Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

domingo, 19 de febrero de 2012

BAJADA A CHACHAPOYAS...PRIMER FIN DE SEMANA DE DESCANSO


         Hoy me he levantado con la impresión de que no iba a ser un buen día de trabajo... es de esas cosas que uno piensa y que no sabe porqué, luego se cumplen.

         He ido a desayunar después de lavarme la cara en la ducha, una experiencia nueva, algo que nunca había hecho. Pensaba en tomar un café de verdad, porque ayer la señora de la pensión estaba moliendo unos granos que olían de maravilla... ya me estaba relamiendo, cuando me pone un vaso de agua caliente y el Eko.

         “¿... y el café?” ... le pregunto enseguida.

         “No lo he hecho...; mañana...” me responde.

         Mañana voy a tomar café de verdad, eso sí que es cierto, pero en la pensión del Obispado...

              Como me suponía, al llegar al trabajo a las 8:15 no había nadie..., después de 45 minutos sigue sin llegar nadie. Esto no me huele bien, porque lo normal es que se retrasen media hora o tres cuartos, pero ha pasado ya una hora y todavía no hay voluntarios. No puedo ocultar mi decepción a Horacio, el único que anda por ahí, y le digo que me voy a Chachapoyas. Me dice que al menos, para no perder el día, vamos a hablar con el carpintero de Molinopampa, que hoy tenía que subir a ver el trabajo pero no ha podido porque el “combi” venía lleno. El conductor nos dijo que le haba dado el recado de decírnoslo. Entonces me dice Horacio que bajemos a verle. Le digo que necesito alquilar una moto para poder moverme a mis anchas, bajar a Chachapoyas y poder subir el lunes sin necesidad de depender de nadie (y sin tener que levantarme a las 4:00 para coger el “combi”, aunque esto omito decirlo...).

Vamos a ver al dueño de una moto que se alquila, y vemos la moto, pero ni rastro del dueño... Entonces me dice que me baja a Molinopampa él con su moto y allí tomo un carro (coche) que me lleve a Chacha. Así lo hacemos, porque nos dicen que el de la moto tiene para todo el día.

         Me subo con él en la moto y empezamos la bajada. Al principio hay algo de subida, muy poco comparado con la bajada que viene después. Como voy “de paquete” la subida es cómoda, pero la bajada de 45º que dura hora y media después es terrorífica... Como te escurres hacia delante, tienes que hacer fuerza con los pies para que no crea el piloto que estoy rozándome con su espalda adrede, y cuando se me cansan las piernas, agarro con las manos los hierros del portamaletas de atrás para dar un descanso a las piernas.... y así, cada cinco minutos... eso sí, ni le rocé en todo el camino.


         El problema es que cuando llegamos a Molinopampa y me bajo de la moto, no podía ni ponerme en pie ni agarrar la mochila, porque brazos y piernas los tenía destrozados.

         Hablamos con el carpintero y nos citamos para el lunes. Cuando suba de nuevo, pasaré y le recogeré... mejor dicho, no yo, sino quien me lleve.

         En Molinopampa aprovecho para hacer una visita a Juan de Dios, que está en la casa parroquial haciendo sus labores de jardinero, preparando el jardín para que los colibríes puedan seguir libando a sus anchas. Me comenta que está observando un nuevo colibrí color chocolate, y que otro, que venía habitualmente, ha dejado de hacerlo.

         En esto, llega un “combi” y me subo rápido... va a Chachapoyas y con poca gente, así que viajo cómodo, sin nadie a mi lado, lo cual me viene bien como descanso...

         Voy tan cansado que no presto mucha atención al loco que va al volante, que se piensa que por pitar antes de entrar en una curva a 100 km/h el golpe va a ser menor... eso sin contar como gestiona las curvas mientras dejamos el precipicio a la derecha... y como voy justo en la ventana de la derecha, a veces no veo carretera, sino abismo... pero no quiero pensar en nada más que en contemplar las maravillas de la naturaleza... aprovecho para encomendarme a la Virgen y disfrutar del paisaje.

         Y así llegamos a Chacha. Por suerte, la parada está justo a lado del Obispado, con lo que tengo que andar poco. Y a la entrada de Chachapoyas había avisado por teléfono a Juanita para decirle que llegaba a comer, ya que no me esperaba, eso sí, quince minutos antes de la hora de comer, porque en todo el camino no hay cobertura, y el Granada hay problemas de red y se pueden recibir llamadas pero no se puede llamar. Menos mal que Juanita sabe de estas cosas y ya estaba preparada.

         Después de comer aprovecho para ver todos los correos electrónicos y ponerme al día con facebook... las muestras de apoyo me vuelven a dar ánimos... los necesito.

         Por la tarde, después de comer, voy a ver a Javier y Jhorby, pero antes quiero comprar unas estampitas de la Virgen, el Sagrado Corazón y San Martín de Porres para repartirlas entre los enfermos que comparten habitación con los niños, que ven siempre con ojos como platos cómo a los niños les llevo regalos y a ellos me limito a darles la mano o un ligero golpe en la espalda. Noto que también quieren algo físico... un regalo les gustará.

         Voy a comprar más juguetes, ya que tengo que seguir repartiéndolos entre los niños de Granada, pero además, la próxima semana viajaré a Olleros y allí hay niños nuevos. Compro maquinitas de agua de esas que tienen unos botones que si los aprietas salta un anillo en el agua que tienes que meter en un palo... a mí me chiflaba de chico. También compro diarios y pulseras para niñas mayores y pistolas de ventosas y pistolas de agua para los niños. Son 60 soles, que sumados a los algo más de 40 de otro surtido de caramelos variados y chupa-chups, dan un montante de unos 100 soles. Esta vez, atribuyo el montón de regalos y golosinas al Centro Juvenil Francisco y Clara, pero fundamentalmente a las personas concretas siguientes:

         - Luis María, por su ayuda al coger las riendas de mi grupo de confirmación, sabiendo que de no ser por él, no habría podido viajar, o habría tenido que suspender temporalmente las catequesis para retomarlas después, algo que no es muy aconsejable.

         - Juan Machío, por que sé que me apoya y que también sigue el diario del peregrino con los demás en Santa Clara.

         - Juan Latín, por sustituirme en la importante labor de recoger los alimentos para Cáritas que generosamente nos cede habitualmente el centro comercial E´leclerck, gracias a Horacio y Cristina, permitiendo así que sigan aprovechándose... aparte de por darme ánimos e informarme al detalle de todo cuanto va ocurriendo en Almendralejo... Hasta sé por él que mi hermana mueve el coche de vez en cuando porque me dice que cambia de sitio.

         - Santi, por su aporte económico aparte de por sus ánimos antes de viajar, y porque sé que sus palabras son sinceras... y al que deseo que disfrute del Cola-Cao sin gluten, recientemente descubierto gracias a Juan Latín.

         - Sonia Núñez, por apoyarme también vía electrónica y porque sé que, si al peregrino mangurrino no le acompaña la peregrina bellotera, es porque esta vez no ha podido ser... pero será...

         Gracias a ellos, estos niños de Granada y Olleros que visten ropas raídas y que tienen bicis sin ruedas, tendrán una alegría, aunque sea puntual.

Otra tanda de juguetes

Detalle de diarios, pistolas de agua de ventosa y máquinas de burbujas de agua...
Y por supuesto, el producto estrella    
          Aquí una muestra del balón botella con el que se divierten muchos niños:         


       Y como iba diciendo, fui a visitar a los enfermos chachapoyanos, cuando de repente, entro en la habitación y sólo está Javier... ni los baleados, ni los abismados... ni tampoco Jhorby, el niño doblemente traumatizado...

         Sólo hay un señor mayor en la cama de Jhorby al que aprovecho para saludar y enterarme de qué le pasa... Está solo, es de la selva y ha venido a que le extirpen un bulto que le salió en el cuello... Cuando saco del bolsillo la imagen de la Virgen Milagrosa, pega un salto como si fuera una de esas cajas que tienen un muñeco dentro con un muelle y besa la imagen... intenta leer la oración de atrás, pero no tiene gafas y me dice que mañana la leerá... se la iba a leer, pero se echa en la cama para descansar, así que le dejo..., eso sí, me dice que ama muchíiiiisssssimo a la Virgen María.

         Me vuelvo con Javier, y ya está como un perro cuando sabe que le vas a dar comida... expectante... y de pronto, saco la maquinita del agua y los aros, y ya no quiere saber nada de mí... me habla mientras juega y no es capaz de sacar los ojos de la máquina.

         Le pregunto por su madre y dice que se ha tenido que ir a hacer pan, porque ya son muchos días y tienen que ganar dinero, así que está solo. Me comenta que posiblemente mañana le dan el alta, o eso ha entendido él. Me dice que Jhorby ya está en casa, así que no le puedo dar el regalo... Intenta por todos medios averiguar lo que tengo en la bolsa, pero ya había estado yo espabilado y la cerré con doble nudo antes de entrar después de sacar los regalos que iba a entregar... no quiero ni pensar en el infarto que le daría de ver los juguetes que había en la bolsa.
        
         Después de hablar un rato con él, le digo que le diga a su madre que cuando le den el alta que vayan a visitarnos al Obispado, ya que a Amado y a mí nos gustará verle... y para asegurarme de que va, le digo que allí tengo otro regalo para él... será cuestión de tiempo el que vaya.

         Entonces me voy, pero como prácticamente no ha comido y la enfermera se lleva la bandeja de comida casi entera, le digo:

         “Tienes que comer, que si no, no te pones bueno...”

         “Vale, vale...” me dice.

         “Oye, hazte caso, que lo primero es la salud...”

         Y me queda otra vez muerto cuando dice:

         “No, no... acuérdate... lo primero es Jesús, lo segundo la familia y lo tercero los estudios... ¡¡me lo dijiste tú...!!”

         ¡¡El jodido crío...!!
        


         Pongo rumbo al Obispado porque hace casi una semana que no puedo ir a misa, y eso, para quien sabe de la importancia que tiene, es algo que no se puede permitir un solo día más...

         La gente de Granada tiene carencias de muchas cosas, aunque son personas acostumbradas a ello... Pero sin duda, la mayor carencia que tienen y por lo que son más desafortunados, es por no poder asistir a la celebración eucarística a diario... ¡¡Eso sí que es una gran carencia!!

         Pero Dios, en su gran misericordia, no se lo tiene en cuenta, porque sabe que estas gentes no tienen posibilidad de asistir... Si supiéramos la importancia que tiene una sola misa, removeríamos Roma con Santiago para acudir aunque fuera lo último que hiciéramos... y sin embargo nosotros, en nuestro primer mundo, tenemos misa de seis, de siete, de ocho y de mil... y pasamos delante de las puertas del templo sin siquiera dedicar un minuto al que tan generosamente nos dio la vida y la libertad para disfrutar de ella mientras le seguimos ignorando... Más les valdría a muchos escuchar las sabias palabras del s.j. Jorge Loring, que en su libro “Para Salvarte”, nos explica cómo una sola misa vale más que todo el dinero del mundo...

Granada tiene Iglesia, pero no tiene cura... y pronto tendrá una Iglesia renovada, pero seguirá sin cura... Eso sí que es una desgracia, no la económica...

Dice el Evangelio de hoy:

En aquel tiempo, Jesús llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo:

“El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras ante esta gete, idólatra y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles”.

Y añadió:

“Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder”

         Y el padre Amado, bien ha recalcado hoy en la homilía que perder la vida no es precisamente pegarse un tiro, sino que más bien es entregarla por Él al servicio de los demás... por eso tiene mucho que ver este Evangelio con la primera lectura de la carta de Santiago que dice que “... la fe sin obras está muerta.”

         Hay una frase de un chico de Granada muy comprometido con la obra de la Iglesia y que viajó conmigo en el taxi que nos llevó a Granada.... dijo lo siguiente:

         “Aquí en Perú hay tanta pobreza que algunas familias nos dan pena hasta a nosotros...”

         Como estará la cosa para que ellos mismos, que no tienen más que los recursos mínimos para vivir, piensen así de algunos de sus compatriotas.
        
         Pues bien, como nota final, diré que espero que esta reflexión haga a muchos considerar que no sólo importa ser buen cristiano de pensamiento o de conciencia, sino que se puede hacer mucho por los demás con obras concretas... Unos ponen su trabajo y, mientras tanto, otros pueden ofrecer la eucaristía por los que ponen su trabajo y por las necesidades del mundo entero... y a buen seguro, vale más una eucaristía ofrecida que mil personas trabajando por los demás...

         ¿Vas a seguir pasando de largo?

         ¡¡Hasta mañana!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario