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Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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miércoles, 8 de febrero de 2012

DOMINGO DE VISITAS: VIRGEN ASUNTA


Catedral de Chachapoyas

Hoy es domingo, y como hay misa de 7:00 y siempre me levanto a las 6:00, decido ir a la catedral, justo al lado del Obispado. Y da la casualidad que hoy, para variar, me he despertado a las 8:00. Por un lado me fastidia, pero bueno, también necesitaba dormir algún día más de 6 horas.

No pasa nada, y al final lo agradezco. Son estas cosas que pasan, señales de Dios, que permite ciertas cosas porque sus planes son otros. Él quería que hoy fuera a misa de 9:00 en la Iglesia de la Virgen Asunta, donde se encuentra un asilo de ancianos al cargo de unas monjitas muy saladas.

Estoy un poco pendiente de la visita que nos prometieron Filo y su marido, cuando nos aseguraron que bajarían a Javier al hospital y que nos avisarían, pero como no puedo comunicarme con ellos y en el Obispado siempre hay gente, me voy tranquilo, porque la misa será una hora como mucho.

Iglesia de la Virgen Asunta
Amado me da explicaciones para llegar sin problemas a la Iglesia, y como aquí todo el centro de Chachapoyas está hecho en cuadrícula, no tengo problemas para llegar. Lo más curioso es que el padre Ilder me dice que la Iglesia está a 7 minutos andando. Me acuerdo de cuando tomé el bus a las 16:31 de la tarde... parece que aquí se toman en serio cada uno de los minutos.. Yo habría dicho que está a 5 minutos, o a 10 si vas más despacio.

Una vez en la Iglesia, entro por la puerta principal, en el hastial frontal y abiertas de par en par sus dos hojas. La Iglesia es bonita. Se accede a través de un patio con escalones para llegar al nivel del piso de la Iglesia.

Una vez dentro del patio veo a una señora ataviada con sus mejores galas, que constan de: alpargatas roidas, falda descosida y rebeca agujereada... ¡¡¡muy franciscana, sí señor...!!! Hoy el Salmo responsorial dice: “El Señor sostiene a los humildes...” y vaya si es verdad. La señora va cabeza erguida y viento en popa surcado los vientos con toda la dignidad del mundo a celebrar la resurrección del Señor. Y como hoy es domingo, me voy a abstener de hacer comparaciones con España.

En la Iglesia, montones de personas, sobre todo mujeres, como suele ser habitual. Los hombres son católicos, y no les importa levantarse a las 5:00 de la mañana para ir al campo bajo lluvias torrenciales, descalzos, de noche y mirando de reojo por si tienen que pegar un brinco para sortear un huayco... Eso sí, levantarse a las 8:00 los domingos para ir a misa es todo un sacrificio... ¡hace falta ser mandril!...

Los ancianos del asilo de Virgen de Asunta
 No importa, aquí estamos todos y cada uno de los que Dios quiere que estemos, así que nos sentamos y comienza la celebración.

El celebrante es el padre Antonio, y como todavía no lo conocéis, os lo presento un poco:

Antonio es un cura de esos que si le escuchas en la homilía te asombras, primero porque hace participar al gentío con preguntas o frases a medio terminar para que el pueblo las termine.. por ejemplo, dice:

"Nos reunimos hoy domingo ¡¡¿¿como...??!!

y todo el pueblo responde: “¡¡Iglesia...!!”

y dice, ¡¡¿¿y como....??!! , y el pueblo: ¡¡comunidad!!

Y vuelve, ¡¡¿¿y como...!!??,  y los fieles: ¡¡hermanos!!

            ¡¡Sí señor..., muy bien!!


             Me recuerda a cuando iba a catequesis de primera comunión y Don Sabino usaba con nosotros la misma táctica...

El Padre Antonio. Lo mismo te predica que te fríe los huevos del desayuno, oye...
 Concelebran dos sacerdotes, a uno no le conozco y al otro sí... espero conocerle mejor para hablaros de él, pero os anticipo que es un inglés que lleva 40 años en Perú y todavía no se le entiende cuando habla. Pero tiene una historia bastante interesante.

El padre inglés hizo un Vía Crucis para la Iglesia de Virgen Asunta, y como el idioma no lo domina todavía, la inscripción de una de las estaciones está un poco equivocada... no deja de producir risa:
¿Cicerón?...Yo pensaba que era Cirineo...
Bueno, pues el primer día que llegué a Chachapoyas, el padre Antonio en mitad de la homilía hizo que casi me cagara en los calzones del susto cuando de repente dice: ¡¡Tenemos con nosotros a un chico español que viene a cooperar con una causa muy bonita, y quiero que todos le demos un aplauso y que salga a decir unas palabras...!!

¡¡La madre que lo trajo...!! yo ahí, totalmente anónimo si no fuera porque soy más blanco que todos, tan tranquilo en mi banco y ahora tengo que hablar, y cómo no, de nuevo sin haber preparado nada... ¿quién me iba a decir que iba a hablar en una homilía...?

Qué voy a hacer... pues salir. Tampoco me quedaba otra, sobre todo cuando 150 cabezas con sus respectivos 300 ojos (imagino) volteaban el periscopio dirigiendo sus miradas al Ilustre, aunque por entonces yo no era Ilustre.

Salgo a la palestra y me da el micrófono de pinza que lleva colgado de la solapa para hablar, y entonces, ¡¡salvado por la campana...!! No funciona el micro... se ha estropeado justo en ese momento.... Así que vuelvo a mi sitio después de recorrer toda la catedral, notando las miradas clavadas en mi nuca.

Bueno, mejor, porque qué les iba a decir: “Hola, qué tal...” o mejor “Vengo de España a ayudaros...” o quizás “Gracias por esos tan merecidos como espontáneos aplausos... je,je...”.

Me siento, acaba la misa y cuando vamos a cenar le tiro de las orejas y se ríe...

Pues bien, pensaba yo que se le había olvidado aquel percance técnico de sonido, y aunque lo recordara, estaba tan atrás en la Iglesia que seguro que no me veía... pero no... me equivoqué de plano... cual águila peregrina clavando sus ojos en el ratoncillo que corretea por las briznas del suelo, me sentí observado y me achanté... ¡¡Ay Dios!! Lo vi venir... y, en efecto, vino... y dijo:

Venido de España, tenemos a un joven que viene a realizar un proyecto muy bonito y que quiero que conozcáis.... un aplauso a... ¡¡¡Martíiiiiiiiiiin!!! De nuevo, los periscopios giraron al unísono, y como estaba de los últimos, tuve que hacer el incómodo paseillo por el pasillo central hasta adelante del todo... De nuevo, un micrófono de pinza, pero ya iba a ser mucha casualidad que no funcionara... este estaba perfecto... así que pensé y dije algo así:

          “Muchas gracias por vuestros aplausos... no se merecen. La verdad es que me costó bastante salir de España y dejar tantas cosas, pero una vez aquí, siento que estoy como en mi propio país y como en mi propia casa... vengo a realizar un proyecto de restauración de las Iglesias de Granada y Olleros y os pido que me tengáis presente en vuestras oraciones para que Dios me ayude y este proyecto tenga buen fin... Me alegro mucho de estar con vosotros y conocer vuestro país y vuestra cultura... El viaje ha sido duro, pero bien merece la pena... Gracias...”

Y otro aplauso... hasta que llego a mi sitio... y entre los calores y el abrigo que llevo, empiezo a sudar como un Kui cuando viene un ilustre invitado a cenar...

Ya las conoceis...
Cuando acaba la misa, voy a saludar a los presentes... y a ver si el padre Antonio capta mi mirada penetrante que dice: ¡¡padreee, padreeeeee...!!, pero no parece haber penetrado nada, y sin darle más importancia, me toma del brazo y casi me lleva a rastras a enseñarme el asilo, los viejecitos y las monjitas... y he ahí a las heroínas hermanas de una congregación que no recuerdo, pero que está fundada por una hermana mejicana, y que atienden a todos estos pobres ancianos. La mayoría es o deficiente mental o está en silla de ruedas, pero ni un atisbo de pena en sus caras... Para muestra la foto con las dos abuelillas ataviadas con sus mejores y más coloridas galas.

Después de esto, volvemos al Obispado y, ya casi en la plaza de armas, nos encontramos con un abuelo que prácticamente no puede andar y que se ayuda con dos palos... un paso pequeño cada 5 segundos es su velocidad punta, pero ahí le tienes al tío, casi en la otra punta del pueblo dando su dominical paseo... otro héroe. Y lo mismo, si le coges del brazo te mete un guantazo para que no le ayudes...
A las "niñas" también las conoceis ya.... algunos...
Y siguiendo con la descripción del padre Antonio, os diré que, junto con Monseñor Emiliano, son los “españoles por el mundo” en Chachapoyas. Es natural de la Rioja, creo que de Logroño, aunque tiene familia en más lugares riojanos... Sigue la liga de fútbol español, y con tanta pasión, que no le importa ver un partido Almería-Alcorcón, porque lo que le importa es ver fútbol... Indudablemente, le gusta más un clásico, y aquí se ven gratis por la televisión peruana.

Es alto, de complexión fuerte, peina alguna que otra cana, aunque la chapela a la que él llama boina se las tapa un poco. Tiene el timbre de voz fuerte y habla con autoridad... y si te tiene que pegar una voz te la pega y punto... En sus homilías, cuando más tranquilo estás sentadito escuchándole, te pega de pronto un grito para decir algo que quiere que se nos grabe, y entonces, como si hubiera un resorte en los bancos, todos pegamos un sobresalto y quien más quien menos despega la pestaña pensando... “el tío este... que un poco más y me saca el corazón por la boca...”

          Como le digo que he dejado de fumar y entre bromas hablamos de fumar puros, se me presenta hoy después de comer con un puraco sacado de no sé donde, ya que en Chachapoyas no fuma nadie...y por supuesto, no hay estancos. Y como no puede ser de otra manera, me lo clavo... pero soy consciente de que tiene que durar para más días, no sea que coja el vicio... lo raciono mentalmente en tres partes, para tres días, y acto seguido me fumo dos partes de un golpe...

Ya en el Obispado, se pasa el día entre pitos y flautas... más pitos que flautas, pero menos pitos que lluvia... Ya son cinco días seguidos sin parar de llover día y noche...

Se hace de noche, cenamos, escribo un poco y nos vamos cada cual a su celda. No sé porqué le llaman celda, porque una habitación con luz artificial, cama, armario, mesita escritorio y cuarto de baño completo con ducha caliente no es precisamente lo más parecido a una celda...

No me puedo acostar sin antes mencionar que, gracias al padre Amado Guevara, puedo comunicarme con todos vosotros, ya  que me ha prestado su módem USB, el cual he instalado y funciona perfectamente. Vamos, que a mi celda le tenemos que añadir una comodidad más: internet.

Pero lo cierto es que a partir de mañana se acabaron las comodidades. Me llevaré el módem a Granada, a ver si con suerte hay cobertura y puedo seguir escribiendo y subiendo aventuras al “peregrino”.

Y cómo no, voy a describiros también al padre Amado, siquiera a grandes rasgos.

El padre Amado es uno más de la comunidad parroquial. Junto con Ilder es uno de los jóvenes, aunque no quiero decir que el resto sean mayores... Es de estatura media y generalmente vestido de azul... pantalón azul y camisas azules... Es tranquilo y no muy hablador, aunque cuando habla sube el pan.

Como es natural de Perú, habla seseando... y por supuesto dice palabras como ahorita mismo, en la mañana, tomar (cuando se refiere a beber), y no dice padresito porque no tiene necesidad, ya que él mismo lo es.

Es generoso, yo diría que en extremo, pero esos extremismos nunca son malos... ojalá todos fuéramos extremadamente generosos... Se implicó conmigo en el “proyecto Javier”, e incluso he sabido que ha llamado varias veces a Filo para interesarse, porque cuando hablo con él para comentar algo acerca del chico me dice que ha llamado a su madre pero no lo cogía, o que ha llamado y le ha dicho que iría al médico.

Amado debe ser algo descuidado, porque hace 20 años fue de caza, y como entonces los cartuchos de la escopeta venían con poca pólvora, él les inyectaba, no sé cómo, más pólvora todavía... Imagino que si se pasaba de pólvora de las liebres no quedarían ni las orejas, si es que hay liebres aquí...

El caso es que una de esas veces, se pasó de pólvora... y por lo visto, le reventó el cartucho en la cara, con tan mala suerte que se le clavó una esquirla de hierro en la frente, la cual le ha creado un bulto como si fuera una espinilla eterna... Pues bien, han pasado 20 años y ahora acaba de decidir que es momento de ir al médico para quitarse la esquirla... Nunca es tarde, desde luego...

Por eso, en el video de Javier, en un momento dado, aparece Amado y comento que le han operado en la frente... para animar un poco a Javier antes de que nos dejara muertos con su contestación.

Cuando me contó el incidente de la escopeta, no fui capaz de reprimir una pregunta...

- Matarías la pieza al menos, ¿no?

- ¡¡La maté!!, me responde...

            - ¡¡Menos mal, al menos valió la pena la metralla...!!

Y así es Amado, aparte de ser el director del colegio público de Chachapoyas.

Con nuestro amigo común, Javier.
Y para finalizar el día, os comentaré que la nota triste es que no ha habido señal ninguna de que hayan venido Filo y su marido a traer e Javier al hospital... no sabemos qué ha pasado, pero imagino que nos enteraremos... De todos modos, sabiendo la dificultad que hay aquí para transportarse entre lluvias, distancias, caminos de cabras y huaycos, no le doy más importancia porque tendrá su explicación...


Hasta mañana!

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