Tres
en uno porque hoy hablo del jueves, viernes y sábado... Como ya sabéis, todavía
no han comenzado los trabajos, si bien los problemas que había en materia de
financiación ya se han solucionado. El jueves David irá a darle el adelanto...
Finalmente se lo dio, el viernes llevarán los materiales y las herramientas y
el lunes comenzarán los trabajos. Creo que esta es la buena... La noticia
positiva es que, de nuevo, cambian los planes y no se empieza en el Centro,
sino en la cárcel. Estoy contento porque es lo más necesario y lo más
complicado, y quiero estar presente durante la obra porque la solución para el
suministro de agua es algo complicada y dudo que lo tengan claro.
El agua se captará de la tubería
genera, casi sin presión. Por ello será necesario excavar un foso para contener
un depósito de 2.000 litros bajo el nivel del suelo, y por lo tanto, bajo el
nivel de la tubería de entrada. Así se llenará por gravedad. Una vez lleno el
depósito, mediante una bomba de inmersión, se elevará hasta un tanque superior
de 5.000 litros, que llevará un mecanismo que cortará la corriente de la bomba
antes mencionada cuando se llene. Ese mismo mecanismo hará que la bomba envíe
agua de nuevo cuando el depósito superior (el grande) esté por la mitad, es
decir, a los 2.500 litros aproximadamente, cantidad que se estima que es el
consumo diario.
El depósito inferior llevará además una
boya de corte de agua para cuando, de noche, ambos tanques estén llenos. Así se
cortará el suministro de agua y estará todo listo para entrar en uso al día
siguiente. Con esta solución se prevé que la bomba funcione cada dos días, eso
siempre que los chicos de la cárcel no dejen algún grifo abierto, ya que en ese
caso todo el invento se va al garete. Para esto no hay soluciones porque
todavía no sé hacer milagros, así que confiemos en que usen bien la instalación.
He hecho un esquema de la instalación, así que si alguno entiende, agradezco que me de su opinión acerca de cómo ve la solución o si cree tener otra alternativa. El problema es que, con un hilo de agua, hay que conseguir 2.500 litros diarios.
Está en inglés porque es para que lo entiendan quienes financian |
Esta mañana fuimos a misa “los tres
mosqueteros. Hoy el Evangelio nos anima a pedir... “pedid y se os dará...”,
dice Jesús. Pero tenemos que tener en cuenta que el mismo Jesús en Getsemaní le
dijo al padre “si es posible aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya”. Es decir, que hay que pedir, pero con conocimiento.
Cuántos son los que se echan las manos a la cabeza porque se cansan de pedir
cosas que no son necesarias para su bien. Imaginaos que Dios le hubiera
concedido a Jesús su petición. No habría muerto en al cruz, y por consiguiente,
nosotros no estaríamos salvados... ¿Te das cuenta de lo importante que es que,
a veces, no se nos concedan las cosas que pedimos?. Los caminos de Dios no son
los nuestros, y a veces creemos que pedimos lo mejor para nosotros, pero
¿cuántas veces nos ha sorprendido Dios haciéndonos llegar a un destino por un
camino completamente distinto al que nosotros queríamos...?... Te aseguro que
muchísimas, a ti y a mí...
A veces tienen que ocurrir cosas que no
nos gustan para que se cumpla el designio de Dios en nuestra vida, aunque es
difícil comprenderlo, sobre todo cuando esas cosas son “amargos cálices”...
Pero ¿quién no se ha tenido que levantar alguna vez de una caída?... y esa
caída, ¿no nos ha hecho más fuertes?. Si Dios nos concediera todo lo que
queremos, os aseguro que el mundo andaría peor...
¿Y cuántos, sin saber esto, se enojan
porque el Evangelio dice una cosa que luego no se cumple en sus vidas?. Deducen
de esto que el Evangelio es un libro lleno de palabras, nada más... Si esto
fuera así todos seríamos ricos, guapos, famosos... ¿no?. Todos pediríamos las
mismas cosas: nadie moriría, a todos nos tocaría la lotería, y viviríamos en
chalets de lujo con piscina y mayordomo... pero claro, ¿quién iba a querer
servirte si el mayordomo, posiblemente, sería aún más rico que tú?.
En fin, que para leer el Evangelio y
sacarle todo su jugo hay primero que estar instruido y tocado por el Espíritu
Santo, aunque no lo creas. Para leer libros a destajo tenemos las novelas de
Noah Gordon.
Vamos a casa a desayunar después de la
misa. Hoy los ánimos están algo tocados, aunque no sé muy bien porqué. Las
personas somos así, nos influyen los condicionantes exteriores y no somos
capaces de desconectar en casa. Yo salgo a comprar unas verduras para la comida
porque Remy tiene que comer temprano, a eso de las 12:30, para ir al Centro.
Hoy quiero hacer una calabaza que compramos el otro día en el “Shoprite”. La
haré con cebolla y zanahoria. Como no tenemos batidora nos la tendremos que
comer tal y como salga del puchero. Ayer me dijo una amiga que quiere aprender
a cocinar que dé más recetas para copiarlas, así que os digo cómo la hago. Está
buenísima:
Se echa una cebolla (aquí son cinco o seis porque
son enanísimas) partida en cuadritos para hacer el sofrito con aceite de oliva
(aunque yo aquí uso “oleosoya” porque la poca que tenemos hay que reservarla
para las ensaladas). Luego añades las zanahorias cortadas en rodajas, más o
menos tres zanahorias normales. Cuando está sofriéndose le vas añadiendo la
calabaza cortada en cuadritos (primero la cortas en tiras y luego las tiras las
haces cuadritos). Lo sofríes todo junto y le echas un buen poquito de sal. En
España te aconsejo que eches una hojita de laurel porque aquí andamos escasos.
Añades agua hasta cubrir bien, y lo dejas cociendo más o menos una hora. Se
acabó... Vamos, que cocinar no es tan difícil.
El experimento ha salido bien, o al menos eso dice
Remy. Karima no come... se está
acostumbrando a saltarse la comida, cosa que no es nada buena, sobre todo
cuando tiene la oportunidad de comer un plato caliente hecho por un cocinero
que se ha lavado las manos. En fin, dice que será para la noche... Luego, cuando queremos lavar los chismes de la comida, tenemos que sufrir la escasez de agua, pero cuando la comparamos con la que sufren todos nuestros vecinos, damos gracias a Dios por el pequeño hilo de agua que a veces tenemos.
Así tenemos que andar con el agua... |
Pero así están nuestros vecinos a diario |
Después de comer me voy a leer un rato porque tengo
un libro de esos que hay que leer dos veces. Son los escritos completos de
Santa Clara de Asís, y me he enganchado de tal manera que no puedo soltarlo.
Tengo que leer por turnos los dos libros que traigo. Este es especial por dos
motivos, el primero es porque la vida de Santa Clara (especialmente los
testimonios de las sores testigos de su proceso de canonización) es
apasionante. Mujer como ella no ha habido después de la Virgen María, según
dice una de sus hijas. Y bien pienso que mejor definición de Clara no se puede
hacer. El segundo motivo es porque me lo regalaron mis hermanas pobres de Santa
Clara y cuando lo abro me acuerdo de ellas. Me acuerdo igualmente de ellas,
pero cuando leo el libro, me acuerdo más aún, especialmente de las que están
con el Padre.
Es tan interesante que no me duermo mientras leo,
así que tengo que hacer un esfuerzo y dormirme voluntariamente... hasta las
cuatro. Después quiero ir a la capilla y aprovechar los pocos momentos que me
quedan libres para disfrutar de ella, porque cuando empecemos a trabajar creo
que se van a acabar. Estoy yo solo, así que tengo una intención especial... A
una amiga, mangurrina como yo, le dije que pediría especialmente por ella y por
su situación, para que el Señor la guíe y le de luz para caminar por este camino
que a veces es algo oscuro: la vida. Sé que el Señor me escuchará, y que todo
se arreglará poco a poco... y sé que cuando se arregle quizás se acuerde de
esto y quiera descubrir por ella misma las maravillas de Dios, ese Dios que
tanto la quiere...
Empiezan las vísperas y después, como es jueves,
adoración... Son quince minutos solo, pero suficientes para salir con las pilas
cargadas.
Nos vamos pronto a acostar porque Remy no está en
casa. Mañana tiene que estar a las 8:00 en Tana, y como se tendría que levantar
a las 5:00, prefiere dormir allí en casa de un amigo. Karima y yo cenamos. De
primero la calabaza, y de segundo un revuelto de queso que quería que fuera
tortilla, pero la sartén malgache es aún peor que la más barata que puedes
encontrar en un comercio chino, y se pega hasta el aceite... (truco de
cocinero: cuando te pase esto, remueves bien todo y haces un revuelto. Luego le
dices a la gente que has hecho el revuelto a propósito, no que es una tortilla
fracasada... Quedas bien y sigue estando igual de bueno).
Después de esto nos vamos a dormir, que son las once
y media ya y mañana otra vez madrugamos.
A la mañana siguiente (viernes) vamos de nuevo a
misa. Como Remy ha pasado la noche en Tana, vamos Karima y yo. Hoy es el día de
la cátedra de San Pedro. A él le dice el Señor “lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo,
y lo que desates en la tierra quedará desatado allí también”. En estos días en los que el sucesor de San Pedro
está en la recta final de sus días como Pontífice, estas palabras suenan aún
con más resonancia, ya que la Iglesia fundada por Cristo sufre ahora un cambio,
un cambio que nos afecta a todos. Por eso entre todos debemos pedirle al Señor
por su sucesor, para que tome las riendas con mano firme, sin miedos y sabiendo
que este barco necesita patrón.
Nos vamos a casa y desayunamos. Hoy
hacemos tostadas con mermelada y mantequilla. Como no tenemos tostadora,
improvisamos una con la sartén y un poquito de aceite de oliva y hacemos unas
tostadas con un poco de pan de sandwich. Y después Karima se va al Centro de
reeducación. El día está un poco raro, así que le digo que se lleve mi
chubasquero. También le digo que se haga un bocadillo porque ahí no hay donde
comer y si quieres comer tienes que andar mucho, además de tener que hacerlo en
una galgota, es decir, un lugar donde la limpieza no es lo más cuidado.
Al final se va y ni se lleva el
bocadillo ni se lleva el chubasquero, con lo que va a tener un día bueno...
Mejor que no llueva.
Yo me quedo en casa. Quiero ir al
aeropuerto a buscar papel de liar porque ya se me ha acabado. Además quiero
reservar esta mañana para hacer mi examen de portugués, ya que todavía no lo he
empezado. Quiero pasar a ver a una señora que hace artesanía con telas y
bordados, y quiero ver si puede hacer unas fundas de breviario para mis
hermanas pobres. Ya hablé con ella y me dijo que le llevara una muestra, así
que, como tengo aquí la mía de Perú, se la llevo para que me diga si puede
copiar el modelo, pero no está y tengo que dejarlo para otro día.
Me pongo manos a la obra con el examen
de portugués. Me marco los tiempos que la profesora me manda, para no hacer
trampas. Hago bien la primera parte de “comprensión lectora”, incluso me sobran
diez minutos del tiempo marcado. Paso a la segunda prueba, la “comprensión
oral”, pero nada más empezar con la primera audición hay un problema: no está
completa. El archivo que me envió está cortado y, como no se puede escuchar
hasta el final, no puedo responder a las preguntas que hace. Prefiero parar ahí
y enviarle mañana un e-mail para pedirle que me lo envíe de nuevo. Aquí hago un
parón porque estoy enganchado a los testimonios de la bula de canonización de
Santa Clara. Uno no sale de su asombro cuando los lee.
Después de comer continuo, pero pronto
me quedo dormido hasta que llega Karima con la compra del Shoprite.
La tarde la pasamos entre la casa
antigua y la capilla. Para los salesianos ya somos parte de la comunidad, e
incluso nos invitan al rezo del rosario mientras dan un paseo por el centro. No
vamos porque tenemos que ducharnos e irnos rápido para cenar y acostarnos
pronto. Yo me quedé con las ganas, pero reconozco que aún necesito el papel de
las oraciones para no perderme, y como el camino está a oscuras, prefiero
declinar... ya habrá más días.
David viene del Centro de reeducación y
me dice que trae un “regalo” para mí. No sé que será, y lo primero que pensé es
que había encontrado filtros para el tabaco. Pero cuando abre la mochila me
quedo estupefacto: ¡¡es un camaleón!!... En principio lo metemos en una caja
para llevarlo a casa, aunque finalmente lo dejo libre en los árboles, donde hay
otros camaleones. Es pequeñito pero quiere morder cuando lo coges. Las patas
son increíbles, con cinco dedos separados en dos y tres, con unas uñas muy
graciosas para agarrarse al árbol y una cola bien larga. Por la noche, antes de
irnos, lo coloco en la rama de un árbol y me despido de él. Estará mejor ahí
que dentro de la caja.
Más grande que mi mano |
El camaleón |
Es casi adulto |
Aquí con la boca abierta, cuando intenta morderme |
Y aquí la suelta... Mejor en el árbol que en casa con nosotros |
No sé si habéis notado los distintos tonos que tiene según las fotos, pero el camaleón es el mismo.
Después de esto nos vamos a casa. Hoy
cenamos pollo. Además, este pollo tiene buena pinta. No parece que lleve meses
muerto, como otros que se ven por aquí... y lo hago con cebolla caramelizada,
un chorrito de vino blanco y un pelín de agua para la salsa. Luego una ensalada
y patatas fritas... y parece que la cena fue un éxito.
Lo que no fue un éxito fue la
conversación posterior acerca de la señora que tiene cogida la medida de
Karima. Ya os comenté que no me gustan las personas que piden usando a los
niños como cebo para dar más pena. Aquí es común, como en otros sitios, claro.
Pero hay una señora que ya se sabe el truco y se pone en la puerta de casa con
el bebé, sentada en el suelo, lloviendo y a oscuras. Como ve que la última vez
se le dijo que no podíamos ayudarla siempre, ahora viene con el bebé, que
debería estar acostado, no en la calle a estas horas. Y cuando ve que estamos a
lo nuestro, empieza a llorar con un llanto forzado que se corta cuando hacemos
amago de hablar con ella. Cuando habla con nosotros se acaba la pena, pero
cuando le decimos que no podemos ayudarla, sigue abajo. La primera vez Karima
la ayudó, la segunda también. La tercera le tuvo que decir que se fuera y que
ya se había acabado, pero ella no sabía que ya no se podría quitar a la mujer
de encima. Y hoy otra vez... Viene en un principio ella sola a pedir. Ella ya
sabe que tiene que pedirle a Karima y no a nosotros. Como le dice que no
podemos ayudarla, ella se va a casa, pero para volver luego con un bebé en
brazos, lo mismo que la otra vez. Ese truco le valió la primera vez, pero hoy
no. Son más de las once de la noche y aquí la gente duerme desde las nueve.
Pero como ella sabe que nosotros nos acostamos más tarde, viene cuando sabe que
todos duermen.
Entonces tenemos una discusión, porque
yo le digo que no me gustan las personas que usan a los niños con estos fines,
especialmente a estas horas. Ese niño, de un año más o menos, debe estar en
casa durmiendo, no en la calle con su madre sentada en el suelo, pues vive
justo al lado nuestro. Ella quiere ayudarla, pero parece no tenerlo claro, y cuando
me pide consejo le digo que no lo haga porque la está engañando. Sin embargo,
no solo no acepta el consejo, sino que le sienta mal... No entiendo para qué
pide consejo, si luego se entabla un debate. Mi primera respuesta es que ella
es libre de hacer lo que quiera, solo la estoy avisando, igual que la primera
vez, de que ya no se la podrá quitar de encima.
Nadie mejor que vosotros, los que me
conocéis, sabéis lo que son para mí los pobres, pero no los que juegan a
ablandar los sentimientos de las personas a costa de los más pequeños. Karima
cree que es la última vez que esta señora le tocará la fibra sensible, pero se
tendrá que dar cuenta por ella misma. Conozco bien estos casos y sé que suelen
terminar en pérdida del control. Al final terminará mandando a la señora a
paseo, con malas formas... tiempo al tiempo, y todo por no cortar desde un
principio algo que irá creciendo.
Lo malo no es esto, sino apoyarse en el
hecho que de Dios quiere que ayudemos a las personas para ayudar también a
esta. Con ese mismo razonamiento, lo mejor es que salgamos a las calles con
todo nuestro dinero y nuestra ropa y lo repartamos hasta quedarnos sin nada.
Luego de haber ayudado a las personas y quedarnos sin nada, a ver cómo seguimos
ayudando.
Yo intento hacerla ver que nosotros estamos ya dando
más de lo que podemos, porque estamos dando nuestro tiempo, nuestra vida. Y a
la pregunta de qué es dar la vida, mi respuesta es clara: dejar mi tierra, mi
casa, mi familia, mis amigos, mis hermanas clarisas, mi grupo de música, mi
grupo de catequesis, el Centro Juvenil, las cañas con los amigos, los cafés en
el Granada, los viajes por España, descansar en una buena cama, ducharme, poder
comer lo que me gusta, andar por la calle sin miedo a que te roben, hablar mi
propio idioma todos los días, y muchas cosas más... esto es dar la vida.
Nosotros no estamos aquí para solucionar el mundo,
sino para ayudar a solucionarlo... Cuando un fraile muy experimentado en Arenas
de San Pedro me dijo estas palabras, me cambió la vida. Yo quería cambiar el
mundo en cuatro días, y ahora sé que lo importante es trabajar por el cambio,
poner nuestro grano de arena y no deprimirme por no poder hacer el trabajo que
le corresponde hacer a las personas que no hacen nada por el prójimo.
Dentro de unos días creo que tendré que
volver a hablaros de esto, cuando la señora vuelva, bebé en mano, a intentar
volver a tocar la fibra sensible de Karima.
Por mi parte, ya hace tiempo que un tal
Tomás de Kempis me ayudó a comprender que lo que yo haga por los demás sólo
debemos saberlo Dios y yo. Cada cual a sus labores...
El sábado por la mañana me levanto yo
solo para la misa. Remy no quiere ir, y a Karima la he intentado despertar,
pero nada. Hoy he ido yo solo y me he topado con que Jesús nos llama a caminar
por el camino de la perfección, casi nada. Es fácil amar a nuestros amigos,
familiares y conocidos, lo difícil es hacerlo con los que no nos llevamos tan
bien. Desde aquí quiero deciros a todos que os quiero...
Remy y Karima se tienen que ir pronto, así
que se hacen unos bocadillos y yo me voy a la boulancherie a conectarme a
internet. Después me voy a casa y como a una hora más española de lo habitual,
a las dos de la tarde. Me veo una pelicula: Bernardette. Trata de la aparición
de la Virgen de Lourdes y está bien. No conocía la historia a fondo... y debo
hacerlo, porque para el verano quiero organizar una peregrinación a Lourdes,
igual que la última que hicimos a Fátima. Desde aquí te invito desde ya, para
que luego no te quedes sin sitio.
Cuando termina le película llegan mis
compañeros de piso, con un regalo precioso: tres camaleones minúsculos. Parece
mentira que tengan vida de lo pequeños que son, especialmente el pequeño. Se
alimentan de mosquitos, pero este tiene que tener cuidado porque es posible que
en una pelea con un mosquito pierda.
Un "peso pesado" dentro de los camaleones |
Este es el mediano |
Con los dos pequeños |
Aquí los tres |
Después vamos a vísperas, pero hoy no
hay... no sé porqué. Así que aprovecho para darme una ducha, ese gran lujazo
para un europeo en Madagascar.
Esta noche, igual que el sábado pasado,
tenemos fiesta en casa. Incluso nos han prestado una “Wii”... aunque no tenemos
tele. Lo vamos a poner con un proyector, así que ya veremos qué tal el invento.
Vienen Erika y Eve, así que cenaremos algo (me han pedido tortilla española) y
después unas cervezas y unos juegos... No se, porque hoy no estoy yo muy
“católico”, así que veremos cómo se plantea la noche. Mañana os contaré.
Para acabar el día, os contaré que aquí pasan cosas diferentes. Tan pronto estoy rodeado de camaleones del tamaño de mi dedo meñique como viene a comer a casa un personaje de la talla de Zidane. Zinedine Zidane es un ex-jugador del Real Madrid (uno de estos días le cuento mi problema con el club y sus "donaciones" a este proyecto). El es colaborador de la gente de francia, y ayuda desinteresadamente. Aquí pasa desapercibido, lo cual dice que le gusta bastante. Lo malo es que es blanco y tiene los mismos problemas que nosotros, pero dice que la gente no le asalta con los autógrafos. A mí me ha firmado un balón que tenía para el centro y que ahora no sé si dárselo o llevármelo para España.
No me lo creía cuando me lo dijeron, pero incluso vino a comer a casa... vamos, que uno se viene a Madagascar y se encuentra con el que me hizo tan feliz marcando el famoso golazo de champions. Lo mejor de todo es que me ha dicho que tengo casa en Madrid y en París, dos por falta de una. Ya tengo planes para Junio. Celebra una fiesta para recaudar fondos para la ong y me ha dicho que me quede quince días en su casa... casi nada.
Con Zidane |
Cenando |
Y la foto para el recuerdo... |
Os dejo con otra foto de esas que definen bien a un país y a su gente, y que por desgracia, aquí como en Perú, es muy común:
Hasta mañana!
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