El mejor medio de transporte aquí es este. |
Aquí parece ser que lo mejor es ser paciente con
todo. Eso de hacer planes no se lleva mucho aquí. Hoy es martes, y ya tenía que
estar trabajando en la Iglesia de Granada. Sin embargo, sigo en Chachapoyas.
Parece que la carretera sigue cortada por el derrumbes. Esta vez ha tenido que
ser grande, porque lo normal es que en unas horas se solucione... También puede
ser que haya más de uno, pero no estamos informados.
De momento aprovecho para ayudar al padre Amado a
pensar un diseño para una cubierta que quiere hacer para el patio del colegio
del cual es director... Normal, con tanta lluvia los niños juegan al fútbol con
aletas y gafas de agua... Además, quiere que el patio sea también centro de
reuniones o celebraciones.. Solo alumnos hay más de 800, así que cuando toca
reunión de padres os podéis imaginar la que se puede formar... Me dice Amado
que para el año 2014 se prevén más de 1000 niños estudiando en el colegio.
El colegio lo construyó el obispado... y a que no
imagináis con qué dinero... ¡Efectivamente! Con ese dinero del que tanto se
quejan muchos que recibe la Iglesia... A lo mejor tampoco está bien gastado
este dinero y sería mejor que todos estos niños estuvieran rascándose las
nalgas por las calles chachapoyanas...
El colegio es bastante grande, y por supuesto,
gratuito, aunque así y todo, hay niños sin escolarizar, ya que muchos niños de la periferia son de familias tan humildes que no pueden costear los transportes, así que de libros mejor ni hablemos. Fijaos cómo estarán los niños de contentos en él que ahora, en época
de vacaciones veraniegas, está plagado de niños jugando al fútbol o en clases
de música. Hasta los profesores están haciendo trabajos extra. Me acuerdo de que
mi colegio en verano no tenía más que telarañas... Ni que decir tiene el mérito
de los profesores y del director que van a abrir el colegio para que los chicos
puedan usar sus instalaciones. Así, en lugar de estar haciendo otras cosas,
están jugando al fútbol o al baloncesto.
Como veis no exagero... y estas al menos tienen "calaminas" |
Para ver el diseño de la cubierta, subimos al
tejado, por llamarlo de algún modo, porque ni tiene tejas ni siquiera evacua el
agua. El gran problema de Chachapoyas es la lluvia, y bien pensado, una zona
con tanto índice de lluvias, debería estar preparada para ello. Sin embargo,
como ya os dije, lo normal aquí es que las casas no tengan tejado. Así,
literalmente. Y las que lo tienen, tienen cuatro chapas de lo que aquí llaman
“calaminas” tiradas unas sobre otras y con piedras o ladrillos encima para que
no se vuelen.. No se preocupan de rematar los bordes, ni de recoger las
aguas... Las casas tienen todas humedad. Hasta el Obispado y la Catedral tienen
humedades.
Pues bien, el colegio no iba a ser menos... por eso
me sorprendo cuando subimos al tejado y veo que es una superficie plana, sin
impermeabilización alguna y que incluso tiene un reborde de 10 cm de altura en
el perímetro para, por si acaso, retener más aún el agua y calar abajo. Para
muestra un botón. Una piscina en la parte superior de las aulas de los
chicos...
Subimos para ver el diseño y nos tenemos que poner a
limpiar bajantes para evacuar el agua, ya que están todas atascadas.. y aquí el
tema de mantenimiento no se estila, aunque existe un hombre que sube después a
ver qué hacemos y me dice Amado que es la persona responsable del
mantenimiento... ¡¡Bien se rascará los bolos!!, por no decir los güevos. ¿Y qué
mantiene este señor?
Desaguado el tejado (la primera vez que me veo en una igual), no sin ciertas risas por el método y pensado el diseño, regresamos al obispado, pero yo me quedo dando una vuelta por el mercado porque tengo que ir a por cosas que tenía encargadas. Esta vez, gracias a María José Belinchón y su aportación conjunta con el resto de compañeras del Centro Juvenil Francisco y Clara de Almendralejo, ha sido posible comprar varias cosas. Lo primero es importantísimo: ¡¡caramelos de todo tipo!!. También he comprado marionetas, pelotas pequeñas, yo-yos, sonajeros para los más enanos y silbatos para los inquietos. Los comerciantes de la zona pensarán que tengo 500 hijos.
Marionetas, yo-yos, sonajeros, pelotas y pitos... |
Más caramelos.. cómo se van a poner... pero tendré que racionarlos... |
Lo siguiente también es importantísimo, al menos
para mí... porque gracias a María José he podido cargar 100 soles al módem
externo USB que me prestó el amigo Amado y puedo comunicarme con todos
vosotros... Ya sabéis, el peregrino se lo debemos a ella. También he comprado
una tarjeta prepago de 15 soles (menos de 5 euros) para poder llamar y que me
llamen al móvil que me dejó Amado. Asi podré encargar materiales, etc. Además,
no está de más estar comunicado en un sitio en el que de repente, te quedas sin
poder ir a tu destino entre el tiempo y los derrumbes.
De camino por el mercado y una vez comprados los
caramelos, me topo con un chico que se presta involuntariamente para ser modelo
de lo que creo es la mejor fotografía que he sacado en mi vida. Dejaré que lo
valore mi amigo Julio Fraga, que es experto en el tema, pero creo que una foto
es buena cuando “dice” algo sin palabras, y creo que la mirada del chico dice
muchísimo. Ha sido una mezcla entre suerte y pillar el momento justo... aunque
lo cierto es que cuando estaba a punto de disparar silbé al chiquillo para que
mirara, a ver si sonaba la flauta. ¡Y vaya si sonó...! De todos modos, lo que
refleja esta foto es la realidad del pobre muchacho, que por cierto vende Kuis
ya muertecitos y peladitos... Cuando tomé la foto, se quedó con cara de
asombrado, imagino que por el flash, y entonces le pregunté que qué era eso. Me
respondió que eran Kuis, y me fui después de darle una moneda de un sol sólo
por la molestia y por la pena que me da un pobre chaval de seis o siete años
vendiendo Kuis muertos en un mercado él solito. Por supuesto, no me llevé
ningún Kui.
¿Cómo definirías tú esta mirada? |
En ese momento yo era ajeno a la cara que había
quedado impresa en el objetivo de mi cámara, y cuando llegué al obispado y vi
la foto en el ordenador, me arrepentí de no haberle dado al menos 5 soles... Me
propongo salir en su búsqueda, y no solo darle los soles, sino que también unos
chupetines (así llaman aquí a los chupa-chups) y algún juguete...
La sopa verde... a pesar de su aspecto, sabe bien... |
Un matojo de Ruda |
Salimos con el coche porque el padre Antonio quiere
ver los estragos que está causando el agua en el pueblo. Y vaya si los está
causando... pero no puedo echar fotos dignas de subir porque Juanito, en su
línea, quiere a toda costa que me tome una biodramina y salen todas movidas...
Nos recorremos el pueblo entero... Aquí la gente
pasa por los cruces siempre con prioridad sobre los demás, da igual que vengan
de izquierda que de derechas que desde abajo... sólo pitan antes de llegar al
cruce y tiran sin miedo... el que no pite tiene la culpa en caso de
colisión.... y si pitan los dos, mejor que no te pille recién comido, porque
Juanito pisa el freno que saca el pie por debajo de la chapa del suelo del
coche, con el consiguiente cabezazo a los asientos delanteros... y el padre
Antonio: ¡¡Tira, tira...!!
Vemos unas seis o siete casas totalmente
colapsadas... una cosa normal en estas fechas aquí. Les ponen unas cintas de
señalizar y danzando.
Regresamos al Obispado, y una vez más voy a misa de
siete. La sorpresa me estaba esperando al final. Recuerdo que tuve presente en
la eucaristía a Javier, y a su madre. No entendía cómo confían en chamanes y
similares siendo tan creyentes, pero lo dejé a las manos del Señor. Cuando
salí, el último porque estoy regulando los altavoces de la catedral que
retumban mucho con el eco y nadie se entera ni de las lecturas ni de las
homilías, me estaba esperando una personita que no se iba porque quería hablar
conmigo... Era Filo.
Me da un beso y en seguida me dice que ha venido
para decirme que Javier está en el hospital. Al final han decidido llevarle. No
sé si el padre Amado habrá tenido algo que ver o no, o si han recapacitado por
lo pesados que fuimos en la visita a su casa. El caso es que el niño está en manos
de médicos, que no escupen aguardiente, aunque escupen de todos modos cuando
hablan...
No puedo creer lo que oigo ni que me tenga que
sorprender porque lleven al chico al médico, ya que debería ser lo más normal.
Pero al menos me doy por satisfecho, primero porque el niño dejará de sufrir, y
segundo porque la obra no la hemos hecho ni Amado ni yo, sino Dios mismo a
través nuestro primero y sin nuestra ayuda después. Se ha quedado con nosotros,
como de costumbre... pero como es Él, no pasa nada...
Me dice Filo que siente mucho no haber ido al médico
el domingo como quedamos, y que ella confía en los médicos.... me dice que se
ha dado cuenta de que un cristiano no puede confiar en tipos con calaveras y
plumas, que ha recapacitado y se ha dado cuenta de que su hijo está en manos de
Dios, y que su confianza pasa por llevarlo al médico y hacerse caso de
nosotros. Y lo dice sin arrepentirse de tomar esta decisión, además de ser
decisión propia, ya que después del sábado nadie la presionó.
Me voy al Obispado pensando en la cara de Amado
cuando se lo diga..., cenamos, vemos en la tele las noticias de Perú y
Chachapoyas, derrumbes incluidos, y nos vamos a las celdas... unos a dormir,
otros a escribir....
Hasta mañana!!
Que bien que Javier esté ya en el hospital, rezaremos para que todo vaya bien y su curación sea rápida.
ResponderEliminarEsta buena noticia ayuda un pooo a olvidar la tristeza que tiene la mirada del niño que vende los kius, que pena da ver a niños en esa situación.
Un abrazo
Nina