) con un ahorro del 50% sobre el costo total del proyecto.

         Los alcaldes están dispuestos a cooperar aportando cada uno su mano de obra en la modalidad de “obligación”, cosa que, por otra parte, se está perdiendo y que era una forma muy solidaria de cooperar todos en las tareas comunes de la localidad.

         Este tipo de obligación será novedoso, ya que generalmente todos cooperan en las cosas de su pueblo, no en las cosas de otros pueblos. Ahora todos los pueblos tienen que unirse si quieren beneficiarse de una carretera que será común a todos... y creo que todo está planteado para ser un éxito, eso sí, sin esperar mucho por el hecho de estar en Perú.

         Este tipo de proyecto sería inviable en Europa, primero porque la gente no pensaría jamás en cooperar trabajando de peón, aunque fuese para la construcción de un camino que les dejase asfaltada hasta la puerta de casa... eso lo deben hacer otros, y segundo, porque no habría una empresa adjudicataria que hiciese la obra, con la consiguiente pérdida de comisiones, sobornos y favores económicos por parte del político de turno a la hora de elegir qué empresa será la adjudicataria...

         Aquí nos ahorramos los sobornos, los chantajes y las comisiones fraudulentas, y los suprimimos por el trabajo en equipo, la colaboración y la unidad entre las personas para lograr metas comunes... lo que no sé es si el presidente estará interesado en éste método... veremos...

         Por lo demás, este fin de semana lo he pasado en Huaylla Belén, o lo que es lo mismo, el valle del río Belén. He visto valles preciosos, especiamente en el norte de mi tierra de Cáceres, sin embargo esto es, sencillamente, espectacular... Nunca había visto un valle tan marcado, tan plano en su interior, tan verde, con un río tan bonito en forma de meandros interminables, y con vacas y caballos salvajes pastando libremente, sin cercas, sin maneas... Es un sitio donde la cobertura sigue sin llegar, ni la electricidad... donde las estrellas por la noche se ven mejor aún que en Granada. Parece incluso un cielo distinto al del resto de cielos... Y a la luz de las velas... Te dejo que disfrutes de los paisajes:








         Es un paraje precioso para descansar, y bien barato... eso sí, algo lejos, pero merece la pena visitarlo. Y con animales por todos lados... 












A la vuelta visité Karajía, ya que tenía ganas de conocerlo después de tanto tiempo pensándolo. Sin embargo, después de ver Huaylla Belén, Karajía es algo que ni merece la pena ver, si no fuera por la historia que encierra. En las fotos se ven los sarcófagos de tal manera que parece que puedes llegar a tocarlos, sin embargo, cuando llegas a ellos te das cuenta de que están al menos a 50 metros de altura, en una pared vertical y sin mucho más que ver. Es increíble ver dónde enterraban estos incas a sus muertos... seguro que más de uno moría en el acto de enterramiento...




         Y después, a Chachapoyas. Es la primera vez que salimos en moto y hace buen tiempo, cosa que se agradece... Yo tengo la costumbre de no acertar nunca con el poncho de lluvia, de modo que si me lo pongo, hace sol, y si me lo quito, llueve... Ahora el tiempo está empezando a cambiar a verano, o mejor dicho, a estación seca.

         El caso es que para el trabajo, para los proyectos y para cualquier empresa que pretendamos realizar en la vida, siempre hay que tener algo de fe. Lo que suele ocurrir, al menos a mí, es que creo que confío más de lo que realmente confío... y tengo que pedir al Señor que aumente mi fe constantemente...

         Si tuviésemos un poquito de fe, como un granito de mostaza... cuántas cosas cambiarían. De hecho, el Evangelio de hoy nos habla de esto mismo. Mateo nos habla de cómo la fe puede mover montañas, solo creyendo y confiando... Con esta fe, uno puede estar convencido de que Jesús puede curar a la niña muerta, o que se puede sanar solo con tocar su túnica... Y así actúa Dios, según nuestra fe.
        
         No está de más examinar nuestra fe de vez en cuando. Si lo hacemos nos daremos cuenta de que es poca o muy poca, por no decir ninguna... y entonces comprenderemos de que la fe es un don, no es algo que se tenga o se deje de tener por voluntad propia. El problema es que ni hacemos nada por aumentarla ni por pedirle a Dios que lo haga... somos autosuficientes y creemos que tenemos fe, y con eso nos basta. Dios estará ahí para otras cosas, como por ejemplo, para concedernos la salud que le pedimos, o el éxito en los trabajos, o lo mejor para nuestros hijos o padres... o para ayudarnos a esto, o a lo otro...

         El otro día, en misa, el Padre Antonio soltó una pregunta que a todos (o eso espero) quedó pensativos. Preguntó lo siguiente.

         “Si ustedes tuviesen mucho dinero, buena salud, a sus hijos bien colocados, con las todas las comodidades en sus casas, sin preocupaciones de ningún tipo... ¿seguirían viniendo a misa?...”.

         Ahí queda eso... parece una pregunta sencilla, sin embargo, creo que si te planteas un poco tu fe, esta pregunta te hará pensar... y mucho. Resulta que la fe parece que está algo relacionada con esto, con la necesidad, con la inseguridad... y entonces, ¿tengo fe porque la necesito o porque creo y quiero a Dios?. ¿Tengo fe por tradición o porque estoy convencido de que la tengo?. ¿Realmente tengo fe o sigo una línea de la que no puedo salir por rutina?... Si tuviésemos controlada y bien aferrada nuestra vida y nada nos faltase, ¿necesitaría a Dios?...

         Bueno, tampoco te preocupes mucho... más bien déjate llevar por el Evangelio de hoy y cree sin preocupaciones, aunque pienso que de vez en cuando nos viene bien reflexionar sobre ciertas cosas...

         Yo tengo fe en este proyecto, y en que Dios nos ayudará para obtener una respuesta positiva por parte de quienes tienen en su mano el futuro y el desarrollo de esta pobre gente del Alto Imaza. Y tengo fe (o eso creo) en que cuando hacemos las cosas por el beneficio de los más necesitados, el Espíritu Santo actúa... así que solo queda firmarlo, presentarlo y esperar a que Dios haga el resto.

         Y lo que se derive de esta reunión y de todo lo que conlleva, te lo cuento más adelante...

         Hasta luego!.

sábado, 6 de julio de 2013

Capítulo 18. Penúltima semana en Granada.

Miedo me daba llegar a Granada de nuevo, especialmente después de una semana de festejos por las fiestas de San Pedro y San Pablo. Salí con Fernando, pues tenía que terminar las entrevistas que está haciendo y empezar a recoger las muestras de plantas para su proyecto botánico.

Llegamos en dos motos, pues Horacio tenía ya reparada la suya, a la que le faltaban los frenos, así que Fernando subió la mía y yo la de Horacio.

Llegamos a Granada, y nada más llegar, miré en dirección a la torre... y me sorprendí... Habían trabajado en ella y, además, estaban trabajando el martes, día en que subí. Habían levantado varias hiladas de piedra y ya estaba por la altura del faldón de cubierta de la Igleisa. Me alegré...

Hablando con Horacio, me muestra una planilla en la que tiene apuntada toda la gente que se ha sumado para colaborar, día por día. Me volví a sorprender al ver su iniciativa... y esa noche dormí tranquilo.

El miércoles comenzaron a trabajar de nuevo, con otro grupo de voluntarios que se puso a hacer la torre. Le dije a Horacio que la torre debíamos dejarla por el momento, ya que hay demasiado cemento y hay que terminar la zanja de protección para la lluvia y el piso de hormigón del interior de la Iglesia. Como ya estaban en la torre, seguimos ahí, pero al día siguiente empezaríamos a trabajar en el hormigonado.

Yo me fui con Fernando a Cuelcacha, pues días atrás tuve una reunión con Diógenes, el alcalde de Chacha, y me pidió colaboración para hacer un levantamiento de la Iglesia de ese anexo de Quinjalca, así como una valoración de la Institución Educativa. Fuimos allí y Fernando se puso a lo suyo mientras yo hacía el plano de la Iglesia. Está más que deteriorada... sin tejado, llena de plantas, con las paredes casi destruidas en su totalidad... vamos, una pena. Lo único que se salva, y un poquito, es una de las dos torres con las que contaba... Es una torre muy bonita, una obra de arte, y es una pena que se hayan dejado caer esta joya arquitectónica.

Una vez hechos los planos y las fotos, tanto de la Iglesia como del Centro Educativo, nos fuimos a comer. El colegio es otra pena... una sala donde comparten clases con un único profesor los niños del PRONOEI (inicial) y los de primaria. El local está que se cae, además de estar construido en una pendiente y estar amenazando deslizarse por ella... y no cuenta con servicios higiénicos, así que los niños tienen que salir al campo, como antiguamente en España.

Llevaba material escolar para todos los niños, pues el profesor me adviritó de cuántos eran, así que llevé cuadernos, reglas, lápices, bolis, gomas y sacapuntas, tablas de aritmética, etc, etc.. y para los pequeños, juguetes y caramelos. Su colegio se cae a pedazos, pero hoy les importa poco porque el gringo parece Papá Noel...

Los niños de Cuelcacha tienen que ir andando a diario al colegio, y el que más cerca lo tiene tarda 45 minutos en llegar, llueva, nieve, haga frío o calor... y así para ir y para volver. Esto es espíritu de sacrificio en estado puro para poder tener el mismo derecho a la educación que los niños europeos, aunque con peor calidad, claro está. Aún no sé si los niños mayores se ponen a jugar con los parbulitos o si estos aprenden geometría, pues las clases son únicas para todos... todo un despropósito. Esta es la pobreza de las zonas más alejadas del Alto Imaza... y mientras tanto, nosotros sigamos quejándonos en el primer mundillo españolete... sigamos exigiendo derechos y escurriendo obligaciones... Ni me imagino qué diría un padre si su hijo tuviese que ir a hacer “popó” junto al árbol del patio por no tener retrete el colegio, con su lavabo, su inodorito, su papel y toallitas higiénicas y su jaboncito con ph neutro... ¡¡Ni que su hijo fuese un salvaje!!.

Y así nos dispusimos a comer. Fernando estaba incubando la gripe, y se sentía fatal. Yo no tenía mucha hambre porque nos habíamos puesto tibios de panchitos en Granada justo antes de salir, y así nos presentaron ante nuestros morros un buen plato de arroz con papas y yuca, y nuestro temido cuy... horror!!... y encima está mal visto dejar la comida, así que no os cuento cómo está visto dejar el roedor...

Fernando no pasó de la sopa, pero yo me comí la sopa y algo de lo otro... eso sí, al roedor le quité la piel y disimulé comerlo, pero lo dejé tal cual... no había perros cerca, así que tuve que esconderlo entre el arroz.

Terminada la comida, regresamos rápido, pues tenía que ir a Granada a dejar a Fernando y a las cinco de la tarde había quedado con el padre Lino, porque no había transporte para ir de Casha a Olleros, así que le ofrecí llevarle en moto. Llevé a Fernando y me fui a por Lino para llevarle a Olleros. Me agarraba como si fueramos a la velocidad de la luz, y eso que no pasábamos de treinta kilómetros por hora por lo pésimo del camino. Llevaba alforjas llenas de cosas, y por más que miraba, no veía caballo alguno para cargárselas, así que las cargamos en la moto y nos pusimos rumbo a Olleros, donde había quedado con un albañil para que me diese precio de la fachada de la Iglesia.

Llegamos y ahí no había nadie, así que dejé a Lino y me fui para Granada de nuevo, así llegaría a tiempo de ponerle una película a los niños. Y les puse Tarzán...

         Como siempre, disfrutaron un montón, y después les di sus regalitos. Llevaban más de una semana sin película y sin regalos, asi que estaban ansiosos... y después descansé un rato con Fernando. Nos echamos un cigarrito, luego un matico calentito y salimos a disfrutar de las estrellas... en  un pueblo como Granada, sin luz artificial, se ven unas estrellas de noche que quiero dejar grabadas en mi retina, ya que la cámara no las recoge... es símplemente espectacular el cielo peruano de noche. Y la luna en el hemisferio sur se ve como una cuna, en lugar de vertical como la vemos nosotros... es precioso. Entre esto y que el agua de los fregaderos gira en el sentido opuesto cuando desagüa, merece la pena venir a sudamérica... bueno, y por más cosas, claro...

         Nos acostamos, eso sí, con un frío que pelaba... dentro del saco y debajo de unas mantas es distinto, pero se hielan los bigotes a partir de las diez de la noche... es increíble que aquí el frío llegue en verano.

         Al día siguiente era jueves, así que salí con ganas de ver si habían empezado a trabajar en la cuneta, y así era... estaba contento, así que, como sabían qué hacer, me fui a Olleros, pues allí me esperaba el albañil para tratar el precio de la fachada. Y llegué pronto para que no se fuese, pues aquí tienen poca paciencia cuando llegas tarde, eso sí, ellos llegan entre hora y media y dos horas tarde siempre...

         Y el albañil estaba ya preparado para decirme el precio, casi sin discutir de qué trabajo se trataba. Me saltó rápidamente con que el trabajo costaba siete lucas, es decir 7.000 soles. Yo enseguida le dije adiós... y pronto me dijo que había que negociar. Al preguntarle cuánto tiempo se tardaba en hacer el trabajo me dijo que unos diez días, a lo que le dije que si pretendía ganar en un día el sueldo de un mes, y me dijo que quizás se había pasado... quizás, quizás... le dije yo.

         Le ofrecí 3.000 soles, asegurándole que había otras personas que habían visto el trabajo y esperaba su cotización, pero saltó el secretario, tan dispuesto, a decir que me equivocaba, que nadie había venido a ver la obra... ¡qué pocas luces tienen algunos!...

         Íbamos uno a uno en faroles descubiertos... así que le dije que había otra opción, que sería pagarles 60 soles diarios a cada uno de los dos que venían, y aceptaron rápido, pues aquí los sueldos están entre 30 y 40 soles diarios. Teniendo en cuenta que son dos, son 120 soles diarios, es decir, 600 semanales. En dos semanas suponen 1.200, con un ahorro de mi oferta de 1.800 soles.... jaque mate y adiós, que tengo prisa. Ellos se van contentos pensando en que han hecho el negocio del siglo, y yo más aún... pues sí que lo hice. Asunto resuelto y nos vemos el lunes, día en que comienzan los trabajos... pero esta victoria no la cantaré hasta el lunes, pues conociendo a los oriundos de aquí, no dudo en que acaben dándose cuenta o no dándose cuenta pero abandonando el trabajo... Dios dirá.

         Antes de salir, les dejo el material escolar para los niños de Olleros, San Miguel, Cupacha y Siricha, los anexos de Olleros. Lo mismo para todos los niños, un poquito de ayuda para reforzar su mala calidad educativa. Es una pena y me gustaría donarles un profesor titulado, pero menos da una piedra.

         Regreso a Granada, hacemos el equipaje y nos subimos a la moto para ir rumbo a Chacha. Me pongo el poncho, pues nunca acierto, y con él puesto no tendré que parar si llueve, pero luego hace tanto calor que tengo que parar a quitármelo. Me lo quito y se pone a llover, así que decido no parar por un rato por si es una nube... pero no, así que paro y me lo pongo... y entonces deja de llover. Me voy cociendo, pero no me lo quito ya, aunque me cueza... y me cuezo.

         Llegando a Chacha tengo que quitármelo porque es insoportable... y ya os imagináis... una lluvia como aquellas míticas de febrero del año pasado. Paso de ponérmelo ya... y llego hecho una sopa... total, como tengo que ducharme, ya tengo ablandada la suciedad del cuerpo... y me tiro de cabeza a la ducha, pero de nuevo se me olvida la capacidad limitada del termo. Hoy son todo despropósitos, pero es distinto porque vengo contento de Granada...

         La semana próxima será la última en Granada, porque la última semana en Chacha tengo que pasarla haciendo los informes para la municipalidad y para OFRA, así que espero darle un toque final satisfactorio...

         En Chacha siempre es otra cosa, entre el clima que mejora y las condiciones también, es como un descanso, si bien esta semana no necesito tanto descanso porque los granadinos han cumplido con su promesa, por lo que me siento mejor y con ganas de descansar solo físicamente.

         Y así acaba la penúltima semana en Granada... ya se avista el tiempo de despedirse de ellos, ¿hasta el año que viene?... solo Dios lo sabe.

         Parece que las montañas de Granada me estuvieran ya despidiendo y me regalan algo insólito para mí aquí, y creo que en ningún otro lugar lo he visto... en medio del mal tiempo, entre montañas y nubes, bajo la lluvia, se presenta un bonito arcoiris que hace que me pare a contemplarlo un rato. Siempre lo veo con buen tiempo, con días soleados, pero jamás con este temporal. Es un bonito recuerdo que me llevo y que os comparto...

         Hoy dice el evangelio:

         Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a sus discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?”. Jesús, que había oído, respondió: “No son los sanos los que tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Mt 9, 9-13.

         ¿Quiénes somos nosotos para juzgar a los demás? ... y sin embargo, ¿cuántas veces juzgamos?...

         Yo mismo me atreví a juzgar a este pueblo por sus actos, y casi los dejé abandonados a su suerte, sin comprender que su pobreza no era solo material, sin comprender que no han conocido otra cosa ni otra cultura. Casi me dejo llevar, o mejor dicho, me dejé llevar por esta forma de juicio... pero comprendí que no soy quien para cambiar la cultura de un pueblo, y mucho menos para juzgarlo por no tener mis costumbres.

         Gracias a Dios, comprendí... pero hoy soy yo el juzgado, o así me siento por momentos. Yo vine aquí a cumplir un objetivo, y creo que lo hice... no sé si bien o mal, pero lo hice, y sobre todo, al menos lo intenté. Y la próxima vez intentaré mejorarlo...

         Lo cierto es que no me escapo, soy uno más de esos publicanos o pecadores, y me alegro por ello... porque Jesús también vino por mí.


         Hasta mañana!