El
viernes cuando llegué casi no me dio tiempo a nada, pues fue parar la moto en
el Fusiones, quedar con todos los amigos y despedirme rápido para asistir a la
misa de siete. Una vez acabó la misa me fui a cenar al Obispado y me acosté
rápido porque el sábado quería levantarme temprano para aprovechar todo el día,
ya que son muchas las cosas que hay que hacer.
El sábado
me levanté temprano, aunque me costó. Después de desayunar tenía tantas cosas
que hacer que me bloqueé y no sabía ni por dónde empezar. Quería hablar con
Diógenes porque tengo muchas cosas que “coordinar”... pero no está en la
Municipalidad y tampoco tiene el teléfono operativo. Paso, pues, a seguir con
mis ocupaciones. La primera será ir a recoger la pintura para el Jardín de
Infancia de Pedro Castro, el que acoge a todos los pequeños de “La Invasión”.
Allí está la pintura, así que abro las cajas, la compruebo y está bien. Pago los
100 soles que me quedaban de pagar a la entrega de la mercancía y le digo a
José León (el dueño) que volveré con un taxi. La verdad es que hoy es domingo
por la noche y no me he vuelto a acordar hasta que he escrito... mañana tendré
que recoger la pintura y llevarla al Centro. Aprovecharé para comprar más
galletas para los pequeños, y como desayunan (un vaso de leche) a las 10:00,
tendré que hacerlo antes de esta hora.
Fui al
mercado e hice acopio de todas las cosas que me faltaban: canicas, trompos (peonzas),
saltarines, balones, platos y vasos infantiles y cosas por el estilo. Luego lo
llevé todo al Obispado y pasé de nuevo por la Municipalidad, pero igual...
Lo que
queda de mañana lo pase gestionando el precio del cemento, y lo he conseguido
más barato aún, con lo que creo que la operación está cerrada. Las placas de
teja andina han subido 10 soles desde el año pasado y ahora cuestan 27 soles...
tendré que calcular cuántas necesitaré para la sacristía y para la torre, que
será lo que cubra este año. Después llevo la moto a lavar, echo gasolina, hago
las copias de las llaves del garaje, pues siempre tiene que abrirme Helder y
rápido da la hora de comer.
Juanita
cocina fantástico, creo que mejor todavía que el año pasado. Tiene mucho que
ver el hecho de que está haciendo un curso de cocinera, y aprovecha para probar
sus nuevas recetas con nosotros... algún día hemos tenido que beber más agua de
la cuenta porque se pasó de sal, pero lo normal es que todo esté buenísimo.
Después
de comer vamos todos al Fusiones a gestionar con Fran, el dueño, el viaje del
domingo a Kuélap. Tengo ganas de ir porque el año pasado me quedé con las
ganas... Cuando me fui para España lo hice con pena por no verlo, pero pensé
que este año lo vería, y así fue. En el Fusiones quería conectarme a internet y
escribir, pero tuvimos visita de Carmen y nos pasamos la tarde hablando. Es un
buen lugar, con música relajante y una decoración muy chula, y en buena
compañía, las horas se pasan volando... tanto que tuve que darme prisa para no perderme
la oración carismática en la Iglesia de “El Señor de los Milagros”.
Tomé un
taxi y subí, y allí estaban todos con los brazos abiertos para acoger al
peregrino. Me senté en el primer banco y empezó el baile (nunca mejor dicho).
Ya os hablé de los carismáticos el año pasado. No sé si en todas partes serán
igual, pero aquí dan ganas de quedarse con ellos y no salir de la oración. La
música a manos de Jorge y el entusiasmo por parte de los asistentes hacen que
sea todavía una velada mejo que la del Fusiones. Pero lo importante no era la
velada, sino el sentido de la misma. Estamos celebrando una novena de
preparación para lo que está por llegar, el día de Pentecostés.
Cada día
hay una meditación a cargo de algún hermano. A mí me pilló el sábado por la
mañana Luisa y me encasquetó una charla para el domingo... en un principio mi
reacción fue evasiva, por un lado porque me iba a Kuélap y no podía preparar la
charla. Por otro lado porque no estaba seguro de estar a la altura y las cosas
así hay que pensarlas, pero de pronto me vino como una inspiración del Espíritu
Santo, del cual tenía que hablar, que me decía: “¿Vas a negarte a hablar de
mí?... No te preocupes; yo estoy contigo...”. La última frase no fue tan
inspirada, pero la primera sí... Yo sé que en las manos del Señor no hay
peligro alguno que me de miedo. Todo cuanto hago lo hago por Él, por eso no me
da miedo nada. Si puedo meterme en una caverna llena de murciélagos, ¿cómo no
voy a poder hablar del Espíritu Santo?.
El tema
era: “El Espíritu Santo es persona”. Tenía que preparármela en el tiempo que
tengo después de cenar, con lo que no pude escribir. Tenía claro lo que tenía
que decir, pero el problema era cómo decirlo... y guiado por el Espíritu Santo
pensé que mejor sería acostarme y confiar en Él. Preparé lo justo, a modo de
esquema, y pensé que en el camino a Kuélap tendría tiempo de reflexionar sobre
ello.
En la
oración del sábado, Jorge nos habló muy bien. Yo pienso que esa experiencia y
ese dejarse llevar por Dios es lo que yo necesito, más que preocuparme por la
charla en sí. Pensaba que ojalá lo pueda hacer la mitad de bien que él. Me
gusta cómo se mete a la gente en el bolsillo desde el primer momento, y tomo
nota para el domingo. Me gustaría que me hubiese visto mi madre, pues son muchas
las veces que le he dicho que no entiendo muy bien cómo se ponen los
carismáticos a bailar y a mover las manos... le gustará saber que levanté mis
manos de lo lindo. Y pensé que por el Señor habría levantado también los pies
si no corriese grave riesgo de romperme la pelvis. Cuando lea esto sé que sus
primeras palabras serán un: ¡Gloria al Señor!...
Será un
placer hablarle a mis compañeros del Centro Juvenil en el grupo de los domingos
acerca de esta experiencia, y compartir la charla con ellos. A mis queridas
hermanas clarisas les encantará... y el Señor se merece que se le predique allá
y acá del Atlántico. Son muchas las veces que me quedo asombrado de cómo el
Espíritu de Dios ha propagado el Evangelio por todo el mundo. En Madagascar, en
Perú y en España pienso en lo bonito que es que los ritos, las oraciones, los
actos y las personas actúen igual, conforme a los mismos patrones y de acuerdo
a la misma estructura. Es increíble ver cómo las personas cambian de color, de
idioma, de costumbres, de horarios... de todo, según los países, sin embargo,
la Iglesia Católica es la misma en todas partes. Eso no quiere decir más que
una cosa: que el Espíritu Santo se ha propagado de tal manera que no hay quien
lo pare, y mira que lo intentan, y que la Iglesia Católica es Una... La unión
entre hermanos en torno a la figura del Papa hace que esta religión sea
verdaderamente una común unión entre hermanos. Ya quisiera yo ver esta unión
entre clubes, políticos, asociaciones o ideologías... eso sólo quiere decir una
cosa... pero seguro que ya la sabes. Seguiré respetando por un tiempo
prudencial el “momento comparación”, por eso de no meter el dedo en la llaga...
lo que no sé es cuánto tiempo más lo haré, pues siempre veo cosas que me
recuerdan lo deshumanizado y lo desestructurado de algunos países considerados
como civilizados.
El
domingo me levanto bien temprano, pues la misa hoy es a las siete de la mañana.
Tiene que ser así si quiero asistir, pues nos iremos a Kuélap y vendré con el
tiempo justo de ir a la oración franciscana para dar mi charla. Y si no me
pierdo una misa diaria, imagina cómo me la voy a perder en domingo... antes
prefiero decirle al chófer del autobús que arranque sin mí.
Precisamente
hoy es el día de la Ascensión, momento clave a partir del cual se pondría manos
a la obra para enviarnos el Espíritu de Dios. Así los apóstoles tendrían nuevas
fuerzas y de ser unos miedosos pasarían a ser los más valientes propagadores
del Evangelio, incluso mártires... y el que le negó dos veces dio la vida por
Él. Así actúa el Espíritu Santo, y así lo hemos comprobado los que nos fiamos
de Él. Tomo nota para la charla de la noche.
Una
materia no puede tener cualidades humanas, ni una fuerza tampoco, ni una
energía... solo una persona puede tener intelecto, emociones o voluntad. El
Espíritu de Dios nos muestra en muchas ocasiones esto, y Jesús habla de Él como
de alguien con personalidad, no como de algo impersonal. Y es que el Espíritu
Santo es persona. Jesús nos dice en Jn, 16 que “...pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y
ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿Adónde vas?’. Sino que por haberos dicho
esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad:
Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el
Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré”...
y ese Paráclito, ¿qué será?.
Parakletos,
del griego, quiere decir "aquel que es invocado", es por tanto el
abogado, el mediador, el defensor... y claro que nos conviene que Jesús se vaya
con el Padre, pues no nos va a dejar solos y nos dejará la fuerza de su
Espíritu para que, a partir de la fundación de la Iglesia, no caminemos solos.
Y desde entonces, el Espíritu de Dios hace maravillas en tu vida y en la mía,
lo que pasa es que la gran mayoría de las veces no nos damos ni cuenta... Si
supieras todo lo bueno que ha hecho en nosotros, dejaríamos de achacarle todos
los males. Dice Job: “si acepto los bienes de Dios, ¿no voy a aceptar los
males?”... pero qué difícil es aceptar los males, qué fácil es echarle a Dios
la culpa de todas las catástrofes del mundo y no acordarse de Él cada vez que
la vida nos sonríe. ¿Será cuestión de egoísmo?... ¿o será que solo contamos con
Él para lo bueno?... yo creo que ni lo uno ni lo otro, sino que más bien será
que nos gusta apuntamos a nosotros mismos los méritos y a otros los fracasos...
es la condición del hombre. Te contaría la historia de la rana y el escorpión,
pero seguro que la conoces... ¡Es nuestra condición!. Al menos el escorpión lo
reconoció...
Dios
asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas... y bien cierto
debió ser, a mí me gusta imaginarlo, el recibimiento que hicieron al héroe que
dio su vida por amor, al que nos dejó el mejor legado jamás dado al hombre
(aunque muchos pasemos de él), al que
se abajó y nos mostró el concepto de la humildad suprema... a Dios. ¡¡Qué
fiesta no harían en el cielo!!... y entonces me imagino a Jesús diciendo: “Nada,
nada... eso lo habría hecho cualquiera... ¿no iba a hacer yo esto por mis
critaturas?. ¡Venga, todo el mundo a casa que hay mucho trabajo!”.
Me gusta
imaginar que Jesús haría esto una y mil veces más si fuese necesario, aunque no
tengo que imaginarlo, sino que lo sé a ciencia cierta. Lo que pasa es que la
segunda venida será distinta a la primera... espero que el hombre recapacite y
actúe, pues nunca puede ser malo practicar el amor incondicional. Todos los
mandamientos se resumen en uno solo, el amor, mi asignatura pendiente... ¿y la
tuya?...
Si seguir
el consejo de alguien que nos dice que hay que ayudar al hermano, ser buena
persona, no tener malos pensamientos para con el prójimo, compartir, ser
solidario, pensar menos en nosotros y más en los demás, es malo... apaga y
vámonos... así que no acabo de entender porqué el mundo sigue otros consejos
más bélicos, egoístas e irracionales, simplemente por el hecho de que acarrean
poder, placer o dinero... ¿En eso se basa la vida del hombre?.
Vete al
cielo, Jesús... y envíanos tu Espíritu para seguir trabajando duro en este
peregrinar, que la mies es mucha y pocos los trabajadores... Al menos
los que creemos en ti y queremos seguir tu ejemplo no nos cansaremos de seguir
intentándolo, aunque nos salgamos tantas veces del camino... lo más importante
es querer llegar, el hecho de llegar o no es solo Gracia tuya.
En el
Evangelio de Lucas de la liturgia de este domingo (Lc. 24, 46-53), nos revela
Jesús que la promesa del padre se cumpliría, y pronto los apóstoles se
revestirían de la fuerza de lo alto. Y como la promesa está cumplida, solo me
resta decir una cosa: Este Dios es realmente verdadero, ni tengo dudas ni tengo
por qué tenerlas.
Salimos a
Kuélap a las 8:30, pero como hoy es el día de la madre no puedo irme sin
entregarle a las dos madres religiosas, Katy y Clara, el regalo que tengo para
ellas. Como mañana lunes es el día de Nuestra Señora de Fátima, tengo
encargadas dos tartitas para que celebren el día de la madre y el día de la
Virgen de Fátima con un toque dulce. Pero como no puedo recogerlas porque será
a las diez, le dejo a Clara el encargo de recoger las dos y darle la suya a
Katy. Luego me llegaría un mensaje de Katy agradeciendo el gesto... aunque
espero que me de un pedacito, jeje...
La subida a kuélap ya promete... |
De caminata son poco más de 15 minutos |
Llegando a la muralla |
Una foto todos juntos |
Y cuando llegamos arriba del todo, curiosamente, el tiempo mejora... |
Aunque fuera de la cima el tiempo es otra cosa |
Bueno, luego se puso mal arriba también... pero en manga corta. |
Esta foto me encanta |
... y esta |
... bueno, todas... |
El hombre
siempre ha buscado a Dios en todas las culturas. Es solo fruto de nuestra
cultura el hecho de que el hombre haya dejado de buscarlo para sustituirlo por
el todopoderoso dinero, poder, confort, fama, placer... Esto sustituye a
cualquier Dios posible, y es el resultado de una sociedad que ha pervertido
todo sentimiento heredado acerca de la verdad de la vida. Antes los hombres se
preocupaban por temas trascendentales, mientras que hoy nos preocupamos por el
Real Madrid y por el índice Down Jones. Y todavía son muchos los que piensan
que el hombre progresa...
Estos
Incas dieron su vida por hacer un templo dedicado a Dios, vete tú a saber qué
Dios... pero ofrecían sus vidas al seguimiento del camino que lleva al creador.
A veces me da pena que estos pobres hombres no supieran nada de Jesús, pero
como Dios es un misterio en sí mismo, Él sabrá porqué esto es así... El razonar
las cosas de Dios siempre hace que nos apartemos del camino que lleva a Él. Si
hubiera querido ser razonado por nosotros, habría dejado más pistas y los
misterios no serían tales misterios, pero entonces Dios no sería Dios. Y
nosotros pasamos nuestros días filosofando, razonando y estableciendo hipótesis
lógicas acerca de Dios y sus métodos... pero ya dijo Jesús: “Te doy gracias
Señor porque has revelado esto a los sencillos...”, además de dejarnos
claro que quien no se haga niño no entenderá las cosas de Dios.
Allí no
hay más que piedras, eso sí, muy bien colocadas. Aún no entiendo cómo podrían
haber construido pirámides inversas sin que se les cayese la construcción
encima, y sin tirantes de acero... Hoy día es todo un reto para la construcción
moderna, y seguirá siéndolo sin el apoyo del “tirante de acero”. Y los Incas lo
hacían como hoy los panaderos hacen el pan... y no solo eso, sino que sus
construcciones duran más de quince siglos... y los que le quedan.
Unos
guías dicen que es un templo destinado al culto, otros que es un almacén de
grano para asegurar el sustento... los hay que dicen que se construyó con fines
astronómicos, pero yo tengo clara una cosa: Jamás nadie, en ninguna
civilización, ni antigua ni moderna, construyó una fortaleza semejante en lo
más alto de la montaña más alta... con murallas de quince metros de altura por
un lado y un precipicio por el otro... ¿y a nadie se le ocurrió pensar que
hicieron esta construcción por seguridad, para protegerse del enemigo?. Es lo
más lógico, sobre todo viendo sus pocas, largas y angostas entradas, que son
túneles sin techo de menos de un meto de ancho, donde quien quisiera entrar sin
permiso tendría difícil salir vivo de la trampa, ya que desde arriba le
lapidarían sin piedad y sin posibilidad de escape alguno. Y además, las paredes
del túnel en forma de pirámide invertida, con lo que se hace imposible ni
escalar ni poner escalera alguna para subir... Vamos, que esta fortaleza debió
ser inexpugnable, muy bien construida desde el punto de vista defensivo. Y como
han encontrado unas piedras que señalan al norte y al sur y han visto graneros
y lugares de enterramientos comunes, algún listo ha concluido que semejante
construcción era un mirador astronómico... como si los habitantes de Kuélap
solo pensasen en comer, reproducirse y morir, y no tuvieran vida, intereses y
ocio para vivir en una fortaleza además de dedicarse a otras cosas...
Los
paisajes son magníficos, por encima de las nubes. El tiempo se deja, y llueve a
ratos, pero muy poco. Vemos todo el interior de la fortaleza y nos quedamos
asombrados del concepto de ciudad que tenían... luego regresamos a comer por el
camino. Mientras comemos, vemos en la tele cómo pierde el Madrid en la Final
Four de baloncesto, y mientras nos comemos la trucha a la plancha le damos la
importancia que tiene a tal evento, es decir, ninguna. Una cosa es que pierda
tu equipo y otra que cambie tu estado de ánimo por ello. Karima se atrevió a
pedir un Cuy, y lo hizo a medias con Remy. Pronto se arrepentirían de hacerlo y
de pagar un elevado precio por un animalillo que no se deja comer por pura
psicología. Verlo ahí despatarrado en el plato y con la cabecilla de roedor da
poca hambre. Casi me la quita a mí, y eso que yo comía trucha. Karima dice no
poder comerlo, así que se lo pasa a Remy, el cual hace lo propio y el Cuy se
queda compuesto y sin novia... y los camareros debieron pensar que éstos
turistas están locos, porque piden el plato más caro para dejarlo ahí, como
ofrenda al dios desconocido... alguien lo aprovecharía. Mira que les advertí,
pero ellos decían que había que probarlo para saberlo.... ahora ya lo saben: el
Cuy es muy bueno aquí, pero para los europeos es algo superior a nuestras
fuerzas... Eso sí, les advierto a todos, incluso a mí mismo, que tarde o
temprano tendremos que comerlo... yo, de momento, me he librado...
Llegamos
a Chacha a eso de las 18:30, nos vamos a duchar y a la Iglesia de “El Señor de
los Milagros”, donde tengo la cita carismática... no sé si voy nervioso, pero
creo que no. La confianza que tengo con ellos es tanta que es como cuando hablo
con mis compañeros del Centro Juvenil Francisco y Clara... El Señor me asiste
con el Espíritu de tal manera que casi no quiero dejar de hablar, y resulta que
llevo un guión que no me ha servido de nada, pues todas las palabras que he
dicho no eran para nada las que había preparado. Así es el Señor, una vez
más... yo quiero decir una cosa, pero luego digo otra. Y por los aplausos y
felicitaciones creo que ha gustado, aunque para mi lo más importante no es que
haya gustado o no, sino que haya servido para evangelizar y propagar el
Evangelio, la Buena Nueva que tanta falta hace en el mundo... y después de
hacerlo aquí, lo hago allá, desde mi pequeña plataforma informática... Espero
que a ti te sirva de algo, eso querrá decir que el Espíritu sopla, como cuenta
el primer relato de la creación del libro del Génesis, por encima de las
aguas... en este caso de las del Atlántico.
Un abrazo
y hasta mañana!
Vaya paisajes!!!! Cuántas maravillas hay por todo el mundo y aún a pesar de los años permanece.
ResponderEliminarNos hablas mucho del Espíritu Santo, ese gran desconocido por muchos, es como ese Angel de la Guarda que está ahí y no lo vemos, lo tendremos que invocar más para que nos ilumine que falta nos hace.
Un abrazo, F.C.