Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

martes, 10 de abril de 2012

HOY LLEGAN JOSELY Y LA GRIPE...


        Hoy tengo que hacer muchas cosas, para empezar tengo que cambiar el dinero último que me llegó, que está en dólares y necesito soles. Después tengo que cambiar los zapatos equivocados de sexo y de número. Tengo que hablar con Diógenes para comentarle el asunto de la beca alemana para un estudiante de Chacha. También hay que enviar las bisagras por combi a Granada, comprar la Biblia para la señora de Granada que la ha encargado y recoger algún regalo de la tienda... Todo esto mientras espero a Josely, que dice que llegará por la tarde, así que tendré que viajar mañana a Granada.

         Prácticamente hago todo lo que me propongo, menos hablar con Diógenes, que está reunido toda la mañana, asi que habrá que hacerle una nueva visita.

         Esta mañana he tenido una nueva sorpresa al enterarme que la niña Llanely no es de Chota, sino de Cheto... la diferencia es abismal, pues mientras Chota está a 10 horas de viaje, Cheto está a menos de dos horas. Con razón decían Monseñor y Antonio que no podía ser, pero ahí estaba escrito... Ya con el nombre de los padres, con la dirección y la localidad correcta, será más fácil localizarla... El Obispo de Chota ya no me podrá ayudar, sin embargo, las casualidades de la vida hacen que Juan de Dios esté esta mañana por aquí. Ha desayunado en el Obispado, y después de contarle el asunto, porque ya lo conocía, resulta que me dice que Cheto es un pueblo que asiste él como párroco... me quedé de piedra. Hace un par de llamadas y localiza rápido a una persona que conoce al padre... nos dice que es el pastor de la Iglesia pentecostal de Cheto... casi nada. Eso es una secta, así que habrá que andar con ojo... sin embargo, eso no quita para ayudar a esta familia, en caso de que acepten la ayuda... No me extrañaría que no la aceptaran después de ver la estampida sin dejar rastro, cuando sabían que estaba pendiente de darles una respuesta para la curación de su hija en España.

         Hoy no puedo hacer más, pero Luisa, la carismática, me ha dado otra idea, que es llamar a Dorila, la presidenta de la asociación de la Iglesia de Burgos, que es asistenta social y también viaja por Cheto. Se le ocurre al pensar que esa niña, seguramente, habrá tenido que ir al centro médico de Cheto alguna vez... y allí podremos localizar a la madre. El problema es que no tenemos el teléfono de Dorila y nadie me lo puede dar...

         La mañana se va en todos estos quehaceres, y después llega la hora de comer. Hoy no estoy yo muy “perrunillero”... no sé qué me pasa, pero me duelen un poco las articulaciones y tengo algo de frío...

Un nuevo plato que cocinó Juanita, y cuyo nombre no recuerdo... parecen pimientos, pero no lo son.
         Terminamos de comer y voy al Café Fusiones, porque me llama Diego Isidoro para decirme que está allí con Josely... tardo cinco minutos en llegar, y por el camino busco el teléfono de la hermana Katy Piedehierro para pedirle el teléfono de Dorila, pero por más que llamo no me da señal. Cuando las cosas se ponen mal, se ponen mal... En esto, que estando en la misma puerta del Café, vuelvo a hacer un último intento, pero nada... y de repente, allí está Katy, tomando un café con Diego y Josely. Le quiero explicar esa típica excusa de “te estaba llamando ahora mismo”... pero siempre suena a mentira, así que decido mostrarle que, efectivamente, no da señal su “celular”. Resulta que tengo mal el número, así que ya podía llamar...

         Para que veas cómo son las cosas, le digo que la estaba llamando para pedirle el teléfono de Dorila, pero entre presentaciones de Josely y Antonio, y saludar a Diego, se me pasa y al final nos fuimos todos y yo me quedé de nuevo sin el teléfono de Dorila. Como sé que el teléfono lo voy a tener cuando Dios quiera que lo tenga, me voy tranquilo pensando que, seguramente, no era el momento de llamarla... Cuando sea el momento propicio, Dios pondrá el número en mis manos... seguro.

         Josely es un tipo jovial, alegre y de los que parece que le gusta llevar las riendas de los asuntos... da la impresión de saber lo que quiere... jeje, aunque a veces se equivoque...

         Me comenta el proyecto que quiere hacer en Cajamarca. Lo cierto es que el proyecto es muy bonito y duradero. Se trata de construir un seminario de unos 2.500 m², para lo cual ya tiene el proyecto, el terreno y casi la licencia de obras. La construcción durará dos años, y necesita alguien que dirija los trabajos... incluso me propone pagarme un sueldo. Qué cosas, me vengo de misionero y me sale un trabajo... Es para pensárselo, porque con la que está cayendo en mi querido país, gracias a un presidente cejudo que tiró por la borda hasta la misma borda, el panorama allí no es muy halagüeño...

         Ya os contaré los pormenores, las decisiones y de qué dependen las decisiones... O no...

         El caso es que viendo los planos, la obra y el proyecto es apetecible, ya que sería una especie de combinación entre mi profesión y mi pasión recién descubierta: la misión.

Antes de proseguir su viaje a Mendoza
         Del café Fusiones me voy al Obispado a dejar el ordenador, aunque ya empiezo a sentirme un poco mal... tengo escalofríos, me duele un poco la cabeza y las articulaciones. También ando con el vientre suelto, pero me resisto a tomar un Fortasec... seguro que mi madre me diría lo tonto que estoy por no tomar medicinas. Sin embargo, no lo tomo y me aguanto así... mis motivos tengo... Igual me pasa con el paracetamol...

         No obstante, después de misa de siete, paso por la farmacia para comprar un antigripal, por si acaso me da fuerte mañana en Granada... Allí no hay farmacias ni nada similar... Prefiero no arriesgar, y aunque seguramente no tome nada, prefiero llevármelo por si acaso.

         En la farmacia voy a comprar un antigripal que me aconseja Luisa, pero me dice la farmacéutica que ya no se fabrica, que hay unas pastillas para eso que se llaman Dayflu. En la vida había oído tal nombre... pero es como nuestro Frenadol.

         En un momento dado me pregunta cuántos comprimidos quiero... y yo le digo que con una caja basta, ¡¡vaya pregunta!!. La respuesta me deja perplejo, ya que la caja tiene 100 comprimidos y cuesta 70 soles. Preguntada por si los venden por unidades, me dice que claro que sí, que de qué otra forma me pensaba que se vendían...

         Resulta que lo que en España llevamos unos pocos meses intentando implantar, aquí se hace desde siempre... uno compra en la farmacia la cantidad de medicamentos que necesita, ni más ni menos. Y si necesitas más, los compras... Mientras tanto, en España, el espíritu derrochador al que nos tenía acostumbrado un tipo con bigotes de pico sobre los ojos, hacía que para tomar una pastilla de paracetamol, tenías que comprar una caja completa... el resto se tiraba o se dejaba perdido mientras caducaba.

         Claro, como los medicamentos con receta los paga el Estado, para qué vamos a preocuparos en guardar los medicamentos... se compra otra caja y punto... para eso los médicos están prestos a recetar a discreción.

         De siempre se ha dicho que la mejor lotería es la economía... y mientras nosotros explotábamos nuestros nuevos derechos “merecidos”, otros procuraban guardar un poco para mañana... Hoy, el resultado es un país en ruina, más en bancarrota que el ayuntamiento de Marbella... y ahora es el momento de arreglar el desaguisado por parte de unos y protestar por la rabia que da tener que dejar de tener algún derecho que, por otra parte, no nos correspondía por ética.

         Hoy he visto una frase de una tal Emile H. Gauvreay, que dice así:

         “Hemos construido un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan...”

         Vamos, casi nada... Se podría decir que esta frase resume al dedillo la personalidad de una persona de clase media española... Muchos no tienen para pagar sus deudas, sin embargo el Mercedes Clase C lo tienen metido en el garaje. Hoy son pocos los que pueden vivir sin la Play Station, las clases de Paddle, los clubes de tenis, las salidas domingueras a conocer sitios nuevos, las clases de hípica, los fines de semana de hotel, las copitas y las risitas, el coche de viajar y el de diario, la casita de campo, el viajecito a Matalascañas, las vacaciones en la Costa del Sol, los Levi´s, las Blackberry, los Ipods o las tablets, los e-books, las Ray-ban o la cena fuera de casa ya que hoy es un día especial...

Eso sí... trabajar, lo que se dice trabajar, poco o nada. Los trabajos tienen que ser en puestos limpios, donde no se manejen cargas o se toquen cosas sucias, controlados por los sindicatos, no sea que tengas que hacer fotocopias y no te corresponda tal humillación... Los trabajos tienen que poder hacerse sentados, por supuesto, con una silla ergonómica y conexión a internet... con derecho a salir media hora por las mañanas a desayunar y tres veces a echar el cigarrito. También es necesario el derecho a llevarte para casa folios de tu empresa, fotocopiar los libros cuando el jefe no esté, hacer trabajos por tu cuenta usando las instalaciones de la empresa y gastando los días por “asuntos propios” que legalmente nos corresponden, amén de nuestros propios días tomados bajo la forma de baja laboral fingida con la complicidad inocente de un médico que no es adivino para saber que el “enfermo” está sano... Eso sin contar las llamadas a casa, las descargas de internet, el pequeño cactus sobre la pantalla del ordenador, trabajar junto a una ventana para poder mirar, porque es anticonstitucional trabajar “sin vistas”... ¡¡¡Qué vidorra!!!... Si se estaba mejor trabajando que en casa... y encima te pagan.

Y por supuesto: ¡El campo para los camperos...!

         Así nos ha ido... Creo que nuestros abuelos también tenían todas estas cosas y estos derechos. De hecho, creo que llegaron a viejos gracias a eso.

         No quisiera meter a todos en el mismo saco, desde luego... no sea que me digan (porque siempre salta quien es perfecto en su trabajo y nunca hace cosas indebidas) que generalizo... por ello, diré que sólo el 99% de las personas actuaban así. No todos...

         Bueno, como tengo la gripe no tengo más ganas de seguir escribiendo, pero espero acordarme otro día para terminar de decir unas cuantas cosas más de la calidad de vida española, merecida solo por currantes de verdad que levantan (o lo intentan) el país, y que sin embargo, no saben qué es una pantalla LED. Mientras, otros viven a remolque de esos pobres trabajadores que madrugan, comen fuera de casa y duermen tarde para sacar adelante a sus familias... Otros se levantan a las 11:00, ejercen su derecho a no trabajar y piensan que la palabra “cotizar” significa “hacer cotos”.

         Por cierto, el gato está totalmente domesticado y ya no se quiere separar de mí...




         Hasta mañana!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario