Hoy
es sábado y estoy solo en mi cuarto porque Remy ha pasado la noche en casa de
un amigo, así que no pongo el despertador, porque tampoco sé el horario de
misas del sábado y no quiero levantarme temprano para nada. Esto de no poner el
despertador es todo un acierto, porque me levanto a las 10 de la mañana, bien
descansado.
No había dicho nada para no preocupar, pero estos
días hemos tenido un ciclón pasando por Madagascar. Imagino que esta noticia no
lo será en Europa, por eso de que es en Madagascar y no en Estados Unidos. El
balance final ha sido bastante trágico, la verdad: centenares de muertos, más
heridos y miles de personas que se han quedado sin hogar. En Antananarivo no ha
pasado de unas tormentas, pero en la costa este ha descargado su furia. El ciclón se llama Felleng, se ha formado en la
costa este de Madagascar y es de categoría 3, es decir, con vientos de hasta
205 km/h. Doy gracias a Dios por que haya decidido viajar hacia el índico en
lugar de hacia dentro de la isla. Todavía no ha terminado, pero ya se está
desplazando en dirección Polo Sur. Todavía
no ha terminado, pero ya se está desplazando en dirección Polo Sur. Por cierto, hay que ver
lo cerca que estamos del Polo y el calor que está haciendo...
Te dejo este enlace para que veas por donde va:
http://www.cyclonextreme.com
Bueno, pasando a otra cosa. El plan para esta mañana
es: ninguno... por eso me levanto tranquilo, desayuno, intento buscar camaleones en los árboles frente a casa y me voy a la capilla por
casi dos horas. Allí comparto la presencia del Santísimo con un sacerdote
malgache al que ya he visto un par de veces más. Su postura de oración es
inclinado sobre el suelo, encima de dos cojines.
A pesar de su incómoda postura (o eso
creo yo), estaba antes de llegar yo y se queda cuando me voy. Es muy metódico
porque enciende dos velitas, pone la Biblia a un lado, el rosario al otro y ya
está preparado para toda la mañana.
Yo no tengo prisa ninguna, así que le
ofrezco el rosario a la Virgen por mis hermanas del cielo. Me acuerdo de ellas
y tengo el recuerdo que me dio la Madre Inmaculada, una imagencita abrazada a
la Tau de Santa Clara y una virgencita de Lourdes.
Cuando termino es la hora de comer. Ya
sabéis que aquí se come temprano, y poco después nos preparamos porque Karima
tiene que poner una película a los niños del Centro de reeducación. La película
elegida es, claro está, Don Bosco. Lo único malo para ella y para mí es que
está en malgache y no entendemos nada. Menos mal que los dos la hemos visto ya.
Me recuerda a mis niños de Perú, cuando se ponían igual a ver las películas que les ponía. |
Otra vista del aforo |
Karima se tragó toda la película en malgache... ¡qué valor!.. pero alguien tenía que controlarlos. |
Yo no tengo mucho problema porque
aprovecho la ocasión para, metro en mano, medir cada rincón del Centro.
Normalmente hay tanto niño dispuesto a ayudar que me entretienen mucho, sin
embargo hoy, como están todos viendo la película, todo el Centro es para mí. Le
doy un buen golpe y mañana espero dibujar todo lo que he medido.
La película dura mucho, tres horas, así
que la primera hora estaba contento por estar solos (los que me conocen saben
lo que me encanta), la segunda hora ya empezaba a estar regular, cansado de
tanto medir... y la tercera hora ya echaba de menos la ayuda de los chicos del
Centro. Tres horas dan para mucho, así que por un rato me he puesto a pensar y
a ponerme en el lugar de estos chicos. Me imaginaba ahí metido, en esas
habitaciones, durmiendo en sus camas, usando sus duchas y sus servicios y
comiendo en su cocina. Me sentía un poco como San Francisco antes de besar al
leproso...
Los dormitorios comunes. |
Los aseos de los dormitorios |
Es terrible verlo, pero más aún es
imaginar que uno tuviera que habitarlo. Los pobres chavales viven como pueden y
con lo que tienen. No tienen nuestras costumbres ni nuestra actitud ante las
cosas y van acumulando basura y excrementos sin que parezca importarles... ya
lo limpiará alguien.
Cuando me toca medir las letrinas, casi
vomito. Siento mucho publicar estas fotos, pero lo he pensado bien y creo que
debo hacerlo. Si alguno se siente molesto que baje hasta la siguiente línea
escrita y pase de largo por las fotos, porque os advierto que son
desagradables.
El motivo de decidir publicarlas no es
otro que mostrar la realidad de lo que vivo. Son muchos los que me dicen que
cuente todo tal cual es, sin ocultar nada, y además, no está mal que tengamos
en cuenta lo que nuestros hermanos tienen que soportar cuando nosotros nos
quejamos por nimiedades.
Te lo advierto de nuevo: estas imágenes NO SERÁN DE TU AGRADO, así que pasa de largo por ellas si eres susceptible.
LAS FOTOS SE HAN RETIRADO
LO SIENTO
Por si acaso te picó la curiosidad, te diré que estabas advertid@. Te repito que siento que hayas tenido que verlo, pero si no subiese las fotos de lo que vivo no estaría mostrándotelo con sinceridad. Si ya es molesto verlo, imagínate cómo es tener que entrar a tomar medidas. (Ojalá no me critiquéis por esto).
Te pido perdón, y para quitarte el mal sabor de boca te pondré una foto que tomé esta mañana mientras buscaba camaleones para fotografiarlos.
Cuando ya llevaba dos horas decidí
parar hasta otro día, pero luego pensé que, como quedaba mucha película y no
había nada mejor que hacer, mediría también los barracones de los dormitorios.
Es muy triste ver tanta litera en un espacio tan pequeño. Huele fatal, incluso
con las puertas y ventanas abiertas. Algunos chicos tienen pegadas a las
paredes fotos de Don Bosco, del Papa o citas bíblicas. Otros tienen el nuevo
testamento encima de la cama como única pertenencia, como un tesoro. Los aseos
son deprimentes, inutilizables e indignos para las personas, más aún para
niños.
Bueno, pasamos a algo más agradable, el final de la película.
Llegado un momento dado, termino de tomar medidas y voy al cuarto de la
proyección. Es muy gracioso el malgache, porque parece que fuera igual que el
español pero cambiando todas las vocales por la “o”. Ver a Don Bosco hablando
en malgache me produce gracia.
Se acabó la peli |
La cocina |
Al acabar la película todos los niños
se recogen, forman filas junto a la “cocina” para cenar algo y se van a la
cama. Nosotros recogemos proyector, ordenador y metro y salimos andando al
encuentro de David, que viene a recogernos. De camino hacia la calle no puedo
evitar pensar de nuevo en estos pequeños desgraciados. Nosotros nos vamos,
ellos se quedan... Me acordaré muchas veces de esta imagen, sobre todo cuando
tenga la tentación de quejarme por cosas sin importancia allá en Europa.
Ya en casa cenamos y charlamos un rato.
Luego lo típico, unos juegan a las cartas mientras yo escribo este diario, y
ahora que he acabado me sumo al juego. Hoy me preguntaron si me gusta el Jungle
Speed... y cuando me lo preguntaron me sonreí. Si me lo preguntan no puede ser
por otra cosa que porque han leído en mi comentario el otro día que no me gusta
el juego. Les digo que el “Uno” me gusta más y ahora vamos a jugar un rato...
Mañana es domingo y la misa es a las 8:30, así que ayer y hoy puedo aprovechar
para dormir más tiempo.
Que descanses y ¡hasta mañana!
La peor imagen imagen que puede ver un adulto es la impotencia de no poder hacer nada al ver que un niño sufre, y eso es lo que he sentido hoy al ver las imágenes. No puedo decir nada más. ¡Dios mio, no te olvides de estos niños!
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