Ayer vi
un programa en telecinco. No acostumbro a ver este canal porque es de los más
manipulados y manipuladores de España. Sus opiniones distan mucho de la
veracidad e imparcialidad, sus tertulianos producen risa y en su gran mayoría
no son profesionales del medio, sino “amigos de”, “novios de”, o personas que
por la polémica que los rodea, hacen más interesante el debate de verduleras y
verduleros. Su programación dista años luz de una programación cultural y más
bien vive de los trapos sucios de los demás y de la falta de interés cultural
de una sociedad que prefiere ver la camorra y el chisme antes que cultivar su
intelecto.
Pues
bien, anoche me llamaron por teléfono para que viera la entrevista que en un
programa que, camuflado de constitucionalidad y de libertad de expresión, le
iban a hacer a una polémica monja y cuya opinión me iba a interesar.
Cierto es que ya es raro que este anticlerical canal
entreviste a una religiosa católica, y eso generó en mí la duda. Aunque después
comprobé que, como no podía ser de otra manera, el canal supo muy bien a quién
entrevistar para generar un poco más de polémica en torno a la Iglesia
Católica, algo sin lo cual no parece poder vivir. Este canal no entrevistaría
nunca a un religioso católico que hiciese más cosas por la humanidad de las que
hace la monja y al que el aspecto político e ideológico le importara un
pimiento.
Sin embargo, supieron escoger a una monja que tiene
opinión política, y no una opinión política cualquiera. Desde luego, si les
propusiésemos entrevistar a una monja conservadora, rechazarían de plano la
entrevista, pero como la señora en cuestión tiene una opinión radical y fuera
del contexto para el que se debe como religiosa, interesa a la “cadena amiga”.
Bien, dicho esto, paso a hablar de la tierna monjita
que se reviste de aureola de santidad empezando por mostrar al público la labor
que hace a favor de los demás. Eso ya da un poco de grima, pues yo conozco en
persona a gente que hace bastante más por los pobres y los indefensos, y que no
pregonan a viva voz lo que hacen, sino que más bien “su mano derecha no sabe lo
que hace la izquierda”.
No concibo cómo una monja puede sentirse halagada
por hacer lo que un día profesó jurando unos votos inviolables, unos votos de
sinceridad que cierto día truncó para pasar a ser una monja sensacionalista.
Alguien debería recordar a esta sierva de Dios la
parábola del fariseo y el publicano, de Lucas, 42, que dice así:
“Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era
fariseo; y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta
manera: Dios,
te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos
de todo lo que poseo. Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería
ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé
propicio a mí, que soy pecador. Os digo que éste descendió a casa justificado
en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el
que se humilla será enaltecido.”
No soy yo quien para darle lecciones a
una monja, puesto que soy un simple seglar comprometido con su misma causa, y
bien creo que ella podría darme lecciones en cuanto a práctica evangélica, pero
sí que identifico a su persona con este fariseo, lo cual me produce pena,
puesto que más bien imagino a los siervos de Dios identificados con el
publicano.
Cierto es, y lo reconozco, que la labor
que hace por los pobres es digna de admiración, sobre todo en un mundo como el
actual en el que el egoísmo y el bienestar están por encima de los derechos
humanos y la solidaridad. Cierto es también que hacen falta muchas personas así
en esta sociedad plagada de injusticia social y que ella practica el evangelio
en lo que se refiere al pobre y necesitado.
Pero también es cierto que uno se debe
a su causa, y en su caso, a la imitación de Cristo en todos sus aspectos, no
sólo en los más mediáticos o los más laureados. En su caso, su causa es
contemplativa, aunque creo que no practica muy a menudo la contemplación. Su
causa tiene origen en un gran hombre, Santo Domingo de Guzmán, el cual no sólo
hizo más que ella, sino que pasó a los altares, entre otras cosas, gracias a su
extrema humildad. Él no pregonaba a viva voz los méritos propios, sino más bien
prefirió luchar por su causa desde la oración, el esfuerzo y la predicación.
Por supuesto la
vida contemplativa dominicana, surge por iniciativa de este santo, fruto de su
corazón orante. Surge como parte de la raíz del árbol de la Familia Dominicana
en el año 1206 en el Monasterio de Sta. María de Prulla donde un grupo de
mujeres conversas, anhelan el deseo de ser “una con Cristo”, dedicándose
enteramente a la oración y la contemplación. Es así como Domingo asienta su
Orden sobre el pilar de la contemplación.
Sin embargo, esta monja tan
comprometida con una causa para nada contemplativa, aunque totalmente loable,
debería primero considerar la opción de cambiar de orden para ingresar en otra
de vida activa, itinerante o misionera. Ya de entrada está equivocada en su
planteamiento de vida, y ya de entrada también camina contra corriente dentro
de la orden de Predicadores, puesto que el carisma de esta orden es
contemplativo y no el de pregonero de méritos y denunciador de la injusticia
social. No obstante, sigo pensando que no soy yo quien para juzgar su falta o
no de coherencia, sino que más bien le corresponde a ella, a su Orden y sus
superiores.
Para lo que sí me siento con autoridad
es para manifestar que, aparte de todo esto, hay un aspecto bastante errado en
sus planteamientos cristianos. Vamos, que me atrevo a decir sin temor a la
equivocación que esta monja no anda muy acertada en su planteamiento religioso.
Y el motivo es el siguiente:
Una religiosa, contemplativa o no, se
debe en primer lugar a Cristo, y luego a su orden, y en cualquier caso, dedica
por completo su vida al servicio a los demás, bien sea a través de la oración o
a través de la acción. Y sin dudar que esta monja ore mucho, que no lo sé, y
que actúe mucho, que sí lo sé, lo que tengo claro es que su modelo de vida, es
decir, Jesucristo, huyó siempre de manifestarse en el plano político e
ideológico. Ningún versículo de mi Biblia, ni de la suya, habla de un Jesús
político, juez o tertuliano. Ella, sin embargo, pone la mano en el fuego por
unos y no pediría audiencia a otros. Ningún capítulo de la regla de vida
dominicana establece que el religioso dominico debe ser denunciador de la
injusticia o que deba manifestar públicamente su rechazo con posturas de la
Iglesia Católica, si bien es cierto que tampoco menciona que se deba estar de
acuerdo con ellas.
La lógica me dice que un siervo de Dios
debería antes mirar hacia dentro, ver los propios problemas de uno mismo y de
su casa e intentar solucionarlos de forma correcta, pacífica y humilde, no de
forma incendiaria y subversiva. Un principio básico del cristianismo es el
saber estar, el saber sumar en vez de restar y el saber arreglar los problemas
sin causar problemas.
Por lo que he visto, no me extrañaría nada que esta
señora tuviera una respuesta separatista de su propia orden si algún superior
le mandara formar a filas y responder por su falta de tacto evangélico. No me
extrañaría, y tiempo al tiempo, que abandonase su orden y hasta su confesión si
alguien de dentro le tira de la oreja por salirse del tiesto. Y si eso ocurre
algún día, entonces tendré razón cuando digo que su vocación no es del todo pura.
Yo me fijo en San Francisco de Asís,
otro gran hombre fundador de la orden franciscana, esparcida por el mundo
entero. Cuando leo sobre él y sobre su extremada humildad y bondad, a uno le
dan ganas de imitarle hasta el extremo, aunque siempre resulta imposible
compararse con él. A mí, personalmente, me queda grande. No puedo más que
asombrarme ante semejante humanidad y santidad. Lo mismo me ocurre con Santo
Domingo.
No pido, porque yo mismo no soy capaz,
que seamos tan santos como estos referentes, pero sí que al menos caminemos en
su misma dirección, no en dirección opuesta. Y cuando una monja se sale de su
plano religioso para opinar de política, de ideología, de independencia o de
nacionalismos, no puedo más que echarme a temblar.
La sociedad progresista, sin duda,
aplaude un gesto así, y eso debería dar miedo a esta señora, ya que si los
mismos anticlericales apoyan y aplauden a una religiosa católica, no es por lo
buena que es, sino más bien como gesto irónico en contra de la Madre Iglesia, del
Vaticano, del Papa y de todo lo que huela a clerical. No concibo todavía que en
Telecinco aplaudan a una religiosa católica, y ella misma debería pensar en
porqué la eligieron a ella para entrevistarla, sabiendo que ahora se espera
como agua de mayo la respuesta de la Conferencia Episcopal, de algún dirigente
católico o incluso del mismo Papa. No sabe ella que ha sido magistralmente
elegida como “gancho mediático” para poder seguir hablando durante un buen
tiempo de este tema que, sin duda, traerá cola. Tampoco sabe que ha sido
elegida para encender la mecha de algo que acabará explotando y que acabará con
publicaciones en los diarios con titulares que pregonen que la Iglesia Católica
coarta la libertad de expresión de sus consagrados cuando ésta le de el tirón
de orejas que merece, que sin duda lo hará. Esto lo sé yo, ella y Telecinco. La
diferencia estriba en que Telecinco está esperando la respuesta del la Iglesia
para poder lanzar su programa especial en contra del catolicismo, comparándolo
por enésima vez con la dictadura de Franco y haciendo sangre de la religión
Católica.
La falta de preparación es sin duda la
culpable de este tipo de conductas, ya que más grave que esto es decir
públicamente frases como: “Si Dios existe, estaría al lado de los pobres...”.
Esta frase, pronunciada en boca de una religiosa, no sé si me produce más risa
que pena o al contrario. No entiendo cómo una religiosa contemplativa y con
tantos años de experiencia puede decir “si Dios existe...”. ¿Es que duda de que
Dios exista?... Entonces, ¿qué pinta vestida de monja?. ¿O es que cree que Dios
no existe pero le sirve por si acaso?... También puede que haya sido un lapsus,
una equivocación, cosa que también me sorprende, pues no concibo que un
religioso tenga un lapsus tan grave. Vamos, que si se le escapara una blasfemia
o un taco malsonante me extrañaría menos que poner en duda la existencia de
Dios, teniendo en cuenta que ese lapsus proviene de una monja contemplativa.
Para colmo, en una entrevista le
preguntan qué espera de la otra vida, y ella responde: Si
la otra vida es eterna, ¡la otra vida ya ha empezado, ya estamos ahora en
ella!. No entiendo cómo se las apaña esta señora,
creyente y consagrada a Dios para poner en duda tanto la existencia de Dios
como la existencia de una vida eterna. Y yo me pregunto: ¿realmente esta monja
está bien de la cabeza?. ¿No se ha equivocado al hacerse monja?.
Creo que esta monjita se ha equivocado
en su vocación, que más que religiosa podría decirse que es de periodista
sensacionalista de Telecinco.
Hoy por hoy, en las fechas que corren y
sabiendo como todos sabemos lo que se cuece en medios como Telecinco contra lo
clerical, es totalmente inaceptable y demuestra una ignorancia plena hablar de
temas como el preservativo o el matrimonio gay sin pensar que las palabras que
se digan traerán consecuencias, sobre todo si se habla desde un punto de vista
religioso. Ella debería saber que habla en representación de la Iglesia
Católica. Sin embargo hay siempre quien se quiere saltar las reglas que un día
prometió cumplir, amparándose en la justicia social, cuando la justicia social
tiene más que ver con la lucha contra la pobreza que con la lucha ideológica y
separatista.
No es tarea del religioso hacer
declaraciones públicas referentes a asuntos políticos, y me da bastante pena
escuchar de los labios de una monja contemplativa palabras de apoyo hacia un
político concreto, sea quien sea. No digo que los religiosos no puedan tener
ideología, ya que todos la tenemos, sino más bien que un religioso no tiene las
competencias de un político ni las de un periodista. Cuando nos salimos de
nuestro ámbito competencial para meternos en otros que no nos corresponden,
corremos el riesgo de meter la pata.
Es muy triste escuchar a una persona
que juró dedicar su vida a servir a Dios mientas hace declaraciones de apoyo a
favor de tal o cual político. Es triste que una contemplativa diga que pone la
mano en el fuego por Artur Mas, a riesgo de quemarse. No es competencia de ella
poner la mano en el fuego por nadie más que por Jesucristo y por los que
Jesucristo la pondría. Desde luego no creo que Jesús pusiera la mano en el
fuego por el señor Arturo, ni que estuviera a favor de que tal o cual región
tenga derecho o no de autodeterminación. Jesús vino a unir a las personas y a
morir por su salvación, no a hacer proclamas políticas ni ideológicas, y mucho
menos a sembrar discordia entre los miembros de la Iglesia y entre estos y los
no partidarios de ella. Vaya con la monjita, que ha conseguido en unos minutos
sembrar más discordia de la que ha sido capaz de sembrar el amigo Zapatero en
siete años de un gobierno terrorífico.
Desconozco si terminará quemándose al
poner la mano en el fuego por este señor, el tiempo lo dirá. Lo que sí sé es
que en el caso de que termine quemándose, ella no pedirá perdón por haber
pecado de agorera, y no descarte que un día la tengan que entrevistar desde la
“Unidad de grandes quemados de la Paz”.
Y si es triste escuchar palabras de
apoyo a la independencia de Cataluña por parte de una monja contemplativa, cosa
que no entiendo, más triste aún lo es sabiendo que esa monja es de nacionalidad
argentina. ¿Con qué derecho se cree para opinar sobre la independencia de
Cataluña si no es catalana?. ¿Con qué derecho habla de independencia de un sector
español si no es española?. ¿Y con qué derecho alienta a los españoles a estar
más desunidos, si ella tiene como obligación cristiana la función contraria?.
Y con respecto al uso del preservativo
y del matrimonio homosexual, ¿no sabe ella que esa es una herida abierta en la
que es mejor no hurgar?. ¿No comprende que ella no es la persona autorizada por
la Iglesia para opinar en un medio público de eso?. ¿No es consciente de que lo
único que ha conseguido es alentar al sector anticlerical contra la Iglesia que
irremediablemente tendré que corregir su falta de tacto?. ¿Y qué hará cuando la
corrijan?.
Si forma parte de la Iglesia, tendrá
que aceptar con humildad dominica los postulados de la Iglesia, aun cuando no
esté de acuerdo con ellos. Del mismo modo que los guardias civiles no deben
hacer declaraciones contra su propio cuerpo, del mismo modo que un gay no habla
mal en público de los gays, del mismo modo que un fabricante no habla mal de su
producto y del mismo modo que un musulmán no habla en contra de su religión,
ella no debe hablar mal ni en contra de la fe católica, pero no porque se
vulnere su derecho de libertad de expresión, sino por sentido común, por
obediencia a sus votos y por práctica evangélica, esa de la que tanto eco se
hace para otros aspectos que le conviene.
En una entrevista en “La Vanguardia” el
9 de diciembre del presente año, la monja dijo: “Dios no tiene manos, tiene
nuestras manos”. Y yo le pregunto, ¿y tampoco tiene boca porque tiene
nuestras bocas y hablamos en tono político por Él?.
Y entre otras perlas dice que ella no
tiene clausura porque su clausura es el mundo, y eso lo dice la misma que
proclama la independencia de una región de un país que no es el suyo.
Sinceramente, no creo que se pueda ser más hipócrita, con toda la pena que me
da hablar así de un consagrado de Dios.
En la misma entrevista dice que no
aceptaría dinero del dueño de Zara, ya que éste explota a sus trabajadores. No
sabía yo que esta señora se ha convertido en la nueva Lucía Guevara, que condena
el dinero sucio aunque con él pudiera salvar a cientos de miles de personas. No
concibo a una monja rechazando por orgullo un dinero que permitiría salvar las
vidas de muchos niños malnutridos africanos, o arreglar todos los problemas de
las familias a las que ella ayuda. No entiendo que una monja pueda ser
orgullosa y, además, decirlo en plataformas públicas. Vamos, que es más
importante su orgullo, su amor propio, que las vidas de las personas. Alguien
le tendría que recordar a esta monja que el voto de pobreza que juró no sólo se
refiere a la pobreza material, sino también a la espiritual.
Esta señora, que dice que la Iglesia no
debería imponer el celibato sale del paso ante la pregunta que le hacen sobre
si a ella le gusta el celibato impuesto, y responde que ella lo aceptó
voluntariamente. Con esta respuesta no se da cuenta de que parece estar
respondiendo que el resto de los mortales que decidieron un día consagrarse al
Señor lo han tenido que hacer bajo la imposición de celibato de la Iglesia. Parece
que sólo ella lo acepta voluntariamente, mientras el resto lo acepta por
imposición.
La falta de tacto de esta señora es
evidente cuando dice sin tapujos y literalmente que “un
cura que convive con los sintecho de París me dijo que la Iglesia es una casa
de putas donde he aprendido a hacer el amor”. Vamos, que una
monja de clausura suelta perlas como estas y se queda tan pancha.
Otra de sus
salidas de tono, ante la pregunta sobre si le pide cosas a la Virgen es su
respuesta: “Sí, hasta que gane el Barça. Y funciona. ¡El Barça es casi
divino!”.
También es digno de mencionar el
chiste con el que se arranca la sierva de Dios. Cuenta lo siguiente: "Dios
me ha enviado para que el mundo vea jugar bien al fútbol", dice Cristiano
Ronaldo. Y Messi dice: "¡No recuerdo haber enviado a nadie!"
Ante
la pregunta acerca de qué ha sido lo más horrible que ha visto en su vida, su
respuesta es: “Ver a niños muriendo de hambre en
Tucumán, cuando el corralito. ¡Odié a los políticos, por tanto robar y robar!”.
Vamos, que si Santo Domingo escuchara que
una profesa de su regla es capaz de odiar en lugar de amar y de luchar por
mejorar el mundo, se volvería a caer de espaldas sobre la tumba y la cerraría
con llave. ¡Y esto lo dice la misma mujer que prefiere no aceptar dinero del
dueño de Zara para salvar a esos niños que tanta pena le dio ver morir de
hambre!.
Y como nota final, para
colmo de la ironía, ante la pregunta final de la entrevista acerca de qué
ocurriría si la echaran de la Iglesia, su respuesta es: “¿Cómo echarme de mí
misma? No puede ser: seguiría sirviendo”.
Definitivamente me
atrevo a concluir que esta mujer no está en sus cabales y que necesita ayuda
psicológica. También me atrevo a decir que esta señora no debe tener estudios
regios, pues después de soltar perlas como esta, va y dice que ella misma es
Iglesia, esa a la cual empieza criticando y acaba haciendo odiar... ¿Cómo una
persona que critica a la Iglesia, que deja entrever que es retrógrada, que está
equivocada con el preservativo y con el matrimonio gay, que es una casa de
putas y que es posible que represente a un Dios que quizás no exista, y nos
lleve a una “posible vida eterna”, se identifique con ella?.... ¡¡Es de locos,
demencial!!.
Si ya estaban las cosas
mal en España, nos hacía falta una monja que se autoerigiese como la nueva
mesias del siglo XXI, otra Robin Hood que sale a la palestra por el pobre a
costa del mismo Dios si fuese necesario... eso sí, de los pobres catalanes,
porque de los de África ni una palabra.
Saludos y perdón por la
largura.
Y perdón por quien se sienta molesto con mis palabras, lo siento, pero es mi opinión más sincera.
No sé como Ud. se atreve a juzgar a nadie,( porque es lo que ha hecho). No estaría de más que Ud. se pregunte a si mismo y busque dentro, en su interior, por qué me molesta tanto lo que hace ?... Cómo se atreve a dudar de la fidelidad en la fe de Sor Lucía? .
ResponderEliminarPor gente como Ud. ha tenido ella la llamada a ser la voz de los que estan rechazados socialmente y claro està, por gente como Ud.
Veo que habla usted de juzgar muy ligeramente. Dice que yo juzgo mientras usted hace lo mismo conmigo y sin conocerme habla de que por gente como yo ella es como es... Eso es algo que debería usted mirarse también, pues su interior no parece muy limpio igualmente.
EliminarO usted no vio la entrevista (cosa que no sé) o no tiene ni idea ni de lo que es ni el Evangelio ni la vida religiosa. Creo más lo segundo...
Si tuviera una minima idea de lo que significan los votos que prometen profesar las religiosas consagradas, tendría más claras mis palabras, pero dudo que usted conozca esto por su forma de hablar.
Esta señora es libre de opinar lo que le venga en gana, pero eso nunca se puede hacer ni a cualquier precio ni desde cualquier posición. La vida que ella eligió es otra bien distinta, y ahora actúa como con aires de una libertad que ella misma se autoimpone. La primera que debería ser coherente es ella, salir de la orden, fundar la suya propia, hablar en los medios o publicar un libro si le apetece.... pero es muy fácil criticar desde los medios sociales, tirar piedras y hacer ver cuán malos son los demás y qué buena es ella... y eligiendo medios como la anticlerical Tele 5 no se da ni cuenta que esta cadena la está usando para difundir un mensaje que nada tiene que ver con lo que ella predica, puesto que a esta cadena lo que más le interesa es mostrar la division que existe dentro de la iglesia, donde hay heroínas como esta señora que quieren salir de "la peste y el Yugo exclavizador al que la tiene sometida la Igleisa Católica."
Pero claro, personas como usted pasan por alto esto y se fijan solo en lo que la anticlerical cadena televisiva quiere mostrar... tanto usted como ella creo que son víctimas de una opinion fundada por otros, y no tienen la suya propia. Tantos ataques y tantas bombas incendiarias hacen mella, pero siempre en las personas débiles, en las personas que se dejan sorber el seso por opiniones externas...
Si lo dice esta monja sera verdad, si lo dice Tele 5 sera verdad..., si lo dice Google, sera verdad... Valiente generación de personas sin personalidad ni criterio propio que en lugar de vivir la experiencia por ellos mismos se conforman con lo que otros les cuenten... y así nos va...
Señora, si usted quiere seguir a esta monja, hágalo... póngale una vela. Yo creo en otra cosa que está por encima de ella, de usted, de Tele 5 y de mi... yo creo en el Evangelio de Jesucristo... y ese es el que hay que seguir. Y si esta señora siguiera más a Jesucristo y menos a su ego y sus ganas fundacionales y de Gloria, haría más por la humanidad rezando y aplicando las palabras de Jesús que metiendo más leña en un fuego que solo hace daño... ese fuego no ayuda a nadie.
Siento si mis palabras la ofenden, no es mi intención, se lo aseguro.... Solo terminar diciéndole que usted no me conoce, pero dudo que por personas como yo ella haya llegado a hacer absolutamente nada... Si ella quiere laureles, es libre de buscarlos....yo pienso que su labor es otra, puesto que no es una funcionaria, sino una religiosa que ha roto los votos que un día profesó y prometió cumplir... y para mí eso solo tiene un nombre....aunque major no se lo digo.
Un saludo.
Que triste en vez de halagar todo lo que hace, pero es mejor criticar su labor y espero que siga teniendo el apoyo del pueblo Español.
EliminarQue tiene que ver el Evangelio con la política? Todo es dinero pero ya rendirá cuentas ante Dios. .
ResponderEliminarSor lucia vallase a la mierda
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