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Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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sábado, 16 de febrero de 2013

Capítulo 23. Si no fuera por los niños...


       Hoy el día pintaba bien. Nos levantamos temprano y sin trabajo, así que nos acercamos a la misa matinal. Por las mañanas no nos salen muchas palabras, así que vamos directos a la Iglesia como los corderos van al matadero... y allí empieza nuestra transformación y nuestro despabilo.
        
         Hoy la misa la ofrezco por Remy, en su primer día de muchos que vendrá con nosotros, pero para eso hemos tenido que hacer un pacto. Nos acostaremos a las once de la noche. No sé si lo cumpliremos, pero lo intentaremos.

         Cuando salimos vamos a desayunar a casa. Hacemos el café y nos disponemos a afrontar el día. Yo me quedo en casa porque hasta el lunes estoy algo relajado. Después ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos.

         Ya desayunados queremos conectarnos a internet, que para eso lo tenemos en casa. Nuestra sorpresa es mayúscula cuando vemos que se ha agotado inexplicablemente. Anoche solo vimos el correo y subí el capítulo 22, sin fotos, y resulta que hemos consumido los 500 primeros Mb. No es posible, pero lo dice claramente, así que, sin entender muy bien porqué, metemos la segunda carga de 500 Mb, y nuestra sorpresa es aún mayor cuando vemos que se la traga sin darnos opción a conectarnos. Vamos, que se nos han ido 60.000 Ar en dos minutos. Esto no es una estafa, es algo aún mayor. Queremos reclamar a Telma, la compañía suministradora, pero no sabemos cómo. Se lo hemos dicho a Eve, una chica francesa que trabaja en Antanimora, porque tiene un teléfono con esa compañía, a ver si ella se entera de qué ha podido pasar. Lo que sí es cierto es que, una vez más, estamos sin internet, así que tenemos que ir de nuevo a la cafetería a conectarnos. No sé, pero este voluntariado me está resultando muy raro...

         Después de tomar el café tenemos que tomar, forzosamente, otro café si queremos publicar en el blog y ver los correos, así que allá vamos. Lo malo no es esto, sino que la conexión hoy está especialmente lenta, y el ordenador de Karima no funciona, así que tenemos que compartir mi ordenador para los dos. Entre correos, publicaciones y fotos nos dan las 14:00 horas. No sé cómo expresar mi indignación... pero parece que somos unos pobrecitos sueltos por un país desconocido cuya primera necesidad es buscar internet bajo las piedras, y está difícil la cosa. Como esto siga así, voy a tener que suspender el blog, al menos diariamente, porque con el dinero que tengo no creo que me pueda permitir desayunar a diario fuera de casa. Y si queremos conectarnos por la tarde, esto ya es un lujo que ni los jeques árabes.

          Ya en casa hacemos la comida. Hoy hago pasta... hacía por lo menos diez días que no la comía, y casi la echaba de menos. La hago con atún y mayonesa, y está buenísima, o eso creo yo. Después nos íbamos a acostar un ratito, pero se presentó una oportunidad de oro para compartir unos instantes con los niños del barrio. Esos instantes se convertirían en toda la tarde de juegos, caramelos y bailes.

Casi no me dejan marcar la Tau en el suelo
         Primero hicimos el reparto de caramelos, en fila india. Después les pinté una Tau en el suelo con el ánimo de que hicieran una Tau humana, pero no salió muy bien porque cuando pones a un niño en un sitio, dura ahí menos de tres segundos... se mueven tanto que termino por desesperarme y nos sale una Tau un tanto rara. Eso sí, los de la parte de abajo lo hicieron superbién, no se movieron ni cuando rompimos filas y tuve que decirles con las manos que ya se había acabado el juego, de la misma forma que cuando uno espanta a las gallinas.

No está muy lograda pero intentaré mejorarla
Y después les enseño la foto, y todos quieren verse en ella
Todos quieren tocar a Karima.... y los caramelos.
        Después es el turno de Karima, que coge las riendas del asunto y juega con ellos a dos juegos, uno con la pelota haciendo un corro y el otro es el típico juego en el que uno se pone contra la pared mientras cuenta hasta tres y los demás tienen que acercarse. Se lo pasan en grande, y las fotos son prueba de ello.

         Para terminar la faena, les enseña su baile waki-waki, que lo bailaron en la JMJ de Madrid. Los niños están encantados y les gusta mucho el baile. Ya se sabían la coreografía de otro día, y hoy lo hacen mejor. Es increíble ver la cara de felicidad que ponen en todo momento. Todos ríen, saltan y bailan. Todos se sienten un poco más acompañados hoy, rompiendo así la monotonía de estas difíciles tardes malgaches para un niño. Ni televisor, ni videojuegos... nada. Los mismos juegos que hace 30 años jugaba con mis amigos por las calles del pueblo, y lo mejor de todo, felices de la vida. Tomen nota, compadres...
Todos en corro jugando al corre-corre que te pillo...
...y después al "escondite inglés"
La animadora animando
         Cuando acabamos, los niños se van poco a poco, y de pronto empieza a llover. Es como si Dios hubiera dicho: “¿Habéis acabado ya?... pues venga, que tengo que soltar un poco de agua...”. La naturaleza, creación magnífica de Dios, ha querido respetar a estos niños para que, por un momento, olviden las condiciones que tienen y dibujen una sonrisa en su cara. ¡Cómo debe haberse hinchado de alegría Don Bosco cuando haya visto los bailes y los juegos de estos niños!. ¡Y cómo debe haber disfrutado también mi querido Francisco de Asís!... por un momento me los imaginaba a los dos conversando mientras nos miraban.

         Bueno, terminado el juego me pongo a terminar los dibujos del Centro, y la reforma de Antanimora, aunque no me da tiempo. Aunque parezca mentira, conectarse a internet se ha convertido en una tarea tan complicada que prácticamente todo el día lo hemos dedicado a ello. Creo que el título de hoy debería ser: “en busca del internet perdido...”

         No creo que hoy vaya a publicar porque tengo una cita con los salesianos a las 6:45 para las vísperas y adoración, así que mañana por la mañana lo haré. Los que me vean todos los días desayunando en la cafetería deben pensar que soy un rico europeo que ha venido aquí a aprovecharse de la devaluada moneda malgache y vivir la vida padre... A veces las apariencias engañan, pero yo mismo pensaría eso si viese a alguien así. En fin, las cosas de la vida.

          Aquí os dejo una pequeña muestra de nuestro día con los niños:



  










  






          Creo que las fotos lo dicen todo, sin necesidad de hablar...

         Bien, aquí hice un pequeño parón y ahora continuo porque hemos llegado del rezo de vísperas. Habíamos dejado la lavadora lavando nuestra ropa, y a la vuelta pasamos a recogerla y a darnos una ducha. Nos hemos quedado como nuevos. Al llegar a casa, lo primero es tender la ropa, para lo cual hay que estar rápido porque, como somos cuatro, no hay sitio en las cuerdas. A esto hay que sumarle que la dueña de la casa en lugar de tender su ropa en su casa, viene a la nuestra y ocupa una cuerda entera. Ayer se quejó a los responsables de Grandir Dignement y les dijo que hacíamos mucho ruido por las noches. Ahora nosotros también vamos a quejarnos para que tienda la ropa en su casa y no en la nuestra. Si esta casa está alquilada lo está con todas las cuerdas del tendedero, digo yo...

         Terminada la colada me pongo a hacer la cena. Como a mediodía Remy no vino a comer, la pasta que le apartamos nos la comemos Karima y yo. Hacía mucho que no comía pasta, y ahora recuerdo los viejos tiempos al tener que comerla y cenarla el mismo día. Al menos no hay que cocinar, porque entre esto, un poco de pavo (con lo que me encanta) y un poco de paté (que cuando compro no pregunto de qué es, por si acaso) tenemos la cena lista. Y cuando terminamos tenemos un rato de charla. El otro día en la prisión me dijo Eve una cosa que hoy la estoy pensando. Me dijo (en francés) que estaba sorprendida con mis avances de francés, y ahora que lo pienso, es verdad. Me comunico casi sin problemas con Karima, sin necesidad de traductor. Antes esto era imposible, pero pronto he aprendido las palabras necesarias para una comunicación básica. Yo mismo estoy sorprendido del progreso y pienso que la mejor manera de aprender un idioma no es estudiarlo y examinándote, sino viviendo de lleno inmerso en él. Yo no entendía absolutamente nada, y ahora comprendo a la gente que habla despacio. Como Karima y yo estamos solos y ella procura hablar despacio, podemos hablar casi de cualquier cosa. Esto es un punto a favor en mi viaje a Madagascar.

         Después de cenar termino de contaros todo y os dejo, porque tengo mi examen de portugués. Ahora cuando me pongo a hablar portugués entremezclo palabras en francés... esto es un rollo porque entre el inglés, el francés y el portugués se me está olvidando el español.

         Para terminar quiero hacer un breve comentario acerca del Evangelio de hoy, en el que Jesús dice (con segundas) que todas las leyes, las normas y las obligaciones que nos marcamos los humanos nos separan de Él, porque a veces estamos más pendientes de cumplirlas que de acercarnos a Él. El pasaje habla del ayuno, así como el martes el evangelista Marcos (Mc. 7) habló de algo parecido en cuanto al cumplimiento del rito de lavarse las manos antes de comer, no por higiene, sino por purificarlas... Pensarás que a cuento de qué te digo esto, pero me ha venido como anillo al dedo para completar la explicación que pretendía daros en el capítulo 18 acerca de un dilema moral que me ocurrió por la mañana. Te dejo que lo averigües por ti mismo, y si es posible, que me des tu opinión al respecto, que me interesa. Tú ya sabes la mía, es bien simple: que no existe norma humana alguna por encima de Cristo y de los beneficios que nos reporta la Eucaristía en la comunión. Bueno, ahí lo dejo... 

         Y una cosa muy importante de la que me acuerdo ahora es la siguiente:  mi pequeño amigo, el que me agarra siempre de la mano cuando salgo de casa, hoy nos ha dado una gran lección a Karima y a mi. Cuando todos los niños nos piden más caramelos y nosotros no se los damos ya, para que nos dejen un rato tranquilos, Karima les dice que no tenemos más y que nosotros también queremos caramelos pero no tenemos, así que les pide uno a los niños, y cual fue nuestra sorpresa cuando el pequeño sacó un caramelo que tenía guardado en el bolsillo y nos lo tiró al balcón de casa. Nos quedamos de piedra, primero porque aún lo tuviera encima, y segundo, por haberlo compartido con nosotros, cuando él no tiene la oportunidad de comer caramelos nunca. Con este gesto se ganó nuestros corazones, porque este acto de desprendimiento es difícil verlo en un niño, sobre todo si el niño te da lo único que tiene. Me acuerde de la viejecita que echó unos reales como limosna mientras otros echaban grandes sumas. El caramelo de este niño vale más que todos los que nosotros les hemos dado a ellos, y por eso quiero tener un detalle con él, así que se lo devuelvo y, de regalo, le doy otro... cuando recibe los dos caramelos sale como alma que lleva el diablo hacia su casa, más contento que unas castañuelas. Esto no hay dinero que lo pague. Tomen nota de esto mis compañeros del Centro Juvenil para contárselo a los niños, es una buena catequesis.
Antes de irse le digo que pose con el regalo por su generosidad, y lo hace así de bien.
         Que descanséis, que mañana será otro día. Yo ya me voy a acostar, así que poco puede ocurrir ya para contaros mañana, aunque aquí nunca se puede decir eso, porque en mitad de la noche se puede presentar un buen motivo digno de ser contado. Mañana seguimos...

         Hasta mañana!!

4 comentarios:

  1. Buenos días Martín, ya veo que lleváis unos días pasados por agua, mira que es necesaria pero hay veces que nos gustaría darle al botón del STOP ya ves.
    Me gusta la reflexión que haces de ese dilema de participación en la Eucaristía, nos inculcan cosas de pequeños que se intentan cumplir a raja tabla, pero que con ello pierden su esencia; se debería ser más flexible para permitir ese acercamiento a Dios sin ser tan extrictos en guardar o no el ayuno de una hora antes de recibirlo, pero bueno supongo que es a eso a lo que te referías.

    Hay tantas normas impuestas que lo que hacen es dificultar aún más el acceso a cosas de la Iglesia. Se deberían flexibilizar más algunos conceptos y hacer todo más accesible no ya con el tema del ayuno sino con otros tantos que en estos tiempos han quedado desfasados. También es verdad que la esencia está ahí y las formas se deberían de actualizar un poco o al menos intentarlo.
    Es imposible que puedas contestar a todos los mensajes y comentarios que te hacemos, para ello no contáis con unos medios muy rápidos aunque somos privilegiados al tener noticias todos los días; ya con lo que vemos es más que suficiente, no te preocupes por el resto.

    Aprovechad para descansar el fin de semana y coger pilas para la próxima.

    Buen día.

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    1. Estoy de acuerdo, pero no quiero que la gente piense que soy un rebelde, sino que en ciertas ocasiones me guío más por mi corazón que por las normas... soy católico y remo a favor, no en contra. Pero como bien dices, a veces estamos más pendientes de lo humano que de lo divino... Yo lo tengo bien claro, aunque sé que a algun@s les puede resultar extraño escuchar esto de mí... e incluso estoy convencido de que muchas personas pensarían que soy un hereje por esto... En fin, cada cual con su conciencia, pero siempre que lo primero sea Dios y después los hombres.

      Me refería a eso exactamente, así que enhorabuena y gracias por tu comentario.

      Sí puedo contestar a todos los mensajes, es solo cuestión de tiempo. Unas veces antes y otras después. ¿¡Como no te voy a contestar si yo pedía opinión!?

      Las pilas están bien cargadas... Mañana es lunes y empezamos a organizar el trabajo del Centro, porque el martes comenzamos... por fin!!

      Un abrazo franciscano!!

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  2. Hola Martín:El viernes les hablé de tí a los niñ@s de 5º del cole y hasta pudimos conectarnos a tu blog. El próximo viernes intentaremos escribirte desde clase (ya ves, aquí tan fácil, ahí tan dificil). Sin conocerte me atrevo a decirte que creo que no estais ahí para que nosotros estemos diariamente conectados a vuestra realidad. Internet, auqnue también sea importante para vosotros, no debería quitaros ni tiempo ni dinero de vuestra misión, salvo que vosotros lo considereis así. "Desengancharos" de esta obligación que creo os habeis autoimpuesto. Hace dos años,en Camerun una cooperante se bloqueó y sufrió mucho porque prentendía que internet funcionara con la velocidad y las prestaciones a las que estaba acostumbrada en su casa. Y fue muy triste verla sufrir por eso y "pasar" de lo que tenía alrededor, tuvo que regresar antes de tiempo si haber hecho nada. No digo que con vosotros pase eso ni mucho menos, se me ha venido este recuerdo, solo eso. El día que sea fácil os conectais y el día que sea lento pues no y a otra cosa. Pero tampoco tienes que hacer mucho caso a mi comentario si no estás de acuerdo, por nada querría enfadarte si para tí es tan importante y perdona mi atrevimiento en ese caso. Cuidaros mucho y buen trabajo cuando empiecen las obras. Isabel Acosta

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  3. Hola Isabel.

    De acuerdo contigo al 100%, y gracias por tu consejo, es bueno.

    El problema es que hay una clave que desconoces, pero se la puedes preguntar a mi hermana. No todo es como uno quisiera, y mis palabras acerca de este tema responden a algo que no puedo decir. Ya le diré a mi hermana que te lo cuente... En cualquier caso, cuando vine aquí, sabía que podría ser peor de lo que es en cuanto a comunicaciones, y no era (ni es) problema. Cuando sepas de qué hablo lo entenderás.

    En cuanto a lo de tu carta, me encantaría. Ya tuve una experiencia similar que puedes ver publicada en el blog. Si vas a la parte de la derecha, al mes de noviembre (creo) de 2012, podrás ver una entrada que se titula "las mejores cartas de mi vida"... Una profesora de religión (que seguro conoces) hizo lo mismo con sus niños de clase, y sus cartas no tienen desperdicio. Son acerca de una misión que hice el año pasado en Perú y que puedes conocer entera porque la tengo publicada en el blog en fechas de febrero a abril de 2012.

    Por si acaso no lo encuentras, te adjunto el enlace: http://www.peregrinomangurrino.blogspot.com/2012/11/las-mejores-cartas-de-mi-vida.html

    A lo que más importancia le doy acerca de las comunicaciones es a que lleguen al Centro Juvenil Francisco y Clara, del convento de Santa Clara de Almendralejo, pera que mis compañeros catequistas, las monjas y los niños sepan qué hago y cómo va la misión. Es una buena catequesis para los niños... también por mi familia y porque es mejor escribir para todos de una vez que contestar tantos correos. Así todos están informados de una vez.

    Me alegro de tenerte por aquí. Ya le diré a mi hermana que te informe de los detalles.

    Un abrazo!

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