Mañana lunes comenzamos los trabajos en
Antanimora, eso me han dicho y confirmado después, así que este domingo me lo
tomaré libre, irónicamente hablando, para hacer la primera escapada turística a
Antananarivo.
La noche del sábado no fue como
esperábamos. Los ánimos no están para fiestas, aunque hay bebidas, cena, wii y
gente. Vinieron a visitarnos Erika y Eve, como la última vez, pero la wii no
funcionaba, Irenée se fue a la cama y como las cosas se estaban tensando un poco,
yo también me fui. Al final nos acostamos a eso de la una, que aquí ya es
bastante tarde.
Como la misa es a las 8:30, nos
levantamos bien. Vamos a ir todos, pero finalmente Karima se queda en casa.
Dice que no va porque no se siente bien desde la última discusión y por haber
dejado ir a la señora que nos acosa sin darle nada. Se siente culpable, aunque
yo le trato de hacer ver que no tiene porqué sentirse así. El caso es que
prefiere quedarse en casa porque dice que no quiere comulgar sintiéndose mal, cosa
que respeto. Lo que no sabe ella es que no ha cometido pecado alguno, sino que
(en todo caso) el pecado sería mío por haberla aconsejado así. Yo sé que no va
porque no se encuentra bien después de la fiesta fracasada de anoche, pero aún
así, si el motivo real es el que dice, desde aquí le digo que no existe pecado
alguno que Dios no pueda perdonar, que no existe falta tan grave que justifique
no asistir a la Eucaristía, y menos la del domingo. En cualquier caso, si se
siente mal, puede asistir a la misa y no comulgar. Incluso en este caso, no
debería haberlo hecho, pues nada hay tan importante en el mundo como recibir a
Cristo en la comunión, y dejar de hacerlo por cualquier motivo es dejar ganar
al malo, dejar que consiga apartarte de Él. Incluso en pecado se puede
comulgar, aunque lo ideal es hacer antes una buena confesión, pero en caso de
no existir posibilidad, se puede comulgar y confesar después. En un país como
este donde, aunque quiera, no puedo confesarme (o hacerlo con alguien que no
entiende lo que digo), sería absurdo pensar que no podemos recibir a Cristo
hasta nuestra vuelta a España. La gratuidad de Dios está por encima de las
normas humanas, incluso por encima de las normas de la Iglesia.
Como no viene, vamos Remy y yo. Nos
sentamos atrás porque, como de costumbre, la Iglesia está llena. Me toca de
nuevo al lado de unos traviesos niños que me miran como yo miraría más tarde a
los animales del zoo. La culpa la tiene el color de mi piel, y ya estoy
pensando en ir a misa con una sábana blanca por encima, como un fantasma...
igualmente seré blanco y me mirarán, pero al menos será por algo que realmente
sea extraño.
Hoy es el segundo domingo de cuaresma,
y precisamente en la primera lectura, Dios le afirma a Abraham que su
descendencia será tan numerosa que, al igual que las estrellas del cielo, no se
podrán contar. Cuando hablamos de Abraham hablamos también de la fe, una fe
ciega que, probada al extremo ante la aceptación del sacrificio de su propio
hijo, es una referencia para todos nosotros. Esa fe no se basaba en normas, ni
humanas ni divinas. De hecho, Abraham vivió allá por el año 1.850 antes de
Cristo, lo cual quiere decir que vivió más de seis siglos antes de que Dios
estableciera el código de la alianza a través de Moisés. Por ello no se puede
afirmar que Abraham cumplía ley alguna, sino más bien que era un hombre de fe.
Nosotros debemos imitarle, si bien nuestra fe no es la suya, y dejarnos más
llevar por el Espíritu Santo que por tanta norma que nos aleja de Dios.
Es importante todo esto, no digo que
no, pero no tiene que ser la base de nuestra fe. Si la base de nuestra fe es el
ayuno antes de comulgar, el sentimiento de culpabilidad por no confesarte
(teniendo en cuenta que Dios es amor, no un castigador), las posturas que
tenemos que poner y hacer todo lo correcto para que los hombres no vean tacha
en nosotros, estaremos perdiendo un tiempo precioso para el Señor, lo cual es
una verdadera tacha. Ya lo dice el Salmo: “El Señor es mi luz y mi salvación”.
Dios nos salva, no nuestros méritos... Jesucristo nos salva, no nuestras
acciones. Si eso no lo tenemos claro, mejor que sigamos preocupándonos por
ponernos guapos para ir a misa en lugar de prestar atención a la Palabra de
Dios.
San Pablo nos recalca esto en su carta
a los Filipenses: “ Nosotros somos
ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo”...
Fíjate bien que dice “el Señor Jesucristo” en lugar de “nuestras buenas
acciones aquí en la tierra”.
Ojo, no estoy diciendo que no haya que
obrar bien ni que vivamos la vida padre porque estamos salvados por Jesucristo,
sino que tengamos presente siempre que Él está por encima de todo, incluso
nuestros prejuicios.
Y por si esto fuera poco, hoy Lucas nos
vuelve a recordar las palabras de Dios: “Este es mi hijo, el escogido,
escuchadle”... Vamos, que no se puede estar más advertido, para que luego
vengan los Testigos de Jehová (a quienes hemos visto hoy y con los cuales he
echado de menos hablar por cuestiones lingüísticas) a decir que Jesucristo no
es parte de la Trinidad. Otro día os hablo de eso...
En fin, que
después de la misa nos vamos a casa a recoger las cosas porque este domingo
queremos aprovecharlo y salir a dar una vuelta. Por primera vez voy a Tana de
turismo. Vamos al zoológico a ver bichos. Me han encargado para mi ONG que
establezca contacto con el director del zoo para nuestras relaciones en materia de cooperación con otros zoológicos del mundo.
Me llama la atención un cartel en el que ponen
Antananarivo con las mismas letras que se ven en Holliwood, en la ladera de la
montaña. Es casi cómico, sobre todo porque falta una letra... aunque no solo
por eso.
Llegamos al zoo pronto, sobre las 12:00, pero vamos
a comer antes para no tener que interrumpir la visita por la comida. Vamos a
ver todos los animales, aunque me sorprende ver que el zoológico es un poco
“pobre” (nótese la ironía). Hay pocos animales, aunque los pocos que hay son
llamativos, como tortugas gigantes, pájaros exóticos, cocodrilos y las
estrellas del zoo: los lemures.
Son muy graciosos y nos hacemos unas fotos con ellos
mientras les damos de comer una pasta dulce que los cuidadores nos dan (no por
cortesía) para que ellos se pongan encima de nosotros. Aquí cada cual se gana
la vida como puede, y tan pronto nos sobresalta un guía que nos sigue para
explicarnos todo sin habérselo pedido, como nos dan comida para los lemures
(sin preguntar también) para que les alimentemos. En cualquier zoológico te
dicen que no se te ocurra alimentar a los animales, sin embargo aquí te ponen
la comida en las manos para que se la des. No cuesta dinero, pero muy
diligentemente ponen la mano como queriéndote decir: “macho, te he dado un
servicio que me tienes que pagar, ¿eh?”
La visita
ha sido bonita, ha merecido la pena. Lo malo ha sido comprobar que el director
no trabaja los domingos (habrá que ver el resto de días) y no está. No puedo
hablar con él y tengo que planear otra visita en un día
de diario.
Volvemos a casa y aquí pasa lo más
interesante del día. Os lo cuento a modo de testimonio:
NOTA: PONGO AQUÍ TODAS LAS FOTOS PORQUE TENGO QUE IRME RÁPIDAMENTE. MAÑANA LAS COLOCO DADA UNA EN SU SITIO. PERDÓN. La historia continúa después de las fotos.
Resulta que, cuando salimos del zoo,
vamos a la parada de taxi-b que hay justo en la puerta. Tenemos que tomar la
línea 015 que nos lleva a “67 Ha”, y allí la línea Tana-Ivato... no es
complicado. Pues bien, estamos en la parada y pasan varios autobuses llenos, y
los que vienen vacíos son de otras líneas. Así estamos un rato bueno, hasta que
Karima y Remy proponen ir en taxi. Como el taxi nos cosatará un mínimo de
30.000 Ar, que en comparación con los 1.200 que nos cuesta el bus (400 cada
uno), hay que pensarlo bien antes. Como no están muy convencidos, les toco la
vena sensible... (gual que la “madame” que viene a casa por las noches), y les
digo que no es que sea un tacaño, sino que prefiero esperar al bus, pues no
tenemos prisa alguna. Como no están muy convencidos les propongo un trato.
Esperamos cinco minutos al próximo bus, y si en cinco minutos no viene ninguno
vacío, nos vamos en taxi, pero para que sepan que mi intención es buena, les
digo que en el caso de que viajemos en autobús, cada cual done 5.000 Ar a un
pobre de la calle. Aceptan, y esperamos los cinco minutos. Son las 17:19 horas,
así que tenemos hasta las 17:24. Les digo que haré trampas porque le pediré a
San Antonio que nos busque un bus, y se rien. Ya hace unos días el santo nos
encontró dos coches cargados de muebles de bambú, no sé si lo recuerdas... Le
pido al santo que nos ayude, y le rezo un padrenuestro. Pasa un minuto, luego
otro... así hasta cuatro. Cuando van quedando 30 segundos para que se acabe el
tiempo quemo mi último cartucho. Más o menos literalmente, llamo a mi padre San
Francisco y le digo:
“Hermano Francisco. No sé si san
Antonio quiere hacerme caso. Probablemente no merezca ser escuchado por él
porque soy un pobre pecador, pero como veo que el tiempo se acaba, quiero que
le des un codazo de mi parte y que le digas que interceda por mí. Dile que, si
quiere, no lo haga por mí, sino por los tres pobres que se beneficiarán de nuestra
limosna”...
Y a falta de diez segundos para que se
cumpla el tiempo... no viene bus alguno...
Y le digo a San Francisco:
“Está bien... Todos darán 5.000 Ar,
pero yo doblo la cantidad, daré 10.000 para la señora que viene a la casa y por
la cual Karima hoy se quedó sin misa”...
...y justo en ese momento llegó un taxi-bus vacío
cuyo rótulo decía: Línea 015. Aún sobraron tres segundos del tiempo marcado.
Así son las cosas de Dios, que intercede a través de
sus santos. Ya habrás comprobado alguna vez la eficacia de San Antonio, todos
lo hicimos alguna vez. Pero si algún día ves que está algo terco, pídele a san
Francisco que le de un codazo, eso sí, siempre que sea para un buen fin... nada
de pedir que nos toque la lotería.
No sé si mis compañeros han dado la importancia que
yo a este asunto porque ellos no eran conscientes como yo de los minutos que
pasaban... yo, sin embargo, estaba pendiente de cada segundo. Y como en las
películas en las que la bomba está a punto de estallar, pero se desactiva en el
últimos segundo, acabó la historia. Los frutos llegaron pronto, ya que en le
transbordo de “67 Ha” la amiga Karima le dio sus 5.000 Ariarys a una señora que
buscaba entre la basura de un contenedor. La cara de la señora era para verla,
y solo de pensar en la cara de san Antonio y de san Francisco, me saltan las
lágrimas. En casa yo le doy a Karima mis 10.000 Ariarys porque quiero que sea
ella la que se los de a la señora cuando la vea. Remy dice que lo hará mañana
porque hoy no ha visto a la persona a la que se lo quiere dar.
Se podría decir que la diferencia entre viajar en
taxi a viajar en taxi-b es la felicidad de tres personas.
Ya en casa, vamos a la casa antigua para que pueda
contaros esto, subir las fotos y darnos una ducha, ya que los lemures me
chuparon toda la cara que me impregné de caramelo para que salieran las fotos
así de bien.
Mañana seguimos... y os cuento qué tal el primer día
de trabajo.
Hasta mañana!
Querido Martín: Somos Ana, Mayte,Pedro y Florín. Nosotros te queremos preguntar algunas cosas como ¿por qué quisiste hacerte misionero?¿por qué te gusta ayudar a los pobres?
ResponderEliminarPor favor, haz todo lo posible por ayudar a todos los niños y niñas del mundo. Gracias por leerlo.
Hola!... saludos desde el hemisferio sur.
EliminarPues la pregunta es bastante fácil de responder, aunque difícil de llevar a cabo, no creas.
Me hice misionero porque quiero seguir los pasos de San Francisco, que a su vez imitó a Jesús de una forma admirable.
Mi ilusión es aplicar el Evangelio allá donde haga falta, y cuando me surge una oportunidad de hacerlo me tiro de cabeza, sin pensarlo. Ese es el secreto, porque si me parase a pensarlo, quizás no lo haría...
Es difícil de entender, pero como resumen final te diría que lo hago por Cristo, porque sé que a Él le gusta ver cómo nosotros hacemos lo que Él haría en nuestro lugar. Y además, al final de todo, resulta que siempre recibo más de lo que doy... así es Dios, que te paga las cosas que haces aquí en la tierra.
Un abrazo y gracias por vuestro comentario!!
De Cristina, Juan Antonio, Jose María, Sergio y Jose Raúl.
ResponderEliminarGracias a tí personas estan siendo atyudadas.
¿Por qué te metiste en esta profesión?
¿Qué es lo más bonito que has hecho en esta profesión?
De parte de los niós del "Montero": Gracias por ayuar a la gente.
¿Te sientes a gusto con tu trabajo?
¿Qué es lo más importante de él? Nunca dejes de hacerlo.
Hola amigos!
EliminarGracias por vuestro interés. Os contesto a todo:
La primera pregunta la he respondido ya en el comentario anterior, pero os repito: por mi amor a Jesús y porque sé que a Él le gusta que las personas ayudemos a nuestros hermanos, sean del país, raza o religión que sean.
Lo más bonito es siempre conseguir que un niño olvide su situación por un momento y pinte una sonrisa en su cara.
No me siento a gusto, sino que me siento a gustíiiisssssiiiimoooo... es para mí como un hobbie, aunque a veces reconozco que es un poco durillo... pero merece la pena.
Lo más importante de este trabajo es no hacerlo por uno mismo, sino por Jesús... y por eso nunca dejaré de hacerlo mientras Dios me de salud y fuerzas.
Un abrazo!
¿En dónde estás ahora?
ResponderEliminarSomos Jorge, Marí, Enrique,Miguel y Alex.
Gracias a tí algunas personas están siendo salvadas.
Hola amigos!
EliminarPues ahora estoy en Madagascar, una isla muy grande situada al este (a la derecha) de África, abajo del todo, en el trópico de capricornio y casi en el polo sur...
Pronto dejaré de estar aquí para viajar a Perú, así que si queréis ver mis aventuras allí seguid conectados a este blog... aprenderéis otras culturas y veréis que la vida no es como nos la pintan en Europa, sino que la realidad es más dura y la gente necesita ayuda... allí y aquí, en todos lados.
Gracias por vuestro interés. Un saludo!!
Hola: Martín, gracias por ayudar a estas personas de Peú, Madagascar,...etc. Esperemos que sigas en tu trabajo ayudando a aquellas personas que te necesitaban. Tienes que seguir a la orill de tu camino y el de los demás. Gracias por todos esos materiales que les has regalos de deporte. Besos, tu trabajo hace feliz a miles de niños:)
ResponderEliminarDe Raul, Jose Angel,Mª Jesús Y Esmeralda
"CEIP Francisco Montero de Esoinosa"
Bueno Martín, aquí estan los mensajes de los niñ@s de 5º del cole de tu hermana. La verdad es que están muy impresionados auqnue lo que les salga espontáneamente no sea muy original. Pero les faltan recursos a la hora de expresar sentimientos y emociones y desconocen mucho de lo que pasa fuera de su pueblo porque son pequeños todavía y porque nadie despierta en ellos esa inquietud. Que tengas un buen día. Isa Acosta.
ResponderEliminarHola Isa!
EliminarBien, ya ves que los chicos se han acordado. Muchas gracias por hacerles partícipes de esto. Creo que es bueno que empiecen a ver que la vida es distinta a la que vemos en la tele... que en el mundo es mucha la gente que necesita ayuda, y que hace falta gente que trabaje por ellos.... quizás en un futuro alguno se anime a cooperar más activamente.
No te preocupes por sus expresiones, lo importante es su interés, y creo que lo tienen por las preguntas que me hacen.
Me hace ilusión responderles, y he tardado algo, pero al final lo he hecho. Espero que esta inquietud vaya creciendo, para lo cual tienen a una profesora que se encargará de ello... sigue así.
Muchas gracias y seguimos conectados.
Martín.