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Con la colaboración del Ayuntamiento de Almendralejo, la coordinación del OFRA-ONG San Francisco y la ayuda de algunos amigos que se han volcado de lleno en este proyecto, se ha logrado llevar a cabo este mercadillo solidario del pantalón.
El trabajo comenzaba con la donación de más de 3.000 pantalones que una empresa que desea permanecer en el anonimato hizo a OFRA-ONG San Francisco. No solo donó el género, sino que incluso lo transportó hasta Almendralejo.
Ahí comenzaba la labor de algunos amigos que trabajan de la mejor de las formas franciscanas: poniendo su mano de obra y su alegría al servicio de los más pobres.
El objetivo era recaudar el dinero necesario para enviar un contenedor con ayuda humanitaria con material que la ONG tiene almacenada en la nave de otro colaborador. Pues bien, este fin de semana llegó la hora de hacer el mercadillo, y ahí estaba este pedazo de equipo. Desde luego, Francisco y Clara estarían tan orgullosos de ellos como yo me sentí por el desinterés y la abnegación que mis amigos demostraron.
El trabajo ha sido duro, no lo niego. También ha sido cansado por los portes, limpieza, gestión de los permisos y publicidad, pega de carteles y la venta en sí. Sin embargo, se puede decir que el mercadillo ha sido un éxito gracias a todos los participantes que se han acercado a comprar los pantalones y a la vez cooperar para hacer un mundo mejor.
Los pantalones se vendían baratos, a 5 euros la unidad. Para hacer una doble vertiente solidaria, y dado que el material era donado, se decidió venderlos a 3 euros para las personas en peor estado social y laboral.
No niego que ha sido un caos: gente entrando y saliendo, los cambios, los horarios, las tallas, la clasificación, los portes.... y un sinfín de cosas más.
No quiero mencionar a ningún colaborador porque todos ellos han trabajado altruistamente, no por reconocimiento alguno.
A todos ellos les doy las gracias por su ayuda. No me han ayudado a mí, sino al pueblo de Almendralejo, dándoles la oportunidad de comprar pantalones baratos en tiempo de crisis. Han ayudado también a los mas necesitados de nuestro pueblo, a un precio super-rebajado. Han ayudado a los niños de Perú para los que van destinados los más de 3.000 libros para la formación de tres bibliotecas en pueblos perdidos de los Andes. Pero sobre todo, han puesto un grano de arena en la construcción del reino de Dios aquí en la tierra.
A los amigos no se les da las gracias. Aún así, yo quiero agradecer la disposición de mis amigos del Centro Juvenil, a los que no son parte de él y a los nuevos cooperantes que hemos conocido y que me han sorprendido gratamente. Siempre hay buena gente dispuesta a echar una mano cuando se necesita, aunque haya otras labores que hacer. Sé que algunos han tenido que modificar su vida, horarios de trabajo, de comidas, turnos de guardia, tareas del hogar o familiares, y aún así han dado todo. La verdad es que eso no sé cómo se agradece. Las palabras se quedan cortas.
Ahora preparo mi próximo viaje. Destino: Madagascar.
Hoy estoy en el Hotel de Barajas y no quería comenzar las nuevas aventuras del peregrino mangurrino sin crear esta entrada de agradecimiento.
A todos: GRACIAS.
Nos vemos en el Peregrino Mangurrino durante los próximos meses.
Gracias por contar con nosotros jeje,no me pude despedir pero ha sido muy grato compartir muchos momentos. Te deseo lo mejor para esta nueva aventura,aprovechala a tope, cuidate mucho.
ResponderEliminarLa verdad que más que un esfuerzo ha sido un auténtico placer poder ayudar en estos tiempos tan difíciles para muchos.De todas formas hay que reconocer que todo estaba muy bien coordinado y preparado por tí, así todo es más fácil.
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