El
día no comienza hoy de la mejor manera, pues ayer me acosté tan tarde esperando
a subir el video de la II Merienda a internet que hoy ni siquiera sentí el
despertador.
Cuando abro la pestaña son las ocho y
media, otro récord batido... pero no me importa, pues si no hubiera subido el
vídeo ayer lo tendría que haber hecho hoy, y estaríamos en las mismas. Es mi
pequeña colaboración con la merienda, no puedo hacer más desde la distancia. Es
más, agradezco desde aquí todo el trabajo que mis amigas están haciendo, que es
el que de verdad hará que salga adelante el evento.
Salimos en la moto rumbo a Antanimora.
El camino está comprobado ya, y se tarda media hora, y eso que hay tráfico,
aunque no el habitual. Cada vez estamos más contentos de desplazarnos así,
aunque cuando entras en el meollo de Antananarivo, incluso con la moto se
sufren los atascos. Es increíble el tráfico que hay aquí, aunque el problema no
son los numerosos coches, sino la falta de organización con semáforos. Cada
cual va a su bola, y los cruces de caminos son todo una jungla en la que gana
el más fuerte, o el más listo...
En la cárcel estamos cada día mejor. La
relación con los chicos es inmejorable, y sólo les falta hacer la ola cuando
nos ven entrar. Hoy me han pillado con el balón en la mano. Quería darles una
sorpresa porque aquí no se les puede dar cuando uno desea. El balón lo tengo
que dejar hasta después del rezo, que termina a las 12:00, pero al entrar me
vieron de lejos con el balón en la mano y ya todos se me echaron encima para
preguntarme qué había traído hoy, aunque los muy tunos lo sabían ya... y yo
intentando hacerme el interesante...
Hay oración obligatoria. Es una pena, pero al
parecer, la oración de los protestantes está condicionada a una doble ración de
comida. Es decir, que no estás obligado a ir a la oración, pero si vas te dan
ración doble de arroz. Aún así hay chicos que prefieren estar fuera con
nosotros, aunque les cueste comer menos este día. ¡¡Qué concepto tan equivocado
de religión!!... preferiría mil veces declararme ateo que tener que “tomar
sopas con honda” y con chantaje culinario. Es una vergüenza que esto ocurra,
pareciera que hubiéramos vuelto al siglo XVII. Con lo que ha costado quitarse
esa lacra de encima, y habiendo incluso hoy tanto “abrazafarolas” y tanto
ignorante progresista que se encarga de recordarnos las épocas inquisitoriales
y, además, culparnos a nosotros por ellos. Claro está que ellos no tienen culpa
alguna de lo que hizo Hitler, aunque en justicia, si yo soy culpable de lo que
le pasó a Galileo, ellos lo son del genocidio... pero si dices esto en los
medios tardan milésimas de segundo en tacharte de cosas como
“ultraconservador”, “facha” o vete tú a saber... Es lo que tiene ser
progresista de medio pelo... Yo prefiero dejar a un lado a estos pobres
tragaldabas y seguir a lo mío, que es más importante. En fin, que para mí sería
muy fácil hacer un “contrachantaje” y decirles a los chicos que quien no vaya a
la oración obligatoria tiene galletas de chocolate aseguradas. Sin embargo
nunca haría esto, pues Dios no es moneda de cambio para nada... aprendan
nuestros hermanos separados.
A los chicos les hablo de Cristo, que
es lo más importante... lo demás es todo accesorio. Los hay que quieren que les
hable, pero es una pena no poder hacerlo porque la mitad no habla francés, y
los pocos que lo hablan lo hacen casi peor que yo... la comunicación por
signos, mediante dibujos y con los gestos es universal, así que la usamos. Y
desde luego, el lenguaje del amor lo entienden todos. Si cojo a uno y le doy un
abrazo, me responde con un “¡gracias amigo!” que ha aprendido en las clases de
español. También hacemos bromas y juegos de todo tipo. Especialmente jugamos a
diario al fútbol. Les gusta tanto que se pasan el día jugando. Es increíble ver
a estos chicos manejar la pelota descalzos mejor que yo con zapatillas. Ya me
gustaría a mi ver a Messi jugando sobre el asfalto y descalzo... aquí sería
“balón de basura” comparado con el peor de estos chicos. Por cierto, aprovecho
para dar de nuevo las gracias al F. C. Barcelona
Corren como balas y todos quieren
pasarnos la pelota y que se la pasemos a ellos. Siempre jugamos al rondo, y yo
ya me conozco a todos y sé por dónde van, así que cuando me toca en el centro,
tardo dos segundos en quitarle la pelota a cualquiera. Ellos también intentan
cogerme “el tranquillo” a mí, pero no me dejo... ya terminarán por hacerlo de
todas formas.
Cuando terminamos el rondo empezamos un
partido. Cuatro contra cuatro y los porteros tienen que cubrir una minúscula
portería, tan ridícula que meter gol en ella es casi un milagro. No sé porqué
las hacen tan pequeñas. Tal es así que el partido acaba con empate a cero,
después de miles de ocasiones de gol por ambas partes. Yo, para colmo, doy dos
veces con el balón en el poste...
Terminada la partida, y después de ver
los trabajos y de comprobar que las correcciones que se marcaron se han hecho
diligentemente (por lo que les conviene), me voy con la conciencia tranquila
por el sentimiento del deber cumplido. Eso sí, hasta mañana, que será otro día.
Nos montamos en la AJP 200 y salimos
rumbo al mercado porque queremos comprar una diana. Nos han dicho que la única
condición es que los dardos tengan la punta de plástico y no de acero, cosa
comprensible en una prisión. Aceptamos, porque tampoco podemos hacer otra cosa.
Damos vueltas por la misma manzana
varias veces buscando una tienda de deportes que nos recomienda Tucky, el
educador de la prisión. Nos dice que hay una tienda muy buena que se llama
“Neuron”. Preguntamos a todo el mundo, pasamos por todas las tiendas hasta tres
veces con la moto y no damos con ella. Al final pasamos por una tienda de
deportes que se llama “Neron”, por la que habíamos pasado mil veces sin parar,
y es entonces cuando nos damos cuenta de que Tucky ha metido la pata al
escribirlo. En lugar de ir a estrangularlo preferimos seguir con la compra,
pero para colmo, la tienda está cerrada. Como son ya casi las dos de la tarde
nos vamos a comer, y después continuaremos con la búsqueda. Comemos en un lugar
que no puedo decir porque luego nos tachan de pijos, y ya tenemos bastante con
los problemas que tenemos como para dar pie a otros a criticarnos más. Ni
tenemos cuerpo, ni ganas ni tiempo, así que hoy nos damos el capricho. Sabe
Dios que no soy yo de comer en sitios así... pero no os penséis que es el
“Royal Palace”. Simplemente es algo mejor que las galgotas, y más caro,
claro... En cualquier caso, comer aquí sale por la mitad de precio que comer en
cualquier restaurante de carretera de mi querida Extremadura. Y allí el
gazpacho es eso, gazpacho...
Cuando acabamos, vamos a ver si ha
abierto el “Neron”. Está abierto de par en par y tiene una sola diana, así que
la mujer abre un ojo como los camaleones de la terraza cuando ven un insecto
más grande que los mosquitos de la basura, de los que se alimentan. Pero
resulta que la punta de los dardos son de acero, así que nuestro gozo (y el de
ella) en un pozo. Nos vamos a Ivato porque estamos más que cansados.
Cuando vamos de camino paramos en el
Jumbo, un centro comercial, y compramos un juego de petanca y un balón de
rugby. Los chavales de la prisión estarán contentos mañana porque su balón de
rugby parece de la época de la II Guerra Mundial. Este es nuevo y de marca, no
los acostumbrados que les regalan y que se rompen, con suerte, en dos días. Hoy
tengo un recuerdo especial para Nuestra Señora de Belén, de Cabeza del Buey,
por cuya intercesión Dios nos bendijo con una buena samaritana que no solo
sigue el diario de este peregrino, sino que además también colabora con su
causa.
Nos vamos con la petanca y con el balón
y ponemos rumbo a Ivato, pero me acuerdo de un gran centro comercial de los
chinos que posiblemente tengan dianas. Fui una vez al principio de estar aquí.
Fui andando y tardé un montón, no sé si lo recuerdas. Pero ahora con la moto
será un momento. Nos acercamos y, efectivamente, hay dianas. El encargado nos
dijo que no había, y nos dijo que sólo tenía dardos. Nos vamos tristes, pero
echamos un vistazo a las estanterías para ver qué podemos comprar para otra
vez, y entonces aparece como por arte de magia un estante lleno de dianas. No
me lo puedo creer... yo despediría a este encargado hoy mismo, pero no diremos
nada porque no hemos venido a ajusticiar a nadie, sino a comprar una diana.
Precisamente ahora que estoy
escribiendo esto, me acaban de comunicar que “habemus papam”, en el segundo día
de cónclave y en la quinta votación. Ha sido rápido, lo cual es bueno, pues
denota que ha habido consenso y que el nuevo Papa tiene el respaldo de la
mayoría de los cardenales. Felicidades a todos los católicos porque desde este
mismo miércoles 17 de marzo tenemos quien lidere el barco de la Iglesia
Católica. Qué me gustaría que el nuevo Papa tuviera un carácter fuerte para
poner en su sitio a tanto “mastuerzo” con anda suelto por ahí... en fin, ya
veremos. A veces pienso que yo soy el Papa y que pongo orden tanto dentro como
fuera de la Iglesia, pero no con palabras bonitas ni gestos simbólicos, sino
repartiendo matraca, haciendo rodar cabezas y soltando mandobles por doquier
(hablo irónicamente, claro...), lo que pasa es que luego me despierto del
sueño...
Nos vamos con las dianas. Hablo en
plural porque hemos comprado dos. Además, tienen menos peligro que las bolas de
gomaespuma, pues la punta de los dardos es de cabezas planas imantadas, ni
siquiera es de puntas de plástico.
Ya en casa me entero de una noticia
algo triste, relacionada con nuestra situación aquí. Al final a cada uno se le
conoce por sus actos y siempre es difícil disimular por mucho tiempo. Dios
pondrá a cada cual en su sitio, pero ya que estamos empezando a descubrir las
cartas, creo que pronto empezaré yo a descubrir las mías también. Quizás pronto
deje de hablar en clave indirecta y diga las cosas tal y como las pienso. Hasta
ahora he procurado ser respetuoso y he aceptado muchas cosas, pero dudo que
pueda aceptarlo todo. Todavía no tengo ese grado de perfección de la humildad
absoluta, lo reconozco... Qué más me gustaría a mí compararme a Francisco de
Asís. Quien sabe, a lo mejor dentro de poco empieza a dejar de importarme
hablar de nombres concretos. No me gustaría tener que hacerlo, e incluso yo
mismo me sorprendo de estar aguantando tanto...
En casa nos preparamos para darnos una
ducha y subir esta historia que ya va tocando a su fin. Poco a poco van pasando
los días y hoy estamos a 13, así que me quedan 17, vamos, casi nada... por poco
no meriendo con vosotros en la II Merienda Solidaria.
Acaba el día, y voy a subir al
“peregrino” mi comentario de hoy al mismo tiempo que el nuevo Papa sale al
balcón. Espero que el Papa lea (qué optimista) mi comentario y Dios le de las
fuerzas necesarias para afrontar lo que se le viene encima, que no es poco.
Hasta mañana amigos!
Buenas noches Martín, una vez más siempre tan comprometido con tus opiniones y tu valentía a la hora de mostrarla.
ResponderEliminarDiscrepas en torno a los chicos que por una doble ración de arroz tienen que escuchar una oración de los protestantes, tampoco tienen tanto dónde elegir y la necesidad aprieta muchas veces. ¿Cuántas veces hemos querido hacer algo por necesidad y no es políticamente correcto? Muchas veces, por tanto aunque no se comulgue con las ideas se sopesa en una balanza lo que se considera importante al margen de que se compartan o no, no me gustaría verme en una situación así, no tengo tan claro como tú lo que haría. Enhorabuena por todos los valientes que son fieles a sus ideas.
Como voy con retraso aún no me leído todos los días que has escrito y seguramente hablarás del nombramiento del nuevo Papa.
Que me gusta que se haga escogido un nombre Franciscano, vamos el de su fundador. Eso ya dice mucho y de esa manera tan sencilla con la que nos ha conquistado, ojalá y seguro así será tenga el apoyo de Francisco de Asis para que le de fuerzas en esta nueva tarea que se le ha encomendado, ojalá sepa guiar su rebaño que somos todos nosotros porque en todos los aspectos de la vida se necesita un poco de aire fresco y en la Iglesia hacia falta también.
Seguimos hablando....buen día.
Ves?... esta es la amiga anónima que te decía!!
EliminarBueno, creo que todos tenemos opinión... lo que pasa es que es menos comprometedor guardársela para uno. Yo soy más de exteriorizar la mía. Sé que no es importante para casi nadie, ni tiene relevancia alguna, pero como soy un español más con derecho y libertad de expresión, me gusta opinar de ciertas cosas... sobre todo de las que considero injustas.
Hay una cosa que no sé si has comprendido... dices que discrepo por los chicos, pero mi intención no era decir eso. Discrepo con las personas que usan estos métodos de chantaje culinario para dar sopas con honda y meter la religión "a golpe de cuchara"...
Solo de pensar en enseñar quien es Jesús usando el pan como reclamo ante un pobre hambriento se me caería la cara de vergüenza. Un hambriento creería en los burros volando si con ello llenase el estómago. La culpa no es de ellos, sino de quienes actúan como verdaderos bellacos y como malos predicadores... esos deberían estar entre rejas, y no los otros.
Lo del Papa es verdad... espera y verás mis comentarios. Te digo lo mismo: no valen nada, pero solo por saber que personas como tú los leen, merecen la pena. Cuando lo leas me cuentas, ok?
A veces el aire fresco viene de los cambios, este es el caso... y esperemos que no sea solo fresco, sino gélido...
Lo dicho, seguimos conectados... ah! y gracias por el detalle que tuviste el 19...