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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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miércoles, 14 de marzo de 2012

DÍA DE CUMPLEAÑOS Y FÚTBOL...


         Hoy estoy en Chacha porque es el cumpleaños de Helder. En lugar de haberme ido ayer, me iré esta tarde después del almuerzo.

         Por la mañana aprovecho para ponerme al día en el correo, que ya empezaba a tenerlo atrasado. También he ido a pedir presupuestos del material escolar de los niños de la invasión y he encontrado un lugar que podía haberlo visto antes. Los precios son más baratos porque vende “al por mayor”. De todos modos, no está de más conocerlo ahora, ya que quedan cosas por comprar.

         Hechos todos los encargos pendientes, voy al Obispado a comer. Antes de eso voy a por las botas que Amado y yo le hemos regalado a Helder. Antonio se encargará de comprar la tarta.

         Se presentan a la comida todas las hermanas de Chacha, así como el padre Castely, Humberto y un seminarista que no conozco. La comida está bastante bien, aunque hay Kui. Sin embargo, la atenta Juanita, que ya sabe que no es de gran agrado para mí, me ha preparado pollo... sólo para mí. Es un gran detalle.

         Terminada la comida, procedemos a la entrega de regalos, la tarta y la tertulia. Hoy el tema ha sido candente: la representación de la mujer en la Iglesia. Para mi sorpresa, algunas hermanas no están por la labor de que la mujer ocupe responsabilidades sacerdotales. Los hombres concluimos que sería bueno para que el público masculino asistiera más a misa, que hasta aquí en Perú está dejando de ir... todo entre bromas, claro.

         A Helder le han gustado las zapatillas, aunque si no le han gustado tampoco ha dicho nada... son bonitas, las he elegido yo...

         Por la tarde termino de responder correos y me preparo para la “pachanga” que vamos a echar en la pista deportiva del antiguo pre-seminario. Como llevo quince años sin jugar al fútbol, cosa que compaginé con el vicio del tabaco, malo será que llegue de una punta a otra de la pista sin echar las bilis... pero para mi sorpresa aguanto como un jabato... eso sí, sólo la primera parte... a la segunda me doy un respiro para poder seguir disfrutando de la vida, que si no, me tienen que llevar al hospital.

         El partido es frenético, sobre todo porque competimos con chavales del seminario que tienen una edad media de 18 años... vamos, que cuando están en la otra punta del campo, yo todavía no he pegado el primer paso... como para correr tras ellos. Me dan ganas de tirarle una piedra a más de uno.

         El padre Amado, sin embargo, aguanta hasta el final del partido e incluso mete un gol. Poco a poco me iré poniendo a tono... y en el siguiente partido espero jugar, al menos, parte del segundo tiempo... ¿qué van a hacer sin mi?.. tengo que jugar para que este equipo tire “parriba”...

         El problema de jugar aquí es que no hay equipaciones ni nada que identifique al personal, con lo que uno que no conoce a nadie, excepto a Amado, se dedica, durante medio partido, a pasarle el balón a los contrarios pensando que son los míos... Teniendo en cuenta que la otra media parte no he jugado, creo que me he ganado la simpatía de mis compañeros...

         Para evitar esto creo que lo mejor será comprar unas camisetas de colores para identificar a dos equipos distintos. Los chicos del seminario no tienen ni para eso. Me da pena ver las zapatillas que gastan, que en España las conocemos con el romántico y no menos agradable nombre de “pisamierdas”... al menos yo las conocía así.

         También tienen un balón que proporcionalmente con la pista de fútbol parece un melón dentro de un futbolín... Eso lo voy a arreglar este próximo fin de semana, ya que esto también es misión. Unos chicos que viven en un seminario donde estudian y se preparan para ser sacerdotes, sin sueldos y sin más entretenimiento que esta pista de fútbol sala con porterías en las que las redes serían un lujo que antaño tuvieron. Cuando pegas un disparo fuerte a portería, tienes que estar fino para saber si ha pasado por dentro o por fuera del poste... generalmente hay disparidad de opiniones. Curiosamente coinciden entre los miembros de un equipo y, curiosamente también, son distintas a las del equipo contrario.

         Terminado el partido, me voy a pegar una ducha y a dar gracias a Dios por seguir entero... Después de la ducha me voy a la catedral. Celebra Helder, y una vez terminada la misa, le espera la comitiva para cantarle “las mañanitas”, interminable, por cierto... Estoicamente aguanta el chaparrón. Teniendo en cuenta que es una vez al año, no se puede decir que esté cansado de la misma cantinela.

         Cenamos, vemos tele y me preparo para mañana, porque al final, me quedé en Chacha por la tarde, cosa que no tenía pensada. Mañana saldré temprano... Así que no volveré a contactaros hasta el viernes... eso sí... si Dios quiere.

         Hasta mañana!!

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