Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

miércoles, 23 de enero de 2013

Capítulo 4. Un día raro.


     Esta mañana también me costó levantarme, aunque lo hice rápidamente para no quedarme dormido, ya que se celebra la Eucaristía en el Centro Salesiano y, aunque es en malgache, quiero ir por Sor Faustina. Anoche me envió un mensaje mi hermana para darme la noticia de su trágica muerte, la cual me sentó como un jarro de agua fría. Ya estaba en la cama para dormirme. Recuerdo perfectamente la hora de la noticia, era la una y trece minutos de la madrugada. Desde ese momento se acabó el sueño y toda la noche he estado de acá para allá. Por más que lo pienso no puedo encajarlo.

         A misa fuimos Karima, Remy y yo, y cuando llegamos me sorprendí porque la Iglesia estaba abarrotada, y no es pequeña. Nos sentamos atrás, y el que me dio la información se equivocó, porque me dijo que empezaba a las 6:30, sin embargo, cuando llegamos puntuales a esa hora el sacerdote ya estaba en la liturgia eucarística. Me dicen mis amigos que las misas malgaches duran más de una hora, así que debió empezar a las 6:00 de la mañana.

         Da igual, porque no entiendo la misa, así que con las lecturas del día la celebro yo por mi cuenta. De todos modos, la estructura de la Eucaristía es la misma en todo el mundo, así que no estoy perdido en ningún momento.

         Terminada la Eucaristía, regreso a casa a desayunar. Hoy hay café con leche con dos rebanadas de pan, mermelada y mantequilla, un desayuno muy español. Después del desayuno, sobre las 7:00 (las 5:00 en España), escribo una reflexión dedicada a la hermana Faustina. La transcribo:

Hace tan poco tiempo que se fue Sor María que aún me parece mentira que ayer falleciera nuestra querida hermana Sor Faustina. Todavía no he podido asimilar la noticia de su muerte.

Me da mucha pena estar a tanta distancia del convento, aunque las hermanas saben que sigo estando tan cercano como cuando estaba en Almendralejo. En estos difíciles momentos me gustaría estar allí para acompañarlas, aunque sé que no están solas.

De Sor Faustina no puedo decir nada que los allegados del Convento no sepan. Ella dio su vida entera por Cristo, sin reservas.

"Ama totalmente a quien totalmente se entregó por amor", dice una canción. Ella lo hizo muy bien y amó con cuerpo y alma al Señor desde la clausura, desde bien joven. Sin duda esa entrega tiene hoy su recompensa y el Señor la tiene en sus manos.

Todavía la estoy viendo abrir la puerta del convento cuando llamamos, y cuando regrese me parecerá mentira saber que nunca más me volverá a abrir. Ella y el Señor saben lo que la voy a echar de menos, pero sin embargo, los que confiamos en el Señor debemos estar por encima del dolor humano, ya que sabemos que ahora disfruta de su presencia. Ahora ella y Sor María están juntas en la dimensión de Dios.

Sus bonitos ojos azules, su forma de hablar y su sabiduría hacían que una conversación con ella fuese de lo más agradable y no había prisa por terminar. Siempre tenía palabras de amor, de respeto hacia los demás, y sobre todo de alabanzas al Señor.

Esta mañana a las 6:00 de la mañana se la presentaba al Señor en la Eucaristía del Centro Salesiano de Madagascar, celebrada en Malgache. No entendí nada, pero no hacía falta porque solo pensaba en ella.

Ese es mi regalo de despedida para ti, Faustina, una misa celebrada en malgache. Es lo único que desde la distancia puedo hacer por ti. Sin embargo, el valor de una Eucaristía ofrecida es mucho más grande que cualquier otro regalo. 

Te pido que desde el cielo veles por nosotros, por el Centro Juvenil y por las hermanas que quedan aquí, para que Dios nos proteja y nos siga haciendo crecer en el Espíritu.

Desde Madagascar me despido de tí, aunque debes saber que no hacen falta despedidas porque tú estarás siempre conmigo.

Tu hermano Martín.
        
A primera hora, cada cual se va a sus tareas, y yo me quedo solo en casa para empezar a trabajar en los documentos que tengo que hacer para la ONG francesa, para que tengan una documentación útil para la financiación y para hacer algún plano esquemático lo más rápido que pueda. Sin embargo, a las 12:00 el cansancio puede conmigo, y entre eso y la cabeza que no para de dar vueltas por el tema de Sor Faustina me voy a dar una vuelta. Así, de paso, buscaré algún almacén de juguetes para los chicos de la prisión y del centro de reeducación y compraré verduras, que hacen falta.

Las explicaciones que me da David acerca la ubicación de un almacén chino que seguramente tiene de todo. Una calle hasta el final y luego a la derecha hasta el final también. Con estas explicaciones es difícil perderse. Lo malo es que cada una de las dos calles se tarda en recorrer más de quince minutos, con lo que se va media hora en el trayecto. Llego al almacén sin problemas, por unas calles llenas de mercadillos ambulantes que resultan ser permanentes. Paso por una pequeña tienda de juguetes, le pregunto al chico y no hay forma de comunicarme con él. Aquí hay dos monedas, el Ariary y el Franco Malgache. Resulta que tengo aprendida la conversión de euros a ariarys, pero los francos malgaches no los domino, y no tengo. Puedes pagar con ambas monedas, pero un ariary equivale a cinco francos malgaches y el precio cambia, así que hay que tener cuidado porque a los extranjeros les pueden decir que un producto cuesta 5.000 y si le pagas en ariarys le estás pagando cinco veces más, ya que son 5.000 francos malgaches. Todos dan el precio en francos, unos en francés, otros en malgache. Cuando es en francés puedo incluso regatear pero cuando es en malgache me limito a hacer un gesto de despedida con la mano y mostrar una bonita sonrisa.

Mercados a derecha y a  izquierdea

Frutas
 Las calles están plagadas de gente vendiendo todo tipo de cosas, hasta las más inverosímiles. Unos venden móviles usados, otros pedales de bicicleta, otros solo venden plátanos y otros productos típicos que no comería ni encadenado. La higiene brilla, ya sabéis porqué... las carnicerías tienen el género encima de una piedra, al aire libre y con el polvo pegado. Existen unos “locales” donde sirven una especie de sopa en una taza, siendo esta taza la misma para todos. No puedo más que asombrarme cada vez que miro hacia uno u otro lado, y cuando quiero darme cuenta, estoy en el almacén. Resulta ser una decepción, primero porque hay cuatro juguetes, y segundo porque los precios son más altos que los europeos... me huele mal... y me voy.

Vendiendo recargas de móvil
Desando lo andado con cuidado, porque me advirtieron que no saque la cámara en público, ya que puede haber problemas si me la ven. Echo algunas fotos con el móvil medio escondido, pero no quiero arriesgarme mucho, así que hoy hay poca documentación gráfica. Luego lo pensé mejor y saqué la cámara, ya que algunas fotos eran interesantísimas, sobre todo las costumbres de la gente, pero cuando voy a echar la primera foto me doy cuenta de que he dejado la tarjeta de memoria dentro del ordenador... ahora todos han visto mi cámara de la forma más tonta posible, vamos, que parece que la he sacado solo para enseñarla.... la recojo, vistazo a la izquierda, vistazo a la derecha y para casa...

Antes tengo que comprar varias cosas para comer: plátanos, cebollas, pepinos, una piña, tomates, manzanas, peras, etc. No sé si me han engañado, lo único que sé es que traigo siete u ocho kilos entre fruta y verdura y me he gastado unos tres euros.

Al llegar a casa, las bolsas de plástico, que son de primera clalidad, se rompen todas, primero la de la piña, claro. Si no es por unos chicos que me ayudan a recoger todo lo habría dejado en el suelo. Cuando saco el móvil para hacerles una foto solo les faltaba pegarse de puños, porque pensaban que lo que iba a sacar era dinero para dárselo... cuando les digo “foto, foto”, la mitad se va cabizbajo.... así y todo, algunos se quedan y los fotografío.

Los buenos samaritanos
Cuando llego están ya David y Hèléne con la comida hecha: arroz blanco y verduras. David, que está al tanto del blog, me gasta una broma... me dice: “tenemos pasta para comer, ¿te gusta?”... luego resultó ser arroz... Eso sí, para cenar había sopa con pasta, aunque la mejor sopa que he comido en mi vida. Abrimos el lomo ibérico y rápidamente se acabó... Luego un poco de pepino con salsa de algo. Entre tanto, se coló una boa constrictor en el comedor y tuve que armarme de valor para cazarla... aquí os dejo un documento gráfico. Espero que no os den miedo las culebras, pues esta tiene una cara terrible.

Si me descuido me rodea y me asfixia.... menos mal que estuve rápido.
La Virgen con el Niño
Hoy, no sé porqué, tenía diarrea. No sé si por el agua, si por algo que he comido o si por los nervios. Por la tarde estaba tan cansado, y tenía tanta acumulación desde el viaje, entre acostarme tarde y madrugar tanto, que me acosté la siesta y me levanté a las 19:00 horas. A esa hora fui a la capilla, totalmente vacía, para hacer un ratito de oración por la hermana Faustina, ya que en ese preciso momento estaba siendo enterrada en Almendralejo.

Después vamos a la cena, cuyo menú ya sabéis... un rato escribiendo y aquí acaba un día raro, un día de fatiga acumulada y de tristeza que acabó. Mañana será otro día. Solo le pido al Señor que tenga a Faustina en su Gloria, y a ella que interceda por mí para que mi trabajo aquí lo haga lo mejor posible.


La capilla del Centro Salesiano
Os dejo algunas fotos de los animalitos que he podido fotografiar de momento. No son muchos, pero son bonitos.


 


Hasta mañana!

3 comentarios:

  1. ¡Una boa, pues si parece una lagartija¡ ¡Menudo valiente!

    ResponderEliminar
  2. pero dentro de un par de años ya te diré!!... jeje... quizás me la lleve en la maleta pallá!!

    ResponderEliminar