Tengo un
mensaje de mi amiga Pili Agudo, en el que me dice que han recaudado algo de
dinero y me lo han enviado por Wester Union... me quedo de piedra. No esperaba
más dinero, pero como nunca está de más, me alegro un montón. Creo que estoy
estirando bien lo que tengo, y que voy a terminar por administrar hasta el
último céntimo antes de irme, pero esto vendrá bien para una buena causa. Los
niños de la invasión serán los agraciados, para alegría de la hermana Katy.
Desde aquí agradezco a Pili su gestión y su gran grano de arena.
Con el
código que me envía, recojo el dinero. Después voy a por el billete de autobús.
Como voy con más de una semana de anticipación, me dan a elegir el asiento que
más me guste, así que elijo el panorámico, es decir, el de la primera fila en
la planta alta, por encima del conductor. Pensé que con los paisajes andinos
que hay aquí, la mejor forma de despedirme de Perú es viendo bien sus
maravillas. Como el bus sale a las 10:30 de la mañana, tendré todo el día para
disfrutar de los paisajes, aunque también veré bien la pobreza de los pueblos
que pasaremos. Me acuerdo de mi venida... entonces, como no estaba acostumbrado
como ahora, me parecía una estampa poco menos que dantesca... ahora, con lo que
llevo encima, seguro que no me impacta tanto, aunque lo que es gustarme, no me
gusta un pelo... sobre todo sabiendo que me dirijo al primer mundo, con
nuestras “necesarias” comodidades, mientras dejo a esta pobre gente aquí en el
cuarto o quinto... Yo viajaré de regreso a la cultura del capital mientras dejo
aquí a los eternos olvidados del planeta... pero yo no los olvidaré, eso
seguro... Y como dijo Terminator: “Volveré....”
Comprado el
billete de autobús, que cuesta 115 soles, me dirijo a por los tornillos antes
de que se me olvide otra vez. Tiene guasa que el billete cueste, al cambio,
menos de 35 euros. Teniendo en cuenta que son 24 horas de viaje, con comida,
merienda, cena y desayuno incluido, sale barata la cosa.. ¿cuándo costaría esto
en Europa?...
Terminado
todo, me voy a por la moto y me doy el piro... La salida en dirección Granada
ya está arreglada, aunque la noto peor de lo que estaba. El caso es que ya no
tengo que dar media vuelta a Chacha para salir... El tiempo está bueno, la moto
es la de Milton, con lo que también está buena... Esto es así hasta pocos
Kilómetros más adelante, donde el tiempo empieza a ponerse malo y la moto tiene
la cadena floja... y yo sin llaves otra vez. Tendrá que aguantar hasta Granada
así...
Como me
entretuve bastante, salí tarde, así que cuando paso por Pipus no ando parando,
porque si paro llegaré tarde incluso para ver a Juan de Dios, al que quiero ver
a la hora de comer para que me invite... Si hubiera parado en Pipus, tendría
que haber visitado a la policía, a la alcaldesa y al secretario Teodolfo... y
después alguno de ellos me habría invitado a comer, así que no llegaría a
tiempo de poner una película a los niños de Granada.
Juan de Dios preparando el almuerzo |
Después de
comer tomamos un chupito de un licor que parece que fuera licor de café, pero
no lo es. Charlamos un rato, coordinamos el tema del jueves, cuando irá con los
carismáticos a Granada, y me cuenta algunas historias que en España
asociaríamos con historias de nuestros abuelos... Me cuenta cuando empezó el
sacerdocio por las tierras del Alto Imaza peruano, cuando tenía que ir a
Granada y Olleros andando por esas cuestas empinadísimas, entre animales
salvajes y con tiempos de perros... Lo bueno de esta historia es que me dice
que se remonta al año 2008.... ¡hace solo cuatro años!... Resulta que me dice
que la “carretera” a la que yo llamo camino de cabras, lleva sólo tres o cuatro
años hecha... antes el camino era campo a través, y sólo se podía viajar a
caballo. Cómo sería para que me diga que ni siquiera le interesaba comprar una
moto porque ni en moto se podría viajar... Entonces las visitas a Granada eran
esporádicas, más aún que ahora, ya que llegar costaba más de cinco horas...
tenía que dormir allí, y al día siguiente viajar a Olleros, y así todos los
pueblos del Alto Imaza... Eso es una vida de misionero, lo demás son
tonterías...
Mientras
esto ocurría en Perú, mientras Juan de Dios se jugaba el tipo viajando sólo a
merced de los osos pardos, con lluvias que no dejan ver y fríos que duermen los
miembros, en representación de la Iglesia, como misionero de Jesucristo,
nosotros en Europa poníamos a caldo a los curas... decíamos que todos son unos
vividores y que se meten a curas para no trabajar, los metíamos a todos sin
distinción en el mismo saco de los que habían metido la pata, les acusábamos de
pederastas y proclamábamos a los cuatro vientos que sus posesiones, sus trajes
y sus cálices de oro son un mal ejemplo para la humanidad... y mientras
decíamos esto, Juan de Dios, sin saberlo, seguía subiendo las cuestas andinas
para llevar la Palabra de Dios a los lugares donde no llega ni el oxígeno...
Esta es la vida misionera, la que no mira hacia atrás, la que no decae aunque
tanto ingrato trate de poner zancadillas día sí, día también...
Bueno...
terminada la velada, me monto en la moto y prosigo el viaje... Esta vez me he
propuesto hacer algo que no había hecho hasta ahora, disfrutar de un viaje de
cross... con cuidado, pero con más brío, me dejo llevar por los montes con una
moto que responde, no como la otra... y cuando me quiero dar cuenta, estoy en
Granada... Últimamente, cada vez que subo, me pongo la música de Enya en el
móvil, lo meto dentro del casco y viajo en moto pero con música ambiente... es
increíble la sensación de viajar entre nieblas, lluvias y despeñaderos con la
música de la gran compositora... incluso pega muchísimo para el viaje, pues es
como un vídeo musical donde la música la pone ella y la imagen Perú...
He bautizado
a la cima de la montaña con el nombre de “Ganímedes”... no sé porqué, pero
necesitaba un nombre que fuera fiel a lo distinto de esos pocos kilómetros del
resto del camino. Es una zona en la que entras y parece como si abrieras una
puerta al ultramundo... se va la luz y todo es oscuridad, pero no oscura, sino
gris... la niebla es densísima, el camino es negro, como si el sol no lo
hubiera calentado nunca y fuera de hollín. El camino es liso, solo roto por la rodada
de los coches que pasan. Se alisa solo cuando no pasa nadie por un espacio de
tiempo, con la lluvia y la niebla. Es como si fuera de terciopelo. Corren ríos
a derecha e izquierda que vienen de quien sabe donde y se dirigen hacia quien
sabe qué lugar. No hay vida aparente, no hay pájaros ni siquiera alimañas, que
saben que ese sitio no es grato ni por su clima ni por su altura... y cuando te
quieres dar cuenta de que estás en otro planeta distinto, empiezas a bajar y
vas entrando de nuevo en el planeta Tierra... Como no se me ocurría cómo
describir el sitio mejor, lo hago con su nombre, así que ya sabéis que
Ganímedes es distinto..., como Ganímedes...
El baptisterio destruido y reconstruido |
Llego a
Granada y veo al personal, poco personal por cierto, trabajando en la
reconstrucción de los muros del baptisterio. Se nota que no he estado aquí, y
han tirado los muros enteros. Se podrían haber aprovechado hasta alguna altura,
pero no, los han tirado por completo. También han empezado a levantar los
nuevos sin supervisión ni preguntar... y han hecho unos muros de un metro de
grosor... Vamos, que han hecho un trabajo excesivo donde se invierte muchísimo
tiempo y material (cemento, arena y piedra) para unos muros que no van a cargar
peso alguno y que además, tienen una altura
poco más de dos metros... algo absurdo, vamos... pero como ya tienen
levantado hasta un metro de altura, no hay remedio. Nadie les mandó hacer
eso... lo han hecho por su propia cuenta, siguiendo la dirección técnica de un
técnico que sabe de construcción lo mismo que yo de ballet... pero en lugar de
liarme a pedradas con la gente, que es lo que habría correspondido en justicia,
me da por reirme, bajar a mi cuarto y pensar que lo importante es la intención
(de tirarles las piedras)... así que con estas, cojo el ordenador, el proyector
y me voy a ponerles una película a los niños... Sólo por esto, hoy no van a
cobrar.... Como diría José Mota preguntado por cuando se cobra: “Hoy no...
¡¡mañana!!...”
Hoy los
niños han empezado bien... preguntados por quien nos salva, dicen al unísono:
¡¡Jesús!!... preguntados de nuevo por el nombre de la mamá de Jesús, dicen de
nuevo: ¡¡María!!.... nada hacía presagiar que hoy se iban a quedar sin
regalo...
Como estamos
en Semana Santa, les explico brevemente qué se celebra, y muchos lo entienden perfectamente...
les explico que la película de hoy es la vida de Jesús, especialmente la parte
de la pasión, muerte y resurrección. Creo que esta película les va a gustar,
pero cuando vamos por la mitad, se aburren porque no es una película de acción,
y empiezan a brincar, saltar, jugar, hablar y hacer la vida imposible a los
pocos que quieren verla de verdad....
Entreteniéndoles con pompas de jabón |
Y resulta que ellos saben cómo manejarlas sin romperlas |
Terminada la
película, tras quince pitidos (doce más de los tres reglamentarios), les digo
que mañana podré otra película, pero que hoy no hay regalo. Les hago saber que
la película de mañana será una prueba, y que si siguen igual, se acabó el cine
para siempre. Como se piensan que voy de farol, recojo todo el aparataje y me
largo... Ellos estaban ya puestos en fila india para recibir sus regalos...
He pensado
un par de métodos para acabar con esto, bueno, he pensado en alguno más, pero
terminé por descartar los que se basan en la violencia... Los dos métodos son
efectivos, pero injustos y contraproducentes... me gustaría que alguno de
vosotros opinara para decirme cual os parece mejor... pero pensándolo bien... total, ¿de qué me iba a servir pedir un consejo?...
Después de
mostrar mi gran contento por los amigos que nunca fallan y que siempre están
ahí para lo que se les necesite, menos cuando más se les necesita, prosigo...
Me querían robar la moto... |
Termina el
cine, les mando para casa y me voy a cenar... Hoy el documental ha sido “En
busca del paraíso terrenal”... os aseguro que os gustaría, ya que, cuanto
menos, es curioso.
Echaba de
menos esta fría habitación, así como dormir dentro del saco aunque esté dentro
de una cama... es una sensación única.
Mañana será
otro día...
No hay comentarios:
Publicar un comentario