Preciosas vistas desde la pensión Chachapoyas |
Hoy es 1 de febrero. Me
levanto temprano, como de costumbre aquí. No sé si es la pensión que me da un
poco de grima o las ganas de ver más cosas, pero no aguanto mucho en la
habitación.
Aspecto de la misteriosa bola rellena... |
Voy a desayunar al obispado y mi sorpresa es que me
ponen una especie de bolsita como de pasta, que no es pasta, sino una tela como
de una fruta rellena de cosas. Me sirvo el café y le meto el diente, y dentro
hay un hueso de pollo con algo de carne, una aceituna y algo más que no acierto
a adivinar. Me dan ganas de echar lo que tenía en el estómago, pero como
todavía no tenía nada me ahorro dar un buen espectáculo nada más comenzar el
día... Para no parecer descortés, me como sólo el envoltorio, y ni siquiera
entero, ya que me ven la cara y me dicen que hay mermelada, mantequilla y tostadas...
¡menos mal!
Después voy al banco nacional de Perú a cambiar los
pocos dólares que traía y que al final no me han servido de nada. Me
dijeron que los aceptan en muchos sitios, aunque no sale rentable, nada más
llegar a Lima cambié en el aeropuerto los euros que traía, y nada más entrar en
Perú ya tenía nuevos soles peruanos. Una cosa me ha impactado del Banco en Perú. Hay tantos cajeros como cajas... En Chachapoyas hay cinco cajas con sus respectivos cajeros, y fluye el público que da gusto... me acuerdo de las colas de tres cuartos de hora de Cajalmendralejo...
Si que quedó algo tocada la Iglesia... |
Después de cambiar me dice D. Emiliano
que le gustaría que visitara con él la Iglesia del Señor de Burgos, que quedó
bastante deteriorada de los dos últimos temblores. Quedamos con una señora que
viene con la llave para enseñárnosla y para que le de una primera valoración de
lo que creo que se debe hacer. La señora cuando llega me da un beso, y yo voy a
darle el segundo y me quedo con el amago y cara de tonto por darle un beso al
aire... allí hay costumbre de dar un solo beso. La mujer rápidamente se da
cuenta de que soy un ignorante extranjero y viene corriendo a darme el otro
beso, pero eso ya no me hace dejar de sentir ridículo.
Vemos la Iglesia, y tiene mala solución,
ya que tiene varias grietas que harán necesaria una demolición parcial, y como
está hecha de adobe y el gobierno no deja actuar en ella más que con adobe, no
se puede consolidar como yo quisiera... Las normas peruanas en este sentido son
un poco extrañas, ya que en lugar de querer progresar constructivamente
prefiera quedarse en lo tradicional de un material que no sólo ha quedado
obsoleto, sino que ni siquiera es práctico ni resistente.... en fin, así y todo
le doy mis opiniones y D. Emiliano y yo nos vamos a ver el Seminario Menor que
están acabando de construir, para que le de mi impresión acerca de los acabados
y la obra en general... Cuando terminamos de verlo, le hago saber todas las
cosas que he visto incorrectas, y son tantas que tenemos que apuntarlas para
corregir... lo típico, en cuanto una empresa hace una obra para alguien que no
tiene ni idea, hace lo que le da la gana... pero hoy va a tener mala suerte el
albañil-maestro de obras-constructor que está haciendo la obra, porque tendrá
que trabajar para corregir lo que, en algunos casos, son auténticas chapuzas
que no voy a mencionar.
Después de esto, vemos unos salones
amplios y en una calle principal con los que cuenta el obispado y que tiene
deshabitados y abandonados. Le propongo al obispo que los arregle bien y los
alquile, ya que se encuentran en la calle más comercial y resulta que media
calle está con sus locales cerrados porque son del obispado y los tiene muertos
de risa. Hablamos, echamos números y vemos las posibilidades... le ha gustado
tanto la idea que mañana, después de visitar Granada, tendremos que empezar a
hacer los planos para comenzar la obra... así, sin anestesia. En el fondo gusta
que a uno le hagan caso, pero que lo que uno diga sea inmediato, da más
gusto... Ya estoy puesto con los planos.
Aprovecho para hacer un poco de turismo
callejero por la ciudad, y cuando llego a comer a las 13:00 h al obispado, me
está esperando Iván, el chico ruso que está trabajando también para la Ofra en
una labor de investigación de animales peruanos. Habíamos oído hablar mucho el
uno del otro, pero no nos conocíamos. Me lleva al ayuntamiento, donde el
alcalde nos ha cedido un espacio con wifi para nuestras comunicaciones y
trabajos, aunque es una pena que no vaya a estar más que los fines de semana. De todos modos da igual, porque una de las cosas de los funcionarios peruanos es que trabajan mañana y tarde y de lunes a domingo.... creo que en España anda la cosa parecida.
Hablamos un rato y compartimos
impresiones. Menos mal que habla español, porque yo de ruso no ando muy fino.
Quedamos en que el viernes tomaríamos unas cervezas mientras nos contamos
nuestros respectivos trabajos peruanos.
Agua caliente + café + leche evaporada... y maiz. |
Después de comer, me voy con Amado a
ver un paisaje de los buenos que se ven aquí, un mirador llamado Huancas.
Subimos con el Toyota hasta la mitad del camino, ya que allí vive Filo, la
catequista de Huancas, que nos va a enseñar la Iglesia de allí. Nada más llegar a su casa, nos hace
entrar y nos obliga a tomar un café con leche evaporada, unas palomitas de maiz
natural y otro maiz húmedo que ni siquiera pruebo por el tema de higiene. Las
moscas se confunden entre el maiz y no sé si cuando meta la mano voy a sacar
una cosa o la otra. Prefiero las palomitas. El caso es que desde el primer
momento que conozco a Filo y a su hijo, me han causado un impacto tal de
austeridad y alegría dentro de la pobreza, que no he podido evitar pensar en
que mi amiga María Solano me dio 20 euros para compartir con quien los
necesitara. Al cambio son unos 70 soles, así que le dejo 30 soles debajo del
plato del pan para que los descubra cuando no esté. Y como el niño está solo
porque no tiene hermanos de su edad, ya que tiene una hermana de 28 años fuera
del pueblo hace tiempo, y una hermanita pequeña que se murió. Está alejado del
pueblo como quince kilómetros, solo y sin un triste juguete, así que decido que el resto del dinero
hasta los 70 soles los voy a dedicar a él. Como me cuenta que le gusta el
futbol, le pregunto si tiene balón y me dice que no, así que ya sé qué
comprarle... el resto del dinero irá en chucherías y cosas para pintar, etc.
María Solano puede estar contenta porque su dinero ya está donde ella quería,
es decir, donde me parezca que debía emplearlo lo mejor posible. El niño se
llama Javier, y es muy simpático para estar tan solo. Quizá por eso lo sea, no
sé... Lo que no sé es dónde va a jugar al fútbol, porque su casa está en una pendiente de 45º... Javier está cojito porque sufrió una caída hace tiempo que le ha dejado bastante mal...
Con Javier y su gato mantúo |
Aquí se puso el poncho para la foto. |
Con Amado, seguidor del blog desde hoy... |
Con Filo y Javier en su modesta casa. |
El horno: última tecnología en fabricación de pan |
Nos enseñan la casa y el horno donde
hacen el pan, ya que se ganan la vida vendiendo pan en los mercados de los
pueblos. El marido de Filo es agricultor y está fuera trabajando.
Después nos vamos a Huancas todos menos
el niño, al que la madre deja solo en casa. Pronto a un niño español de su edad
le dejan solo en casa... No sería capaz ni de sacarse un moco sin la ayuda de
la madre.
Llegamos a la Iglesia y la
inspeccionamos entera, retablos, torre, carpinterías, coro... fotos y tal y nos
vamos para el mirador de Huancas.
Cuando llegamos al mirador no doy
crédito. No he visto el cañon del colorado, pero no debe andar muy lejos de
esto. Es impresionante ver la creación de un trocito del planeta. Sólo de
pensar en que esa mole de montañas no son más que un grano en la tierra me
hacen pensar otra vez en la grandeza de Dios. Estamos hablando de la cordillera
andina, una de las cadenas montañosas más impresionantes del mundo, y yo encima
de ella como un conquistador plantando la bandera.
Y como vale más un vídeo que mil imágenes:
Por la zona de Huancas pasa el río
Sonche, que más adelante se une al Utcubamba para desembocar los dos en el río
Marañón. El río Marañón separa las regiones de Cajamarca y Amazonas, y termina
desembocando en el río amazonas y así hasta el atlántico. Es un río digno de
verse, y sólo es afluente de afluente del amazonas... vamos, que sólo de pensar
cómo será el amazonas se me ponen los pelos de punta.
Regresamos al pueblo justo a tiempo
para asistir a misa de siete, cenamos y nos quedamos un rato hablando y
contando las cosas.
Después me voy para la pensión para
poder escribir, que luego se me olvida. Y con esto acaba el día, ya que mañana
tenemos previsto madrugar para viajar a Granada, por fin...
Hasta mañana!
Hermano!! Mira tu correo, te he enviado uno!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en el Corazón de María!!!
Luis