Ayer
me despedía diciendo que quizás hoy iría a la misa salesiana, pues bien, no he
ido. Estaba tan cansado que me levanté a las 9:30, otro récord. Desde que estoy
aquí nunca me había levantado tan tarde, pero el cansancio de ayer y el hecho
de regresar a casa mojado hasta los tuétanos ha pasado factura. No estoy malo,
pero me he vuelto a resfriar un poco. Lo que no sabía por la mañana es que por
la tarde volvería a pasar de nuevo por la ducha natural y necesaria que Dios,
bajo su divina providencia, nos regala cuando menos lo esperamos: la lluvia.
Bueno, la mañana pasó tranquila porque
no tengo planes. Estoy esperando noticias de David y Hèléne porque íbamos a
pedir precio de la obra de Antanimora a otra empresa, pero como ya no hay
tiempo y se ha perdido mucho, necesitamos empezar cuanto antes. Ayer me dijeron
que el lunes, Dios mediante, empezaremos. Hoy, por tanto, no tengo nada que
hacer. Esto me viene bien para descansar y quedarme en casa, aunque para
publicar el capítulo 21 me tengo que ir a desayunar a la cafetería. Vamos, que
la conexión a internet me cuesta 3.000 Ar. Eso sí, al menos desayuno bien, un
café con un croissant.
Hoy no me importa que la conexión sea
lenta porque tengo pocas fotos que subir, pero tengo tantos mensajes pendientes
que aprovecho para contestarlos todos. Siento no poder hacerlo siempre, pero es
que me es materialmente imposible. De todos modos vosotros sabéis que no me
olvido, de hecho este blog es solo para vosotros. Prefiero escribir aquí para
todos que hacerlo de forma individual.
Cuando termino es la hora de comer, así
que me voy a casa a preparar algo. Como estoy solo no me complico mucho. Hago unos
filetes de pollo que compramos el otro día. Me quedan buenísimos, aunque no
tiene mucho mérito esto. También he hecho un poco de cebolla y pimientos
fritos. Después he hecho una pequeña ensalada con un poco de lechuga que
quedaba y listo. Estaba buenísmo, y después me he puesto a preparar un poco la
casa, que está sucísima. Cuando termino me pongo un rato a leer para no
dormirme porque tengo una cita de skipe que al final no se pudo realizar. El
problema en la cafetería es que desconectan el wi-fi y solo lo conectan cuando
se lo pides. Se lo pido y me dice la niña que tengo que consumir algo, así que
pido un café. Son un poco listos estos. Esta mañana me pasó lo mismo, igual que
el otro día. Lo que hacen es que, cuando consideran que ya llevas mucho tiempo
conectado, lo apagan para fastidiarte. Es una lata esto, y tenemos que ver cómo
lo solucionamos.
Bueno, después de comer me puse a jugar
con los pequeños del barrio y a echar fotos... luego hubo reparto de caramelos
y ellos me acompañaron hasta la cafetería agarrados de la mano. No os imagináis
lo que es hacer un camino de cinco minutos con diez niños en cada brazo... todos
quieren agarrar.
Este niño me quiere especialmente y espera todo el día que baje para cogerme de la mano |
Cualquier cosa aquí es un juguete válido |
Jugando al fútbol |
... todos en fila para recibir caramelos |
Y la niña mostrando su botín, alegre... |
Una conversación entre amigos |
Aprovecho para dar las gracias a los
dos mayores clubes de fútbol del mundo, el Real Madrid y el F. C. Barcelona. A
ambos les solicité material deportivo, especialmente balones, para los niños malgaches
y peruanos. Estos dos enormes clubes que mueven cifras de miles de millones de
euros anualmente me contestaron lo mismo: NADA.
Es triste ver cómo el mundo capitalista
sigue inmerso en su propio mundo sin interesarse siquiera en contestar a un
mensaje (mejor dicho, varios mensajes) que pide una pequeña colaboración que ni
siquiera es económica. Tanto en Perú como en Madagascar se ven niños con falsas
camisetas de Messi y de Ronaldo... para ellos es como un sueño solo tener esa
camiseta, así que ver un partido de verdad os podéis imaginar... Gracias al desinterés
de estos colosos deportivos, estos niños seguirán dándole patadas a las
piedras. Sin embargo puedo deciros que hemos sido muy felices pegando patadas a
un balón que, de tan deshinchado como estaba, era plano. Ellos que sigan fichando
a estrellas cuyo sueldo anual es mayor que el P.I.B. de Madagascar, que
nosotros seguiremos dando patadas hasta a las gallinas si es necesario...
A las cinco llega Karima porque tenemos
un rosario mitad en español mitad en francés a esa hora. Me lo dijo por mensaje
por la mañana, pero al traducirlo Remy se le olvidó poner la interrogación, y
lo que era una pregunta yo lo tomé como una afirmación. Si te dicen “esta tarde
rosario a las cinco” es distinto a si te dicen “¿esta tarde rosario a las
cinco?”... es así de simple (traduttore...). El caso es que el rosario estaba
en el aire esperando mi respuesta que, lógicamente, no llegó. De todos modos,
como la chica de la cafetería ya no puso el wi-fi, nos tuvimos que ir. Fuimos
al aeropuerto porque allí está Remy en un ciber-café. Está a diez minutos andando,
así que nos damos el paseo para preguntar cuánto vale una conexión nueva de
internet. No son baratas, pero tenemos que comprar una y así lo hacemos. Ya no
tendremos problemas de conexión, aunque es compartido entre tres y no podré
subir fotos para no gastar mucho. Cuando pueda iré a la cafetería solo a subir
fotos.
A la hora de volver tenemos que pasar
por un largo descampado donde no hay nada donde cobijarse y pensé “mejor que no
llueva porque estamos perdidos”... y mi amigo Murphy se encargaría de escuchar
mis pensamientos... Nos pusimos de agua hasta las cejas porque Karima no puede
andar rápido por su dolor en las piernas, y como no íbamos a dejarla sola, la
acompañamos en este viaje pasado por agua.
Llegamos a casa y nos cambiamos, aunque
yo todavía no porque quiero ir a ducharme a la casa antigua, pero antes quiero
pasar por la capillita a despedir el día con el rezo de las vísperas
acompañando a los hermanos salesianos. Meto la muda y la toalla en la mochila y
me pongo en camino, y cuando llego y abro la puerta me llevo una sorpresa: hay
adoración.
Es una buena forma de acabar este día,
en buena compañía... más que buena podría decir que es la mejor. Hay poca gente
y hoy nos acompaña una monjita. Dura poco porque había comenzado a las siete menos
cuarto y yo llegué a las siete, pero el ratito fue suficiente. Hoy nos dice el
libro del Deuteronomio muy claramente que el hombre es libre y que tiene la
capacidad de elegir el bien o el mal. No me canso de decirle esto a la gente
que siempre dice: “si Dios existe, ¿por qué permite el mal?”... y Dios ni
permite ni deja de permitir, sino que el hombre es quien tiene la capacidad de
actuar y de decidir, pero claro, es mejor echarle las culpas a Dios.
Después, el salmo 1 (el eterno
olvidado) nos recalca lo mismo... te recomiendo que lo leas. Y el Evangelio es
la clave que me dice que cada cual debe llevar su cruz, igual que Él lo hizo.
La vida no es un camino de rosas, pero igualmente es preciosa si tienes claro
qué referente seguir: Jesús.
¿Quién no tiene sus problemas?...
¿quién no los tendrá?... Nadie. La diferencia entre una vida feliz y una vida
infeliz es la aceptación de uno mismo con sus penas y sus alegrías. Aquí en
Madagascar yo lo tengo más fácil para decir esto porque mire hacia donde mire
solo veo personas que están peor que yo, y sin embargo son felices. En Europa
solemos mirar más al vecino de arriba que tiene todo en la vida en lugar de
mirar al de abajo que duerme en un banco, y si nos comparamos con los primeros
estaremos insatisfechos. Sin embargo, sin lo hacemos con los otros deberíamos
dar gracias a Dios por estar tan bien. Lo que menos importa en la vida es el
dinero, pero claro, esto dicho allí sonará raro... quienes saben esto y lo
afirman también tienen mucho ganado. Quienes solo se levantan pensando en
dinero que tienen, el que les queda y lo que podrían hacer con lo que sobra,
corren un gran riesgo estar atados de por vida a algo efímero y que nos desvía
del camino de la felicidad. No digo que no sea importante, sino que no sea lo
más importante de nuestra vida. “Vanidad de vanidades, todo es vanidad...”
(Ecl). Os recomiendo leer el tratado de la oración y la meditación de San Pedro
de Alcántara... os ayudará a comprender. Y si no quieres buscarlo, no te
preocupes, búscalo en mi blog porque tengo un par de meditaciones publicadas.
Bueno, acabada la meditación me voy a
casa pero antes de hacer la cena y escribir quiero acompañar a Remy al
aeropuerto de nuevo porque tiene que cambiar el billete de avión. En principio
se iba a mediados de mayo, pero debido a algún problema que otro se quería ir
mañana. Finalmente se queda hasta el mismo día que yo, el 31 de marzo, así que
viajaremos juntos a París, si Dios lo permite. Vamos al aeropuerto, pero lleva
100 euros para pagar el cambio, como le habían dicho. All final no son 100,
sino 150, así que tenemos que volver de nuevo a casa a por más dinero... vaya
fiasco. La segunda vez no le acompaño porque me quedo escribiendo, y cuando
llega él ya estoy acabando, asi que vamos a probar la conexión. Esperemos que
funcione... Si esta noche ves publicado el capítulo es que funciona. Eso sí,
las fotos serán mañana en la cafetetería.
Y con esto se acabó el día. Espero
haberte ayudado a reflexionar sobre lo material de la vida. Yo mismo tengo que
aplicarme esto que digo, no creas que lo suelto sin más... y cuando lo consiga
te lo haré saber, ok?
Un abrazo y ¡¡hasta mañana!!
¡HAY GENTE TAN POBRE EN EL MUNDO QUE LO ÚNICO QUE TIENEN ES DINERO¡ QUE MÁS DECIR.
ResponderEliminarENHORABUENA Y ADELANTE.
El evangelio es la aplicación práctica del día a día; la teoría sólo no cuenta.
ResponderEliminarAprendamos a coger no sólo lo bonito, el resto nos ayuda a llevar una vida mejor.
Buen día.