Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

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Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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jueves, 2 de mayo de 2013

Capitulo 4. Preparativos, Franciscanas y crítica a mis hermanos en la fe.


A petición de una amiga que sigue mis aventuras y a la que tengo un gran aprecio por su compañía, su cooperación y por los ánimos que me da, he cambiado el título del capítulo 3. Ya que pedía opinión porque no se me ocurría, pasa a llamarse “Comienzo del gran baile...”. Me gusta... Gracias!!

Bien... esta mañana me levanté de nuevo más temprano de la cuenta, así que aproveché para pegarme una buena ducha y despejarme, sin tener muy claro cual es el plan de hoy. Tengo tantas cosas que hacer que casi estoy bloqueado... no sé muy bien por dónde empezar, así que necesito esa ducha para despejarme.

Y bien que me despejé, porque no me acordaba del año pasado que el agua de la ducha proviene de un termo, el cual tiene una capacidad... y cuando se acaba el agua caliente, sale de pronto un chorrazo de agua helada que hace que abra los ojos como una lechuza, no atinando a buscar el grifo para cerrarlo porque me pilló con los ojos enjabonados... y entonces, cuando localizo el grifo, empiezo a bailar y a tiritar de frío mientras busco la toalla y salgo a trompicones... Bien podría haber puesto el título de antes a esta entrada, pues salí de la ducha dando brincos... solo me faltaba la música. ¡¡Qué mal rato!!... La verdad es que después de esto uno sale totalmente despejado, sin sueño y sin sensación de cansancio... Recomendaría este método para las mañanas de bajón, pero no sé si es del todo bueno... prueba y me dices...

Tras esta desagradable experiencia matutina, me pongo la ropa y bajo a desayunar. Ahí está mi amiga Juanita, a la cual da gusto saludarla por las mañanas por la forma de hablar que tiene, como la de las telenovelas...

A las 9:00 he quedado con Karima y Remy para ir a ver a un señor en compañía de Luisa, la carismática que trabaja en el Obispado. Ella es el contacto de enlace que nos presentará. El motivo de la visita es establecer contacto con el gerente del orfanato, para ver cómo podemos organizar visitas a los niños para acompañarles, ponerles películas y darles regalos y material escolar. Llegamos a lo que se llama “Centro Promotores”, pero el director nos cuenta la historia del Centro y que el orfanato es un proyecto de futuro, no actual. Vamos, que no hay niños a los que visitar. Aprovecha para presentarme los proyectos que tiene en mente, pues aquí todos te presentan sus proyectos para ver qué puedes hacer... como siempre, lo más necesario es: te dejo que lo averigües...

Resulta que el Centro es una creación de la Iglesia Católica fundado en 1976, y que se creó para apoyar a la gente pobre, de modo que hacen un servicio integral de asistencia a las personas necesitadas, desde albergar a personas sin techo hasta acoger a niños huérfanos, pasando por comedor social, asistencia social y psicológica, asesoramiento en materia jurídica, del campo y de prevención de enfermedades, atención a adolescentes embarazadas, formación en materia de técnicas laborales, agrícolas y ganaderas y, como no, acompañamiento a las personas que sufren de soledad, abandono o rechazo. Vamos, casi nada... para que luego digan que la Iglesia Católica no está con el que sufre... Aquí querría ver yo a esos críticos que hablan y hablan sin saber, aquí querría yo verlos como voluntarios ayudando y dando algo de su tiempo por los demás, pero claro, es más fácil criticar desde la butaca acolchada a través de facebook o twitter. Yo mandaría para acá a más de uno de esos, para que sepan lo que es doblar el espinazo haciendo algo más productivo que teclear. Pero este comportamiento no es por culpa de estos pobres catetos, sino que su analfabetismo ideológico se debe al lavado selectivo de cerebros al que nos han tenido sometidos por muchos años en España. Ese lavado que consiste en hacer creer que el progresismo está relacionado con la auto-satisfacción personal, con el narcisismo y el hedonismo... Esta ideología, mal denominada “de izquierdas”, ha hecho mucho daño en las personas que tienen la personalidad a ras del suelo y que no son capaces de pensar por sí mismos, comparar las noticias, experimentar la veracidad de las afirmaciones gratuitas, creer en algo más de lo que le inyecta el cuarto poder... ¡Qué pena!.

Y pensar que todavía creen que la libertad pasa por tener lo que uno quiere, cuando quiere y como quiere... Pero lo peor no es eso, sino creer que algún político con pelo en la barba y sin pelo en la cabeza se lo puede ofrecer... Claro que a los otros barbudos les diría eso de: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar...”.

         Entre rubalcadas, gordilladas y zapatadas tenemos un buen escaparate desde el que en otros países, menos ricos pero más estables ideológicamente, ven el ejemplo de lo que ellos no quieren ser... No, si al final va a ser cierto eso de que nuestros errores van a venir bien a otros para saber qué no hacer... Pero claro está, ¡¡viva España y algunos españoles!!.

         Bueno, antes de seguir me refería más a la política social que a la económica. Para mí es mucho más importante, aunque hoy en mi querido país todo se basa en el dios dinero: si hay dinero, subvenciones y derechos por doquier, todos contentos... Si, por el contrario escribimos “habemos bisto un vurro” en lugar de “hemos visto un burro”, no pasa nada... es algo que no parece importar. Incluso algunos dirían que es progresista y todo...

         Bien, estaba contando la verdad de lo que la Iglesia Católica hace por los pobres, resumido en un pequeño foco representativo de lo que hay en todos los países del mundo, y financiado por la Iglesia Vaticana, y sin tener que echar mano del recurso de Cáritas, que tanto daño hace a los “infieles” porque piensan que siempre tiramos del mismo recurso para defendernos.

         Pues eso, que el director del Centro Promotores necesita mi ayuda y yo, como no puede ser de otra forma por la labor que hacen, se la voy a prestar. Entre sus objetivos está conseguir construir lo que será el primer orfanato de Chachapoyas y de la comarca, y habrá también un espacio para un centro de acogida de niños de poblaciones alejadas que, por dificultades económicas, no pueden estudiar. Allí se les dará todo lo necesario, comida y alojamiento, para que puedan ir a Chachapoyas a estudiar y tener así un futuro.

         Terminada la conversación nos enseña sus instalaciones, algo precarias pero efectivas. Cuando nos enseña los dormitorios, separados por sexos, vemos que hay gente que disfruta de esta garantía social ofrecida por la Iglesia en nombre de Jesucristo, quien es el motor de este y de los demás proyectos. Con este motor dudo que la máquina falle.

         Luego nos despedimos de Luisa y vamos a visitar a los niños del hospital. Para ello quiero primero ir a ver a mi amiga Janet, responsable de las relaciones públicas del hospital. Pero hoy es el día del trabajador, ese espécimen raro que antes todos conocíamos y que ahora todos envidiamos, y Janet no trabaja. En su lugar hay otra señora que dice ser la jefa de enfermeras. Aprovecha nuestra visita para informarse acerca de nuestras intenciones y, una vez informada, nos hace pasar a una habitación para pedirnos cooperación en otro proyecto que están desarrollando: un hospital cuna para guardería de los hijos de las enfermeras. Su petición está en la misma línea que la anterior que os comenté y que os dejé que averiguaseis...
El Perú avanza. Es una buena noticia saber que los pueblos lejanos tendrán su hospital sobre ruedas.
De compras por el mercado
         Nos despedimos con el compromiso de vernos mañana, aunque después recuerdo que viajo a Granada a establecer mi primer contacto con la tierra conquistada el año pasado. Ya me han avisado de que los niños están preparando “algo” para recibirme.

         Vamos a hacer algunas gestiones. La primera será comprar caramelos y piruletas para los niños, tanto los míos como los de los franceses. La segunda es comprar sacos de dormir para los franceses y unos altavoces más grandes que los que tengo aquí del año pasado, ya que se quedaban escasos y las películas no se escuchaban del todo bien. Después vamos a ver el precio de los materiales que necesitaré y a ver al alcalde y a Jorge, pero como hoy es el día que es, no están.



Juguetes varios, caramelos, piruletas y los altavoces para el audio del cine

         De ahí paso a la cita que tenía pendiente, una comida con mis hermanitas franciscanas. Estoy deseando volver a compartir con ellas mis experiencias y escuchar las suyas. Las mías parecen más interesantes por eso de volver de África, mientras que ellas tienen una línea muy regular... vamos, que siguen igual que las dejé.

Con la hermana Márllury
Y con la hermana Clementina
          La comida está muy buena, porque está cocinada con cariño, ese ingrediente que ellas tienen en abundancia. La compañía con Clementina siempre es intrigante, pues nunca sabes con qué te va a saltar... Hemos hablado de muchas cosas, hemos comido patatas con salsa verde y pollo con arroz. Luego un chupito de licor y una foto después, me voy al café fusiones, donde tengo un skipe con mi familia.

La comunidad al completo
         Después de un rato en el café, me vienen a visitar los franceses. Vemos qué rutas podemos tomar para salir un fin de semana y tener con ellos así un clima de distensión, pues los días pasan y aún no han empezado, aunque cuando empiecen no pararán. Ella se va a ensayar con la hermana Márllury las canciones de hoy para la misa, pues se trajo el djembé que compró en Antananarivo y acompaña con la percusión las canciones de misa. Remy y yo nos quedamos un rato más, hasta que da la hora de la celebración.

         Antes paso por “Los Diplomáticos”, que es como se llama la empresa de combis que me llevarán a Granada, pero no hay combis para mañana. Tendré que ir en taxi, aunque de todos modos no habría otra opción, pues entre los caramelos, los juguetes, los altavoces y mi equipaje, no podría ir de otro modo. Esta mañana me saludó Aníbal, el taxista que me llevó a Granada cuando fui con el equipaje el año pasado. Cuando le vi le saludé, pero no caí en la cuenta de pedirle que me llevara. Después de salir de la estación me acordé, y miré en el viejo móvil que me prestó Amado el año pasado para ver si estaba su número... y ahí estaba. Ahora solo faltaba que no hubiese cambiado de número... y no cambió. Cuando supo que era yo se puso muy contento, y le dije que tenía que llevarme a Granada, así que quedamos para después del desayuno. Mejor así, pues solo de pensar en levantarme a las 4:00 para ir con la combi se me ponían los pelos de punta.

         Voy a misa. Hoy es San José Obrero, pero para mí pasó desapercibido en la mañana, no sé si como consecuencia de la ducha fría o por el cúmulo de cosas que tenía en la cabeza para hacer. Si no es porque me felicita mi hermana seguiría sin saberlo, aunque en misa lo habría recordado.

         Amado ha tenido contratiempos y la misa ha empezado quince minutos tarde, así que la gente estaba empezando a impacientarse al ver que el cura no llegaba. Finalmente llegó Helder y celebró. La misa estaba casi llena, como suele ser costumbre aquí. Allá se vislumbran puntos repartidos entre los bancos, y no es raro ver aforos de tres, cuato, cinco personas en la celebración de la Eucaristía.

         Hoy, la primera lectura nos muestra cómo algunos pensaban que hay que cumplir una serie de normas escritas e impuestas para conseguir la salvación. Algunos siguen pensaban que la salvación se alcanzaba por las obras y por el cumplimiento de las normas sin haber descubierto la gratuidad de Dios que Pablo, en nombre de Jesucristo, les brindó. Pues bien, todavía hoy, muchos siglos después, se sigue pensando de manera generalizada que las obras nos llevarán al cielo. A estos les digo yo que es más fácil que nos lleve al cielo un ascensor de poleas que las obras que podamos hacer con nuestras manos. Como ya he hablado de esto varias veces, no quiero repetirme, pero sí dejar claro que Dios es Amor... Esto querrá decir algo, ¿no?.

         El salmo de hoy nos dice: “Vamos alegres a la casa del Señor”. Y yo me pregunto si no sería más correcto que dijese: “¿Vamos alegres a la casa del Señor?”, porque es más fácil preguntarse a uno mismo cómo va a la casa del Señor que afirmarlo tan “alegremente”. Algunos creemos que vamos a la casa del Señor, otros queremos ir a la casa del Señor... muchos no sabemos si vamos a la casa del Señor y otros vamos, pero no precisamente alegres... Por eso, ¿no sería mejor preguntarnos a nosotros mismos como vamos antes de responder como papagayos lo que dice el salmista?.

Primero de todo deberíamos reflexionar qué entendemos por “casa del Señor”, pues unos pensarán que Dios viven en un adosado, otros pensarán que la casa debe ser la Iglesia... otros pensarán que la casa del Señor debe ser el paraíso, e incluso alguno puede pensar que la casa del Señor es la muerte, con lo que eso de ir alegres ya no hace tanta gracia... ¿Qué es para ti la casa del Señor?. Primero definamos este concepto, y mientras no lo hagamos no podremos saber si vamos alegres, tristes, forzados o libres...

         En cualquier caso, lo que debemos tener en cuenta es que ese “vamos” es un plural que nos engloba a todos, con lo que no hablamos en nombre propio, sino en el de toda la Iglesia. Y si la cabeza de la Iglesia es Jesús, entonces vamos con Él, así que por ahí el camino empieza bien. Ya lo dice el evangelista: “Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos. El que permanece en mi, ese da fruto en abundancia”. (Jn, 15)

         Y es verdad, pues igual que el sarmiento no produce si es arrancado de la cepa, nosotros, si nos apartamos de Jesús, perdemos el camino rápido... Es lo que tiene ser ovejita que, de no tener pastor, nos desorientamos. Sin embargo, bien sabemos que Él sale en búsqueda de las ovejas extraviadas. Solo hace falta no esconderse, sino más bien dejarse encontrar.

         Si caminamos con Él no hay peligros en el camino, si bien hay mucha tentación por parte de quien quiere vernos siempre perdidos. Entonces seremos nosotros los que decidamos seguir o parar, ir hacia delante o salir a investigar por nuestra cuenta otros atajos. Lo valiente es seguir, lo demás es picar el anzuelo.

         Hoy día son varias las personas que me dicen que soy un valiente por hacer lo que hago, sin darse cuenta de que lo que yo hago no es nada del otro mundo. A veces se ven las cosas más grandes desde la distancia, sin embargo, no hay nadie que no fuese capaz de hacer esto mismo o más incluso... solo hace falta, como me decía mi amiguita María, tener confianza: CONFÍA.

         Lo valiente hoy, en la sociedad occidental actual, no es conocer otras tierras, otras gentes, viajar en avión o dejar atrás muchas cosas. Lo valiente hoy en la sociedad europea es otra cosa... Yo diría que es más valiente el que reconoce abiertamente su fe católica, sin miedos, sin tapujos... sin importarle quien mire cuando estamos a las puertas de la Iglesia para ir a misa, que aquél que se va a Perú o a Madagascar. Siempre critico a quienes atacan a nuestra fe católica, pues no tienen fundamento al que aferrarse, además de que a veces les llamo abrazafarolas, analfabetos ideológicos o cosas similares... si bien es verdad que lo son. Hoy voy a criticar, aunque de una manera algo laxa, a mis hermanos en la fe, pero no para hacerles sentir mal, sino más bien para animarles a hacer lo que deben hacer: sentirse orgullosos de seguir al que es único camino, auténtica verdad y real vida.

         Ya sabes cual es el significado de la palabra “crítica”, así que no te sientas ofendido porque la crítica no siempre es destructiva. A veces a mí me ha servido mucho para darme cuenta de los muchos errores que tenía, y ahora solo me falta corregir los muchísimos que aún me quedan. Digo esto para que luego nadie pueda decirme aquello de “consejos vendo que para mí no tengo”. No voy a decir nada que no me haya tenido que aplicar a mí mismo, y que todavía tengo que seguir haciendo.

         Bien, pues allá voy... Ya sabemos que es difícil encajar las burlas, los insultos, el desprecio y el maltrato de tanto “progresista” suelto y sin bozal como hay por ahí que quisiera acabar con la Iglesia Católica y erradicarla por completo del panorama social actual. Estos ignorantes creen que son pioneros en esta empresa, si bien no saben que la Iglesia no está siendo atacada hoy ni la milésima parte de lo que lo fue antaño. Vamos, que no ha habido época ni generación en la que la Iglesia no haya sufrido ataques por los cuatro costados. Y la verdad es que, después de todos los ataques, los atacantes fueron desapareciendo y la Iglesia sigue en pie, y no solo eso, sino que más viva que nunca. Ahora, estas marionetas del anticlericalismo imperante actual, ubicado en gran parte de la sociedad de la información y en la totalidad de los falsos partidos políticos que dicen representar al pueblo y al trabajador, creen que ellos lo van a conseguir. Lo que no consiguieron unos con las lanzas creen que lo van a conseguir ellos con el facebook.... y luego se molestan cuando les llamo ignorantes o analfabetos ideológicos...

         Bueno, pues resulta que nosotros, los atacados, los que vemos cómo van pisando nuestro derecho constitucional a la libertad religiosa, en lugar de salir a la palestra y decir “aquí estoy yo”, nos quedamos en casa y preferimos mirar para otro lado, porque es mejor no meterse en líos. Al final, quien calla por no meterse en líos, tiene una excusa, no válida, pero excusa al fin y al cabo. Sin embargo, lo malo no es esto (que lo es) sino que es mucho peor callar por temor a que sepan que somos católicos porque puedan pensar que estamos chapados a la antigua, que somos unos carrocillas o unos blandengues, que somos unos raros... ¿Cuántos reconocemos sin miedo que vamos a misa ante cualquiera?. ¿Cuántos entramos por la puerta de delante en lugar de la lateral para no ser vistos?. ¿Cuántos de nosotros preferimos callar cuando vemos que alguien habla mal de la Iglesia, o del Papa, o de Jesús?. ¿Cuántos estamos dispuestos a no permitir que se blasfeme contra un Crucifijo en público o en privado?. ¿Cuántos preferimos decir, si somos preguntados, que no creemos en Dios o que no sabemos en qué creemos cuando en realidad sí que creemos?. ¿Cuántos prefieren no hablar de Dios en público por temor al qué dirán?. ¿A cuántos nos preocupa que se conozcan nuestras creencias para no destapar nuestra ideología política?. ¿Somos de los que nos arrodillamos ante el Señor en privado pero nos avergonzamos de hacerlo en público?. ¿O somos de los que por las noches le pedimos perdón al Señor o le rezamos y no vamos a la misa, a un rosario o a una oración a hacer lo mismo por vergüenza?... Así tantas preguntas...

         Ya te dije que no quiero hacerte sentir mal, por eso en la formulación de las preguntas yo también me incluyo... No “os” pregunto, sino que “nos” pregunto.

         Hoy una persona me dijo que me despidiese de ella con una reflexión espiritual, y, después de hacerlo, pensé que no había hecho ninguna hasta hoy en mi segundo viaje a Perú, por eso la hago... Ya dije otras veces que ni soy cura ni teólogo, por eso no me siento con el derecho de escribir esto, sin embargo, como soy cristiano y estoy orgulloso de serlo, sé que tengo derecho a escribirlo, aunque no me sienta con él.

         Si nosotros no nos defendemos, ¿quién lo va a hacer?. Pero la pregunta importante no es esta, porque nosotros no somos los importantes en este asunto. Por eso prefiero decir: Si nosotros no defendemos al Señor, ¿quién lo va a hacer?. Los importantes no somos nosotros, sin Él. Puede que pienses que el Señor no necesite defensa, y ciertamente no la necesita, pero sí que necesita sentirse correspondido con amor, ya que Él nos dio su Amor y nos lo sigue dando. Oremos por los que nos atacan, porque eso agrada al Señor, pero demostrémosle también que no nos avergonzamos de Él, ya que Él no lo hizo cuando dio la vida por nosotros... y además, ¿tu ves que los que nos atacan se avergüencen?... entonces, ¿por qué lo vamos a hacer nosotros?.

         Hoy tenemos que tener mucha personalidad simplemente para poder salir a la calle y ser libres. En la sociedad actual en la que vemos que la educación está convirtiéndose en adoctrinamiento anticlerical, antisocial y antihumano, tenemos que estar firmes y decir que ahí estamos nosotros para impedirlo, o al menos para intentarlo. Los que basan su vida en el odio piensan que son mayoría, pero no porque lo sean, sino porque ellos se ponen todos a la vanguardia del ataque. Nosotros preferimos estar en retaguardia, bien camuflados. Preferimos pinchar en el botón “me gusta” de facebook en un comentario bonito acerca de Jesucristo que hacer el comentario nosotros en nuestro muro.

         Yo animaría a la gente a poner en su muro y en letras mayúsculas: YO CREO EN DIOS, SOY CRISTIANO PORQUE CREO QUE JESUCRISTO ES MI GUÍA Y MI META. SOY CATÓLICO PORQUE CREO QUE JESÚS SE DIO A LA HUMANIDAD ENTERA Y POR LO TANTO ES UNIVERSAL. Y ESTOY TAN ORGULLOSO DE SERLO QUE PONGO ESTO EN MI MURO PARA QUE TODOS SEPAN QUE SOY CRISTIANO, QUE VOY A MISA CUANDO PUEDO A CELEBRAR LA PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS.

         Y después apostillaría lo siguiente: Y SI ERES DE LOS QUE DICES SER LIBERAL, PACÍFICO Y PROGRESISTA, DALE A “ME GUSTA” AUNQUE NO ESTÉS DE ACUERDO, PORQUE DIGO LO QUE PIENSO HACIENDO USO DE MI LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y RESPETO LO QUE LOS DEMÁS OPINAN... Aunque este texto lo dejaría a tu elección.

         Y para que veas que no hay que tener miedo, y veas qué efecto produce, antes de que tú leas esto ya estará publicado en mi muro de facebook, por eso de que quiero ser el primero en hacer lo que aconsejo. Eso sí, le he dado un toquecito franciscano, claro... Puedes compartirlo si quieres.

         Hoy en las aulas se enseña matemáticas, pero para aprender a contar el dinero que un día podrás tener. En las aulas se aprende a sumar posesiones, restar a Dios, multiplicar el dinero y dividir nuestra persona entre múltiples placeres del mundo. La Historia de España se ha resumido a la historia entre el 36 y el 39, pasando a llamar “memoria histórica” a lo que interesa que se llame así, resaltando lo que pasó con unos y ocultando cosas peores que ocurrieron a otros. Hoy la Geografía ha dejado de hablar de países y continentes para hablar de España y sus distintos sub-paises. El Lenguaje ha pasado a ser algo innecesario, pues para insultar, blasfemar y atacar no es necesario ser un experto en ortografía. La Literatura ha cedido su escaño por impotencia, ya que es más productivo hacer un comentario de texto del artículo anticlerical del periódico “Público” en lugar de hacerlo de Pedro Muñoz Seca. La Religión ya no forma parte de la enseñanza, no porque los alumnos no quieran, sino porque un gobierno que se dice socialista ha decidido erradicar a Dios, pues es un enemigo que le resta votos. Las Ciencias de la Naturaleza ya no interesan porque la naturaleza está en contra del consumismo y las personas tienen que vivir en ciudades, conducir coches, manejar portátiles, escuchar Ipods y jugar con las Play Stations.

         Y este es el resumen de la educación actual en España, que espero que el gobierno actual cambie pronto si quiere tener mi aprecio, cosa que dudo que le importe. ¿Y has visto a alguien avergonzado por esto?... Yo no, todavía.


    
      Hoy leí una frase que creo que resume bien lo que digo. Alguien escribió en su muro lo siguiente: La felicidad consiste en dormir sin tener que madrugar, comer sin engordar y aprobar sin estudiar.

         Esta es la conclusión del concepto de felicidad que hemos inculcado a nuestros niños, pero no ahora, sino a los de décadas atrás. Hoy no son tan niños, pero este pensamiento ya está grabado en sus corazones de tal modo que piensan que Dios no les hace falta... eso sí, hasta que la vida aprieta. 

         Bueno, capítulo largo... pero hoy tenía tiempo. Mañana voy a Granada y espero contaros algo menos filosófico y más centrado en la misión que me trajo aquí. Espero que de verdad haya podido dar algo de luz a quien se vea representado en mis palabras. Yo confieso que lo estaba y aún hoy, a veces, lo estoy. Por eso te pido que seas valiente y confieses tu fe sin miedos, que digas en qué no estás de acuerdo si es que discrepas, que escribas o compartas en tu muro las palabras que yo he escrito en el mío. No porque te lo diga yo, sino para demostrarle al Señor que nuestro “yo” no es más importante para nosotros que Él.

        Alguien que me ayudó mucho a comprender todas estas cosas y que, cuanto menos, es muy edificante leer para conocer más acerca de nosotros, de Dios, de la Iglesia Católica y de otras muchas cosas es el Padre Angel Peña, O. A. R., que actualmente vive en Lima. Te aconsejo que leas estos libros, según tus gustos, pero empezando por el que se titula "Católico, defiende tu fe". Aquí te dejo el enlace:


         Un saludo y hasta mañana!

2 comentarios:

  1. Como siempre muy valiente en tu forma de opinar y de implicar a los demás.

    No es fácil tener todo "tan claro" como nos lo haces ver, no es sólo cuestión de manifestar tu fe y ponerla en práctica sino creerse y tener ese convencimiento, aún así nos das el pie (como en el teatro) para sigamos en esa búsqueda, luego está en nosotros el mantenerla.

    Muy muy profundo para mi gusto y te aseguro que me da qué pensar.

    Un abrazo desde la Península.

    F.C.

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  2. Muy profundo?... gracias!!. Ya quisiera yo ser más profundo, sobre todo en las cosas del Señor. En cualquier caso me alegra que te haga pensar, pues solo de saber que puedo ser un instrumento de Dios para alguien, se me ponen los pelos de punta... eso sí, yo no hago más que escribir lo que me sale... no quiero hacer sentir mal ni que la gente se coma la cabeza.
    A veces yo mismo, cuando leo las entradas, me siento removido, y eso que lo escribo yo. Pero ya he dicho muchas veces que yo mismo me tengo que aplicar mis palabras... no es fácil.
    Otro abrazo para tí, desde la tierra de los Incas.
    Martín.

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