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"Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho..."

Un gran Santo, el más pobre en lo material, pero el más rico en lo espiritual dijo en su lecho de muerte: "Hermanos, comencemos, ya que hasta ahora poco o nada hemos hecho...". Ese gran Santo era Francisco, y si él dijo no haber hecho nada, ¿que hemos hecho nosotros? Empecemos a hacer algo para cambiar el mundo, ¿no os parece?

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jueves, 3 de marzo de 2011

CARTA A LOS TERRÍCOLAS DEL SIGLO XXI

Queridos habitantes de tan fantástico planeta:

Hemos vuelto a casa del viaje en peregrinación al planeta tierra, lugar escogido por nuestro señor para establecer una alianza con las criaturas que allí creó. Aunque vivamos en otro planeta, somos hermanos vuestros, e hijos del mismo creador del universo. Hemos pensado acerca de nuestra estancia allí, y les mostramos nuestra impresión:
      
El siglo XXI es la era de la sociedad moderna, inteligente y civilizada; pero por otra parte, también es la era de la injusticia del hombre. En un planeta donde los recursos no han faltado para sus habitantes desde el comienzo de su historia, hoy, en plena era de la sociedad avanzada, la gente todavía se muere de hambre.

Es muy triste que pretendais dominar todo lo que os rodea: la tierra, el mar y el espacio, y sin embargo todavía no seáis capaces de instaurar una justicia plena que sirva a los hombres para su desarrollo, que haga crecer al hombre como persona. Pero en lugar de ello, el único crecimiento que desea el hombre del siglo XXI es el económico y social.

Solo Dios es justo, y quien cumple su Palabra, se acerca a esa justicia divina. Dios nos quiere unidos; Dios nos quiere libres. Dios nos quiere iguales, porque por igual El nos ama a cada uno. Pero vosotros os dividís, os enfrentáis. os creéis autosuficientes, no necesitáis a dios, y así habéis creado castas entre vosotros.

¿ES QUE ALGUNA MADRE QUIERE MÁS A UN HIJO QUE A OTRO? ¿ACASO ANTE LOS OJOS DE DIOS SOMOS DISTINTOS? ¿ACASO CONSTITUYÓ ÉL A RICOS Y POBRES? ¿HACE EL SEÑOR ESCARPADAS LAS TIERRAS POBRES, Y LLANAS Y FÉRTILES LAS RICAS? ¿NO REPARTE POR IGUAL LAS MARAVILLAS DE SU CREACIÓN?

El no ha discriminado a ninguna nación dejándola sin revestir de las maravillas de los dones que posee la naturaleza, y De igual modo está deseando repartir su amor, si le dejamos.

¿Es que es de peor calidad la madera que producen los árboles de la tierra pobre? ¿O es, quizá, mejor la cosecha de la tierra rica?

Sin embargo, vosotros seguís empeñados en clasificaros: ricos y pobres, poderosos y débiles, reyes y esclavos...

Dios os dejó libres en la tierra que habitáis; una tierra llena de medios para que el ser humano progrese y sea feliz, pero la infelicidad aumenta en progresión al desarrollo del hombre, y Dios quiere que todos participemos por igual de su creación.

¿Es el agua del norte más pura que la del sur? ¿Acaso el viento sopla más en el este que en el oeste?

Más bien os diría que Dios ha dado orden al sol de que ilumine la tierra entera, sin distinción. Ha dado orden al viento de soplar por igual la faz de la tierra. Ha dado orden a su creación para servir a los hombres sin preguntar: ¿a qué casta perteneces?.

Nuestra lucha es la concienciación. Nuestra lucha es llevar el mensaje de verdad, unidad y paz a todos los habitantes del universo. Nacéis todos de la misma tierra, y en esa misma tierra os desarrolláis, vivís y en ella moriréis. Sois una familia, la familia humana, hijos todos del mismo Dios creador, también creador nuestro.

Por eso Dios tiene un especial cariño por los pobres, y en ellos se manifiesta más, y en ellos se siente más querido. Por eso los elige para obrar en la tierra sus milagros por medio de grandes santos que fueron pequeños hombres. ¿Es que eligió Dios una gran nación para revelarse en su Hijo? Al contrario. Con Él, lo pequeño se hará grande, y lo grande apenas será perceptible.

Vivamos, desde Él, en armonía, con la misma armonía con la que vuela la bandada de pájaros, que por su unión es robusta, veloz y precisa, esa bandada compuesta de pequeños pájaros, tan pequeños por separado, pero que forman un conjunto tan grande y bello.

¡Así seamos los hijos de Dios!

m.m.u.