Creí
que me levantaría muy tarde por lo cansado que llegaba, así que le dije a la recepcionista que hiciera
el favor de despertarme a las 9:00 de la mañana por si acaso. No quería perder
el día en la cama, para una vez que estoy en Lima. Puse el despertador de un
móvil a las 8:30 y el otro a las 9:00, y resulta que a las 6:00 de la mañana me
desperté solo, y sin más ganas de dormir. Intenté volver a dormir porque sabía
que el día iba a ser cansado, pero ni por esas, así que decidí levantarme y
empezar a recoger lo más gordo del equipaje para adelantar cuando me fuera.
La chica de recepción dijo que la hora
de salida del Hotel eran las 12:00, pero como el bus salía a las 16:30, la
convencí para que me diera una hora más, y aceptó. Eso sí, me dijo bien clarito
que si me pasaba me cobraría medio día más. Aceptamos los dos, yo a
regañadientes...
El desayuno |
Cuando le digo este comentario a la
chica le pregunto que dónde se puede desayunar, y cómo no, me dice que en el
bar del Hotel. Me miró como con cara sorprendida y me dijo: “El desayuno está
incluido en el precio...”. Entonces intenté disimular mi sorpresa, y hacerla ver
que ya lo sabía, aunque no tenía ni idea, y por dentro estaba gritando de
alegría... Me hice el interesante y me fui a desayunar.
El hotel es de cuatro estrellas, pero
la cafetería parece de un barrio bajo de Calcuta. Aún así, me siento en una de
las mesas y pido mi desayuno, que para eso lo he pagado... Le digo a la señora
que vengo a desayunar y ella va y desaparece de mi vista. Espero a que vuelva,
y cuando vuelve me trae una taza de café negro hasta arriba, un sándwich
partido en dos a triángulo, uno de mermelada y otro de mantequilla, tostados un
poco. Por último, me sirve un zumo no sé de qué, ni lo supe antes de tomarlo ni
lo supe después, y eso que le pregunté, pero no me enteré. Yo no hacía más que
preguntarme porqué me trajo eso si yo no le había llegado a pedir nada, y me
imagino que como el desayuno está incluido en el precio, desayunas lo que a
ella le salga del... no veo otra explicación. De todos modos, me callé y me lo
tomé, porque la cara de la señora era para verla... me habría comido hasta la
cáscara de un plátano si me la hubiera puesto. Eso sí, no me quedé con las
ganas y le pedí un poco de leche, porque no me daba la gana de beberme el café
solo, y me la puso en una taza aparte.
De mi paseo por Lima |
Terminado el desayuno, me hago el
interesante con un taxista, porque Monseñor Emiliano me dijo que los taxis hay
que regatearlos antes de montarte. Nunca subas a un taxi en Lima y le preguntes
al final cuanto cuesta... La cosa funciona así: paras al taxi, le preguntas
cuanto te cobrará por llevarte al sitio que sea, le quitas cinco soles al
precio que te diga, el sigue en sus trece, subes dos soles y medio y al final,
se queda en lo que te pedía menos dos o tres soles... vamos, lo que es regatear
de toda la vida.
Pues bien, terminando de desayunar, veo un taxista en la puerta del hotel, me hago el interesante para que no sepa que es el primer día de mi vida en Lima, y le pregunto:
Peregrino: Buenos días!
Tasixta: Buenos días!
Peregrino: Cuanto por llevarme al convento de Santo Domingo?
Taxista: 10 Soles.
Peregrino: Nada, nada, eso es caro...
Taxista: Bien, adios!
Se monta en el coche y arranca...
Me quedo con una cara de bobo que no
puedo con ella, mi primer regateo me ha salido rana... vamos, que un poco más y
a la segunda me aumenta el precio el taxista. Creo que sabía dos cosas, que soy
europeo y que es mi primer día... estos taxistas ya vienen de vuelta, nunca
mejor dicho.
Tras aceptar el precio y montarme en el
coche con un poco de vergüenza por haber fracasado en mi regate, decido hablar
con él un poco.... y hasta en eso me llevó la delantera el tío...
Taxista: Español, no?
Peregrino: (Pues vaya con el tío...) Si, sí...
Taxista: Trabajo?
Peregrino: No, no... voy a Chachapoyas a ver a unos amigos.
Taxista: Pues vaya viaje te espera...
Peregrino: Ya, ya... ya me estoy haciendo a la idea.
Taxista: Bueno, me llamo Manuel.
Peregrino: Martín, encantado...
Taxista: En España nos llaman Manolo....
Peregrino: Ya, ya... je, je...
Taxista: Es muy temprano para ir al centro, estará todo cerrado.
Peregrino: A qué hora abren?
Taxista: Mínimo a las 9:30.
Eran las 7:30 de la mañana...
Peregrino: Bueno, daré unas vueltas hasta que abran.
Taxista: Te dejo mi tarjeta, por si me quieres volver a llamar...
Vista general de Lima |
Al final, cuando me dejó en el convento,
tuvimos una charla más amena, me comentó las cosas con las que debía tener
cuidado, como era llevar el móvil en la mano, o pasar por ciertas calles... Me
llevó al convento y me dijo que a la vuelta al hotel podía parar un taxi de los
amarillos, que funcionan a gas y me costaría menos, pero que al taxi le parara
yo y que nunca tomara uno que parara para ofrecerse a llevarme... Al final,
hasta nos hicimos amigos y todo... Me comentó que era del Barcelona, y yo para
fastidiarle un poco le dije que era del Madrid, me comentó que tenía dos hijos,
etc, etc... y cuando se fue me dijo que me cobraba 10 soles porque era legal,
pagaba impuestos y la mayoría son piratas, y además su coche es de gasolina y
no de gas... Bueno, bueno, pues muchas gracias por los consejos y adios.
Palacio Presidencial |
Si vas a Lima no pesques aqui |
Me vuelvo para atrás a ver más calles,
y todas son parecidas... sigo dando vueltas y acabo metiéndome en una arteria
de las principales, donde están los edificios importantes... Andando, llego a
la biblioteca nacional. Entro por un detector de metales con monedas, cámaras,
mi navaja choricera, el cinturón con hebilla metálica, el relor, etc... y el
detector no hace el menor atisbo de detectar metal alguno... además hay un guarda
de seguridad que me dice: tira, tira... No dejo de asombrarme... Si uno
quisiera entrar armado hasta los dientes, podría hacerlo sin inconveniente....
y tras tanta “medida de seguridad”, me pongo a echar fotos y me viene una
señora que me prohibe fotografiar un cuadro de no sé quién, aunque todo lo
demás lo puedo fotografiar.... Para estar más segura de que no eche la foto al
dichoso cuadro, me acompaña en todo momento... me dice que fotografíe unos
bustos..., los fotografío. Me dice que fotografíe un patio..., lo fotografío.
Me dice que fotografíe una fuente..., la fotografío... y cuando me canso de
fotografiar las cosas que me dice le digo amablemente que se vaya a freir
espárragos, que yo fotografío lo que quiero. Y me voy.
Sigo andando y veo un espectacular
movimiento de autobuses llenos de gente hasta las orejas que llevan a personas
remetidas apretadas para ahorras espacio. El copiloto lleva tres cuartas partes
de su cuerpo fuera del autobús, con un cartel y gritando a moco tendido los
destinos a los que se dirigen... y cuando la gente lo escucha entran como si
dentro repartieran billetes... es digno de ver.
El extintor no es de la epoca... |
Caminando por un edificio victoriano
colosal, veo que es el Palacio del Congreso de la República. Anoche en la tele
peruana me percaté de un anuncio del gobierno que decía que por primera vez en
la historia de Perú, el congreso de la república abre sus puertas para que el
pueblo pueda visitar el lugar donde se formulan las leyes del país... como me
acuerdo de ese anuncio, pregunto si puedo entrar, y me señalan una puerta en la
que me tengo que identificar. Me identifico, les dejo mi DNI y me meten con un
guía que iba a entrar con un grupo de colegiales de unos 8-10 años.
Resulta que llego a Perú y puedo ver de
primera mano el congreso de la república, antes que la mayoría de los peruanos.
La verdad es que por dentro es una joya arquitectónica, vemos los pasillos por
los que circulan los políticos, los salones de recepciones nacionales e
internacionales, el salón de actos e institucional, y cómo no, el congreso con
sus escaños y sus balcones para la familia presidencial, las fuerzas armadas,
los periodistas y la Iglesia...
Después de ver el Congreso, me voy al
convento de Santo Domingo, que es a lo que he venido y veo que me da la una del
medio día sin verlo. No puedo irme sin ver a San Martín de Porres y a Santa
Rosa de Lima. Voy andando y paso por la Iglesia de San Francisco, a la cual
entro por obligación franciscana... Cuando entro, están celebrando la
eucaristía, ya casi en la Comunión, así que me quedo hasta que acaba. Después
echo las fotos de rigor y me voy.
Tumba de Fray Escoba |
Llego al convento de Santo Domingo,
donde están los Santos que voy a visitar. Compro a una mujercilla unos rosarios
y regalos porque me acuerdo de que me hicieron el encargo de pasar algún objeto
por la tumba del Santo de Lima. Compro de todo y al final todo lo pasé por la
tumba del Santo, y de regalo, también por la de la Santa.
Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y San Juan Macías están aquí |
La entrada al convento cuesta 5 soles,
es decir, que no llega a 1 euro, y aunque hubiera sido más cara, habría
merecido la pena. El convento me suena, creía que ya lo había visto... son
estas sensaciones que uno tiene... y le pregunto a la guía: ¿aquí se rodó la
película de San Martín de Porres?.. y me contestó que sí, y que precisamente lo
último que veremos es un video que muestra fragmentos de la película en los que
se ven detalles del convento...
Tumba de Santa Rosa |
Como me dan las 12:30, salgo a parar un
taxi de los amarillos y el taxista me dice que 7 soles por ir al hotel, así que
ni regateo ni nada... primero porque son tres soles más baratos que la ida, y
segundo, porque no se me da bien regatear... De todos modos, cuando llego al
hotel, le doy un sol de propina al taxista porque es muy gracioso... viste
pantalón corto y chanclas, camiseta amarilla rota y raída, gorra de medio lado
a lo “príncipe de Bel Air” y bigotillo tipo “Flanders”... además, habla muy
gracioso y es buena persona, se nota de lejos... Cuando me deja le doy un sol
más de propina, aunque pensándolo bien, le estoy dando poco más de 25 céntimos
de euro... sin embargo, se muestra muy agradecido.
Subo al hotel y recojo todo rápido...
pero para cuando quiero salir son las 13:10.... y antes de abrir la puerta
suena el teléfono... Me imagino la cara de la recepcionista ya con la mano
puesta para cobrarse nuestro trato... le digo que estoy bajando, y cuando bajo,
suerte.... es otra que no sabe nada, sólo que debía abandonar la habitación a
las 13:00 horas y llamaba para cerciorarse... me voy riendo un rato.
Mi nuevo amigo Manolo |
Salgo fuera y Carlos, el recepcionista
más amable del mundo a la par que el más alegre, me coge las maletas, me las
guarda y me llama a Manolo para que venga porque se lo pido... Esperamos porque
está haciendo un servicio, y tal y como está la cosa, me dice que es mejor que
me lleve él que no otro, por si acaso... Como ya me dio precio de ir a la
estación, esta vez no hizo falta negociar... eran 12 soles. Cuando llega, Carlos me mete las maletas y
salimos pitando... Cuando llegamos a la estación de GH Bus, veo que la pinta de
los alrededores, incluso a pleno día, tiene peor pinta que el Bronx de
madrugada... y me dice: Ni se te ocurra salir de la estación bajo ningún
concepto... Entonces, viendo que quedan tres horas para que salga el Bus, le
digo que me lleve de vuelta al hotel, y que allí hago tiempo para venir justo a
la salida del Bus... A ver qué pinto yo en zona hostil tres horas sin nada
mejor que hacer que vigilar con saña las maleta y la mochila...
Aquí os dejo el documento de un taxista de taxis amarillos de gas
Ya en la estación, como llevaba un
bollo de pan para el viaje y no lo había usado, lo saqué junto con un blister
de queso que me compró mi hermana envasado al vacío. Saqué mi navaja y la enseñé
bien para que todos supieran que iba armado, ya que era el centro de
atención... Sentía que despertaba la curiosidad entre el gentío del mismo modo
que si un hombre vestido de sevillana entrara en un bar heavy... Pero no
parecían tan hostiles como los que estaban detrás de la policía esperando que
algún incauto cruzara la línea... todos parecían sabérselas bien, ya que todos
estaban bien dentro de las instalaciones para no asomar los hocicos.
La huella dactilar... ¿porqué será? |
Cuando llegó el momento, me subí al
autobús, y como estaba comiéndome el bocadillo en la misma puerta de embarque,
fui el primero en subir... esperaba no causar mala impresión por ser el
españolito que se cuela a todos los peruanos... Y vaya con la sorpresa! Para
subir al autobús tienes que firmar un documento y poner tu huella dactilar
mojada en un tampón de tinta y en un documento identificativo.... poco después
supe que es por si el autobús se despeña y no quedan supervivientes, que se
sepa quienes eran las víctimas... muy alentador, si... sobre todo para empezar
un viaje en bus de 24 horas.
Más tarde comprendería que tiene más
sentido del que pensaba la medida de la identificación de los pasajeros con la
huella dactilar...
Me toca el asiento 41, y cuando entra
hasta el último pasajero de las estación, me llevo la sorpresa de que viajo
sólo... ¡qué bien! Al menos puedo despatarrarme y desperezarme sin molestar ni
ser molestado.
El asiento del bus |
Resulta que la chica y la mujer tenían
previsto el viaje para el día anterior, pero no pudieron viajar porque la
empresa de autobuses canceló el viaje porque había habido un huayco en la zona
de Baguas Grandes... Si no fuera porque yo ya sabía lo que era un huayco, no me
habría puesto los pelos de punta... Resulta que yo había leído un libro llamado
“Yauyos, una aventura andina”... en el cual te explica muy clarito que un
huayco “es un desprendimiento de la ladera de una montaña, con el consiguiente
corrimiento de tierras ladera abajo en forma de monstruo imparable que arrasa
con todo a su paso...” Y resulta que en Baguas Grandes, un huayco se había
llevado por delante un tramo de carretera y estaba cortada la comunicación.
Para el día del viaje, ya estaba abierta una ruta alternativa... Los peruanos
tienen un servicio muy bueno y rápido de solución de este tipo de problemas, ya
que es más frecuente de lo que pensamos... De un día para otro son capaces de
movilizar un ejército para trasladar una montaña entera de sitio con tal de no
interrumpir las comunicaciones.
Pues bien, la chica estaba sentada en
un asiento cualquiera, ya que su billete era del día anterior, del viaje
cancelado... y el peruano, ni corto ni perezoso, dijo que no le importaba, que
ese asiento era suyo, que “llevaba su nombre...” Tuvo que venir el
copiloto para mediar con él, y le propuso salir a la señora, pero el lambuzo
del peruano quería que saliera la chica, porque el asiento que llevaba su
nombre era el de la ventanilla... Por no discutir, el copiloto le dijo a la
chica que si no le importaba viajar junto a mí, y accedió... Y, cómo no, yo
respiré aliviado... siempre es mejor viajar un día entero junto a una chica,
por muy fea que sea, que junto al lambuzo cabreado.
Al final, como estos viajes dan para
mucho, hicimos amistad la chica y yo. Se llama Milagros, porque dice que el
patrón de su pueblo es el Señor de los Milagros y que nació el 19 de octubre,
el día de la onomástica. Me contó cosas de su familia, de ella y de porqué está
en Lima, de los secretillos del camino y de Perú, etc... y yo le conté a qué
iba a Chachapoyas... La chica tenía una voz parecida a la de los angelitos, lo
cual, combinado con el acento medio cantarín medio telenovelero de los
peruanos, la hacía más agradable.
En realidad, la chica tenía una vida
dura, y los sacrificios que hacía en Lima por sacar adelante sus estudios,
trabajando de diario cuidando a una anciana y de fin de semana en una pollería,
hacen que uno piense dos veces las cosas cuando se queja en la vida. Sin
embargo, la chica no daba muestras de ser infeliz, y se mostraba contenta por
poder ir a ver a su “mamita” por quince días, ya que en Perú las vacaciones
escolares comienzan en febrero.
El viaje es todo un espectáculo. Nada
más salir de lima, un accidente de un trailer que cortaba la carretera y el
bus, haciendo uso de la tracción total, campo a través se metió con tal de no
detener su marcha... Se nota que el conductor está más que habituado a
contratiempos de este calibre. Después, nos sirven la cena en el Bus, algo
inaudito en un país como España, nos ponen una película y a dormir.
No duermo mucho tiempo seguido, pero sí
varias veces por un rato. Me había quitado las botas para estar más cómodo, y
el copiloto, que hace las veces de azafato, dijo por megafonía que por favor
nadie se quitara el calzado por respeto al resto del pasaje... Me los puse de
nuevo y a dormirr.
A las 3:00 de la mañana llegamos a
Chiclayo, lo que viene siendo la ciudad sin ley... Es cierto que este país no
es seguro para un viajero incauto que no quiera seguir las normas básicas de
supervivencia en territorios hostiles. La única norma es no bajarse del bus
para nada, y como hay cuarto de baño, no es necesario. Aún así, baje... no
podía resistir la tentación de ver cara a cara a tantas personas buscándose la
vida entre los pasajeros incautos... Pero cuando vi que la cosa podía ser
seria, subí como alma que lleva el diablo... si me descuido me meto en un
autobús que no es el mío...
Seguimos el viaje en el mismo bus, yo
pensaba que haríamos transbordo, y como sigue siendo de noche, otra película y
a dormir... Fijaos bien cómo atendería a las películas que no me acuerdo ni de
qué iban.
Al final amaneció, poco a poco... pero
ya desde las 5:30 de la mañana se empieza a ver el bullir de personas en
moto-carro, andando o corriendo y dirigiéndose a cualquier parte... a las 6:00
de la mañana es pleno bullir de gente. Creo recordar que desde Lima a
Chachapoyas (1.200 Km) no hay un tramo de más de 5 Km en el que no haya gente
haciendo algo: robando, sentada, trabajando, arreglando un pinchazo al
motocarro o de paseo... y multitud de casitas (si se pueden llamar así)
salteadas durante todo el trayecto.
Llegamos a Bagua Grande, y llegó el
momento de ver qué había pasado con el huayco... simplemente impresionante...
Ha sido un milagro que no haya habido víctimas, porque de haber pasado alguien
por la carretera en ese momento no habría quedado el menor rastro... Sin
embargo, los peruanitos vestidos de amarillo habían abierto ya un paso
alternativo.... eso sí, campo a través, lo cual no supuso la menor traba para
nuestro chofer, que seguro que se las ha visto peores...
Un par de camiones volcados más y unos
cuantos peruanos haciendo acopio de su carga, y llegamos a la subida más
impresionante que jamás haya hecho en carretera... Cruzando los andes como
quien cruza el umbral de la panadería, casi nada.
Y los paisajes son espectaculares. Eso
de mirar por la ventana y ver una montaña de 5 km de alto junto a ti, pequeño
ser inapreciable, es algo indescriptible... hay que verlo. Del mismo modo,
mirar por la ventana y ver las nubes por debajo de ti en lugar de por encima,
es también una sensación para vivirla... en autobús, claro, porque en avión no
vale la comparación.
Y al fin, llegamos a Chachapoyas. No me
lo puedo creer... seis meses esperando esto, conociéndolo por internet, pasando
por los viajes más largos de mi vida y al fin, llegué...
La recogida del equipaje es un caos...
todos quieren su equipaje y a los de la empresa de autobuses, que deben estar
acostumbrados a negociar los robos de equipajes, sólo les faltaba sacar la
pistola y pegar dos tiros al aire... Por fin todo se calma y se entregan los
equipajes.
Una vez más, el Obispo Don Emiliano me
viene a recoger a la estación y me lleva al obispado. Nada más llegar me hacen
un tour por el pueblo para enseñarme los entresijos de sus calles y sus
gentes... No me puedo creer lo que veo: El mayor caos constructivo que jamás
haya visto nunca, no hay orden ni concierto en nada, ni en calles, ni en
fachadas, ni en sistemas... Si hasta
muchas personas ponen la casa donde les parece y pasados un par de años, poco a
poco van suprimiendo los toldos por adobe y luego, a ver quien dice que el
terreno es suyo...
Nada más llegar, ya tengo la primera
audiencia con el obispo y Toni, el alcalde de Granada que se encuentra en
Chachapoyas. No entramos en detalles, pero hablamos un rato, nos conocemos y
quedamos para visitar Granada el jueves.
Después de todo esto, hay una misa
diaria a las 19:00 horas, a la que voy para agradecer a Dios que haya llegado
sin contratiempo con tanta aventura por medio... Cena con los curas, y a
dormir. La pensión provisional está regulin, no es como la de Lima, aunque
cuenta con lo básico... ¡hasta tele en color! Una ducha intentando no rozar
mucho las paredes, pijama improvisado al haberlo olvidado en casa y a dormir...
Mañana será otro día y ya te lo
contaré.
Hasta mañana!!
HOLA HERMANO MARTIN YA VEO COMO TE MUEVES POR ESOS PAISES TEN MUCHO CUIDADO YO VOY DICIENDO TODO LO QUE TU DICES A TOD@S TUS HEMMANOS DEL GRUPO DE SANTA CLARA .. TE HECHAMOS MUCHO DE MENOS SUPONGO QUE TU A NOSOTROS PERO ESO SI TU NOS TIENES EN LA FOTO QUE TE DIMOS TU GRUPO DE CATEQUESIS GENIAL CON LUIS. MANDANOS UNA POSTAL DESDE ALLI DONDE ESTE NOS ARIA MUCHA ILUSION .. NADA MAS YA TE IRE CONTANDO UN FUERTE ABRAZO TU HERMANO EN LA FE JUAN ...
ResponderEliminarHola Martin,me imagino que tendrás una sensación de curisodad, de "miedo", de enfrentarte a lo desconocido,no se como explicarlo, tal vez eso sería lo que yo sentiria si estuviera alli. La verdad es que tienes muchos dones, pero uno de ellos es la comunicación escrita. Es increible como relatas lo que estas viviendo.
ResponderEliminarDebes de saber que eres el tema principal de tus hermanos y hermanas de Santa Clara,como no podía ser de otra manera: "como estara Martín", "ojala el viaje no le muchos problemas, por que es un viaje largo" "como será la comida" le acogeran bien las gentes de allí"......y todos esperando leer tus noticias para luego comentarlas.
El viernes 3 de febrero nos invitó Pepi a una tarta porque había sido su cumpleaños, y nos juntamos en el lugar de siempre, le cantamos "cumpleaños Feliz" acompañados con el guitarrista de la casa........pasamos un buen rato.
Tu grupo de catequesis fenomenal con Luis. Los demas tambien vamos siguiendo el camino marcado.
Otra noticia, ya ha llegado la hermana Catalina, aún no he ido a saludarla,espero hacerlo esta semana.
Espero que te cuides y tengas cuidado, que enseñes lo que tu sabes y que sepas recibir y aprender lo seguro te enseñaran las gentes de allí.
Te deseo mucha suerte y no pierdas nunca la ilusión aunque las cosas no te salgan como tu quisieras.
Que el Señor te enseñe el camino y la Virgen Santisima te acompañe siempre.
Hasta la proxima.
No dejes de escribir.