Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!

Asómate al mundo exterior...Y VERÁS TODO LO BUENO QUE TIENE!
Asómate a la ventana y mira, escucha, habla...y comparte conmigo tus impresiones.

"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

Eres el visitante número:

Busca aquí lo que quieras

jueves, 18 de julio de 2019

Kenia 2019. Capítulo 4. Llegó la que tenía que llegar

(La conexión hoy es tan lenta que no puedo subir ni una triste foto)

Robert y yo fuimos a Tika a comprar. Allí hay un supermercado con productos de todo tipo, casi al estilo de los nuestros. Y, si bien los productos son muy distintos, es posible encontrar lo que uno busca: latas de atún, pasta, tomate frito (más bien pasta de tomate), galletas, café, cacao, etc. Es caro y diferente, pero al menos puedo encontrar cosas más acordes a nuestra cultura europea.

Mercadeando
Después de hacer la compra, nos dirigimos a un «restaurante» típico, de esos que te sirven la comida en cuencos y es cocinada en hornos de fuego. No sabía por entonces que eso me costaría caro, aunque sí que ese precio, tarde o temprano, lo terminaría pagando. Me refiero a la higiene, tanto de la comida como de su procesado (más de su procesado). Y si a esto unimos un agua de dudosa procedencia, tenemos el cóctel suficiente para hacer que un pobre estómago europeo, acostumbrado a aguas purificadas y alimentos manipulados en unas condiciones de higiene mínimas, se vea afectado. Y así fue. 

De ahí nos dirigimos a Mbiuni de nuevo para dejar la compra. Tan lejos está (aunque son 30 kilómetros, no creas que se tardan 20-30 minutos, como tardamos por nuestras autovías) y tanto tardamos en comprar, comer algo y regresar, que el día entero se nos va en las compras. Ya en casa, dejamos todo en la despensa. La compra ha sido hecha con cabeza, teniendo en cuenta que no tenemos frigorífico. Un pollo y algo de carne serán para los primeros días, el resto para después.

Probando la mercancía
Aquí encuentras casi de todo

Llega la hora de irse a la cama, de leer y escribir un rato, pero no me encuentro muy bien. Tengo un malestar generalizado, con dolor de cabeza, así que me tomo un paracetamol y a la cama. A la mañana siguiente, la hermana Veneth Maria me llama para que me acerque a la parroquia. Allí está el padre Binju, la persona responsable del proyecto aquí y con quien he coordinado todo desde España, tanto este año como el pasado, para llevar a buen término la construcción de los invernaderos. Él fue la primera persona que conocí, pero nunca cara a cara, ya que no hemos coincidido en el lugar. Cuando yo estaba en Mbiuni, él estaba de viaje por razones de su congregación, y cuando yo me iba a España, él regresaba a Mbiuni. Este año solo va a estar un día aquí, y precisamente tiene que ser el día en que me pongo malo. La hermana me dijo que estaría en la parroquia solo durante una hora, ya que tenía que salir de viaje, y le gustaría conocerme. Le digo que me visto y salgo para allá, pero cuando me pongo los pantalones, me entran un revoltijo que casi mejor no os lo explico… Una vez desayunado y aseado, me pongo en camino, pero no recorrí ni cien metros antes de decidir dar la vuelta y meterme de nuevo en la cama. El padre Binju tendrá que esperar a otra ocasión. 

Y así me pasé el viernes 12 entero, en la cama. Solo me levanté a eso de las 14:00 horas para comer algo y volver a acostarme, momento en el que vino a verme una monja que está viviendo en España y se encuentra aquí por estos días de verano. Quería saludarme y hablar un rato en español, así que se puso a mi lado mientras cocinaba y mientras comía, y todo esto al tiempo que tenía un dolor de cabeza tal que, en un par de ocasiones, estuve tentado de… en fin, que aguanté el tirón antes de tomar otro paracetamol y regresar a la cama hasta la noche. Y como es viernes, la algunos de la comunidad se reúnen junto a mi casa para beber, poner la música alta y bailar hasta altas horas. Vamos, lo mejor para cuando uno está mareado y con color de cabeza. Algunas mujeres quieren que me levante y baile con ellas, pero cuanto más les trataba de explicar que no me encontraba bien, más insistían en que saliese a bailar y a beber. This is Africa… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario