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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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viernes, 8 de septiembre de 2023

PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA. INTRODUCCIÓN Y VIAJE

INTRODUCCIÓN Y VIAJE

Desde hace muchos años, una de las actividades que habitualmente organizamos desde nuestra entidad son las peregrinaciones a distintos lugares de interés religioso. Dado que nos ubicamos geográficamente en Extremadura, las peregrinaciones que veníamos realizando hasta ahora eran a Sevilla (Santa Ángela de la Cruz), a Serradilla y El Palancar (Cristo de la Victoria y san Pedro de Alcántara) y, como peregrinación estrella, a Fátima, para visitar a nuestra Señora, la Virgen de Fátima. Más allá de esta última no nos habíamos atrevido a organizar algo de más entidad. Pero en la peregrinación de Fátima del año pasado, que se desarrolló durante los días 8 y 9 de octubre, tomando una cerveza mientras estábamos sentados en una terraza en Los Valinhos, el pueblecito de los tres santos pastorcitos, Francisco, Jacinta y Lucía, hubo quien sugirió hacer una peregrinación a Tierra Santa por primera vez en nuestra historia como ONG. Y la respuesta surgió por parte de todos igual que salen las balas del cañón nada más rozar el gatillo de una escopeta. Casi sin tiempo de pensar en la dificultad de lo que estábamos a punto de comenzar a fraguar, dijimos: ¿por qué no? Y desde ese mismo momento, todos supimos que ya estaba decidido. Acabábamos de dar el pistoletazo de salida a la que ha sido la mayor aventura organizada por nuestra entidad hasta el momento. Era el 9 de octubre de 2022.  

Al llegar a Almendralejo, lo primero que hicimos fue hablar con el padre Jaime Rubio Pulido, sacerdote de la Diócesis de Coria-Cáceres y amigo personal con el que he tenido la suerte de compartir mucho. Él había sido el Delegado de Peregrinaciones de la Diócesis y había ido a Tierra Santa como guía un montón de veces, concretamente sesenta, que se dice pronto. Con un guía así, no hace falta ser muy listo para organizar un viaje de estas características, pues él conoce la zona como la palma de su mano y desde el principio quiso organizar un circuito distinto al tradicional. Sería un poco más caro, pero era un «todo incluido», duraba un día más, era en temporada alta e incluía una visita a lo más importante de Jordania, que también es Tierra Santa. En un par de semanas ya teníamos un borrador del recorrido, el cual hubo que ajustar un poco, pero que terminó siendo una muy buena elección porque incluía lo más importante tanto de Israel como de Jordania. 

Más adelante iremos viendo, día por día, el recorrido de la peregrinación, la cual ha sido organizada en sus aspectos técnicos por la empresa Halcón Peregrinaciones, de la mano de Verónica, quien nos lo ha puesto todo muy fácil y se ha volcado en atenciones, llegando incluso a desplazarse a Almendralejo para darnos el material de viaje y una charla informativa sobre el mismo. Ya antes lo había hecho el padre Jaime, para explicar de primera mano todo lo que haríamos y conoceríamos en la zona, así como para darnos algunos consejos. También él tuvo el detalle de desplazarse a Almendralejo, y eso que vive en la zona norte de la provincia de Cáceres. Esto, aunque parezca algo sin importancia, es ya una marca distintiva con respecto a otras peregrinaciones más «comerciales», en las que todo se hace por teléfono o e-mail. Nuestra peregrinación fue, desde el principio, algo más familiar, más humano, más al estilo de la entidad que la organiza, que no quiere que la peregrinación termine siendo un viaje turístico, sino una introspección al fondo del corazón humano desde la pobreza y el abajamiento humilde de todo un Dios que se hizo hombre para compartir nuestra vida terrena y redimir así cada aspecto vital del ser humano, desde el dolor hasta la muerte, pasando por la vejez, las fatigas del día a día o los muchos avatares que caracterizan el peregrinar del hombre. Y como nuestra fe no tiene únicamente un marco histórico, sino que también lo tiene geográfico, desde el primer momento quisimos lanzarnos a la aventura de leer ese quinto Evangelio, que es Jerusalén y alrededores, escrito a fuego en cada una de sus piedras, sus montes, sus valles, sus lagos y su famoso río Jordán.  

Ya teníamos la idea, el recorrido, el guía y las empresas mayorista y minorista. Pero faltaba lo más importante: los peregrinos. Y aquí comienza la historia de esta aventura, a la que enseguida se sumó el elemento humano, compuesto por personas de muy variada procedencia: Almendralejo, Sevilla, Ceuta, Cáceres, Plasencia, Sierra de Gata, Toledo y Madrid. Vamos, que teníamos más repartidos los asientos del bus que la lotería del Niño. Y hay que decir que comenzábamos con 40 plazas, que es lo habitual en estas peregrinaciones. Lo que ocurre es que las teníamos cubiertas nada más empezar a dar publicidad a la peregrinación, por lo que hubo necesidad de ampliar a 50. Aquí tenemos que agradecer la colaboración de Halcón Peregrinaciones, que se puso manos a la obra para solventar el primer contratiempo, que no era otro que contratar diez billetes más de avión, así como sus correspondientes plazas de hotel, respetando los precios ya contratados de antemano. Y no tardamos en cubrir esas plazas ni una semana, pero ya no podíamos ampliar a más porque entonces tendríamos un problema con los autobuses en destino, además de lo difícil que resulta gobernar a tanta gente. Por suerte para los que se quedaron fuera, surgieron algunas bajas, aunque pocas, pero las suficientes como para que casi todos los que estaban en lista de espera pudieran entrar en la peregrinación. Y así conseguimos formar el grupo que, finalmente, se embarcaría en la gran aventura que estaba por venir.

Durante varios meses, hemos ido formando a los peregrinos en un grupo de Whats App sobre las cosas con las que nos íbamos a encontrar, así como informando de las modificaciones o cosas importantes que iban surgiendo durante los meses previos al viaje. Hubo algún cambio, como el de introducir una visita con baño en el Mar Muerto por el lado jordano, descartando la visita a Madaba, que cuenta con un mosaico impresionante digno de ser visto. Pero como en Jerusalén hay una réplica de dicho mosaico y a la gente le gusta más la idea de bañarse en las aguas más saladas del mundo, introdujimos esta mejora. Y así llegó el momento de la verdad, el primer día del viaje. 

23 DE AGOSTO

ALMENDRALEJO – CÁCERES – PLASENCIA – MADRID – TEL AVIV - NAZARET

El viaje comenzaba en el primer minuto del día 23 de agosto, a las 00:00 horas. Nos esperaba un autobús en la explanada de San Antonio, en Almendralejo, donde se subieron la mayor parte de los peregrinos. Desde ahí salimos rumbo a Cáceres, donde esperaban otros pocos. Finalmente, nos dirigimos a Plasencia, donde nos esperaba el padre Jaime con los de la zona norte de Cáceres, que venían con él. El resto, de Madrid, Toledo, Ceuta y Sevilla, se unieron directamente al grupo en la Terminal 1 del Aeropuerto Adolfo Suárez - Madrid Barajas. Hechos todos los trámites necesarios por Belén, una trabajadora de Halcón Viajes que nos esperaba puntual en el aeropuerto, estábamos en disposición de pasar los pertinentes controles de seguridad rutinarios y embarcarnos en el vuelo, el cual duraba en torno a las cuatro horas y media. Sin mucho retraso, llegamos a Tel Aviv, donde nos esperaba Murat, el chófer de la empresa familiar «Piece of Peace», que se encargaría de todos nuestros transportes en el lado israelí de la peregrinación. Todo salió a pedir de boca y no tuvimos que esperar nada, ni para recoger las maletas ni para embarcarnos en el bus y salir rumbo a Nazaret, donde cenaríamos y nos alojaríamos los dos primeros días en el hotel Plaza. 

Ni que decir tiene que el cansancio que teníamos era enorme, sobre todo los que habíamos partido desde Almendralejo, sin dormir casi nada esa noche, entre el viaje y las paradas para recoger por el camino a los distintos peregrinos. Por eso, cenamos, subimos las maletas a las habitaciones, nos dimos una ducha y dormimos pronto y con la ilusión de comenzar al día siguiente el que ya sería el primer día de peregrinación. Eso sí, madrugando a las 5:30 horas de la mañana. 

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