Nada más abrir la puerta de la cocina, me encuentro con una inesperada visita... se de alguna a la que habría que haberle dado un valium... Aquí os muestro a nuestra compañera de desayuno:
Lo malo es ver una de estas en la habitación por la noche.... |
Helder se encarga de darle unos azotitos y deshacerse de ella...Hoy el día empieza bien... será que
bien acabará?
Lo primero que tenía que hacer es ir de
compras. Tengo una larga lista para los niños de Pipus. Cuadernos grandes,
cuadernos pequeños, estuches, lápices, bolis, gomas, sacapuntas, libros para
colorear y ceras, libros de caligrafía para los pequeños, juegos infantiles
educativos de letras y figuritas geométricas, diccionarios, libros de
aritmética y matemática, cubos de rubik y algún entretenimiento para los más
pequeños... suman 400 soles, es decir, poco más de 100 euros. Lo cierto es que
son 70 unidades de cada cosa, así que en España no quiero ni pensar cuánto
importaría el asunto. Con deciros que he tenido que tomar un taxi para que me
lleve al Obispado que está a unos 500 metros...
Ya todo comprado, tengo un rato libre,
que invierto en pasear por el mercado, lo cual se ha convertido en mi hobbie.
Los comensales |
Las hermanas franciscanas |
De segundo es curioso, porque hay dos
segundos distintos, pero no a elegir, sino más bien “a tener suerte”. Esto es
así porque hay ternera y pollo, y según lo van trayendo, se lo van poniendo a
la gente... así que te puede tocar cualquiera de las dos cosas. A mí me toca
ternera, y me da igual. Al padre Antonio que está frente a mí, le toca pollo.
Como veo su cara de contento, intuyo que está de acuerdo con la suerte
gastronómica que le ha tocado... yo también, pero vemos cómo la gente se
intercambia platos de un sitio a otro hasta que llegan a un consenso culinario.
Katy y Alina |
El entrante y la sopa |
Terminada la comida, nos vamos cada
cual a no sé donde.... yo sé que me fui al café fusiones a terminar de ver los
correos... aún me quedan por contestar varios, porque me paso media tarde
enviando correos a distintos organismos en búsqueda de fondos para los
proyectos granadino y ollerano.
El segundo plato. |
Voy a la
reunión-oración-concierto-asamblea-convivencia-meeting carismático, y me pongo
atrás del todo... Entre que no conozco a nadie y que no me van mucho los
aspavientos, me siento mejor... Me pongo a grabar algunas canciones, porque la
verdad es que son buenas tanto musicalmente como en lo que a su mensaje se
refiere. Me quedo sorprendido de ver a chicos jóvenes. Incluso el concierto
corre por cuenta de tres chicos y una chica. Tocan guitarra, bajo, teclado y
pandereta y cantan bastante bien...
No os voy a explicar cómo son las
reuniones carismáticas... quien las conoce ya sabe de qué hablo... Quien no las
conoce, que vaya a una.
Terminada la oración, cómo no, me dicen
que el argentino tiene que dar su discurso... Aclarado el malentendido
patriótico, les expongo lo que vengo haciendo, de donde soy, a qué me dedico y
los pormenores de mi misión. Les agradezco su invitación y me vuelvo a mi
sitio...
No sé explicaros qué se siente en estas
reuniones. Al principio un poco de vergüenza combinada con un poco de vergüenza
ajena... pero el caso es que, poco a poco, me voy infiltrando en el ambiente
que se respira... realmente, como se dice mucho aquí, el Espíritu fluye... y
debe haber fluido, porque no sé cómo, pero a la próxima oración creo que
volveré..., si Dios quiere, claro...
Como nota final, os diré que una señora
me había hablado de una tal María Dolores, que era española, de Murcia... decía
que era una santa, y que tenía un libro que quería que leyera. Yo pensé que es
una de esas cosas que se dicen de: “... a ver si te dejo un libro que....” , y
luego no te lo dejan nunca. Sin embargo, cuando acabó la oración, la señora me
buscó y me lo dio. Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí al autor: Juan
Manuel Martín-Moreno. El libro se titula “Vivir a tope”.
Cuando le comento a la señora que
conozco al autor, y que vendrá dentro de poco a una ordenación de diácono, poco
más y le da un infarto... quiere a toda costa que se lo presente.
Para que veáis cómo son las cosas... El
padre Juan Manuel, al que conocí hace poco, resulta que no sólo va a venir y
nos vamos a ver en persona, sino que me ha llegado su libro por medios
carismáticos...
No sé porqué tendrá el nombre de “renovación”.... lo
que sí que sé es que yo salgo en el espíritu renovado.
De vuelta al Obispado iba a llamar al padre Antonio,
que también tenía reunión, para ir a cenar por ahí, porque Juanita no está en
todo el día porque ha ido con su padre a Lima, ya que le han ingresado por un
problema en el ojo, pero prefiero ir antes al Obispado por si ha cenado ya. En
efecto, está terminando...
Como la cocina no es nuestro fuerte (el mío sí, pero
no una cocina sin ingredientes), el padre Antonio está ya cenado y me dice que
la cena está en la cocina... cuando llego, pollo con patatas fritas y
ensalada... eso sí, todo comprado. Así también cocino yo...
El caso es que el pollo está bueno, las patatas,
curiosamente, están buenas... y la ensalada buenísima... Vamos, que
posiblemente sea una de las mejores comidas desde que llevo aquí... habrá que
averiguar dónde lo compró.
Y con esto, nos vamos a la cama... que mañana es
domingo y no se puede faltar a la cita más importante de la semana... ¿qué cual
es?... ¡¡mira que no saberlo...!!
Hasta mañana!!
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