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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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viernes, 1 de febrero de 2013

Capítulo 13. Un día calcado al de ayer


       Calcado al de ayer porque se podría resumir con el mismo título: Día de trabajo y compras. Por la mañana trabajando en los dibujos del centro de reeducación, y por la tarde un poco de aventura antananarivana...

         Puedo decir “mi gozo en un pozo”, porque para un día que me voy a la cama hora y media antes de lo normal, con lo que pensaba que hoy estaría fresco. Con lo que no contaba es con tener una mala noche que acabó arruinando mis dulces sueños.

         Bueno, son las cosas que pasan. Aún así no me ha costado mucho levantarme a las seis menos cuarto para hacer el rezo en familia y asistir luego a la celebración de mi querida misa malgache y tomar un buen desayuno después.

         El Evangelio de hoy (Mc 4, 26-34) nos habla del reino de Dios, comparándolo con la semilla plantada o con el grano de mostaza. Lo mismo de día que de noche está creciendo sin darse cuenta, y cuando se quiere dar cuenta, está espigada y es adulta, llegando la hora de la cosecha. A fin de cuentas, ¿cuántas veces hemos oído que la vida son cuatro días y dos los pasamos durmiendo?... ¿No es mejor, por tanto, tabajar para el Reino ya aquí en la tierra?... Ciertamente sí, sin embargo es una  pena ver cómo se nos consumen los años para preguntarnos luego: ¿qué hice por los demás?.

         En el encabezado de mi blog pongo una frase que no me canso de escuchar, la digo San Francisco en su lecho de muerte: “...hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...”. y esi esto lo dijo él, ¿qué hemos hecho nosotros?.

         Yo tengo esta frase como referencia, por eso quiero compatirla contigo, porque por más que hagamos, siempre es insuficiente. Pero no te preocupes coo yo lo hacía, porque dejé de hacerlo cuando me dí cuenta de que lo importante es trabajar por el Reino. Unos darán el 30, otros el 60 y otros el 100%, pero todos estarán poniendo de su parte lo que puedan para su construcción.

         Bueno, acabado el discurso y el desayuno, nos ponemos todos a trabajar a destajo en el proyecto del Centro. Al final de la mañana yo tengo terminada la memoria entera, Remy y Karima la taducción y transcripción, y Hèléne la recolocación de todo como si yo lo hubiese escrito en francés.

         Sin darnos cuenta llega la hora de comer y dejamos todo, porque nos espera una deliciosa pasta... jeje... ¡que no!... ¡¡que hoy es arroz con tomate!!. Y después de esto me traspongo un ratito de quince minutos mientas espero a David para ir a hacer varias tareas.

         La primera será ir a un local a vaciar unos sacos que le dan en la embajada francesa con los periódicos que usann allí a diario. Cuando tienen muchos se los dan, aunque no os imagináis para qué. Os explico... Resulta que aquí la gente del Centro de reeducación y de la prisión, por eso de ahorrar en gastos y porque es cosa común entre la gente de Madagascar, el periódico usado se recicla... a ver cómo te lo explico... No es un reciclado como el que piensas, el de las papeleras azules, sino que es un reciclado más.... natural. ¡¡Vamos, que aquí se usa para limpiarse el culo!!... y perdona por la crudeza, especialmente si has decidido leerme mientras cenas.

         Pues en estas andamos, sacando periódicos y colocándolos en una caja para llevarlos a los centros. No puedo evitar pensar en un niño de la prisión limpiándo tan pudendas partes con la cara de, no sé, por ejemplo Carla Bruni... y es entonces cuando me deleito pensando en lo bien que me sentiría yo haciendo lo mismo con el rechoncho rostro del actual presidente Hollande... en fin, prosigo...

         Terminado este ratito de placer mental salimos disparados a Antananarivo porque hay que hacer muchas cosas. Tenemos que comprar un frigorífico para la casa nueva, hay que comprar un tapiz para Sarah, devolver los sacos a la embajada fancesa y pasar a hacer las compras por el Shoprite. Al final nos da tiempo a hacer todo, aunque a duras penas.

Un mercado normal en una calle normal
Un tiovivo manual, como los de antes
Peligros por acá, peligros por allá

    Lo primero es el frigorífico, para lo cual nos metemos por unas calles que ya quisiera tener el Bronx neoyorquino. Aparcado bien el coche junto a una alcantarilla sin tapa, que hace que las calles no solo sean peligrosas por su gente, sino tamibén por sus trampas, nos dirigimos a comprar el electrodoméstico. Vemos unos cuantos, pero al final no nos convencen, así que terminamos en una tienedecita muy maja que tiene más o menos de todo. Encontramos el que nos gusta y nos marchamos corriendo al coche, no sea que ya no exista. El frigorífico, aunque enano, entra justo en la parte trasera. Rápidamente salimos disparados a por el tapiz de la niña, pues hoy es viernes y al parecer aquí son los días punta. Vamos, que hemos tardado en recorrer cuatro kilometros exáctamente una hora. Tanto es así que cuando llegamos al centro comercial donde venden los juguetes de los niños, acaban de cerrar. Por obra del Espíritu Santo, el dependiente nos deja entrar, aunque ya nos decía con la mano que ni aparcásemos. Misión cumplida y vamos a comprar al Shoprite.
         Pasamos por la embajada francesa a dejar los sacos del correo postal donde le dan los periódicos y nos vamos, que es tarde. Tan tarde que tenemos que correr porque no sabemos si estará ya cerrado. Pero no, está abierto y nos da tiempo a gastarnos 100.000 Ariarys en cuato cosas de nada.

         Ya en casa, lo pimero es subi la nevera al nuevo hogar, porque tiene que estar 24 horas en reposo para que se asiente el gas que lleva dentro. Mañana la pondemos en funcionamiento. Es el primer electrodoméstico de la casa y queda muy vanguardista en una cocina tan retro... pero como me quedé sin batería en la cámara, os lo enseño otro día.

         Preparamos la cena y hablamos un rato de los proyectos que tenemos entre manos antes de irse unos a la cama y otros a escribir. Y con esto se acabó la historia de hoy, sin nada importante que contar... vamos, un día normal.

        Os dejo algunas fotos, como el día, normalitas...

 






         Espero que vosotros hayáis tenido un día mejor... Hasta mañana!!
          

2 comentarios:

  1. Será un día calcado al de ayer, pero siempre maravilloso, siempre ayudando a esos niños, q nada tienen, ni siquiera el cariño de una familia. Desde luego se parte el alma, Sin zapatos, sin ropa y a nosotros nos sobra de todo eso. Las fotos q nos muestras nos lo dicen todo. Menuda obra estás haciendo Martín. Animo y adelante!

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  2. Bueno todos los días aportan algo aunque nos de la sensación que a veces no se aprovechan.

    El otro día hacías referencia el Espíritu Santo y te comenté que lo tenía un poco descuidado, hoy me ha echado un cable del copazo o al menos eso creo yo. Todo el día sin aprovecharlo y sin mucha concentración en el trabajo y eso que vienen curvas, invoqué al Espíritu Santo y me encomendé a él, te aseguro que en poco tiempo todo cambió y bastante para bien, me alegra que a veces nos recuerdes que tenemos más medios a nuestro alcance de los que pensamos, simplemente hay que acordarse de ellos.

    Hoy me he acordado de ti, hemos estado en las Candelas y ha cantado en Almendralejo el grupo Amadablan, te hubiera gustado, el ambiente ha sido genial aunque el tiempo cambió un poco en el transcurso de la noche. Por un momento parecía que iba a cantar a Hey Folks pues había algunos de sus integrantes por allí, bueno será en otra ocasión. Sigo pensando que tienes que hacer un miniconcierto con tus chicos, se alegrarán un montón.

    Veo que le dedicas parte de tu tiempo no sólo a escribir en el blog sino a contestar a los correos y mensajes, tienes mínimo una hora de oficina, es de agradecer también.

    Bueno es algo tarde, buen día mañana Martín, un abrazo.

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