Esta mañana he bajado a desayunar, pero con la mente
rondando la idea de llamar pronto a Emilia para que me diga cuando va Juan a
ver al “presi”. Hago unos cuantos recados, ya que tengo que ir a por las
bisagras de las puertas de la Iglesia y a preguntar la última tienda de
cemento... Después de recorrerlas todas, resulta que la más barata es la última
en la que pregunto... Murphy estaba aletargado, pero estos días está haciéndose
presente a cada instante...
Cuando acabo, voy a ver a un gracioso estafador que,
micrófono en mano, está vendiendo productos para todo tipo de enfermedades...
Si no fuera porque se jacta de haber curado a una niña con cuerpo de perro,
podría haber pasado más inadvertido, pero el tío no se conforma con curar
constipados o migrañas, no... tiene que curar extrañas enfermedades nunca
vistas... y para apoyarse en una documentación gráfica, saca una foto que es un
montaje incluso manual... ni siquiera es un montaje informático. Es una cabeza
de niña recortada y pegada sobre la de un perro, y así engaña al personal... y
la gente forma corro alrededor y se lo cree. Hoy, su producto estrella son unas
grajeas que acaban con el colesterol como el fairy con la grasa... al instante.
Como ya me está entrando una risa más sonora que al principio, decido irme, no
vaya a ser que la liemos ya temprano. Ya he tenido algún rifi rafe con alguno
al que no le ha gustado que le fotografíe, como si lo fuera a publicar en
Cosmopolitan, creo que será por eso de que los estafadores quieren pasar
desapercibidos...
Vendiendo el "ficticeo" producto... |
Llamo a Emilia para que me diga cuando va Juan a
hablar con el presidente y cual es mi sorpresa cuando me dice que ya está allí,
ha salido hace un rato... Cuando me repongo del vuelco al corazón, salgo
pitando a por la moto, me monto en ella como quien se monta en una yegua y como
si fuera el halcón callejero, corto el viento que ni el velero de Espronceda...
Me planto en la presidencia con la moto a toda pastilla, y sin quitarme el
casco, me cuelo entre la seguridad, la cual me ve rápido como una amenaza al no
sacarme ni el casco... Me paran, me meten en la garita y me piden la
documentación... y les digo que tengo una cita con Arista... cuando me doy
cuenta de que la mentira la pillarán rápido con una sola llamada, les digo...
Ejem... ah... no, es con Juan Cumba, que está ahora
con Arista.... jeje...
En eso, providencialmente, salen Juan y el chófer de
Emilia, y me sacan del apuro... y me dice que le ha comentado a José el
proyecto de los libros y que ha accedido...
¿que ha qué?... le pregunto....
¡... accedido, coño!... que ha dicho que sí...
¿Cómo que sí?... ¿que sí qué...?
Que se hace cargo del transporte desde España...
Voy a comprobarlo...
Y me voy con el chófer a comprobarlo y hablar
personalmente con él, pero está muy liado y tenemos que dejar la cita para
mañana, pero ha dicho que sí, que correrá con los gastos... y yo no doy
crédito...
Se van en su coche y yo en la moto, regreso al
garaje a dejarla y a celebrar el éxito... eso sí, celebrarlo en soledad.
Llega la hora de comer y les cuento el logro a los
comensales, los cuales se toman la noticia como si les dijera que el Madrid ha
ganado 2-0, así que no me dan pie a regocijarme...
Castelly saca un nuevo tema, acerca de si la Iglesia
es más compasiva con los que se suicidan que con otros... no sé de donde carajo
saca esos temas tan enrevesados... lo cierto es que, no sé cómo, terminamos
hablando de Judas, al cual defiendo un poco porque me da pena el papel que tuvo
que jugar en la historia... creo que hablamos de él porque se suicidó.
En la tarde la curia se horizontaliza, pero yo voy
al Café Fusiones, donde tengo que enviar entre 100 y 150 correos electrónicos a
distintos conventos franciscanos cuyas direcciones me han facilitado desde
España... a todos les informo de qué estoy haciendo y a todos les adjunto las
fotos... Para evitar que unos piensen que ya me ayudarán otros, no tengo más
remedio que enviarlos uno a uno, para que sean individuales y personalizados...
eso sí, el texto es el mismo en alemán para todos, igual para suizos que para
franceses... y para alemanes, claro... Los españoles dudo que lo lean ni
siquiera en español...
Me paso la tarde entera así, y llega un momento en
el que viene Diego Isidoro, con quien había quedado para que me enseñara el
centro de acogida de indígenas para ayudarles con sus estudios...
Yo me imaginaba hombrecitos con taparrabos, pero
claro, en Chacha les han vestido de forma normal...
Vamos a verlos y conozco a cuatro, que están allí
ya. Su tierra está cerca de Villagonzalo, qué casualidad, como en
Extremadura... y tardan en llegar dos días, uno en coche y otro en lancha
motora. Vamos, que los transportes aquí son de otro estilo que los nuestros...
Cuatro chicos que están comenzando los estudios
universitarios o formación profesional. Uno estudia gestión de empresas, otro
enfermería, otro mecánica y el otro no lo recuerdo. Pertenecen a la tribu de
los Aguaruna, y su idioma es el awajún. Yo pensaba que sólo el quechua y el
castellano eran los idiomas de Perú, pero también este, el wampis y el aimara.
Ellos han aprendido el español rápido, y las notas del último curso son
regulares. Quiere esto decir que son inteligentes, porque han aprendido el
idioma hace nada y, sin embargo, pueden comunicarse con fluidez.
Diego con los indígenas |
Son muy graciosos, porque son negritos y bajitos. Se
dedican a cultivar plátanos y a coger oro en el río, el cual venden por 120
soles el gramo, y raro es que saquen un gramo cada varios días...
Diego me explica el proyecto, me enseña la casa y me
presenta a los chicos. Me enseña la huerta que están cultivando otros alumnos
de ingeniería agrícola, y me dice lo que tiene pensado hacer con la edificación
actual. Tiene pensado derruirla toda y hacer un centro nuevo para 25 chavales.
Lo cierto es que el centro deja mucho que desear, pero teniendo en cuenta que
es para personas que normalmente usan taparrabos y duermen en palmeras, está
más que bien.
Terminada la visita, me voy al Obispado. Una vez más
me acompaña un chaval del centro, ya que conoce el medio por esas calles
oscuras de la periferia de Chacha.
Cenamos y cada cual a lo suyo... Yo hoy no tengo
internet, no sé qué pasa con el módem Claro, pero no funciona. Mañana habrá que
llamar para que lo verifiquen.
Por eso me acuesto más temprano, que
mañana es otro día..
Hasta mañana!!
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