Catedral de Chachapoyas |
Hoy es domingo, y como hay misa de 7:00 y siempre me
levanto a las 6:00, decido ir a la catedral, justo al lado del Obispado. Y da
la casualidad que hoy, para variar, me he despertado a las 8:00. Por un lado me
fastidia, pero bueno, también necesitaba dormir algún día más de 6 horas.
No pasa nada, y al final lo agradezco. Son estas
cosas que pasan, señales de Dios, que permite ciertas cosas porque sus planes
son otros. Él quería que hoy fuera a misa de 9:00 en la Iglesia de la Virgen
Asunta, donde se encuentra un asilo de ancianos al cargo de unas monjitas muy
saladas.
Estoy un poco pendiente de la visita que nos
prometieron Filo y su marido, cuando nos aseguraron que bajarían a Javier al
hospital y que nos avisarían, pero como no puedo comunicarme con ellos y en el
Obispado siempre hay gente, me voy tranquilo, porque la misa será una hora como
mucho.
Iglesia de la Virgen Asunta |
Amado me da explicaciones para llegar sin problemas
a la Iglesia, y como aquí todo el centro de Chachapoyas está hecho en
cuadrícula, no tengo problemas para llegar. Lo más curioso es que el padre
Ilder me dice que la Iglesia está a 7 minutos andando. Me acuerdo de cuando
tomé el bus a las 16:31 de la tarde... parece que aquí se toman en serio cada
uno de los minutos.. Yo habría dicho que está a 5 minutos, o a 10 si vas más
despacio.
Una vez en la Iglesia, entro por la puerta
principal, en el hastial frontal y abiertas de par en par sus dos hojas. La
Iglesia es bonita. Se accede a través de un patio con escalones para llegar al
nivel del piso de la Iglesia.
Una vez dentro del patio veo a una señora ataviada
con sus mejores galas, que constan de: alpargatas roidas, falda descosida y
rebeca agujereada... ¡¡¡muy franciscana, sí señor...!!! Hoy el Salmo
responsorial dice: “El Señor sostiene a los humildes...” y vaya si es
verdad. La señora va cabeza erguida y viento en popa surcado los vientos con toda
la dignidad del mundo a celebrar la resurrección del Señor. Y como hoy es
domingo, me voy a abstener de hacer comparaciones con España.
En la Iglesia, montones de personas, sobre todo
mujeres, como suele ser habitual. Los hombres son católicos, y no les importa
levantarse a las 5:00 de la mañana para ir al campo bajo lluvias torrenciales,
descalzos, de noche y mirando de reojo por si tienen que pegar un brinco para
sortear un huayco... Eso sí, levantarse a las 8:00 los domingos para ir a misa
es todo un sacrificio... ¡hace falta ser mandril!...
Los ancianos del asilo de Virgen de Asunta |
No importa, aquí estamos todos y cada uno de los que
Dios quiere que estemos, así que nos sentamos y comienza la celebración.
El celebrante es el padre Antonio, y como todavía no
lo conocéis, os lo presento un poco:
Antonio es un cura de esos que si le escuchas en la
homilía te asombras, primero porque hace participar al gentío con preguntas o
frases a medio terminar para que el pueblo las termine.. por ejemplo, dice:
"Nos reunimos hoy domingo ¡¡¿¿como...??!!
y todo el pueblo responde: “¡¡Iglesia...!!”
y dice, ¡¡¿¿y como....??!! , y el pueblo: ¡¡comunidad!!
Y vuelve, ¡¡¿¿y como...!!??, y los fieles: ¡¡hermanos!!
¡¡Sí señor..., muy bien!!
Me recuerda a cuando iba a catequesis de primera
comunión y Don Sabino usaba con nosotros la misma táctica...
El Padre Antonio. Lo mismo te predica que te fríe los huevos del desayuno, oye... |
Concelebran dos sacerdotes, a uno no le conozco y al
otro sí... espero conocerle mejor para hablaros de él, pero os anticipo que es
un inglés que lleva 40 años en Perú y todavía no se le entiende cuando habla.
Pero tiene una historia bastante interesante.
El padre inglés hizo un Vía Crucis para la Iglesia de Virgen Asunta, y como el idioma no lo domina todavía, la inscripción de una de las estaciones está un poco equivocada... no deja de producir risa:
¿Cicerón?...Yo pensaba que era Cirineo... |
Bueno, pues el primer día que llegué a Chachapoyas,
el padre Antonio en mitad de la homilía hizo que casi me cagara en los calzones
del susto cuando de repente dice: ¡¡Tenemos con nosotros a un chico español que viene
a cooperar con una causa muy bonita, y quiero que todos le demos un aplauso y
que salga a decir unas palabras...!!
¡¡La madre que lo trajo...!! yo ahí, totalmente
anónimo si no fuera porque soy más blanco que todos, tan tranquilo en mi banco
y ahora tengo que hablar, y cómo no, de nuevo sin haber preparado nada...
¿quién me iba a decir que iba a hablar en una homilía...?
Qué voy a hacer... pues salir. Tampoco me quedaba
otra, sobre todo cuando 150 cabezas con sus respectivos 300 ojos (imagino)
volteaban el periscopio dirigiendo sus miradas al Ilustre, aunque por entonces
yo no era Ilustre.
Salgo a la palestra y me da el micrófono de pinza
que lleva colgado de la solapa para hablar, y entonces, ¡¡salvado por la
campana...!! No funciona el micro... se ha estropeado justo en ese momento....
Así que vuelvo a mi sitio después de recorrer toda la catedral, notando las
miradas clavadas en mi nuca.
Bueno, mejor, porque qué les iba a decir: “Hola,
qué tal...” o mejor “Vengo de España a ayudaros...” o quizás “Gracias
por esos tan merecidos como espontáneos aplausos... je,je...”.
Me siento, acaba la misa y cuando vamos a cenar le
tiro de las orejas y se ríe...
Pues bien, pensaba yo que se le había olvidado aquel
percance técnico de sonido, y aunque lo recordara, estaba tan atrás en la
Iglesia que seguro que no me veía... pero no... me equivoqué de plano... cual
águila peregrina clavando sus ojos en el ratoncillo que corretea por las
briznas del suelo, me sentí observado y me achanté... ¡¡Ay Dios!! Lo vi
venir... y, en efecto, vino... y dijo:
Venido de España, tenemos a un joven que viene a
realizar un proyecto muy bonito y que quiero que conozcáis.... un aplauso a...
¡¡¡Martíiiiiiiiiiin!!! De nuevo, los periscopios giraron al unísono, y como
estaba de los últimos, tuve que hacer el incómodo paseillo por el pasillo
central hasta adelante del todo... De nuevo, un micrófono de pinza, pero ya iba
a ser mucha casualidad que no funcionara... este estaba perfecto... así que
pensé y dije algo así:
“Muchas gracias por vuestros aplausos... no se
merecen. La verdad es que me costó bastante salir de España y dejar tantas
cosas, pero una vez aquí, siento que estoy como en mi propio país y como en mi
propia casa... vengo a realizar un proyecto de restauración de las Iglesias de
Granada y Olleros y os pido que me tengáis presente en vuestras oraciones para
que Dios me ayude y este proyecto tenga buen fin... Me alegro mucho de estar
con vosotros y conocer vuestro país y vuestra cultura... El viaje ha sido duro,
pero bien merece la pena... Gracias...”
Y otro aplauso... hasta que llego a mi sitio... y
entre los calores y el abrigo que llevo, empiezo a sudar como un Kui cuando
viene un ilustre invitado a cenar...
Ya las conoceis... |
Cuando acaba la misa, voy a saludar a los
presentes... y a ver si el padre Antonio capta mi mirada penetrante que dice:
¡¡padreee, padreeeeee...!!, pero no parece haber penetrado nada, y sin darle más
importancia, me toma del brazo y casi me lleva a rastras a enseñarme el asilo,
los viejecitos y las monjitas... y he ahí a las heroínas hermanas de una
congregación que no recuerdo, pero que está fundada por una hermana mejicana, y
que atienden a todos estos pobres ancianos. La mayoría es o deficiente mental o
está en silla de ruedas, pero ni un atisbo de pena en sus caras... Para muestra
la foto con las dos abuelillas ataviadas con sus mejores y más coloridas galas.
Después de esto, volvemos al Obispado y, ya casi en
la plaza de armas, nos encontramos con un abuelo que prácticamente no puede
andar y que se ayuda con dos palos... un paso pequeño cada 5 segundos es su
velocidad punta, pero ahí le tienes al tío, casi en la otra punta del pueblo
dando su dominical paseo... otro héroe. Y lo mismo, si le coges del brazo te
mete un guantazo para que no le ayudes...
A las "niñas" también las conoceis ya.... algunos... |
Y siguiendo con la descripción del padre Antonio, os
diré que, junto con Monseñor Emiliano, son los “españoles por el mundo”
en Chachapoyas. Es natural de la Rioja, creo que de Logroño, aunque tiene
familia en más lugares riojanos... Sigue la liga de fútbol español, y con tanta
pasión, que no le importa ver un partido Almería-Alcorcón, porque lo que le
importa es ver fútbol... Indudablemente, le gusta más un clásico, y aquí se ven
gratis por la televisión peruana.
Es alto, de complexión fuerte, peina alguna que otra
cana, aunque la chapela a la que él llama boina se las tapa un poco. Tiene el
timbre de voz fuerte y habla con autoridad... y si te tiene que pegar una voz
te la pega y punto... En sus homilías, cuando más tranquilo estás sentadito
escuchándole, te pega de pronto un grito para decir algo que quiere que se nos
grabe, y entonces, como si hubiera un resorte en los bancos, todos pegamos un
sobresalto y quien más quien menos despega la pestaña pensando... “el tío
este... que un poco más y me saca el corazón por la boca...”
Como le digo que he dejado de fumar y entre bromas
hablamos de fumar puros, se me presenta hoy después de comer con un puraco
sacado de no sé donde, ya que en Chachapoyas no fuma nadie...y por supuesto, no
hay estancos. Y como no puede ser de otra manera, me lo clavo... pero soy
consciente de que tiene que durar para más días, no sea que coja el vicio... lo
raciono mentalmente en tres partes, para tres días, y acto seguido me fumo dos
partes de un golpe...
Ya en el Obispado, se pasa el día entre pitos y
flautas... más pitos que flautas, pero menos pitos que lluvia... Ya son cinco días seguidos sin parar de llover día y noche...
Se hace
de noche, cenamos, escribo un poco y nos vamos cada cual a su celda. No sé
porqué le llaman celda, porque una habitación con luz artificial, cama,
armario, mesita escritorio y cuarto de baño completo con ducha caliente no es
precisamente lo más parecido a una celda...
No me puedo acostar sin antes mencionar que, gracias
al padre Amado Guevara, puedo comunicarme con todos vosotros, ya que me ha prestado su módem USB, el cual he
instalado y funciona perfectamente. Vamos, que a mi celda le tenemos que añadir
una comodidad más: internet.
Pero lo cierto es que a partir de mañana se acabaron
las comodidades. Me llevaré el módem a Granada, a ver si con suerte hay cobertura
y puedo seguir escribiendo y subiendo aventuras al “peregrino”.
Y cómo no, voy a describiros también al padre Amado,
siquiera a grandes rasgos.
El padre Amado es uno más de la comunidad
parroquial. Junto con Ilder es uno de los jóvenes, aunque no quiero decir que
el resto sean mayores... Es de estatura media y generalmente vestido de azul...
pantalón azul y camisas azules... Es tranquilo y no muy hablador, aunque cuando
habla sube el pan.
Como es natural de Perú, habla seseando... y por
supuesto dice palabras como ahorita mismo, en la mañana, tomar (cuando se
refiere a beber), y no dice padresito porque no tiene necesidad, ya que él
mismo lo es.
Es generoso, yo diría que en extremo, pero esos
extremismos nunca son malos... ojalá todos fuéramos extremadamente generosos...
Se implicó conmigo en el “proyecto Javier”, e incluso he sabido que ha llamado
varias veces a Filo para interesarse, porque cuando hablo con él para comentar
algo acerca del chico me dice que ha llamado a su madre pero no lo cogía, o que
ha llamado y le ha dicho que iría al médico.
Amado debe ser algo descuidado, porque hace 20 años
fue de caza, y como entonces los cartuchos de la escopeta venían con poca
pólvora, él les inyectaba, no sé cómo, más pólvora todavía... Imagino que si se
pasaba de pólvora de las liebres no quedarían ni las orejas, si es que hay
liebres aquí...
El caso es que una de esas veces, se pasó de
pólvora... y por lo visto, le reventó el cartucho en la cara, con tan mala
suerte que se le clavó una esquirla de hierro en la frente, la cual le ha
creado un bulto como si fuera una espinilla eterna... Pues bien, han pasado 20
años y ahora acaba de decidir que es momento de ir al médico para quitarse la
esquirla... Nunca es tarde, desde luego...
Por eso, en el video de Javier, en un momento dado,
aparece Amado y comento que le han operado en la frente... para animar un poco
a Javier antes de que nos dejara muertos con su contestación.
Cuando me contó el incidente de la escopeta, no fui
capaz de reprimir una pregunta...
- Matarías la pieza al menos, ¿no?
- ¡¡La maté!!, me responde...
- ¡¡Menos mal, al menos valió la pena la
metralla...!!
Y así es Amado, aparte de ser el director del
colegio público de Chachapoyas.
Con nuestro amigo común, Javier. |
Y para finalizar el día, os comentaré que la nota triste
es que no ha habido señal ninguna de que hayan venido Filo y su marido a traer
e Javier al hospital... no sabemos qué ha pasado, pero imagino que nos
enteraremos... De todos modos, sabiendo la dificultad que hay aquí para
transportarse entre lluvias, distancias, caminos de cabras y huaycos, no le doy
más importancia porque tendrá su explicación...
Hasta mañana!
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