Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

jueves, 14 de marzo de 2013

Capítulo 39. Un gran día.

          Hoy ha sido un gran día por varias cosas. La primera y más importante es que tenemos nuevo Papa. Tenemos nuevo gobernante al frente de este timón tan pesado. Pero lo que más ilusión me ha hecho es el nombre que ha elegido. No dudo de que no ha elegido este nombre por casualidad o por moda, ni siquiera por lo inédito del mismo. Quiero imaginar que lo ha hecho con un sentimiento consciente de franciscanismo. Habría sido más lógico pensar que, al ser jesuita, habría sido posible que tomara el nombre de Ignacio, pero no, se llama Francisco. Eso significa que, siendo el jefe de la Iglesia, tiene que estar a la altura de su nombre, por lo que tengo la esperanza de que practique (y haga practicar) el franciscanismo y así podamos navegar por aguas tranquilas.

         Quiero recordar que San Francisco de Asís era un gran hombre, el “Alter Cristo”, nada menos... Era un hombre de inmensa devoción por Cristo, de extrema humildad y de absoluto desarraigo del mundo. Era Evangelio vivo aplicado en su personilla... sin embargo tenía un carácter marcado que le hacía ser dócil y manso en los momentos más delicados, y hombre de mano de hierro en momentos difíciles. No le temblaba el pulso para desnudarse ante el pueblo con tal de renunciar a todo lo que le ataba al mundo para dejar claro que solo llamaría padre al Padre que está en los cielos. Tampoco le tembló a la hora de ir en búsqueda del sultán árabe para evangelizarlo y convertirlo... vamos, que hoy día sería como ir a “La Meca” a plantar una cruz y a predicar el Evangelio.

         Espero que este coraje, a la vez que esta suave mano, sea el estandarte que defina al nuevo Pontífice. Que sea duro donde y cuando hay que serlo, y manso y humilde cuando sea necesario. Hay que tener presente que los católicos nos definimos por ser seguidores de Cristo, por vivir el Evangelio en nuestras carnes, por pertenecer a la Madre Iglesia y por ser una comunidad universal por y para todos... pero no nos definimos por ser impasibles, inertes o tibios... Y espero que este Papa sea un Papa a la altura del nombre que ha elegido para su pontificado.

         Bien, esta mañana pedía al Señor que le de la luz necesaria para manejar el barco católico, así como que a nosotros nos de la paciencia y la comprensión para entender que este barco no es una canoa, sino el mayor buque jamás imaginado, y que sepamos entender que estos navíos no responden rápido a las órdenes, sino que desde que se gira el timón hasta que el barco vira pasa un tiempo. Pedía que no fuésemos impacientes y que demos tiempo al tiempo.

Con la AJP 200 después de dejar a Karima
         Después de misa nos vamos a Antanimora. Yo tengo que ir a la prisión, aunque Karima, con todos los demás, va a la reunión que todos los jueves se celebra para discutir temas referentes a los cooperantes y al trabajo.

         Cuando la dejo en la reunión voy a hacer algunas compras para algún encargo que tengo. Como no había podido hacerlo antes, aprovecho que tengo la moto para ir a varios mercados de esos que dan un poco de miedo si no fuera porque son las nueve de la mañana. Hechas las tareas vuelvo a la prisión.

         Allí tengo pendiente darles a los chicos algo que necesitan. El balón de rugby, como ya sabéis, es de la época colonial, así que tengo uno que he comprado para ellos. Ya os comenté ayer que no es de los malos, sino que les doy lo que se merecen, un buen balón de marca.

Un buen balón para unos buenos chicos...
         Cuando estoy fuera lo saco de la mochila, y nada más entrar todas las cabezas miran hacia mí, o más concretamente hacia el balón. Es entonces cuando pongo en práctica mi estrategia de entrega... salgo corriendo con el balón, como si fuera un jugador de rugby, para ver quien tiene las agallas de arrancármelo de las manos... y al instante los 110 chicos de la prisión salen detrás de mí como alma que lleva el diablo. Han entendido bien mi juego, y quieren el balón a toda costa... Me sorprendo porque durante al menos un minuto he sido capaz de esquivarlos a todos. Unos me agarran del brazo, pero me zafo de ellos. Otros se tiran, pero los esquivo en el aire... Otros se tiran encima, pero me quito la mochila y los dejo agarrados a ella. Sin embargo, en un patio tan reducido y con 110 chicos ansiosos por tirarme al suelo para quitarme el balón es difícil escapar. Al final me agarran y, cuando quiero darme cuenta, formo parte de la base de una montaña de chavales que al fin han conseguido derribarme. Por poco me asfixian...
Espero que "adidas" tenga un detalle con OFRA porque todos los balones que he comprado son de su marca.
         Lo mejor no es esto, sino que han venido en masa a darme un abrazo... ¡Un abrazo a mí!... me entraban ganas de llorar, pero me reprimí para que no pensaran que los españoles somos unos blandengues, así que lloré por dentro mientras por fuera aparentaba ser un tipo duro al que no le importan estos gestos. Ellos están agradecidos y me lo demuestran, y yo no puedo dejar de pensar en cómo es posible que para ellos sea tan importante un balón de rugby... ¿o será el detalle?. No lo sé, pero merece la pena la visita a la prisión solo por esto.
Posando con el nuevo balón
Disfrutando del balón
         Los dejo disfrutando de un partido mientras me voy a hablar con Fy, el constructor. Los trabajos van bien, pero tiene problemas técnicos (o más bien económicos) que pueden ser preocupantes. Le he comentado que necesito que instale ya la bomba de agua para probar la instalación, pero me hace entender que “antes tiene que hablar con el cliente...”. Vamos, que necesita dinero...

         En esto que vienen unas señoras con otra compañía. Acarrean una mesa y un banco, así como diversas cajas de cartón. Los chicos se ponen a formar en cuanto entran y se sientan delante de ellas en filas, bien ordenados. No entiendo muy bien porqué, pero es lo mismo que cuando nosotros repartimos las galletas. Acto seguido las señoras sacan de las cajas sendas barras de pan y unos paquetes de paté. Ahora entiendo el motivo de tanto silencio... hoy comerán distinto, y bien.

         Las señoras son muy simpáticas, y en sus discursos sacan a relucir un libro gordo. No hay duda, es la Biblia. Al principio me alegra saber que estas señoras dedican su tiempo en visitar al preso, siguiendo un principio evangélico, además del de dar de comer al hambriento...

         No puedo aguantar las ganas y me dirijo a una de ellas para preguntarle quienes son, de dónde vienen y qué hacen... vamos, lo típico para romper el hielo, un interrogatorio... sólo me faltaba un flexo para iluminarles la cara...

         La señora habla inglés, aunque es francesa. Hablamos de su labor aquí y me dice que lleva once años en Madagascar predicando Biblia en mano. Vienen mucho por Antanimora, igual que por otros sitios más. Hablamos de Dios, de Jesucristo, pero tardo poco en darme cuenta de que no son católicos. No pasa nada, por supuesto... pero sin embargo la señora esquivaba mis preguntas bien encaminadas...

         A la pregunta de qué Biblia usan, la respuesta es: Pues la Biblia de Dios, claro... Yo esperaba algo como “La Reina-Valera”, o la “Biblia de Jerusalén”...  Esto ya es suficiente para saber que no son católicos, aunque prosigo...

         La siguiente afirmación es más concreta y más clara... le digo que “ojalá la Virgen María cuide de estos chavales...”. A lo que responde: “ya, ya... mejor Jesucristo...
        
         En este momento ya sé que son protestantes... pero sigo indagando, para confirmarlo y le hago una pregunta más. Esta pregunta creo que me aportará la información que necesito para salir de dudas... la pregunta es la siguiente:

         ¿Sois protestantes?
        
         Sí, me responde...

         Bien, bien... creo que no hacen falta más preguntas. Podría haber empezado por la última, pues al final fui todo lo directo que al principio intentaba evitar.

         Les dejo que trabajen, pues no puedo ni tengo los permisos necesarios para contrapredicar, además de que ellos juegan con la ventaja del idioma, pues después de once años aquí, dominan el malgache.

Los bocadillos de paté
         Tengo que pasar una hora esperando sus prédicas protestantes, mientras los chicos se pasan la hora mirando cómo los compañeros hacen los bocadillos. En principio (no porque sean protestantes) no me parece bien predicarles mientras detrás hay un equipo fabricando bocadillos a discreción en un lugar donde se pasa hambre y donde el menú es tan monótono que la única forma de romper la monotonía es dejar de comer para variar el menú.

         Es una especie de chantaje emocional hablar a unos chicos hambrientos mientras ellos alucinan viendo que una barra de pan será para ellos si son pacientes y prestan atención. Para ello hacen la rueda de preguntas de rigor, de modo que tienen que atender quieran o no, pues en caso de fallar la pregunta ya sabéis lo que pasa.. ¿o no?.

         Bien, cuando me canso de esto me largo, no sin antes bendecir a los chicos como si fuera el mismo Papa con la señal de la cruz. Y ahora hago mi comentario al respecto de lo que creo que está haciéndose mal en Antanimora...
Con este escaparate es fácil conseguir audiencia en un país necesitado...
¡De qué crees tú que estaban todos pendientes?
       Quizás duela lo que voy a decir, pero no falto el respeto a nadie y además, no creo que haya verdades con más peso que esta:

         Voy... Pienso que tenemos aquí un montón de niños que necesitan algo más que una simple compañía y un plato de arroz. Todo esto está bien, pues hay que visitar al preso y dar de comer al hambriento, pero nosotros no somos simples colaboradores voluntarios o sencillos cooperantes solidarios con una causa, sino que somos cristianos y católicos, y tenemos la obligación de hablarles de Dios, de Cristo y de María. Debemos tener en cuenta de que “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt. 4, 4). ¿De qué sirve que vengamos aquí y repartamos arroz, galletas o balones si nos vamos sin hacer la tarea más importante?. Pues yo tengo la respuesta: de nada absolutamente.
No solo de galletas y arroz vive el hombre...
         No digo que esté mal lo que se hace aquí, sino que el trabajo es más que incompleto. Somos franciscanos y salesianos, y resulta que venimos a diario a jugar al fútbol, repartir arroz, arreglar las cosas rotas y ampliar el centro... pero de Dios nadie se acuerda, solo los protestantes y las sectas... es triste, pero verdad a la vez.

         Yo no soy quien para dar lecciones a nadie, sobre todo a personas adultas hechas y derechas. No soy nadie para decir qué se tiene que hacer, peor sí que lo soy para decir alto y claro que Jesucristo es más importante que el arroz, el fútbol, el rugby y que las letrinas nuevas. Si de verdad queremos hacer algo por estos niños, lo mejor que podemos hacer es mostrarles al que es camino, verdad y vida. Si tienen a Jesús como referente, el arroz y los bocadillos de paté serán secundarios para ellos, pero para eso hace falta quien haga el trabajo misionero. Nada me gustaría más que hacerlo, pero no puedo ni por permiso ni por lenguaje, como os decía antes. Y aunque os parezca mentira, yo pensaba que sí podía ponerlo en conocimiento de las personas que sí pueden hacer algo al respecto, pero hoy día tengo que admitir que ni eso...
         Mi misión aquí será meramente laboral, pero no por ello dejaré de pintarles en el papel el crucifijo y decirles a mi modo, con gestos y con señales, que quien he pintado ahí es la persona más importante que jamás pisó la tierra que habitamos... Ellos le llaman Jesús-Christi, nosotros Jesucristo... y espero que cuando me vaya tengan claro que alguien les habló un día de él y de que es necesario conocerle y seguirle, pues en caso contrario, la vida ni tiene sentido ni merece la pena, aunque muchos crean que hay cosas que pueden llenar ese vacío, como la solidaridad, el amor o la amistad... Esta es la ignorancia a la que me refiero cuando hablo de ignorantes (excepto cuando hablo de la ignorancia suprema que nos dejó la Logse).

Jesús-Christi, le plus grand homme du monde
              Bien..., he dicho...

         Después de esto voy a esperar a Karima a la puerta del local donde están reunidos porque aquí ya he visto suficiente. Cuando sale nos vamos a casa, pero antes pasamos por el aeropuerto a ver qué requisitos legales hay que cumplir y qué formularios hay que hacer para llevarnos los animalitos a España. En Air-France nos dicen que hablemos con el responsable del ministerio de agricultura, minas y demás, que tiene oficina en el aeropuerto. Vamos a informarnos y el señor nos dice los papeles que tenemos que cumplimentar, que está permitido y que el Padre Inocence ya se los llevó, así que nos vamos tranquilos. Antes de irnos aprovecho para recoger un encargo muy bonito para mis queridas hermanas clarisas, de las Navas y de Almendralejo... ¿qué será?.

         Nos vamos a casa a preparar la comida. Tocan los filetes del día que compramos para tres y nos vendieron para diez. Los tenía congelados y los saqué ayer para hoy. Los hago al ajillo con patatas fritas y está mal que yo lo diga, pero están de muerte.

         Después de comer nos vamos a dormir un rato la siesta. Estamos cada uno en nuestra cama y yo me dispongo a terminar la “historia de una monja”, sin embargo, me levanto a beber un vaso de agua y veo a unos chicos abajo jugando. Saco unos globos de agua, los lleno y bajo a dárselos. Son siete, así que lleno siete globos, pero cuando bajo a dárselos (parece que se comunicaran por telepatía) aparecen otros siete más que también quieren uno, así que subo a por otros siete, y otra vez cuando bajo a repartirlos hay siete más... Al final me canso y les digo que se acabó, pero ya en la cama me da pena porque es injusto que a unos se los haya dado y a otros no. Cuando salgo están todos mirando hacia arriba esperando, y decido tirarles unos cuantos para que ellos mismos los llenen en la fuente.

         En esto que lleno otro y me da por tirárselo a uno de broma, con tal mala suerte que le acierto de lleno en plena cara, dejándole como un trapo. Pensaba que se iría a casa llorando y mojado y que mi atrevimiento iba a causarnos un conflicto internacional... sin embargo, lejos de esto, se ponen todos a desternillarse por el suelo, incluido el niño bombardeado... ¡¡y me pide que le tire otra bomba de agua!!. No hace falta que haga el siguiente comentario, porque quizás os aburro con mis monótonas comparaciones “tercer mundo-Europa”, pero la voy a hacer: Si esto lo hago en España, la respuesta del chaval habría sido una serie de improperios dignos del mismo satanás dirigidos hacia mi persona, mi madre y la Santa Madre Iglesia, para luego ir a casa a por la “escopeta pajarera” para darme mi merecido, y esto sin contar con que el padre ya vendría con la denuncia a la policía bajo el brazo y con la fecha de juicio marcada para dentro de una semana. Todo esto sin contar con la somanta de sartenazos que me tendrían preparada la madre, la abuela, la hermana, la prima y hasta la vecina del quinto...
        
         Sin embargo aquí todo se arregla con unas carcajadas porque saben que el español no lo hizo con mala fe, sino que el chapuzón responde a un gesto de amistad porque saben que compartimos con ellos algo más que unos caramelos: nuestro tiempo y nuestro cariño.

         ¿Crees que hay diferencia entre los dos continentes?... ¿no tengo razón?... Bien, pues eso, que al final resulta que ellos responden con el arsenal que yo mismo les había suministrado, lanzándome bombas de agua desde todos los flancos. Se me emplea...

         Pero la cosa no acaba ahí, pues al final Karima y Remy se levantan para ver qué pasa y me encuentran a bombazo limpio, llenando todos los globos que tengo, y para ser justo, repartiendo otros tantos vacíos entre los niños para que los llenen en la fuente de la plaza. Al final acaba todo en una guerra de agua de la que no se salva ni el señor que trabaja en la fuente, ni los albañiles que trabajan debajo de casa, ni las viejas que pasan... pero todos se ríen, porque la verdad es que tiene gracia vernos. Cuando se nos acaban los globos empezamos con cubos, ellos y nosotros... y acabamos todos empapados.

         Para romper un poco el juego, llenamos un cubo con caramelos, pero ellos no lo saben. Cuando lanzamos el cubo se protegen como pueden, y cuando se dan cuenta de que está lleno de caramelos que caen, salen despavoridos hacia ellos, momento que aprovechamos para lanzar otro cubo... este con agua, claro... Ellos se parten de la risa, y nosotros más.

         Y así varias veces, de modo que ya no saben cuando el cubo tiene agua o cuando caramelos. Se tienen que arrimar si quieren coger caramelos, así que se arriesgan y a veces les sale bien, otras mal... cuando hay caramelos, los que más cerca estaban se ponen las botas, pero cuando es agua... se ponen perdidos. Menos mal que aquí es verano...

         Pasamos un buen momento, y al final merece la pena haber perdido la siesta por esto. Los chicos están encantados y nosotros más.

         Cuando acabamos nos vamos a la adoración, pues hoy es jueves y los salesianos nos esperan. Es el momento en que aprovecho para dar gracias a Dios por todos los beneficios recibidos hoy. Sin duda hoy es un gran día, quizás el mejor de cuantos llevo aquí... y tanto por la mañana como por la tarde, los artífices de mis alegrías son los niños. ¿Tendré vocación salesiana?... Bueno, quizás sea francis-siana...

         Cuando acabamos nos vamos a la antigua casa a escribir, ver correos, conectarnos a internet y, de paso, subir esta historia que espero te haya gustado... Ten en cuenta que yo tengo esto vivido, pero parte de mi misión es que tú sepas qué hago y como lo hago, aunque a veces me encargo de decirte también qué pienso, sin saber si te importa o no... Permíteme la licencia. En cualquier caso eres tú quien decide leerme o no.

         Bueno, y aquí acaba el día, como digo, de los mejores que he tenido y que no olvidaré.

         Unas fotos divertidas para acabar el día:

Por favor, póngame unas sachichas, un poquito de carne picada y ¡¡unos pies de cerdo!!... pero no de los de verdad que se ven ahí, so guarro.... ¡¡¡de los tuyos!!!
Hay personas con actitud camaleónica, pero, al parecer, también hay camaleones con actitudes humanas. Este nos ha salido antenista y está buscando la frecuencia para que pillemos la televisión malgache.
La dueña de la casa nos pide permiso para tender "algunas" prendas en nuestro tendedero. Lo que no sabíamos es que sus "algunas" prendas no dejan espacio a ninguna nuestra... ¡¡Hasta en la barandilla!!
        
Nos dice el vigilante de seguridad:  "Por favor, no fuméis ahí (a la derecha) porque hay libros y son inflamables. Es mejor que se ponga ahí (a la izquierda) junto a las botellas de gas, que es menos peligroso... ". Si lo que yo digo, aquí los encargados no saben de qué encargarse...
         Gracias por leerme y hasta mañana!!

1 comentario:

  1. Me alegro Martín de que tengas muy buenos días como éste que nos has comentado, a veces los esfuerzos se valoran y merecen la pena aunque muchas veces pasen desapercibidos.

    Sabía que te alegraría el nombre elegido por el nuevo Papa, ojalá haga también honor a ese nombre tan humilde y sencillo, ojalá nos lo haga transmitir que seguro nos hará mucha falta.

    Veo que los protestantes se las siguen ingeniando para tener adeptos, no hay una fórmula definida para ello y somos tan frágiles que nos dejamos llevar por aquello que muchas veces nos sorprende sin llegar a ser lo mejor.

    No obstante me reitero en lo que te dije el otro día, cuando las necesidades aprietan es difícil decir no; se ve de una manera desde fuera, pero estando en ello cuesta.

    Deberíamos de ser más fuertes para luchar por nuestras creencias, pero la carne es a veces demasiado débil; enhorabuena nuevamente por los valientes.

    Buenas noches....un abrazo!!!!!

    ResponderEliminar