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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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sábado, 23 de febrero de 2013

Capítulo 28. Tres en uno.


       Tres en uno porque hoy hablo del jueves, viernes y sábado... Como ya sabéis, todavía no han comenzado los trabajos, si bien los problemas que había en materia de financiación ya se han solucionado. El jueves David irá a darle el adelanto... Finalmente se lo dio, el viernes llevarán los materiales y las herramientas y el lunes comenzarán los trabajos. Creo que esta es la buena... La noticia positiva es que, de nuevo, cambian los planes y no se empieza en el Centro, sino en la cárcel. Estoy contento porque es lo más necesario y lo más complicado, y quiero estar presente durante la obra porque la solución para el suministro de agua es algo complicada y dudo que lo tengan claro.

         El agua se captará de la tubería genera, casi sin presión. Por ello será necesario excavar un foso para contener un depósito de 2.000 litros bajo el nivel del suelo, y por lo tanto, bajo el nivel de la tubería de entrada. Así se llenará por gravedad. Una vez lleno el depósito, mediante una bomba de inmersión, se elevará hasta un tanque superior de 5.000 litros, que llevará un mecanismo que cortará la corriente de la bomba antes mencionada cuando se llene. Ese mismo mecanismo hará que la bomba envíe agua de nuevo cuando el depósito superior (el grande) esté por la mitad, es decir, a los 2.500 litros aproximadamente, cantidad que se estima que es el consumo diario.

         El depósito inferior llevará además una boya de corte de agua para cuando, de noche, ambos tanques estén llenos. Así se cortará el suministro de agua y estará todo listo para entrar en uso al día siguiente. Con esta solución se prevé que la bomba funcione cada dos días, eso siempre que los chicos de la cárcel no dejen algún grifo abierto, ya que en ese caso todo el invento se va al garete. Para esto no hay soluciones porque todavía no sé hacer milagros, así que confiemos en que usen bien la instalación.

           He hecho un esquema de la instalación, así que si alguno entiende, agradezco que me de su opinión acerca de cómo ve la solución o si cree tener otra alternativa. El problema es que, con un hilo de agua, hay que conseguir 2.500 litros diarios.

Está en inglés porque es para que lo entiendan quienes financian
         Esta mañana fuimos a misa “los tres mosqueteros. Hoy el Evangelio nos anima a pedir... “pedid y se os dará...”, dice Jesús. Pero tenemos que tener en cuenta que el mismo Jesús en Getsemaní le dijo al padre “si es posible aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Es decir, que hay que pedir, pero con conocimiento. Cuántos son los que se echan las manos a la cabeza porque se cansan de pedir cosas que no son necesarias para su bien. Imaginaos que Dios le hubiera concedido a Jesús su petición. No habría muerto en al cruz, y por consiguiente, nosotros no estaríamos salvados... ¿Te das cuenta de lo importante que es que, a veces, no se nos concedan las cosas que pedimos?. Los caminos de Dios no son los nuestros, y a veces creemos que pedimos lo mejor para nosotros, pero ¿cuántas veces nos ha sorprendido Dios haciéndonos llegar a un destino por un camino completamente distinto al que nosotros queríamos...?... Te aseguro que muchísimas, a ti y a mí...

         A veces tienen que ocurrir cosas que no nos gustan para que se cumpla el designio de Dios en nuestra vida, aunque es difícil comprenderlo, sobre todo cuando esas cosas son “amargos cálices”... Pero ¿quién no se ha tenido que levantar alguna vez de una caída?... y esa caída, ¿no nos ha hecho más fuertes?. Si Dios nos concediera todo lo que queremos, os aseguro que el mundo andaría peor...

         ¿Y cuántos, sin saber esto, se enojan porque el Evangelio dice una cosa que luego no se cumple en sus vidas?. Deducen de esto que el Evangelio es un libro lleno de palabras, nada más... Si esto fuera así todos seríamos ricos, guapos, famosos... ¿no?. Todos pediríamos las mismas cosas: nadie moriría, a todos nos tocaría la lotería, y viviríamos en chalets de lujo con piscina y mayordomo... pero claro, ¿quién iba a querer servirte si el mayordomo, posiblemente, sería aún más rico que tú?.

         En fin, que para leer el Evangelio y sacarle todo su jugo hay primero que estar instruido y tocado por el Espíritu Santo, aunque no lo creas. Para leer libros a destajo tenemos las novelas de Noah Gordon.

         Vamos a casa a desayunar después de la misa. Hoy los ánimos están algo tocados, aunque no sé muy bien porqué. Las personas somos así, nos influyen los condicionantes exteriores y no somos capaces de desconectar en casa. Yo salgo a comprar unas verduras para la comida porque Remy tiene que comer temprano, a eso de las 12:30, para ir al Centro. Hoy quiero hacer una calabaza que compramos el otro día en el “Shoprite”. La haré con cebolla y zanahoria. Como no tenemos batidora nos la tendremos que comer tal y como salga del puchero. Ayer me dijo una amiga que quiere aprender a cocinar que dé más recetas para copiarlas, así que os digo cómo la hago. Está buenísima:


Se echa una cebolla (aquí son cinco o seis porque son enanísimas) partida en cuadritos para hacer el sofrito con aceite de oliva (aunque yo aquí uso “oleosoya” porque la poca que tenemos hay que reservarla para las ensaladas). Luego añades las zanahorias cortadas en rodajas, más o menos tres zanahorias normales. Cuando está sofriéndose le vas añadiendo la calabaza cortada en cuadritos (primero la cortas en tiras y luego las tiras las haces cuadritos). Lo sofríes todo junto y le echas un buen poquito de sal. En España te aconsejo que eches una hojita de laurel porque aquí andamos escasos. Añades agua hasta cubrir bien, y lo dejas cociendo más o menos una hora. Se acabó... Vamos, que cocinar no es tan difícil.

El experimento ha salido bien, o al menos eso dice Remy. Karima no come... se está acostumbrando a saltarse la comida, cosa que no es nada buena, sobre todo cuando tiene la oportunidad de comer un plato caliente hecho por un cocinero que se ha lavado las manos. En fin, dice que será para la noche... Luego, cuando queremos lavar los chismes de la comida, tenemos que sufrir la escasez de agua, pero cuando la comparamos con la que sufren todos nuestros vecinos, damos gracias a Dios por el pequeño hilo de agua que a veces tenemos.
Así tenemos que andar con el agua...
Pero así están nuestros vecinos a diario
Después de comer me voy a leer un rato porque tengo un libro de esos que hay que leer dos veces. Son los escritos completos de Santa Clara de Asís, y me he enganchado de tal manera que no puedo soltarlo. Tengo que leer por turnos los dos libros que traigo. Este es especial por dos motivos, el primero es porque la vida de Santa Clara (especialmente los testimonios de las sores testigos de su proceso de canonización) es apasionante. Mujer como ella no ha habido después de la Virgen María, según dice una de sus hijas. Y bien pienso que mejor definición de Clara no se puede hacer. El segundo motivo es porque me lo regalaron mis hermanas pobres de Santa Clara y cuando lo abro me acuerdo de ellas. Me acuerdo igualmente de ellas, pero cuando leo el libro, me acuerdo más aún, especialmente de las que están con el Padre.

Es tan interesante que no me duermo mientras leo, así que tengo que hacer un esfuerzo y dormirme voluntariamente... hasta las cuatro. Después quiero ir a la capilla y aprovechar los pocos momentos que me quedan libres para disfrutar de ella, porque cuando empecemos a trabajar creo que se van a acabar. Estoy yo solo, así que tengo una intención especial... A una amiga, mangurrina como yo, le dije que pediría especialmente por ella y por su situación, para que el Señor la guíe y le de luz para caminar por este camino que a veces es algo oscuro: la vida. Sé que el Señor me escuchará, y que todo se arreglará poco a poco... y sé que cuando se arregle quizás se acuerde de esto y quiera descubrir por ella misma las maravillas de Dios, ese Dios que tanto la quiere...

Empiezan las vísperas y después, como es jueves, adoración... Son quince minutos solo, pero suficientes para salir con las pilas cargadas.

Nos vamos pronto a acostar porque Remy no está en casa. Mañana tiene que estar a las 8:00 en Tana, y como se tendría que levantar a las 5:00, prefiere dormir allí en casa de un amigo. Karima y yo cenamos. De primero la calabaza, y de segundo un revuelto de queso que quería que fuera tortilla, pero la sartén malgache es aún peor que la más barata que puedes encontrar en un comercio chino, y se pega hasta el aceite... (truco de cocinero: cuando te pase esto, remueves bien todo y haces un revuelto. Luego le dices a la gente que has hecho el revuelto a propósito, no que es una tortilla fracasada... Quedas bien y sigue estando igual de bueno).

Después de esto nos vamos a dormir, que son las once y media ya y mañana otra vez madrugamos.

A la mañana siguiente (viernes) vamos de nuevo a misa. Como Remy ha pasado la noche en Tana, vamos Karima y yo. Hoy es el día de la cátedra de San Pedro. A él le dice el Señor “lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado allí también”. En estos días en los que el sucesor de San Pedro está en la recta final de sus días como Pontífice, estas palabras suenan aún con más resonancia, ya que la Iglesia fundada por Cristo sufre ahora un cambio, un cambio que nos afecta a todos. Por eso entre todos debemos pedirle al Señor por su sucesor, para que tome las riendas con mano firme, sin miedos y sabiendo que este barco necesita patrón. 

         Nos vamos a casa y desayunamos. Hoy hacemos tostadas con mermelada y mantequilla. Como no tenemos tostadora, improvisamos una con la sartén y un poquito de aceite de oliva y hacemos unas tostadas con un poco de pan de sandwich. Y después Karima se va al Centro de reeducación. El día está un poco raro, así que le digo que se lleve mi chubasquero. También le digo que se haga un bocadillo porque ahí no hay donde comer y si quieres comer tienes que andar mucho, además de tener que hacerlo en una galgota, es decir, un lugar donde la limpieza no es lo más cuidado.

         Al final se va y ni se lleva el bocadillo ni se lleva el chubasquero, con lo que va a tener un día bueno... Mejor que no llueva.

         Yo me quedo en casa. Quiero ir al aeropuerto a buscar papel de liar porque ya se me ha acabado. Además quiero reservar esta mañana para hacer mi examen de portugués, ya que todavía no lo he empezado. Quiero pasar a ver a una señora que hace artesanía con telas y bordados, y quiero ver si puede hacer unas fundas de breviario para mis hermanas pobres. Ya hablé con ella y me dijo que le llevara una muestra, así que, como tengo aquí la mía de Perú, se la llevo para que me diga si puede copiar el modelo, pero no está y tengo que dejarlo para otro día.

         Me pongo manos a la obra con el examen de portugués. Me marco los tiempos que la profesora me manda, para no hacer trampas. Hago bien la primera parte de “comprensión lectora”, incluso me sobran diez minutos del tiempo marcado. Paso a la segunda prueba, la “comprensión oral”, pero nada más empezar con la primera audición hay un problema: no está completa. El archivo que me envió está cortado y, como no se puede escuchar hasta el final, no puedo responder a las preguntas que hace. Prefiero parar ahí y enviarle mañana un e-mail para pedirle que me lo envíe de nuevo. Aquí hago un parón porque estoy enganchado a los testimonios de la bula de canonización de Santa Clara. Uno no sale de su asombro cuando los lee.

         Después de comer continuo, pero pronto me quedo dormido hasta que llega Karima con la compra del Shoprite.

         La tarde la pasamos entre la casa antigua y la capilla. Para los salesianos ya somos parte de la comunidad, e incluso nos invitan al rezo del rosario mientras dan un paseo por el centro. No vamos porque tenemos que ducharnos e irnos rápido para cenar y acostarnos pronto. Yo me quedé con las ganas, pero reconozco que aún necesito el papel de las oraciones para no perderme, y como el camino está a oscuras, prefiero declinar... ya habrá más días.

         David viene del Centro de reeducación y me dice que trae un “regalo” para mí. No sé que será, y lo primero que pensé es que había encontrado filtros para el tabaco. Pero cuando abre la mochila me quedo estupefacto: ¡¡es un camaleón!!... En principio lo metemos en una caja para llevarlo a casa, aunque finalmente lo dejo libre en los árboles, donde hay otros camaleones. Es pequeñito pero quiere morder cuando lo coges. Las patas son increíbles, con cinco dedos separados en dos y tres, con unas uñas muy graciosas para agarrarse al árbol y una cola bien larga. Por la noche, antes de irnos, lo coloco en la rama de un árbol y me despido de él. Estará mejor ahí que dentro de la caja.

Más grande que mi mano
El camaleón
Es casi adulto
Aquí con la boca abierta, cuando intenta morderme
Y aquí la suelta... Mejor en el árbol que en casa con nosotros
         No sé si habéis notado los distintos tonos que tiene según las fotos, pero el camaleón es el mismo.

        Después de esto nos vamos a casa. Hoy cenamos pollo. Además, este pollo tiene buena pinta. No parece que lleve meses muerto, como otros que se ven por aquí... y lo hago con cebolla caramelizada, un chorrito de vino blanco y un pelín de agua para la salsa. Luego una ensalada y patatas fritas... y parece que la cena fue un éxito.

         Lo que no fue un éxito fue la conversación posterior acerca de la señora que tiene cogida la medida de Karima. Ya os comenté que no me gustan las personas que piden usando a los niños como cebo para dar más pena. Aquí es común, como en otros sitios, claro. Pero hay una señora que ya se sabe el truco y se pone en la puerta de casa con el bebé, sentada en el suelo, lloviendo y a oscuras. Como ve que la última vez se le dijo que no podíamos ayudarla siempre, ahora viene con el bebé, que debería estar acostado, no en la calle a estas horas. Y cuando ve que estamos a lo nuestro, empieza a llorar con un llanto forzado que se corta cuando hacemos amago de hablar con ella. Cuando habla con nosotros se acaba la pena, pero cuando le decimos que no podemos ayudarla, sigue abajo. La primera vez Karima la ayudó, la segunda también. La tercera le tuvo que decir que se fuera y que ya se había acabado, pero ella no sabía que ya no se podría quitar a la mujer de encima. Y hoy otra vez... Viene en un principio ella sola a pedir. Ella ya sabe que tiene que pedirle a Karima y no a nosotros. Como le dice que no podemos ayudarla, ella se va a casa, pero para volver luego con un bebé en brazos, lo mismo que la otra vez. Ese truco le valió la primera vez, pero hoy no. Son más de las once de la noche y aquí la gente duerme desde las nueve. Pero como ella sabe que nosotros nos acostamos más tarde, viene cuando sabe que todos duermen.

         Entonces tenemos una discusión, porque yo le digo que no me gustan las personas que usan a los niños con estos fines, especialmente a estas horas. Ese niño, de un año más o menos, debe estar en casa durmiendo, no en la calle con su madre sentada en el suelo, pues vive justo al lado nuestro. Ella quiere ayudarla, pero parece no tenerlo claro, y cuando me pide consejo le digo que no lo haga porque la está engañando. Sin embargo, no solo no acepta el consejo, sino que le sienta mal... No entiendo para qué pide consejo, si luego se entabla un debate. Mi primera respuesta es que ella es libre de hacer lo que quiera, solo la estoy avisando, igual que la primera vez, de que ya no se la podrá quitar de encima.

         Nadie mejor que vosotros, los que me conocéis, sabéis lo que son para mí los pobres, pero no los que juegan a ablandar los sentimientos de las personas a costa de los más pequeños. Karima cree que es la última vez que esta señora le tocará la fibra sensible, pero se tendrá que dar cuenta por ella misma. Conozco bien estos casos y sé que suelen terminar en pérdida del control. Al final terminará mandando a la señora a paseo, con malas formas... tiempo al tiempo, y todo por no cortar desde un principio algo que irá creciendo.

         Lo malo no es esto, sino apoyarse en el hecho que de Dios quiere que ayudemos a las personas para ayudar también a esta. Con ese mismo razonamiento, lo mejor es que salgamos a las calles con todo nuestro dinero y nuestra ropa y lo repartamos hasta quedarnos sin nada. Luego de haber ayudado a las personas y quedarnos sin nada, a ver cómo seguimos ayudando.

Yo intento hacerla ver que nosotros estamos ya dando más de lo que podemos, porque estamos dando nuestro tiempo, nuestra vida. Y a la pregunta de qué es dar la vida, mi respuesta es clara: dejar mi tierra, mi casa, mi familia, mis amigos, mis hermanas clarisas, mi grupo de música, mi grupo de catequesis, el Centro Juvenil, las cañas con los amigos, los cafés en el Granada, los viajes por España, descansar en una buena cama, ducharme, poder comer lo que me gusta, andar por la calle sin miedo a que te roben, hablar mi propio idioma todos los días, y muchas cosas más... esto es dar la vida.

Nosotros no estamos aquí para solucionar el mundo, sino para ayudar a solucionarlo... Cuando un fraile muy experimentado en Arenas de San Pedro me dijo estas palabras, me cambió la vida. Yo quería cambiar el mundo en cuatro días, y ahora sé que lo importante es trabajar por el cambio, poner nuestro grano de arena y no deprimirme por no poder hacer el trabajo que le corresponde hacer a las personas que no hacen nada por el prójimo.

         Dentro de unos días creo que tendré que volver a hablaros de esto, cuando la señora vuelva, bebé en mano, a intentar volver a tocar la fibra sensible de Karima.

         Por mi parte, ya hace tiempo que un tal Tomás de Kempis me ayudó a comprender que lo que yo haga por los demás sólo debemos saberlo Dios y yo. Cada cual a sus labores...

         El sábado por la mañana me levanto yo solo para la misa. Remy no quiere ir, y a Karima la he intentado despertar, pero nada. Hoy he ido yo solo y me he topado con que Jesús nos llama a caminar por el camino de la perfección, casi nada. Es fácil amar a nuestros amigos, familiares y conocidos, lo difícil es hacerlo con los que no nos llevamos tan bien. Desde aquí quiero deciros a todos que os quiero...

         Remy y Karima se tienen que ir pronto, así que se hacen unos bocadillos y yo me voy a la boulancherie a conectarme a internet. Después me voy a casa y como a una hora más española de lo habitual, a las dos de la tarde. Me veo una pelicula: Bernardette. Trata de la aparición de la Virgen de Lourdes y está bien. No conocía la historia a fondo... y debo hacerlo, porque para el verano quiero organizar una peregrinación a Lourdes, igual que la última que hicimos a Fátima. Desde aquí te invito desde ya, para que luego no te quedes sin sitio.

         Cuando termina le película llegan mis compañeros de piso, con un regalo precioso: tres camaleones minúsculos. Parece mentira que tengan vida de lo pequeños que son, especialmente el pequeño. Se alimentan de mosquitos, pero este tiene que tener cuidado porque es posible que en una pelea con un mosquito pierda.

Un "peso pesado" dentro de los camaleones
Este es el mediano
Con los dos pequeños
Aquí los tres
         Después vamos a vísperas, pero hoy no hay... no sé porqué. Así que aprovecho para darme una ducha, ese gran lujazo para un europeo en Madagascar.

         Esta noche, igual que el sábado pasado, tenemos fiesta en casa. Incluso nos han prestado una “Wii”... aunque no tenemos tele. Lo vamos a poner con un proyector, así que ya veremos qué tal el invento. Vienen Erika y Eve, así que cenaremos algo (me han pedido tortilla española) y después unas cervezas y unos juegos... No se, porque hoy no estoy yo muy “católico”, así que veremos cómo se plantea la noche. Mañana os contaré.

      Para acabar el día, os contaré que aquí pasan cosas diferentes. Tan pronto estoy rodeado de camaleones del tamaño de mi dedo meñique como viene a comer a casa un personaje de la talla de Zidane. Zinedine Zidane es un ex-jugador del Real Madrid (uno de estos días le cuento mi problema con el club y sus "donaciones" a este proyecto). El es colaborador de la gente de francia, y ayuda desinteresadamente. Aquí pasa desapercibido, lo cual dice que le gusta bastante. Lo malo es que es blanco y tiene los mismos problemas que nosotros, pero dice que la gente no le asalta con los autógrafos. A mí me ha firmado un balón que tenía para el centro y que ahora no sé si dárselo o llevármelo para España.

       No me lo creía cuando me lo dijeron, pero incluso vino a comer a casa... vamos, que uno se viene a Madagascar y se encuentra con el que me hizo tan feliz marcando el famoso golazo de champions. Lo mejor de todo es que me ha dicho que tengo casa en Madrid y en París, dos por falta de una. Ya tengo planes para Junio. Celebra una fiesta para recaudar fondos para la ong y me ha dicho que me quede quince días en su casa... casi nada. 

Con Zidane
Cenando
Y la foto para el recuerdo...
        Os dejo con otra foto de esas que definen bien a un país y a su gente, y que por desgracia, aquí como en Perú, es muy común:


Hasta mañana!

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