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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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lunes, 20 de mayo de 2013

Capítulo 11. Sacramentos, chamba, niños y siete lagunas (PARTE I)

Quiso Dios jugar un día con el hombre al escondite. Dios se escondía y el hombre buscaba... Para ello se dejó aconsejar de varios sabios.

Uno le dijo que el lugar ideal sería la luna, allí sería imposible que el hombre le viese. 


Otro sabio le dijo que no hacía falta ir tan lejos, pues bastaba con esconderse en lo alto de la montaña más alta de la tierra, ya que allí el hombre no subiría jamás.



Un tercero le dijo que quizás sería mejor esconderse en el fondo del mar, pensando que allí no podrían verle nunca. 



Finalmente, el más viejo de los sabios le dijo que, si quería que el hombre no le encontrase, debía esconderse en el hombre mismo... Dios lo pensó bien e hizo caso a éste último sabio, pasando a habitar en el corazón del hombre...



Desde entonces el hombre ha llegado a la luna, a lo alto de la montaña más alta y a las profundidades del mar buscando a Dios, sin embargo todavía no ha buscado en su propio interior, en su corazón... y allí espera Dios pacientemente para ser encontrado...

Dios no está en el corazón, sino que habita en él... Son conceptos distintos el “estar” y el “habitar”... Dios ha hecho morada dentro del hombre mientras él sigue buscando a Dios en todas partes, sin encontrarlo.

Jesús nos recordó que amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo eran una misma cosa. Todos los mandamientos se resumen en este, y si amar a Dios es igual que amar al prójimo, solo quiere decir una cosa:  que Dios habita en el hombre...

Y mientras tanto, nosotros seguimos odiando...

He empezado así este capítulo porque hoy es el día de la fundación de la Iglesia, el día de Pentecostés. Ese día Dios dio cumplimiento a su promesa, esa promesa cumplida por medio de Jesús... Hace poco hacía mención de las palabras de Jesús: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré”. Pues bien, ha llegado el momento de celebrar el cumplimiento de esa promesa... Hoy celebramos el envío del Espíritu Santo sobre los apóstoles, ese Espíritu del que hablaba Jesús y que transformó los corazones de sus seguidores, hasta el punto de cambiar sus hábitos de vida, pasando de una vida de miedo, de encierro y cobardía a una vida de predicación abierta y valiente... a una vida movida por el Espíritu Santo. Y así nació la Iglesia Católica... una Iglesia que hasta el día de hoy ha tenido sus altos y sus bajos, sus bienes y sus males... una Iglesia amada y odiada, pero en pie como el primer día... No en vano su fundador es el mismo Jesucristo, componente divino de la Iglesia. El componente humano no ha sido siempre tan perfecto, pero ha hecho que llegue a nuestros días con la misma fuerza y empuje que aquél día... y los años que le quedan...

Bien, a ti, que eres Iglesia: Felicidades en el día de tu aniversario.

A Dios, en el día de Pentecostés: Gracias por el regalo de hacernos partícipes de tu obra.


Y así comienza éste capítulo..., el 11.

El miércoles salimos para Granada Fernando y yo en la Yamaha 200. Toni me dijo que vendría a recoger todo mi equipaje y los juguetes que compré para los niños, pero se me olvidó dejarle también la mochila de Fernando, que pesaba un quintal...

El peregrino mangurrino...
... y el peregrino toledano...

Como ya era tarde, salimos los dos. Yo conducía mientras él iba mochila al hombro. La moto respondía bien en el camino a Molinopampa porque la carretera no tiene pendientes excesivas... Desde Molino hasta Granada la cosa cambiaría...

En Molinopampa pasamos por casa de Juan de Dios, el cual nos esperaba para comer. Sopa, maiz, arroz y pollo... café y charla. Mientras Fernando fue a hacer unas entrevistas que le faltaba hacer por el pueblo, Juan y yo nos sentamos a conversar acerca de qué hacer en Granada para acompañar más y mejor a esta pobre gente, pobre material, pero también espiritual. La pobreza material ya la conoces, pero la espiritual quizás no... es esa que hace que a uno todo le de igual, que todo lo deje para mañana, que no haya ilusión en la vida y los proyectos se vayan postergando, y con ellos también Dios... y así pasamos a tener 40 años y seguir queriendo bautizarnos, pero como no hemos tenido la ocasión... ya se hará...

Esto no puede seguir así. Del mismo modo, Juan de Dios me ha pedido movilizar un poco al pueblo, especialmente a los más jóvenes, que son los que pueden producir el cambio en Granada... Los más viejos ya ni quieren ni pueden cambiar...

Me comprometo a hacer un grupo de confirmación entre los chicos y chicas de entre 12 y 14 años. Juan quiere formarlos, pero no tiene tiempo de catequizarlos. Yo me ofrezco voluntario durante el tiempo que me queda aquí, así mi compañera María ya no estará sustituyéndome, sino que seguirá siendo mi compañera catequista transatlántica... ambos en el mismo proyecto, aunque en diferentes países, ambos con el mismo trabajo, aunque con diferentes niños, ambos con el mismo jefe, aunque con diferentes horarios... compañeros al fin y al cabo trabajando en el mismo proyecto. ¡¡Vaya empresa esta la de Dios!!...

De camino hacia Granada, haciendo el pino todo el rato hasta llegar arriba por el peso en el tren posterior y la pendiente de 45º, me da tiempo a pensar que quizás no solo convendría formar un grupo de catequesis, sino que sería bueno formar otro grupo de personas de las tantas que hay sin bautizar y con ganas de hacerlo... y pensando y pensando, se me ocurre hacer lo que será bautizado (valga la redundancia) con el nombre de “fiesta del bautismo”. Y me quedo tan pancho...

Ya está todo pensado... solo hace falta localizar a todas las personas del pueblo que, por unas cosas o por otras, han ido dejando para mañana este Sacramento de la iniciación cristiana hasta llegar a olvidarlo por completo... Algunos incluso ni siquiera saben si están bautizados, y dado que los libros de registro que había en la sacristía están todos disueltos por el agua (a causa de la pobreza espiritual antes mencionada) hay que confiar en la memoria de los familiares más cercanos... claro está, el que los tiene aún vivos...

Con estas personas que no saben ni tienen posibilidad de saber si están bautizados, sin ser teólogo ni “pitoniso”, me atrevo a asegurar que Dios no se molestará porque reciban el bautismo aun en el caso de poder haberlo hecho dos veces... Es lo que tiene la gratuidad de Dios, que quiere tanto a sus hijos que, aunque algunos piensen que es una locura o una herejía “rebautizar” a una persona, Él comprende la debilidad de su criatura y le agradece el detalle de querer saber a ciencia cierta que está bautizada. Espero que no me quemen por esto...

De todos modos, si hay alguien que pueda asegurar que lo mejor es no bautizar a una persona por tener la sospecha de estar bautizada con antelación, que hable ahora o que calle para siempre... y que no venga luego a decir que usamos los Sacramentos como si fueran pastillas “Juanola”. ¿Quizás piensa alguien que es mejor irse a la otra vida sin haber sido bautizados en esta?... Seguro que sí.

Bien, no contento con la fiesta del bautismo y el proyecto de catequesis de formación para la confirmación, se me ocurre que quizás haya algún “matrimonio” (ya sé de uno) que tiene cuatro hijos y aún no están casados, a pesar de llevar tiempo diciendo que su mayor ilusión sería casarse por la Iglesia. Por este motivo me propongo que también se puede celebrar la boda, ofreciéndome de padrino.

Y por último, para rizar el rizo, creo que hay muchos niños que aún no han hecho la primera comunión y cuyos padres estarían contentísimos si les vieran recibirla, ya que no han tenido la ocasión de celebrarlo, pues bastante cuesta ya vivir aquí como para preocuparse de estas cosas...

Así que esta semana será una semana “sacramental”: Bautismo, Eucaristía, Confirmación y Matrimonio... casi nada. Me parece a mí que es mucho arroz para tan poco pollo... veremos si no me he metido en “camisa de once varas”. El tiempo y Dios lo dirán. Lo que sí os puedo asegurar es que trabajaré en esto más que en la propia construcción de la Iglesia, hasta el punto de abandonarla, llegado el caso, pues como os decía el año pasado, la construcción de la Iglesia que a mí me interesa no es la de piedra, sino la de carne: la del hombre...

Te dejo un vídeo que hice el año pasado, al hilo de este pensamiento:


Y así, entre pensamientos y malabares para que la moto suba la cuesta con tanto peso, llegamos a Granada...

Allí nos esperan con los brazos abiertos, porque pobres serán, pero a acogedores no hay quien les gane. Allí nos espera Horacio, el del matrimonio que os contaba antes, quien nos recoge la moto, nos saluda y nos da la bienvenida mientas nos comenta que han estado preparando los aposentos de Fernando.

Yo me dirijo a los míos, donde me siento bien recibido por mis símbolos más representativos, la cara del Nazareno bordada en tela y el santo más humilde y que es  ejemplo de vida para mí. Ambos símbolos son dos enormes detalles de dos personas que me ayudan con este y otros gestos, como la compañía desde la distancia. Es de señalar, creo que debo hacerlo, que hay personas que parecen alejadas, pero que cuando te alejas de verdad están contigo... otras están tan cerca en la cercanía como en la distancia... sin embargo otras, que parecen cercanas allá, parece que no existieran acá... Yo, sin embargo, me acuerdo de todos y para todos tengo un rato en mis oraciones... y un detalle peruano.

Detalle de la mejor pared de mi cuarto...

Con los símbolos que me acompañan...

Este ya ha recorrido mundo con el peregrino...
Pero como me dice una de esas personas cercanas allá y acá, confío... cada noche cuando leo las sabias palabras de un tal Bergoglio, el marcapáginas me lo recuerda.

Y dejando abrigo, poncho y moto, esperamos a que venga Toni, el alcalde, con mi equipaje y los regalos... Sin embargo, por esas cosas de la vida, aunque ya sabía que no se debe uno fiar de la palabra de las personas, sigo esperando que llegue con mi ordenador, guardado en la mochila, para ponerle a los niños una película. La realidad es que a las seis de la tarde me dijo Toni que estaría sin problema, ya que saldría a las dos... A las seis y media le llamo y me dice que estará arriba a eso de las siete, mientras los niños esperan su cine. A las nueve de la noche le digo a los niños que se vayan... y a mí me dan ganas de salir con la moto en busca de Toni, que llega a las diez. Parezco nuevo en esto, así que no sé aún porqué le dejé al cuidado de mis cosas...

Y así nos acostamos, cada uno en su cuarto (y Dios en el de todos), pues mañana sería otro día... y bien que lo fue...

2 comentarios:

  1. Querido Martin
    Me ha encantado el juego del escondite, y espero que el Señor siga habitando en mi corazon y yo lo encuentre siempre conmigo.
    ya veo que tienes ganas de fiesta,bautizos, comuniones, bodas,catequesis... no te falta de na.
    Con lo facil que sería organizar todo eso aquí!
    Me lo estoy imaginando,todo el mundo manos a la obra para que todo saliese bien .
    Seguro que aunque te vas a encontrar con algunos problemillas vas a cumplir tu objetivo de edificar la casa de Dios en esas personas que esperan que alguien les enseñe y les hable de Nuestro Señor Jesucristo.
    Cuenta con mi oración, como siempre, pero el rosario del día va por todos ellos que para que acojan a Dios en su corazón y no termine cuando tu vuelvas, sino que sepan seguir cultivando el amor de Dios para siempre en sus vidas.
    Un abrazo en el Señor.
    Leo

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  2. Martin,estamos a veces ausentes, distraidos o confundidos, pero tu eres un ejemplo vivo de lo que cristo nos amo. Siento sincero respeto y admiracion por tu labor y aunque sea de manera aislada quiero darte las gracias por tu testimonio de vida y lo que representas. Bendito sea Dios, te de salud y fortaleza.Animo.Desde Almendralejo Virtudes.

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