Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

miércoles, 27 de febrero de 2013

Capítulo 31. Un día completo.


         Es el segundo día de trabajo en la cárcel y hoy me vuelvo a levantar con ganas de todo... Empezamos por ir a la misa de 6:30, aunque de camino me empiezo a notar algo cansado. Las piernas no tienen fuerza, y es que ayer fue un día muy completo y sin siesta. Pero hoy el día es más completo aún...

         La primera lectura, del profeta Isaías, nos habla en términos que parecen duros o poco entendibles hoy día. Este es el mayor problema de la sociedad actual, que pretende leer entre líneas con el pensamiento y la mentalidad de hoy lo que escribieron hace cerca de 3.000 años. Es lo más retorcido que he visto nunca, y sin embargo lo veo a diario. La gente dice cosas como: “el Dios de la Biblia es intransigente... los profetas tenían mala leche... la Biblia está llena de castigos y maldades...”. Y yo me pregunto si la gente que opina así ha hecho alguna vez el mínimo esfuerzo por comprender que los que escribían aquello lo hacían con una mentalidad basada en un contexto actual, es decir, en un contexto socio-cultural de hace 3.000 años. Me sorprende que esta misma gente no piense que es raro que en el Antiguo Testamento no se hable de electrónica, de biotecnología o de informática, ya que si piensan que las palabras están escritas en un contexto actual, deberían aparecer las cosas actuales también.

         Es la grave falta de muchos que no saben separar el grano de la paja y que se tragan todo conforme viene, sin el menor rigor histórico... claro, que estando acostumbrados al rigor del “Sálvame Deluxe” poco se les puede pedir...

         En fin, que todas esas palabras que dice Isaías, las podríamos resumir en una “transcripción para torpes” que dijese: “haz el bien, no el mal”. Fíjate qué sencillo el resumen de las palabras de Isaías.

         El premio de seguir este consejo es el que nos dice el Salmo 49, y este no hace falta que lo transcriba ni para los torpes, pues lo dice bien clarito: “Al que siga el buen camino le haré ver la salvación de Dios”.

         La miga del asunto viene en el Evangelio de San Mateo (23, 1-12), en el que el mismo Jesús nos dice: “haced lo que ellos dicen, no lo que ellos hacen”, refiriéndose a que lo importante no es quien proclame la palabra de Dios, sino que se cumpla. Si queremos seguir a tal o cual sacerdote (hoy igual que antes), corremos el riesgo de decepcionarnos, pues aunque no lo creas, los sacerdotes son como tú y como yo: son de carne y hueso, son mortales, no tienen poderes ni están exentos de cometer los mismos pecados que tú y que yo... ¿Lo entiendes?. Por eso, lo importante no es seguir al cura, que proclama la Palabra, sino atender a la Palabra misma.

         Esto que hoy día sigue escandalizando, sobre todo a cierto sector que no quiero nombrar porque está demasiado a la izquierda, ya lo sabemos desde hace mucho tiempo. Imagínate que ya nos lo dijo Jesucristo, pues en aquella época, como en esta, algunos escribas o fariseos no daban ejemplo de vida. Si esto te quita la fe, perdona que te diga, es que tu fe no valió nunca nada... Si abandonas al Señor porque has visto un mal ejemplo en el cura de tu parroquia, perdona también, es que no mereces ser seguidor de Cristo, pues eres de los que saltan del barco a la menor señal de alarma.

         Si, por el contrario, aunque el sacerdote de mayor confianza pudiera un día decepcionarte por haberse equivocado, sigues adelante en los caminos del Señor porque entiendes que no podemos hacerle pagar a Él los platos rotos de los demás, es que tu fe vale más que los tesoros del rey Salomón.

         Quiero decirte con esto que existe una manera empírica de comprobar el estado y la calidad de nuestra fe. Nos pasamos los días pidiendo al Señor que nos la aumente, y bien que hacemos, pero si nos preguntan por el termómetro de nuestra fe, lo más que podemos decir es: “no sé”.

         Y yo tengo un buen termómetro... es este que te he contado. ¿Eres de los que se escandaliza porque el cura ha hecho algo malo y reniegas de Dios?... ¿dejarías de ir a una misa celebrada por un sacerdote que ha cometido una grave equivocación?... ¿Cambiarías de parroquia si supieras que en la tuya no van las cosas como debieran?... y la más fácil de todas y el la que se suele caer más... ¿Vas a otra parroquia porque la misa te gusta más que en la tuya?...

Bien, son muchas preguntas, pero todas tienen un sentido, te lo explico:

         Si le das más importancia al cura que a la celebración eucarística es que no has entendido nada. Si dejas de creer en Dios por ello es que no solo no has entendido nada, sino que mejor que sea así, ya que las personas que restan es mejor tenerlas fuera del equipo. Si Cambiarías de parroquia por culpa del cura es que para ti el cura es tu Dios, no Jesucristo. Y, por último, si la misa en tu parroquia te resulta aburrida y vas a otra porque es más amena, es que tú no vas a la misa para celebrar la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, sino que tu intención es desaburrirte un rato y cumplir con una obligación. Es cierto que si para ti es una obligación lo mejor es que la cumplas en un sitio más divertido. Lo mejor sería asistir a la celebración de la misa por la tele mientras comes una bolsa de palomitas y bebes una Coca-Cola.

         Bien, pues este es el termómetro de la fe. Si eres de los que piensan así, es que tu fe está fría como el hielo de la capa más profunda del polo sur.

         Si, por el contrario, asistes a misa sea cual sea la hora, el día, el lugar... si te importa poco si el sacerdote es aburrido o divertido, si se canta o no en la misa, si el cura dice o no homilía... si tu intención es celebrar lo realmente importante, que es a lo que has ido, entonces tu fe está tan calentita que a punto de reventar el termómetro se encuentra.

         Recuerda, no te lo dice un cura, ni un telólogo, ni un docto, ni un sabio... ni siquiera un aficionado. Te lo dice solamente un cristiano que ha comprobado que es más importante la misa, aunque sea en un idioma extraño que no conoces, que cualquier otra cosa que puedas imaginar... pero cuando digo cualquier otra cosa es literalmente cualquier otra cosa... ¿Sabes de algo más importante que pueda hacer un hombre que celebrar la Eucaristía?... sea lo que sea lo que estés pensando, la respuesta es clara: no.

         Pues esta es la reflexión del Evangelio de hoy... casi nada.

         Salimos de misa y vamos a desayunar a la cafetería porque Cedric está acostado en la vieja casa y no podemos usar internet. Allí nos quedamos de piedra porque nada más pedir el desayuno nos dicen que no hay wi-fi, está averiado, pero esperan a decírnoslo cuando tenemos los cafés en la mesa, por si acaso.

         Después nos montamos Karima y yo en el taxi-b porque Remy hoy tiene que ir al Centro de reeducación. Nos ponemos en camino y en un viaje relámpago de casi tres horas estamos en la prisión. No sé si prefiero el “Fórmula 1” o el taxi-b, pero no me importa. Os aseguro que cuando esté en España echaré de menos estos transportes.

         Ya en Antanimora, lo primero es ver a los trabajadores. Siguen pegando martillazos por doquier. Hemos marcado en el suelo un cuadrado para el foso del tanque de captación de agua y ahora tienen que hacerlo a mano. Ya ayer comenté un pie de foto en el que decía que en España esto se considerarían trabajos forzosos. Créeme que cuando digo esto lo hago con conocimiento, pues más de una vez me encontré con el caso de algún trabajador (de esos que siempre dicen que son los mejores del mundo) que no está dispuesto a cumplir con su obligación porque sacar tierra a mano es de la época de los faraones. Ellos tienen unos derechos que hay que respetar y pocos deberes que cumplir, exceptuando el deber de cobrar (que para ellos no es un derecho). Ahora, en épocas de bastante escasez, me cruzo con alguno por la calle que me dice que está dispuesto a hacer lo que sea, y que se conforma con la tercera parte de lo que cobraba en época de “vacas gordas”. Cómo cambia el cuento dependiendo del prisma desde el que se mira, ¿verdad?... las personas que antes estaban cargadas de derechos ahora renuncian a todos con tal de tener trabajo, y las mismas personas que antes te calificaban de tirano por mandarles hacer una excavación manual (en lugares donde es imposible hacerlo a máquina), ahora te dicen que están dispuestos a todo. Aquí, sin embargo, la gente recoge piedras que pesan más que una persona con una sola mano, usan chanclas para trabajar en la obra, los guantes son de piel natural (espero que hayas captado esta ironía), el casco es algo que solo los ricos tienen... y así un largo etcétera. Y las excavaciones se hacen a mano incluso en sitios donde podría hacerlas una máquina, porque esta gente no quiere máquinas que les quiten el poco trabajo que hay... Es la diferencia entre la escasez y la abundancia, y espero que en mi país esta lección haya servido para algo, aunque bien creo que más de uno está esperando la mejora de la situación económica solo pensando en volver a tirarse en la hamaca cuanto antes.

         Parece mentira que yo sea español y que critique tanto a mis paisanos, pero es que la vagancia y la hipocresía no tiene fronteras... eso sí, que todos sepan que me siento orgulloso de ser español. El problema no es España, sino algunos españoles a los que yo mandaba a un país como este para abrir zanjas por una temporada para que aprendan que la vida es algo más que café, copa y puro después de una opípara comida en el restaurante.

         Después de comprobar que todo marcha bien me voy a comer al “Tándem”. Allí están Hèléne, David y Karima porque tienen costumbre de comer antes y porque tienen que hablar sus cosas. Luego me sumo a ellos para comer yo y se queda Karima a esperarme. Pido un “steak au frites”, algo nuevo para mí. Quiero cambiar de aires y pedir algo distinto al “Bol renversé” de siempre, pero el camarero me dice que los steaks se han terminado, así que me trae el bol renversé.

         Karima pidió un banana-split al mismo tiempo que yo la comida, y tardaron exactamente una hora en servirnos, con lo que estábamos a punto de irnos y dejarles colgados. Al cabo de esa hora nos traen la comida y la banana, y le digo al camarero que me traiga otra a mí, ya que viendo la rapidez del servicio, es mejor que la vayan preparando ya. Sin embargo, como para tocar las narices, si la primera banana tardó una hora, la segunda tardó un minuto, con lo que me junté con la comida y el postre a la vez, y es un helado. Así que me tuve que poner a comer a toda velocidad, aunque cuando termino el banana-split está derretido. Me dan ganas de estampárselo al camarero en la cara, pero sería una actitud muy poco cristiana. Eso sí, Karima no para de reir.

         Subimos de nuevo a Antanimora para despedirnos de los chavales y de los trabajadores, y acto seguido nos montamos en el taxi-b para ir a casa. El primer taxi nos lleva, como sabéis, hasta “67 Ha”, donde tomamos el transbordo. Hoy hemos salido antes para evitar los problemas de aglomeración y poder viajar a casa sin inconvenientes, pero parece que el problema es el mismo incluso una hora antes. Todos pasan llenos, así que nos toca esperar.

         Pasamos por un puesto de gorras donde hay un par de señoras muy simpáticas que viven de la venta ambulante. Exactamente hay 52 gorras de buena calidad y otras tantas de esas que nadie quiere. Las buenas cuestan 2.500 Ar, las malas 1.000. Tras un regateo con la madame conseguimos las 52 gorras a un precio de 100.000 Ar. Serán para los chicos de la prisión, aparte de algunas pulseras que tengo que comprar para los que ya tienen gorra. Es una tontería, pero para ellos es un gran detalle.

         Cuando nos ponemos en la cola para coger el transporte, no quiero ni pensar en el tiempo que estaremos esperando a que llegue uno donde quepa gente, y cuando llegue, intentar saltar por encima de los demás para lograr entrar... Este es mi pensamiento, pero me acuerdo en todo momento de los comentarios que hacían las señoras de las gorras y su cara de felicidad. Estaban radiantes y alegres porque jamás pensaron que hoy venderían toda la mercancía de un golpe. Ellas venderán dos o tres al día, si acaso, y nosotros estamos prestos a decirle que no nos den las gracias nosotros, sino a Jesucristo, del cual les digo que “Jésus-Christ est le chemin, la vérité et la vie”, a lo que responden “oui, oui... merci”.

         Y justo en ese momento para un 4x4 flamante junto a nosotros, conducido por un elegante señor que nos hace con la mano un gesto para que subamos. Nos dice que él va a Ivato, y yo me sorprendo de que sepa que nosotros también, aunque más tarde descubro que conoce a Karima de verla en el centro Don Bosco. Es un buen hombre que ha tenido suerte en la vida, pues es el jefe de la policía del aeropuerto, en el control de aduanas.

         Va escuchando una música que dice que es cristiana. El es católico y practicante, y comparte lo que tiene porque de camino para a comprar cosas para su casa, pero también para los pobres que hay en la calle, a los que reparte comida. Los policías de la calle le saludan con respeto, y él nos pide una oración por su hijo enfermo. Nos deja en casa y nos despedimos de él.

         Llegamos a casa y hacemos vísperas con los salesianos, así que aquí acaba el día, pues después vamos a la ducha, a la cena en casa y a la cama, que mañana es otro día.

         Hasta mañana!

1 comentario:

  1. Cuánto tiempo Martín, me alegra contactar de nuevo con vosotros.
    Llevo algunos capítulos de retraso, pero me pondré al día aunque he decirte que las fotos es lo que primero veo y luego me añado pues date prisa que los comentarios son lo mejor ajjajaj.
    Mención especial en este capítulo la Misa, necesito ayuda para este tema ya te lo he comentado en alguna ocasión, si coincido contigo espero charlar sobre ello.
    Comentarte que hecho de menos los videos este año en youtube, por algún motivo especial no subes ninguno? Bueno en cualquier caso, nos tienes superactualizados día a día, qué más podemos pedir.
    Bueno que todavía me quedan algunos más sigo eh.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar