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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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martes, 25 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD 2012




En un día como hoy, uno no puede más que sobrecogerse ante el acontecimiento que la Iglesia celebra. Hoy celebramos que un día Dios decidió entregar a la humanidad el mayor y más grande regalo que ésta pudiese imaginar. Celebramos la venida del Emmanuel.

De muchas formas habló Dios a los hombres, es cierto, pero nadie pudo jamás imaginar la forma definitiva con la que Dios nos hablaría de una vez por todas: con la Palabra hecha carne.

¿Qué mejor palabra que la Palabra misma?. ¿Y qué mejor ejemplo para los hombres que el modo de enviárnosla?. ¿Cómo imaginar a Dios venir así a nosotros?. Lo más lógico es pensar que Dios nos podría haber mostrado un poco de su magnificencia. Un solo retazo de su grandeza habría bastado (“dayenú” dirían los hebreos de la época) para acallar al mundo, a los astros y al universo entero.

Sin embargo, lo más grandioso de su revelación al mundo ha sido la forma escogida para hacerlo. Sería humano pensar que Dios debería haber venido entre grandes pompas, en carros de fuego, con la corte celestial, acompañado de ejércitos de ángeles que, al son de trompetas, anunciasen al Mesías, el gran esperado.

Lejos de esto, el método elegido fue del todo diferente. Prefirió un método que, todavía hoy, muchos no acaban de comprender: prefirió la humildad.

Pero no se conformó con esto, sino que quiso mostrarnos el concepto de la humildad extrema, una humildad jamás imaginada por nadie, una humildad como máxima expresión del significado que esa palabra puede expresar.

Para ello eligió una época, un lugar, unas personas y un contexto de los más difíciles que existían. Dios pudo haber elegido una época y una tierra como la nuestra para venir a formar parte de nuestra naturaleza, y por mal que estuviera la cosa, siempre habría tenido una cama en alguna casa de acogida. No habría dado a luz en un pesebre, sino en un buen hospital con calefacción y con todos los cuidados que hoy disfrutamos. No habría tenido que salir huyendo por miedo al asesinato de una criatura inocente y estaría amparada por constituciones o declaraciones de derechos humanos. Aquello sí que era una situación de crisis. Y ahí apareció Dios.

Es difícil para una persona ponerse en el lugar del otro. Si fuésemos capaces de hacerlo, no juzgaríamos tanto al prójimo. Por eso es difícil hacerse una idea de lo que tiene que ser para una embarazada viajar en burro por la noche, dar a luz entre paja y animales, a la luz de un candil (si acaso), entre gente a la que poco le importa tu situación porque ya tiene bastante con la suya. Es difícil hacerse una idea de lo que supone sacar adelante a un niño en esas condiciones nómadas, unas condiciones de huída para salvar la vida del pequeño gran niño.

Más difícil aún es imaginar qué condiciones higiénicas, de salud o humanitarias habrían que tenido que sortear esos fantásticos padres que dieron todo por su hijo y nuestro Dios. ¡¡Eso sí que son padres coraje!!

Solo de pensar en los peligros de un parto de la época uno se imagina los sufrimientos que no se ahorró la madre de Dios. Viendo cómo sorteaban todos los obstáculos que aparecían en su camino, uno no puede venirse abajo ante cualquier adversidad de la vida. Dios mismo no se valió de su poder para ello... Ni siquiera María se vio privada de las calamidades de la vida, de su día a día, de su lucha por la vida y por la de su hijo.

Y qué decir del fin de los días de Jesús, y de cómo lo debió vivir su madre... ¿No es ese un gran ejemplo para la humanidad entera?.


Hoy celebramos el nacimiento de Jesús de Nazaret, ese pequeño niño que sería el personaje más importante de la humanidad entera por los siglos de los siglos. Ese niño que luego se convirtió en hombre de paz, de amor, de vida ejemplar. Ese hombre que nos enseñó a hablar con Dios, que nos dejó su vida como ejemplo. Un hombre que se desprendió de la vida de la forma más horrible imaginada por amor a nosotros.

Pues bien, tal día como hoy celebramos su cumpleaños. Hoy cumple 2012 años... qué más da si es algún año más o menos... Lo importante es que más de dos milenios después de su nacimiento sigue siendo el único referente válido para una humanidad perdida.

Jesús es amor, paz, historia, vida, ejemplo y humildad... y nosotros tenemos la mayor suerte del mundo por haberle conocido.

Con los mejores deseos, y con una mayor alegría por sentirme hijo de este Dios hecho hombre, te deseo FELIZ NAVIDAD 2012.

Pax et Bonum!!

                                                   25 de diciembre de 2012





domingo, 9 de diciembre de 2012

SOR LUCÍA, UNA MONJA EN BUSCA DE LAURELES Y DEL APLAUSO FÁCIL




Ayer vi un programa en telecinco. No acostumbro a ver este canal porque es de los más manipulados y manipuladores de España. Sus opiniones distan mucho de la veracidad e imparcialidad, sus tertulianos producen risa y en su gran mayoría no son profesionales del medio, sino “amigos de”, “novios de”, o personas que por la polémica que los rodea, hacen más interesante el debate de verduleras y verduleros. Su programación dista años luz de una programación cultural y más bien vive de los trapos sucios de los demás y de la falta de interés cultural de una sociedad que prefiere ver la camorra y el chisme antes que cultivar su intelecto.

Pues bien, anoche me llamaron por teléfono para que viera la entrevista que en un programa que, camuflado de constitucionalidad y de libertad de expresión, le iban a hacer a una polémica monja y cuya opinión me iba a interesar.

Cierto es que ya es raro que este anticlerical canal entreviste a una religiosa católica, y eso generó en mí la duda. Aunque después comprobé que, como no podía ser de otra manera, el canal supo muy bien a quién entrevistar para generar un poco más de polémica en torno a la Iglesia Católica, algo sin lo cual no parece poder vivir. Este canal no entrevistaría nunca a un religioso católico que hiciese más cosas por la humanidad de las que hace la monja y al que el aspecto político e ideológico le importara un pimiento.

Sin embargo, supieron escoger a una monja que tiene opinión política, y no una opinión política cualquiera. Desde luego, si les propusiésemos entrevistar a una monja conservadora, rechazarían de plano la entrevista, pero como la señora en cuestión tiene una opinión radical y fuera del contexto para el que se debe como religiosa, interesa a la “cadena amiga”.

Bien, dicho esto, paso a hablar de la tierna monjita que se reviste de aureola de santidad empezando por mostrar al público la labor que hace a favor de los demás. Eso ya da un poco de grima, pues yo conozco en persona a gente que hace bastante más por los pobres y los indefensos, y que no pregonan a viva voz lo que hacen, sino que más bien “su mano derecha no sabe lo que hace la izquierda”.

No concibo cómo una monja puede sentirse halagada por hacer lo que un día profesó jurando unos votos inviolables, unos votos de sinceridad que cierto día truncó para pasar a ser una monja sensacionalista.

Alguien debería recordar a esta sierva de Dios la parábola del fariseo y el publicano, de Lucas, 42, que dice así:

“Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo. Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, que soy pecador. Os digo que éste descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”

         No soy yo quien para darle lecciones a una monja, puesto que soy un simple seglar comprometido con su misma causa, y bien creo que ella podría darme lecciones en cuanto a práctica evangélica, pero sí que identifico a su persona con este fariseo, lo cual me produce pena, puesto que más bien imagino a los siervos de Dios identificados con el publicano.

         Cierto es, y lo reconozco, que la labor que hace por los pobres es digna de admiración, sobre todo en un mundo como el actual en el que el egoísmo y el bienestar están por encima de los derechos humanos y la solidaridad. Cierto es también que hacen falta muchas personas así en esta sociedad plagada de injusticia social y que ella practica el evangelio en lo que se refiere al pobre y necesitado.

         Pero también es cierto que uno se debe a su causa, y en su caso, a la imitación de Cristo en todos sus aspectos, no sólo en los más mediáticos o los más laureados. En su caso, su causa es contemplativa, aunque creo que no practica muy a menudo la contemplación. Su causa tiene origen en un gran hombre, Santo Domingo de Guzmán, el cual no sólo hizo más que ella, sino que pasó a los altares, entre otras cosas, gracias a su extrema humildad. Él no pregonaba a viva voz los méritos propios, sino más bien prefirió luchar por su causa desde la oración, el esfuerzo y la predicación. Por supuesto la vida contemplativa dominicana, surge por iniciativa de este santo, fruto de su corazón orante. Surge como parte de la raíz del árbol de la Familia Dominicana en el año 1206 en el Monasterio de Sta. María de Prulla donde un grupo de mujeres conversas, anhelan el deseo de ser “una con Cristo”, dedicándose enteramente a la oración y la contemplación. Es así como Domingo asienta su Orden sobre el pilar de la contemplación.

         Sin embargo, esta monja tan comprometida con una causa para nada contemplativa, aunque totalmente loable, debería primero considerar la opción de cambiar de orden para ingresar en otra de vida activa, itinerante o misionera. Ya de entrada está equivocada en su planteamiento de vida, y ya de entrada también camina contra corriente dentro de la orden de Predicadores, puesto que el carisma de esta orden es contemplativo y no el de pregonero de méritos y denunciador de la injusticia social. No obstante, sigo pensando que no soy yo quien para juzgar su falta o no de coherencia, sino que más bien le corresponde a ella, a su Orden y sus superiores.

         Para lo que sí me siento con autoridad es para manifestar que, aparte de todo esto, hay un aspecto bastante errado en sus planteamientos cristianos. Vamos, que me atrevo a decir sin temor a la equivocación que esta monja no anda muy acertada en su planteamiento religioso. Y el motivo es el siguiente:

         Una religiosa, contemplativa o no, se debe en primer lugar a Cristo, y luego a su orden, y en cualquier caso, dedica por completo su vida al servicio a los demás, bien sea a través de la oración o a través de la acción. Y sin dudar que esta monja ore mucho, que no lo sé, y que actúe mucho, que sí lo sé, lo que tengo claro es que su modelo de vida, es decir, Jesucristo, huyó siempre de manifestarse en el plano político e ideológico. Ningún versículo de mi Biblia, ni de la suya, habla de un Jesús político, juez o tertuliano. Ella, sin embargo, pone la mano en el fuego por unos y no pediría audiencia a otros. Ningún capítulo de la regla de vida dominicana establece que el religioso dominico debe ser denunciador de la injusticia o que deba manifestar públicamente su rechazo con posturas de la Iglesia Católica, si bien es cierto que tampoco menciona que se deba estar de acuerdo con ellas.

         La lógica me dice que un siervo de Dios debería antes mirar hacia dentro, ver los propios problemas de uno mismo y de su casa e intentar solucionarlos de forma correcta, pacífica y humilde, no de forma incendiaria y subversiva. Un principio básico del cristianismo es el saber estar, el saber sumar en vez de restar y el saber arreglar los problemas sin causar problemas.
        
Por lo que he visto, no me extrañaría nada que esta señora tuviera una respuesta separatista de su propia orden si algún superior le mandara formar a filas y responder por su falta de tacto evangélico. No me extrañaría, y tiempo al tiempo, que abandonase su orden y hasta su confesión si alguien de dentro le tira de la oreja por salirse del tiesto. Y si eso ocurre algún día, entonces tendré razón cuando digo que su vocación no es del todo pura.

         Yo me fijo en San Francisco de Asís, otro gran hombre fundador de la orden franciscana, esparcida por el mundo entero. Cuando leo sobre él y sobre su extremada humildad y bondad, a uno le dan ganas de imitarle hasta el extremo, aunque siempre resulta imposible compararse con él. A mí, personalmente, me queda grande. No puedo más que asombrarme ante semejante humanidad y santidad. Lo mismo me ocurre con Santo Domingo.

         No pido, porque yo mismo no soy capaz, que seamos tan santos como estos referentes, pero sí que al menos caminemos en su misma dirección, no en dirección opuesta. Y cuando una monja se sale de su plano religioso para opinar de política, de ideología, de independencia o de nacionalismos, no puedo más que echarme a temblar.

         La sociedad progresista, sin duda, aplaude un gesto así, y eso debería dar miedo a esta señora, ya que si los mismos anticlericales apoyan y aplauden a una religiosa católica, no es por lo buena que es, sino más bien como gesto irónico en contra de la Madre Iglesia, del Vaticano, del Papa y de todo lo que huela a clerical. No concibo todavía que en Telecinco aplaudan a una religiosa católica, y ella misma debería pensar en porqué la eligieron a ella para entrevistarla, sabiendo que ahora se espera como agua de mayo la respuesta de la Conferencia Episcopal, de algún dirigente católico o incluso del mismo Papa. No sabe ella que ha sido magistralmente elegida como “gancho mediático” para poder seguir hablando durante un buen tiempo de este tema que, sin duda, traerá cola. Tampoco sabe que ha sido elegida para encender la mecha de algo que acabará explotando y que acabará con publicaciones en los diarios con titulares que pregonen que la Iglesia Católica coarta la libertad de expresión de sus consagrados cuando ésta le de el tirón de orejas que merece, que sin duda lo hará. Esto lo sé yo, ella y Telecinco. La diferencia estriba en que Telecinco está esperando la respuesta del la Iglesia para poder lanzar su programa especial en contra del catolicismo, comparándolo por enésima vez con la dictadura de Franco y haciendo sangre de la religión Católica.

         La falta de preparación es sin duda la culpable de este tipo de conductas, ya que más grave que esto es decir públicamente frases como: “Si Dios existe, estaría al lado de los pobres...”. Esta frase, pronunciada en boca de una religiosa, no sé si me produce más risa que pena o al contrario. No entiendo cómo una religiosa contemplativa y con tantos años de experiencia puede decir “si Dios existe...”. ¿Es que duda de que Dios exista?... Entonces, ¿qué pinta vestida de monja?. ¿O es que cree que Dios no existe pero le sirve por si acaso?... También puede que haya sido un lapsus, una equivocación, cosa que también me sorprende, pues no concibo que un religioso tenga un lapsus tan grave. Vamos, que si se le escapara una blasfemia o un taco malsonante me extrañaría menos que poner en duda la existencia de Dios, teniendo en cuenta que ese lapsus proviene de una monja contemplativa.

         Para colmo, en una entrevista le preguntan qué espera de la otra vida, y ella responde: Si la otra vida es eterna, ¡la otra vida ya ha empezado, ya estamos ahora en ella!. No entiendo cómo se las apaña esta señora, creyente y consagrada a Dios para poner en duda tanto la existencia de Dios como la existencia de una vida eterna. Y yo me pregunto: ¿realmente esta monja está bien de la cabeza?. ¿No se ha equivocado al hacerse monja?.

         Creo que esta monjita se ha equivocado en su vocación, que más que religiosa podría decirse que es de periodista sensacionalista de Telecinco.

         Hoy por hoy, en las fechas que corren y sabiendo como todos sabemos lo que se cuece en medios como Telecinco contra lo clerical, es totalmente inaceptable y demuestra una ignorancia plena hablar de temas como el preservativo o el matrimonio gay sin pensar que las palabras que se digan traerán consecuencias, sobre todo si se habla desde un punto de vista religioso. Ella debería saber que habla en representación de la Iglesia Católica. Sin embargo hay siempre quien se quiere saltar las reglas que un día prometió cumplir, amparándose en la justicia social, cuando la justicia social tiene más que ver con la lucha contra la pobreza que con la lucha ideológica y separatista.

         No es tarea del religioso hacer declaraciones públicas referentes a asuntos políticos, y me da bastante pena escuchar de los labios de una monja contemplativa palabras de apoyo hacia un político concreto, sea quien sea. No digo que los religiosos no puedan tener ideología, ya que todos la tenemos, sino más bien que un religioso no tiene las competencias de un político ni las de un periodista. Cuando nos salimos de nuestro ámbito competencial para meternos en otros que no nos corresponden, corremos el riesgo de meter la pata.

         Es muy triste escuchar a una persona que juró dedicar su vida a servir a Dios mientas hace declaraciones de apoyo a favor de tal o cual político. Es triste que una contemplativa diga que pone la mano en el fuego por Artur Mas, a riesgo de quemarse. No es competencia de ella poner la mano en el fuego por nadie más que por Jesucristo y por los que Jesucristo la pondría. Desde luego no creo que Jesús pusiera la mano en el fuego por el señor Arturo, ni que estuviera a favor de que tal o cual región tenga derecho o no de autodeterminación. Jesús vino a unir a las personas y a morir por su salvación, no a hacer proclamas políticas ni ideológicas, y mucho menos a sembrar discordia entre los miembros de la Iglesia y entre estos y los no partidarios de ella. Vaya con la monjita, que ha conseguido en unos minutos sembrar más discordia de la que ha sido capaz de sembrar el amigo Zapatero en siete años de un gobierno terrorífico.

         Desconozco si terminará quemándose al poner la mano en el fuego por este señor, el tiempo lo dirá. Lo que sí sé es que en el caso de que termine quemándose, ella no pedirá perdón por haber pecado de agorera, y no descarte que un día la tengan que entrevistar desde la “Unidad de grandes quemados de la Paz”.

         Y si es triste escuchar palabras de apoyo a la independencia de Cataluña por parte de una monja contemplativa, cosa que no entiendo, más triste aún lo es sabiendo que esa monja es de nacionalidad argentina. ¿Con qué derecho se cree para opinar sobre la independencia de Cataluña si no es catalana?. ¿Con qué derecho habla de independencia de un sector español si no es española?. ¿Y con qué derecho alienta a los españoles a estar más desunidos, si ella tiene como obligación cristiana la función contraria?.

         Y con respecto al uso del preservativo y del matrimonio homosexual, ¿no sabe ella que esa es una herida abierta en la que es mejor no hurgar?. ¿No comprende que ella no es la persona autorizada por la Iglesia para opinar en un medio público de eso?. ¿No es consciente de que lo único que ha conseguido es alentar al sector anticlerical contra la Iglesia que irremediablemente tendré que corregir su falta de tacto?. ¿Y qué hará cuando la corrijan?.

         Si forma parte de la Iglesia, tendrá que aceptar con humildad dominica los postulados de la Iglesia, aun cuando no esté de acuerdo con ellos. Del mismo modo que los guardias civiles no deben hacer declaraciones contra su propio cuerpo, del mismo modo que un gay no habla mal en público de los gays, del mismo modo que un fabricante no habla mal de su producto y del mismo modo que un musulmán no habla en contra de su religión, ella no debe hablar mal ni en contra de la fe católica, pero no porque se vulnere su derecho de libertad de expresión, sino por sentido común, por obediencia a sus votos y por práctica evangélica, esa de la que tanto eco se hace para otros aspectos que le conviene.

         En una entrevista en “La Vanguardia” el 9 de diciembre del presente año, la monja dijo: “Dios no tiene manos, tiene nuestras manos”. Y yo le pregunto, ¿y tampoco tiene boca porque tiene nuestras bocas y hablamos en tono político por Él?.

         Y entre otras perlas dice que ella no tiene clausura porque su clausura es el mundo, y eso lo dice la misma que proclama la independencia de una región de un país que no es el suyo. Sinceramente, no creo que se pueda ser más hipócrita, con toda la pena que me da hablar así de un consagrado de Dios.

         En la misma entrevista dice que no aceptaría dinero del dueño de Zara, ya que éste explota a sus trabajadores. No sabía yo que esta señora se ha convertido en la nueva Lucía Guevara, que condena el dinero sucio aunque con él pudiera salvar a cientos de miles de personas. No concibo a una monja rechazando por orgullo un dinero que permitiría salvar las vidas de muchos niños malnutridos africanos, o arreglar todos los problemas de las familias a las que ella ayuda. No entiendo que una monja pueda ser orgullosa y, además, decirlo en plataformas públicas. Vamos, que es más importante su orgullo, su amor propio, que las vidas de las personas. Alguien le tendría que recordar a esta monja que el voto de pobreza que juró no sólo se refiere a la pobreza material, sino también a la espiritual.

         Esta señora, que dice que la Iglesia no debería imponer el celibato sale del paso ante la pregunta que le hacen sobre si a ella le gusta el celibato impuesto, y responde que ella lo aceptó voluntariamente. Con esta respuesta no se da cuenta de que parece estar respondiendo que el resto de los mortales que decidieron un día consagrarse al Señor lo han tenido que hacer bajo la imposición de celibato de la Iglesia. Parece que sólo ella lo acepta voluntariamente, mientras el resto lo acepta por imposición.

         La falta de tacto de esta señora es evidente cuando dice sin tapujos y literalmente que “un cura que convive con los sintecho de París me dijo que la Iglesia es una casa de putas donde he aprendido a hacer el amor”. Vamos, que una monja de clausura suelta perlas como estas y se queda tan pancha.

        Otra de sus salidas de tono, ante la pregunta sobre si le pide cosas a la Virgen es su respuesta: “Sí, hasta que gane el Barça. Y funciona. ¡El Barça es casi divino!”.

También es digno de mencionar el chiste con el que se arranca la sierva de Dios. Cuenta lo siguiente: "Dios me ha enviado para que el mundo vea jugar bien al fútbol", dice Cristiano Ronaldo. Y Messi dice: "¡No recuerdo haber enviado a nadie!"


Ante la pregunta acerca de qué ha sido lo más horrible que ha visto en su vida, su respuesta es: “Ver a niños muriendo de hambre en Tucumán, cuando el corralito. ¡Odié a los políticos, por tanto robar y robar!”. Vamos, que si Santo Domingo escuchara que una profesa de su regla es capaz de odiar en lugar de amar y de luchar por mejorar el mundo, se volvería a caer de espaldas sobre la tumba y la cerraría con llave. ¡Y esto lo dice la misma mujer que prefiere no aceptar dinero del dueño de Zara para salvar a esos niños que tanta pena le dio ver morir de hambre!.


Y como nota final, para colmo de la ironía, ante la pregunta final de la entrevista acerca de qué ocurriría si la echaran de la Iglesia, su respuesta es: “¿Cómo echarme de mí misma? No puede ser: seguiría sirviendo”.

Definitivamente me atrevo a concluir que esta mujer no está en sus cabales y que necesita ayuda psicológica. También me atrevo a decir que esta señora no debe tener estudios regios, pues después de soltar perlas como esta, va y dice que ella misma es Iglesia, esa a la cual empieza criticando y acaba haciendo odiar... ¿Cómo una persona que critica a la Iglesia, que deja entrever que es retrógrada, que está equivocada con el preservativo y con el matrimonio gay, que es una casa de putas y que es posible que represente a un Dios que quizás no exista, y nos lleve a una “posible vida eterna”, se identifique con ella?.... ¡¡Es de locos, demencial!!.

Si ya estaban las cosas mal en España, nos hacía falta una monja que se autoerigiese como la nueva mesias del siglo XXI, otra Robin Hood que sale a la palestra por el pobre a costa del mismo Dios si fuese necesario... eso sí, de los pobres catalanes, porque de los de África ni una palabra.

Saludos y perdón por la largura.

Y perdón por quien se sienta molesto con mis palabras, lo siento, pero es mi opinión más sincera.