Pleno
porque el lunes iba a viajar, pero se tuvo que dejar para el martes... el
martes para el miércoles, y así, hasta hoy... como mañana es viernes, no merece
la pena el viaje, así que prefiero quedarme para trabajar en los proyectos, las
subvenciones y la compra de los zapatos.
En la mañana salgo a pagar el cemento y
buscar tiendas de zapatos, en busca de la oferta. Como aquí existe el método
del regateo, ya tengo claro que cuando preguntas cuanto vale una cosa, le
tienes que restar entre el 20 y el 30% para regatear de ahí hacia abajo, porque
si no, terminas pagando lo que el dueño quiere.
Ejemplo: Unos zapatos cuestan 15 soles,
pero el dependiente, cuando preguntas, te dice que cuestan 20. Así tú le
regateas y te baja a 18, y cuando le ofreces 15 porque te parece que va a
colar, el tío se lo piensa y termina por acceder... tú te vas con la frente
alta habiendo comprado por 15 lo que creías que valía 20, y el dueño se queda
más ancho que pancho porque no ha bajado ni un céntimo de su precio real... Hay
casos en los que el comprador termina pagando incluso los 18 porque acepta a la
primera rebaja... y entonces el vendedor no se queda ancho, sino anchísimo...
No os quiero ni contar cómo se queda el vendedor cuando el comprador ni
siquiera regatea.
Hoy he practicado mi regate y me ha
salido bien... Empiezo pidiendo al vendedor un par de zapatos, aunque sólo yo
sé que tengo pensado comprar 15 pares. El precio es de 25 soles por par, así
que le digo que me parece caro, que me tiene que rebajar... me rebaja dos
soles, a 23. Entonces contraataco y le digo que si me los deja a 20 soles le
compro cinco pares... se lo piensa y se le ponen los ojos como platos. Normal,
ya que cinco pares no los venderá ni en un mes... acepta. Como ha aceptado,
ahora vuelvo al ataque y le hago una nueva oferta. Le propongo que me los
rebaje a 15 soles y me llevo diez pares, a lo que me responde que no puede, que
si me llevo esa cantidad me los deja a 18 soles el par... y entonces llega la
hora de matar al guarro (quiero decir de dar el último golpe de regate, no sea
que alguno se lo tome al pie de la letra y se piense que voy a liquidar al
vendedor), y le ofrezco llevarme quince pares si me los deja a 15 soles el
par... Entonces hace como que se lo piensa y rápido accede, no sea que me vaya...
¡Trato hecho!. Pero todavía no acaba ahí la cosa, porque los 15 pares cuestan
225 soles, y le digo que si me quita el pico de 5, volveré a por mas... Ya
puestos, el hombre se baja los pantalones.. (frase que tampoco debéis tomar al
pie de la letra). Al final, me sale redonda la jugada, y eso lo he aprendido en
las compras grandes, ya que, generalmente, hago compras en número elevado por
la cantidad de niños que hay acá...
Termina la mañana y me voy a comer al
Obispado, porque Juanita me dijo que no me fuera a comer por ahí, ya que la
curia está en comida “de empresa” con un montón de presbíteros llegados de
todos los rincones de la provincia. Comemos y nos vamos, ella a su casa y yo al
café fusiones. Allí estoy toda la tarde leyendo las bases de una ayuda europea
que me enviaron desde España para solicitarla, descifrando párrafo a párrafo un
texto que viene en todos los idiomas europeos menos en español... esa es la
gran estima que nos tienen nuestros vecinos de la bandera estrellada.... ¡hasta
en griego lo había!. Seguro que lo han hecho como castigo por lo que deben
conocer como la “era negra del zapato”...
Después de comprender todo e intentar
rellenar los formularios, le mando un e-mail al hermano franciscano que comenzó
todo esto para decirle que dimito en la labor de traductor de palabras técnicas
y vocablos políticos... mejor será contratar a una empresa que se dedique a
hacer este tipo de trabajos para las ONG´s.
Casi cuando me voy llega Márdelis con
Christopher y una amiga norteamericana que les da clases de inglés a ella y al
padre Amado. Yo estoy on-line con el proyecto de hermanamiento de Granada, así
que lo tengo que acabar, pero después charlamos un rato. La amiga se va mañana
después de seis meses y tanto Márdelis como Amado se quedan sin profesor de
inglés... ¿me querrán contratar a mí?... yo les puedo enseñar guan, chu, zri...
y algún número más...
Salimos casi a la hora de misa en la
catedral. Amado me advierte que hoy hay misa crismal, o lo que es lo mismo, de
renovación de promesas sacerdotales y bendición de los óleos. Cuando llego
están todos los sacerdotes y la misa es solemne. El Obispo va tan ataviado con
sus mejores galas que parece el mismísimo Papa, hasta lleva el báculo.
Acabada la misa, se ungen los óleos...
nunca lo había visto, o no lo recordaba.
Me voy a cenar y Juanita ya está ahí
preparada para alimentar al peregrino mangurrino... debe estar haciéndolo bien,
porque mi amiga Nina me dijo ayer que estoy más gordo... ¿serán las fotos o
seré yo?.
Aprovecho para hablar con una persona de confianza a la que le cuento un secreto
particular, que como es secreto no lo puedo desvelar aquí, pero necesito
contárselo a alguien y sólo puede ser a esa persona... si os digo porqué, os estaré
poniendo sobre la pista, así que os diré sólo que se trata de un triste suceso
que me ha dejado bastante tocado, ya que no es para nada evangélico, sobre todo
por parte de quien viene dirigido... es una pena, pero la Iglesia no es
perfecta, a veces ni siquiera casi perfecta... Esas son las pobrezas con las que me
vengo debatiendo en facebook día sí y día también, lo que ocurre es que suelo
hacerlo con personas que ven 100 donde hay 10... Menos mal que yo conozco la cara buena de la moneda y no soy un hotentote de hueso anudado al pelo que esté esperando el tropiezo del hermano para hacer escarnio de él, como es el caso de tanto arapahoe suelto en las redes sociales..., pero vuelvo al tema.
Este caso es igual, y si
llegara a oídos de alguno que yo sé, la noticia estaría en los muros de
facebook casi al instante de producirse... Lo cierto es que la Iglesia necesita un cambio... más que en la Iglesia, diría
que en los que la componemos, porque con actos así, lo único que hacemos es que
Jesús pague nuestros platos rotos... Podía haberme cayado esto, pero existe
otro motivo (que tampoco quiero contar) por el cual es necesario que lo cuente, para que pueda
darse el caso, si es que se da, de que esto pueda llegar a oídos de la persona
errada y piense... os aseguro que es posible.
De todos modos, para vuestra
información, os diré que la traba que había en el camino se ha solucionado en
muy poco tiempo, ya que me he puesto por otro lado a buscar soluciones y, como
no podía ser de otra forma, las encontré rápido... Caso cerrado.
Cuando acabé la cena, me dijo Juanita
que le prestara mi cargador de móvil, pero justo cuando voy a por él, me topo
con el pequeño gato pulgoso que trajo Nico y que perdió... estaba en el patio
de mi ala del Obispado.. la curiosidad acabó con él... Cerré la puerta y avisé
a Juanita, y entre los dos, con los guantes de la moto, le echamos el guante...
(no se lo echamos, sino que lo cogimos con el guante puesto)... El muy felino
se defiendo como gato panza arriba, valga el ejemplo, pero no le queda otra que
desistir en el intento de despellejarnos con sus pequeñas garras. No entiendo
cómo puede ser tan arisco y tan violento... parece como si le hubieran
maltratado o como si nunca hubiera visto un humano.
Después de meterlo en una caja, por
orden de Nico, y cerrarla con cinta americana, le damos el paquete para que se
lo lleve a Mendoza. Cual es nuestra sorpresa cuando nos dice que no se lo
lleva, que lo deja aquí... y nosotros le preguntamos que para qué lo hemos
metido en la caja entonces, a lo que responde que para que no se vuelva a
escapar.... ¿...?
Despedimos a Nico y acto seguido saco al gato de la
caja para meterlo en el baño del patio, porque Juanita tiene que ir a atender a
los padres, que han llegado al Obispado... Espero que no lo use nadie mañana,
porque sólo de pensar en lo que podría hacer el gato con esas afiladas uñas en
el culete desnudo de un infortunado clérigo a punto de evacuar... se me ponen
los pelos de punta.
Ha costado domesticar al gato, pero al
final lo he logrado... Al principio iba detrás de él por todo el baño sin
lograr cogerlo... al final lo arrinconé y tardé como quince minutos en
acercarme a él para que no se asustara... Al final, lentamente, logro tocarle
un poquito con el guante puesto y acariciarlo... parece que ha dejado de pegar
zarpazos para empezar a dejarse acariciar, eso sí, muy desconfiado... Pasado un
rato, logré cogerlo con una mano y con la otra le acariciaba la barriga.... y
cuando más relagado estaba, con mi codo le di a la tapa del water y ¡PLAS!...
se cerró estrepitosamente con un golpe que hasta a mí me salió el corazón por
la boca... y con el gato en la mano... No os cuento cual fue la reacción del
gato que tan tranquilo reposaba en mi mano hasta el susto del siglo, para él y
para mí... Intentó arañarme, menos mal que los guantes todavía los tenía... y
saltó por encima de mi cabeza para estrellarse contra la puerta del baño... y
vuelta a empezar. Esta vez me aseguraré de mantener la tapa del water
cerrada...
Así acaba el día. Así y viendo el
tremendo fracaso de la huelga general... estaba cantado. Más bien diría que se
ha tratado de una huelga particular, aunque los sindicatos y la oposición
seguramente dirán que asistió a la misma el 200% de los trabajadores, y eso sin exagerar... eso sí, el 200% de los que trabajan, porque creo que hay seis millones de nada que no pueden
por culpa de quienes irónicamente han orquestado este conato de rabia al que yo
llamo “no saber perder unas elecciones”...
Pero como no suelo hablar de política,
hoy no va a ser una excepción... así que escribo mientras escucho “Delirium” y
me voy a la cama... que mañana es viernes y tengo que hacer cosas, entre ellas,
comprar el billete de autobús con anticipación, no sea que luego me tenga que
quedar otro mes más... jeje.
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