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Esta mañana me levanté algo más temprano para hacer
el equipaje, ya que Luda me pidió salir temprano para ver varias cosas en
Pipus. Tiene un edificio a medio construir junto a la municipalidad que quiere
aprovechar para hacer un albergue infantil para los niños de pueblos cercanos
sin estudios de secundaria. La construcción tiene hecha la estructura y los
pilares de hormigón de planta baja, nada más... También quiere que vea cómo
pueden hacer un muro de contención en la zona del río, para poder crear un
paseo “marítimo”... yo más bien lo llamaría paseo “riítimo”.
Después de desayunar ya tengo todo preparado para
salir, pero me acuerdo de la dichosa rueda de la carretilla y voy a comprarla.
Antes de salir me tomo el café de despedida de Chacha y me voy. La salida de
Chacha ya es de por sí un engorro, porque hay que callejear mucho por causa de
unas obras que están haciendo justo a la salida en dirección Granada. Si el
camino es largo, encima lo que hace falta es dar más vueltas... menos mal que
el camino en sí no se hace pesado, porque los paisajes son maravillosos...
cuanto más los miro, más me gustan. No me cansa conducir la moto por estos
parajes... aunque a veces la lluvia y el barro del camino lo hacen bastante
sufrido.
El otro día se me olvidó un comentario que hago hoy.
Cuando iba a Chacha con la moto y bajo una lluvia eterna, conduciendo por un
barrizal durante casi tres horas, llegó un momento en el que pensaba lo bien
que estaría yo en España en ese momento... con las comodidades que hay allá...
y sin embargo, estoy en medio de los Andes, en una moto que es un cascajo,
lleno de barro hasta las orejas y empapado de agua... además, con la visera del
casco subida (porque bajada no se ve ni torta) y sufriendo el daño del agua de
lluvia en la cara...
En esos momentos en los que pensaba que quien me
mandaría a mí meterme en estos berenjenales, se me olvidó por un momento la
labor que vine a hacer, y me pareció olvidar que el sufrimiento de verdad es el
diario de la gente de aquí... pero Dios me puso en el camino (literalmente) a
una mujer con su perro que me devolvieron las ganas de continuar con la cabeza
alta y olvidando el malestar general del viaje en esas condiciones. La señora
en cuestión iba igual que yo, por el camino con su perro, pero sus condiciones
eran distintas a las mías: iba andando, con una carga de leña a la espalda. No
tenía un triste impermeable y estaba más empapada incluso que yo... aparentaba
tener unos 60 años, más o menos... y encima iba descalza. El barro formaba
parte de su atuendo, la carga de leña abultaba más que ella y sus pies se
metían en los charcos del camino... y la señora iba con cara de no estar muy
disgustada... Me quedé mirando hacia atrás un rato, paré la moto y la
observé... y entonces me di cuenta de lo afortunado que era, iba en moto, tengo
zapatos y no llevo carga... y me quejaba. No me doy un guantazo a mí mismo
porque ya tenía bastante con la que llevaba encima, pero lo dejo para cuando
esté en Chacha... continué el viaje y me pareció que viajaba en primera clase
de la mejor compañía aérea.
Es curioso como cambia el cuento dependiendo de con
quien te compares.... si nos comparamos con los que tienen mucho dinero y se
pasan el día en la playa, nos podemos considerar incluso desgraciados... pero
si nos comparamos con personas como esta que os cuento, somos dichosos... Lo
malo es que la tendencia es a compararnos con los que están mejor, por eso la
mayoría de las veces, nos sentimos desgraciados.
Si no tenemos vacaciones lo pasamos mal porque vemos
que otros están jugando al Voley playa. Pero si fuéramos conscientes del grave
problema de paro que hay, pensaríamos de otra forma... no nos ponemos “en el
lugar de...”.
Si no tenemos suficiente dinero para comprar el
traje o los zapatos que quisiéramos, nos frustramos y fruncimos el ceño...
además, nos ponemos la nueva ropa que hemos comprado a disgusto... Pero si
fuéramos conscientes de la gente que anda por las calles tapándose con
cartones, nos pondríamos la ropa sin rechistar y nos encantaría.
Si pierde nuestro partido político las elecciones,
nos pasamos toda la legislatura criticándola, de mal humor y buscando de qué
protestar a diario. Pero si fuéramos conscientes de la falta de libertad que
existe en otros países gobernados por recias dictaduras, valoraríamos más la
libertad que tenemos, aunque no gobierne quien queremos...
Y así tantas cosas... Si fuéramos conscientes de
todo esto, nos iría mucho mejor en la vida... se acabaría la envidia, el
estrés, la depresión... todo.
Aquí en Perú existe esa filosofía de vida, y no se
ven personas tristes, ni incómodas con su situación. Simplemente la aceptan y
punto. Están acostumbrados a sufrir tanto que llega un momento en el que nada
parece hacerles daño. Es como los pies del niño descalzo, que se hacen duros y
pasado un tiempo puede caminar sobre las piedras... por eso, los valores de
esta gente van en alza día a día... son más humanos, menos interesados y más
solidarios entre ellos.
En España mejor no os cuento... la envidia forma
parte de nuestra personalidad. El estrés se nota nada más salir a las calles,
cuando los conductores pierden los papeles, gritan, pitan si no les cedes el
paso porque se sienten tan ofendidos como si les hubieras herido en su amor
propio. Las depresiones aumentan, y los psicólogos se forran. Y los valores van
cayendo... creo que la última vez que los observé iban por el suelo... somos
más inhumanos, más interesados y menos solidarios, entre nosotros y con el
resto.
Resulta que el avance científico y económico va a
ser inversamente proporcional al crecimiento en valores... Ahora yo pregunto:
¿quién es más pobre de los dos?
Bueno... iba por la salida en moto de Chacha.
El día es inmejorable, solazo... y llegado un
momento dado, justo a la mitad de camino entre Chacha y Pipus, es decir, a unos
30 minutos de cada uno, la motito de las narices vuelve a hacer de las suyas...
Esta vez el fallo no es mecánico, ni eléctrico ni siquiera humano... he
pinchado.
Notaba como la dirección se iba y no respondía, así
que miré hacia la rueda delantera y casi me da un espasmo cuando veo la llanta
en el suelo, la rueda totalmente desinflada y me veo en medio de las montañas
sin modo de arreglarlo. Cuando se sale la cadena, la metes y sigues. Si se
destensa, sacas las llaves y la tensas un poco... pero si pinchas, no puedes
hacer nada.
 |
| Como dicen aquí: Se bajó la llanta... |
Me quedo pensando y dudando si ir hacia Pipus o
hacia Chacha. Si voy hacia Pipus, al menos lo andado no lo desando. Si vuelvo a
Chacha perderé un buen tiempo, y Luda me espera para repartir los regalos
escolares en el colegio.
 |
| En proceso de reparación |
El RPM es una modalidad de teléfono que existe aquí.
Los que lo tienen marcan lo que llaman numeral y luego el número. Numeral le
llaman a nuestra almohadilla, es decir, a esto: #. Las siglas quieren decir red
privada movistar, y es como nuestros números favoritos, ya que entre ellos las
llamadas son gratis. La ventaja que tiene con respecto al resto de móviles es
que tienen mucha más cobertura, y como yo tengo un celular normal, no la tengo
en medio de los andes... así que ni puedo avisar a Luda ni puedo llamar para
que me recojan.
De todos modos pienso que como el neumático
delantero tenía pensado cambiarlo la próxima semana, estoy de suerte, porque
voy con la moto rodando sin miedo a destrozarlo, ya que rodar una moto con un
neumático desinflado es destrozarlo... Volviendo sobre mis pasos, a paso de
tortuga porque la moto no responde en las curvas, aprovecho para admirar aún
mejor el paisaje... y así, llego a Chacha. Voy directo al taller, compro una
rueda y se la pongo, y quince minutos después salgo de nuevo de viaje con la
rueda delantera nueva...
Ya en Chacha llamé a Luda, la cual se pensaba que ya
no iba. Le cuento lo sucedido y le digo que estaré por allí a eso de las 12:00.
Como los niños se van a las 13:00, quedamos en repartir los útiles escolares y
dejar para otro día lo de las obras. Los cuadernos, diccionarios, bolis,
lápices, gomas y sacapuntas, reglas, libros, colores, juegos, etc... los llevó
ayer Toni de paso hacia Granada, ya que había comprado más de lo que podría
llevar en moto. Me hizo un gran favor.
Llego a Pipus (que por cierto, es San Francisco de
Daguas también) a las 12:00 justas, y dejo la moto en la municipalidad. Me
recogen en un coche donde viajamos siete personas hasta el colegio. El coche es
un coche normal de calle, no os penséis que es una furgoneta. El conductor
conduciendo, Luda y otra persona en el asiento de al lado y cuatro personas
detrás. Está también el amigo Hilmer, no sé si os acordáis de él... Le conocí
el día de los “héroes de Chontapampa”... y hablé de él en esa entrada.
Como casi siempre vivo mis aventuras solo, o con
gente que va sin cámara, las fotos las tiro yo y normalmente no salgo en
ninguna, a no ser que pida expresamente que me la echen. Pero hoy el amigo
Hilmer va a tomar fotos donde salgo yo... y me fotografía mientras reparto los
útiles... así podéis ver lo que, gracias a mis amigos almendralejenses, se
puede llegar a hacer 10.000 Km a la izquierda de España.
Repartidos los materiales y juguetes vamos a almorzar. Sopa de
primero y arroz con carne seca de segundo. A la carne seca la llaman cecina,
pero no es nuestra cecina, sino una especie de filete seco algo raro, salado
pero bueno. Recojo todo lo que sobra, que será para apoyar al colegio de
Granada y Olleros, y lo ato a la moto. Salgo para Granada de nuevo, no sin
antes pasar por casa de Teudolfo, el señor del diccionario que os conté...
cuando me pregunta qué me debe, le digo que rece una oración por mí y así está
bien pagado el diccionario... se pone tan contento que se va a su casa a buscar
qué regalarme... así que cuando paso con la moto, me está esperando en la
carretera para no dejarme ir sin sus presentes: un kilo de limones y un zumo
individual en brick pequeño con su pajita y todo... Le doy las gracias y
continúo.
Es una maravilla tratar con esta gente... son muy
agradecidos, nobles y simpáticos... Sobre todo Teudolfo, una persona que, en
todos los aspectos, me recuerda a fray Resti, fraile del convento de Arenas de
San Pedro... es igualito.
El sitio donde comimos me dice Luda que es la casa
de su tía, así que le pregunto que si es de su tía Dorila Rojas, la que vive en
Barcelona, pero me dice que no... que es otra. Hablamos de Dorila y quedo con
ella en que le pasaré el correo suyo para que pueda escribirla...
Sigo con mi camino y llego a Molinopampa. Allí veo a
Toni, al cual le dejo el recado de subir el paquete que llevo en la moto, ya
que con tanto bache se está soltando, y con lo que queda de viaje, que es lo
peor, me hará un favor bastante grande...
Está con otros del pueblo haciendo lo que llaman
“obligación”, y están trabajando arreglando la carretera que va de Molino a
Granada, que está pésima... los coches no pueden pasar, y las motos nos las
vemos y nos las deseamos...
Visito a Juan de Dios que tiene la puerta abierta,
pero no sé qué me pasa, que cuando entro por su puerta no puedo ni siquiera
darle la mano, porque me da un apretón que me cago encima si no voy al
servicio. Se queda el pobre con la mano extendida como pensando: ¿Este viene a
verme o a cagar...?. Además, como no hay papel, le tengo que decir que haga el
favor...
Valiente visita. Es raro..., según me bajé de la
moto estaba tan bien que no pensaba yo que me iba a pasar esto. De todos modos,
vaya suerte que he tenido, porque de no estar en casa o de pillarme en medio
del campo, a ver qué habría hecho...
Después del imprevisto evento, le doy la mano...
luego pensé que mejor habría sido dársela antes. Qué queréis... un beso no le
iba a dar.
Me invita a un yogur buenísimo que hacen en Mendoza,
pero al estilo tradicional, nada de cosas modernas... Lo conserva fuera del
frigorífico y en una botella de gaseosa amazonia... Me confirma que mañana irá
a Granada a celebrar la Eucaristía a las 10:00, así que convocaré a la gente
del pueblo a las 9:00... aún así, como ya sabéis, llegarán tarde... mañana os
contaré.
Ya en Granada visito la obra y me alegra verla
avanzada. El carpintero ya está trabajando y tiene la puerta a medio hacer. Me
dice que va a dormir dentro de la Iglesia, con su hijo y un ayudante... vaya
trabajo. Jumbilla está a tres horas de viaje, así que no puede ir y venir... y
piensa dormir en la obra por proteger sus herramientas, las cuales no puede
guardar porque no hay puerta, ya que la está reparando. Esto es trabajar... no
sé qué decir ahora de los carpinteros españoles... no quiero ganarme su
enemistad... por eso sólo diré que ellos, en la vida dormirían en una obra...
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| El dormitorio de los carpinteros, como "Drácula"... los 3 dentro de un retablo que tiene que reparar |
Venía pensando en poner una película para los niños,
pero resulta que el proyector lo necesitan hoy en la escuela los maestros...
van a tener una reunión y querrán proyectar algo, así que los niños hoy se
fastidian... mañana...
Aprovecho para dejar todo en el cuarto, cenar y
tener más tiempo para descansar, ya que la máquina de Chacha está aquí y esa
seguro que sí empieza a las 8:00. Veremos...
Pues esto ha sido todo por hoy, mañana más...
Hasta mañana!!
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