Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

lunes, 28 de enero de 2013

Capitulo 9. Mañana de trabajo, tarde de distendimiento...

         Hoy he amanecido bien. Se puede decir que ya he pasado el periodo de adaptación y ahora vamos a ver si podemos afrontar el trabajo. Una ducha para eliminar todo el sudor de la noche y un buen desayuno después y directos a trabajar.


Remy y Karima se ponen con mi documento mano a mano. Mientras él traduce mis textos, ella los mecanografía al ordenador. Así toda la mañana hasta la hora de comer. Mientras tanto yo he terminado los esquemas y dibujos que me faltaban, con lo que el trabajo de la prisión se puede dar por concluido.

Antes de nada quería dar las gracias al rey Baltasar (por eso de que estamos en África), ya que me ha traído un regalo: una tarjeta de teléfono malgache. Ya tengo un número de teléfono en Madagascar... al menos ya no estoy incomunicado.

Ahora queda pendiente comenzar lo mismo con el Centro de reeducación, que tiene más miga. Es mucho más grande y solo las mediciones necesarias me llevarán una semana al menos. Mañana empezaré con Remy, aunque ya tengo el dibujo hecho del la semana pasada, incluso algunas medidas que tomé con ayuda de David.

Creo que Remy y Karima trabajan más que yo, porque yo me limito a pensar y a poner en el papel lo que pienso, sin embargo ellos tienen que “descifrar” cada una de mis frases, contextualizarlas y, además, buscar en el diccionario o preguntarme por palabras más técnicas como bancada, caudal, arqueta, etc... Después de traducido lo tienen que poner con sus palabras para hacer un nuevo proyecto en francés.... Dios mío, espero que la traducción sea literal. Ya lo dice un dicho italiano: “Traduttore, traditore”... es decir, “traductor traidor”, aunque si le preguntáramos a un italiano nos lo traduciría como “la traducción es una traidora”. Ya dice Vicente Borragán, no sé si le conocéis, que el genio vivo de una lengua queda perdido ya en la primera traducción que de ella se hace. Imaginaos en la segunda, tercera, etc... Este problema ocurría cuando la Biblia se tradujo del hebreo al griego, luego del griego al latín, luego del latín al alemán, luego del alemán al español... dando como fruto una versión totalmente tergiversada que a veces nada tiene que ver con el original. No sé si habrás captado que hablo de protestantismo, aunque algo peor pasa con los testigos de jehová, con los adventistas y con otros tantos. Por eso nosotros usamos Biblias siempre traducidas del original hebreo... bueno, que me voy por los cerros de Úbeda... sigo...

Regateando el precio del viaje
 Después de la mañana de trabajos, traducciones, etc, me dicen Remy y Karima que vayamos a un mercado en Antananarivo a intentar comprar una guitarra para que ella aprenda y luego otras dos más, una para el Centro y otra para la prisión. Salimos temprano, tomamos un taxi y, tras regatear el precio, nos montamos. El viaje es de algo más de media hora de ida, y otro tanto de vuelta. Además, el chófer nos esperará sentado en el coche durante más o menos una hora que tardemos en comprar. Todo esto costará 38.000 Ariarys, es decir, unos 13 €. No sé cuánto costaría esto en España, pero seguro que más o menos lo mismo que la entrada de un piso...

El chófer es muy simpático, aunque no habla mucho... tampoco podríamos hablar mucho con él. Apenas entiende el francés, pero como los nombres de las calles y los mercados, así como los números para hablar de precio, se los ha aprendido bien, nos lleva a donde le pedimos sin mayor problema.
Ves cómo llena el depósito bajo el volante?

Es curioso, pero al parar en una estación de servicio, le dice al dependiente que le eche gasolina, y cual es mi sorpresa cuando se la echa en un recipiente de aceite de esos de cinco litros de Cepsa que lleva dentro del coche, bajo la palanca de cambios. De ese bote sale una manguera que va directa al motor... Vamos, ¡¡menudo depósito de gasolina que tiene el tío...!! ¡¡un depósito de cinco litros!!. Así tendrá que repostar gasolina cada dos o tres horas... Imagino que es el único sistema antirrobo fiable, ya que, como máximo, te roban lo que tengas en la lata.

Por esas callejuelas abarrotadas de gente, todos con sus mercadillos de miles de cosas variopintas, unos descalzos, otros con chanclas, unas con un niño a la espalda, otros empujando un carro con la cabeza cuesta arriba... al final, llegamos al mercado principal. Ya me advirtieron que nada de cámaras ni móviles, pues aquí los robos son despiadados, a plena luz del día y, además, a los blancos más, puesto que llevamos pintado en la frente el símbolo del euro.

En cualquier caso no quiero perder la ocasión de tomar un reportaje gráfico del mercado y me llevo el viejo móvil que tengo. Si me lo roban no será para tanto.
El primer hombre que nos intenta vender algo por la ventana
Pesando el género...
Aunque no lo creáis, detrás de este carro hay un hombre empujando con su cabeza.
Para darse un baño en este río... y eso que no se aprecia bien lo que en verdad hay en él.
Otra típica carnicería
Nos miraba como extrañada la niña...
Nada más bajar del taxi, un Renault 4 de cuando Franco era corneta, empieza la fiesta... se pone a llover de tal manera que nos tenemos que refugiar en una especie de portales y donde se mete todo el mundo a presión para no empaparse. Aquí es raro el que lleva el paraguas encima, y nosotros no íbamos a ser menos. Mira que tengo un chubasquero en la maleta, pero con el calor que hacía quién iba a pensar que el clima iba a cambiar tan radicalmente en cinco minutos.... Total, que no nos mojamos mucho porque nos refugiamos, pero poco después, cuando nos adentramos en el mercado, empieza a apretar de nuevo, y ahí no tenemos cobijo. Nos ponemos como una sopa, y yo me arrepiento de no haber sido precavido, pero cuando miro a Remy con camiseta de tirantes y en chanclas, me digo para mí mismo: “bueno, no es para tanto...”. 

Llega un momento en el que ya me da igual todo. Por mirar a ver si viene un coche meto el pie en un charco hasta los tobillos, y ni siquiera había traído las botas, con lo que me pongo a caminar bajo la lluvia como si no lloviese.

Preguntamos por todas las guitarras del mercado, pero la mayoría son una estafa, por no decir un robo... ¡Como puede ser posible que una guitarra de tan mala calidad cueste hasta 70 €!. ¡¡Si debería costar, por lógica, la mitad de lo que nos cobra el taxista!!... Hay cosas que no tienen lógica alguna.

Buscando guitarras encontramos balones, y como quería comprar un par de ellos para el Centro y para la prisión, regateamos y salen los dos por 28.000 Ariays, es decir, menos de 10 €. Esto sí que es un precio razonable... Uno de ellos es “Spalding”, jeje... bueno, al menos eso pone.

Con cautela echo una foto por aquí, una foto por allá, y me hago con unas poquitas para poder enseñároslas. No son de muy buena calidad, pero menos da una piedra.

Todos estos aparatos están bajo la lluvia protegidos con una lona. ¿Tendrán garantía?
Cualquier fotógrafo de estos que se autodenominan como artistas diría que esta foto la tiró para recoger el momento más íntimo de la pobreza humana, y lo habría titulado: "Mujer caminando con niño a cuestas sobre fondo de muro de adobe".... Yo la llamo: "Una foto que tiré sin querer desde la ventanilla del Renault 4 y que salió bien de chorra"
"Trabajador del campo posando con su carga sobre la cabeza en actitud meditativa"... O mejor dicho: otra foto como la anterior, que salió bien por casualidad. Es lo que tiene disparar mil fotos, que algunas salen buenas.
¿Hay algo en esta foto que os resulte familiar?
Regresamos a casa pronto porque las guitarras han sido un camelo, y de camino pasamos por un mercadillo artesanal. Le decimos al chófer que pare, lo que nos costará solo 2.000 Ar más. En el mercado Karima se compra su soñado djembé, mientras yo echo algún vistazo para ver qué llevo para España. Me reservo el derecho de la sorpresa, así que no me preguntéis nada acerca de qué he hecho o si he comprado algo...
Karima con su nuevo djembé

Vuelta a casa me encuentro con una estampa muy triste. Primero son los mercaderes ambulantes que aprovechan el intenso tráfico para intentar vender a los que viajan en taxi por la ventanilla. Me dicen que hay que decirles: “Chess”... y así se van, pero ni chés ni chás... por más que se lo digo no dejan de seguir al coche.

Termina uno y empieza otro. Es como si tuviesen un pacto de kilometraje, es decir, que cada cual tiene un punto de inicio y un punto de finalización de su venta.

Pero lo peor no es esto, sino ver cómo un niño se pone a correr paralelo al coche con la mano puesta en la manilla de la puerta. Lloviendo, descalzo y gritando en su idioma: ”una limosna, por favor...”. Esto me parte el alma, porque el chiquillo no tendrá más de siete u ocho años... Me dicen que no le de nada, porque no hay que acostumbrarlos a eso, ya que luego no hay quien te los quite de encima. Sin embargo, el chico se puede haber hecho cinco kilómetros corriendo hasta que, en un momento dado, le perdimos. El chófer está tan acostumbrado que incluso se mete en el arcén o toma los desvíos con toda tranquilidad, sin preocuparse por el chico, como intuyendo que el chaval está tan acostumbrado que sabe cuidarse bien.
El testarudo chaval que consiguió su botín
Un rato más adelante, en otro pequeño embotellamiento, mi sorpresa es mayúscula cuando el chico vuelve a ponerse a la par del coche... nos había estado siguiendo desde lo lejos, sin dejar de correr aunque el coche iba más rápido que él. Sin embargo él sabía que más adelante iríamos más despacio y nos volvería a coger.

Karima le da algo, no sé qué... pero me dice que nunca les de dinero. Automáticamente, el chico nos deja con la satisfacción del deber cumplido: ha conseguido que le demos algo a fuerza de intentarlo.

No hace más que dejarnos cuando, de repente, aparece una niña más pequeña que el niño anterior. Es preciosa, con una cara muy linda, y saben muy bien qué expresión poner para dar pena. Su estrategia será la misma que la del chico. Va descalza y corre también agarrada de la manilla de la puerta. Ellos saben que no deben abrir la puerta, porque no les está permitido, pero no la soltarían ni aunque terminasen siendo arrastrados por el coche.
No me digáis que no es una pena ver esto... menos mal que no la vísteis en directo.
Finalmente, otra vez Karima, le da un bolígrafo y, automáticamente, la niña se desvía del rumbo para apartarse en el arcén a disfrutar de su botín. Me dicen que aquí se pirran por los bolis, y más los niños. Daos cuenta de la escala de valores de esta gente... si la comparamos con la nuestra, si pensamos en qué nos diría un niño si le regalamos un boli, nos daremos cuenta de la realidad de este país. Creo que el oto día fui explícito y no hará falta que os diga que un niño español nos clavaría el bolígrafo en la espalda en cuanto nos girásemos.

Bueno, una vez llegamos a casa me doy cuenta de que mi descuido al no llevarme ropa de lluvia me va a costar recaer de nuevo... ya me siento un poco regular. Karima también está tocada, sin embargo, Remy está como el que se acaba de levantar de la cama, más fresco que una lechuga.

Ya en casa teníamos pensado comprar una pizza, pero como no la sirven a domicilio, van por ella mientras yo me cambio un poco.

Cuando regresan nos comemos las pizzas. Están buenísimas y caen rápido con un poco de Coca-Cola. Y es justo entonces cuando comienza a contarnos su historia Karima. El otro día conté yo la mía, con Remy como traductor... hoy le toca a ella.

Es curioso ver cómo aquí estamos reunidos unos cuantos, cada uno de un lugar del mundo, unos de Francia, otos de Túnez, otros de España... y todos tenemos una historia que contar, un pasado más o menos difícil.... y todos estamos aquí haciendo un mismo trabajo: aplicar el Evangelio a nuestras vidas y a las vidas de estos pobres niños... Es curioso ver cómo Dios tiene sus planes. Si me dijeran que iba a estar aquí hace unos meses no me lo habría creído, sin embargo, no llevo aquí una semana y me siento como en mi propia casa.

Desde aquí doy las gracias a Hèléne y a David por abrirme las puertas de su casa de par en par, sin problemas y con tal confianza desde el primer día que incluso tengo las llaves y se van dejándome solo... Son las cosas de Dios... desde luego, quien sirve a Dios y se fía de su providencia no se ve defraudado nunca por Él. Y eso es lo que me está pasando aquí...

En fin, que acaba el día con una historia más, la de Karima... esperaremos a las del resto... mientras tanto ya estamos preparando el plan de mañana. Y mientras os escribo esto, los demás siguen en sus labores de traducción, y de vez en cuanto me interrumpen para preguntarme qué es el caudal, o que les recuerde qué era una arqueta... Ahora mismo que estoy acabando, me pregunta Remy que qué significa la frase: “para conseguir los fines contenidos en este proyecto”... y una vez que se lo acabo de explicar, concluyo la crónica de este día. Me despido de vosotros y mañana os contaré si mis sospechas de haber recaído eran ciertas o no.

 Os dejo alguna foto más y me despido.

Mercadillo callejero
No es recomendable, pero te puedes hacer hasta un tatoo....
Que descanséis.... hasta mañana!!









































2 comentarios:

  1. Cuantas cosas sencillas nos comentas, parecen de otro mundo, pero están ahí, más cerca de lo que pensamos y más ahora con la actual situación.

    Otro potingue please y ya mismito, porque como lo demores no te vas a mejorar jajaja; has visto que bien te pones cuando te cuidas un poco, pues ánimo y a estar superbien.

    Las fotos son un reflejo de la situación que vivís en el directo, por más que lo comentemos no nos podemos hacer una idea real, nos sobrepasa o al menos a mi.

    Me gusta la actitud del chico travieso, quizás algo arriesgada, pero consiguió lo que quiso; quién dijo que fuera fácil tener algo, acaso algo en el día a día es demasiado fácil; pues él lo consiguió y mereció la pena ver su cara al haber obtenido su recompensa. Que nunca nos flaqueen las fuerzas o al menos lo intentemos.

    Vaya equipos de música y televisores que hay en la tienda, jo los últimos modelos. Nosotros tenemos la tecnología casi a la orden del día, tengo una tv normal, pero quiero una de plasma; tengo un teléfono normal, pero quiero uno con internet....

    No queremos ser menos, queremos vivir al día y por ello no pensamos en lo afortunados que somos, de momento tan sólo pedimos y lo obtenemos; enséñanos Señor a valorar todas cuantas cosas se nos presentan en nuestro camino, las buenas y las no tan buenas.

    Buenas, un abrazo desde tierras extremeñas.

    ResponderEliminar
  2. Martín he visto tu proyecto y quedé admirado por la situación, en algunos casos bastantes parecidas a lugares periféricos de mi ciudad, te felicito por la labor conjunta con Keny, David y alguna que se me escapa, ahora mismo mi trabajo no me deja dar el apoyo necesario a OFRA empero debo decirte que trataré de manifestar esta obra con algunos amigos y contactos. Adelante y gracias por el servicio humanitario y social. Saludos y toda la energía positiva

    ResponderEliminar